La religión, la moral… la polarización, la repolarización, Dos núcleos sólidos fundamentalmente opuestos

Bob Avakian

Revolución #015, 25 de septiembre de 2005, posted at revcom.us

Nota de la redacción: El pasaje que presentamos a continuación es parte de una serie de conversaciones, discusiones y charlas formales de Bob Avakian. Los subtítulos y las notas al pie de página son nuestros.

Volviendo a la metáfora de la pirámide y las dos escaleras1, se afloja la parte de arriba y las escaleras empiezan a deslizarse, y salta a la vista la importancia del comentario de Hertzberg en la revista The New Yorker2: “¡Caray! La derecha radical está acaparando mucho más poder, pero esto también le va a dar una oportunidad a la izquierda radical” porque es muy posible que el centro de cohesión no aguante como en el pasado.

Ahora, es preciso captar que no se dará espontáneamente una repolarización positiva: eso depende en enorme medida de lo que hagamos nosotros, de cómo veamos la realidad y de nuestras acciones para transformarla. Pero, fundamentalmente, pueden vislumbrarse dos núcleos sólidos opuestos, dos polos opuestos. Claro, hay (y habrá) otras fuerzas en la contienda. Como dijo Lenin: no es el caso que dos ejércitos se paran frente a frente y uno dice “queremos el socialismo” y el otro dice “queremos el imperialismo”. De hecho, habrá muchos matices y complejidades. Pero con el desenvolvimiento de la situación habrá, o puede haber, dos polos fundamentalmente opuestos: por un lado, su núcleo sólido —el núcleo sólido del estado burgués ahora— sin elasticidad y, por el otro, el núcleo sólido del comunismo y la cosmovisión y metodología comunista, aplicada correctamente, un núcleo sólido con muchaelasticidad. Si las cosas se dan así, habrá una lucha encarnizada; no olvidemos el comentario de Newt Gingrich de que la situación actual es análoga a lo que pasaba hace siglo y medio antes de la guerra de Secesión en este país: habrá una lucha encarnizada entre los dos polos y las fuerzas que los apoyan3.

Nuevamente, esto plantea un reto que nos toca reconocer y asumir con seriedad: nada no nos va a caer “como llovido del cielo” de un modo favorable. Humpty Dumpty no se rompe así. Esto subraya la necesidad de efectuar una repolarización más favorable y de buscar los medios para efectuarla, y no seguir a la zaga de la actual polarización ni mucho menos ignorarla y ver las cosas de color de rosa. Tenemos que aplicar concretamente la cosmovisión y metodología comunista, como vengo explicando, y no dar una respuesta pobre y pequeña, que ni siquiera merecería llamarse comunismo.

Lanzar incursiones al campo del enemigo y cooptar fuerzas

La declaración de nuestro partido tras las elecciones pasadas (“La voluntad del pueblo NO se ejerció en estas elecciones”4) señala muy correctamente que se necesita efectuar una repolarización y confrontar directamente a los que están seducidos por el fundamentalismo cristiano fanático que, como dice, tienen una grave adicción a fantasías apocalípticas. En muchas librerías, hasta en las grandes cadenas, venden libros fundamentalistas reaccionarios sobre el Apocalipsis de autores como Tim LaHaye (cuya esposa, Beverly LaHaye, fundó Mujeres Preocupadas por América, un grupo derechista fascista cristiano, parecido a las “madres de la patria” de los nazis5). Millones de personas los compran. La neta, tienen una grave adicción a fantasías apocalípticas pues, prácticamente, viven en el mundo hermético que tales libros fomentan y refuerzan. Como dice la declaración sobre las elecciones, hay que confrontarlos directamente. Tenemos que organizarnos y hacerlo y, conste, no va a ser nada fácil por como son y también porque el estado no está de nuestro lado. En realidad los fascistas cristianos no tienen a “dios a su lado”, pero sí cuentan con fuerte apoyo del estado.

Tenemos que movilizar a jóvenes, especialmente, y a otros con una orientación comunista a volantear en los meros bastiones del fundamentalismo (en las iglesias, etc.) y a plantear diálogo y debate. Hay que tener creatividad. No es ir a maldecirlos: el chiste es dialogar y debatir, y llevarlos a hacerle frente a cosas que jamás han considerado. Viven en un mundo hermético y no tengo muchas ilusiones sobre las posibilidades de convencerlos a corto plazo, pero debemos hacer esto con perspectiva estratégica y luchar por hacerles ver la realidad que no penetra en su mundo. Muchos, aunque no todos, viven en los suburbios y tienen una vida acomodada. No es cierto que todos son pobres y sin estudios. Muchos tienen estudios... de cierto tipo. Me impactó mucho algo que escribe Robert Kaplan sobre los fundamentalistas islámicos en su libro The Ends of the Earth (aunque el libro en realidad no es bueno): guárdese de la persona letrada de orientación cerrada y conocimientos limitados. Por ejemplo, Mohammed Atta, uno de los organizadores (y participante) de los ataques del 11 de septiembre, estudió ingeniería. No digo que la carrera es una bola de cerrados, pero sí puede ser muy peligrosa la mentalidad que inculca una carrera muy especializada de principios rígidos y cerrados. Esto es parecido a la mentalidad de muchos fascistas cristianos que viven en su propio mundo hermético. Como señaló el escritor Mark Crispin Miller: el que solamente oye el noticiero Fox y estaciones de radio cristianas, tiene conocimientos del mundo iguales a los del siglo IX. Es hipérbole, obviamente, pero es cierto.

Atacar los cimientos del fundamentalismo

A la luz de todo esto y como he recalcado por más de una década, es preciso atacar los cimientos del fundamentalismo religioso reaccionario y la adhesión literal a la Biblia, o sea, el fascismo cristiano. Algunos han comentado al ver mi charla filmada sobre la revolución6: “¡Híjole! ¡No esperaba que le diera en la torre a la religión! No sabía que se podía hacer eso”. Sí, se puede, y es crucial hacerlo. Pero no con simpleza o dogmatismo. Como he remachado en numerosas ocasiones, objetivamente los fascistas cristianos están atrapados en una gran contradicción: entre la adhesión literal a la Biblia (la noción de que la Biblia es palabra por palabra la voluntad de dios y hay que seguirla al pie de la letra con todo los horrores que eso implica) y lo que la mayoría de la sociedad considera justo, decente e incluso cuerdo.

Es una contradicción muy gruesa. En el libro Predicando desde un púlpito de huesos y las charlas que di hace poco sobre la religión7, mencioné algunos de los horrores que el “dios” de la Biblia y sus representantes describen, defienden e imponen, alaban y celebran: la esclavitud; masacrar y saquear a pueblos de otras creencias y violar en masa a las mujeres; ejecutar a homosexuales y “brujas”, a mujeres que al casarse no son vírgenes y niños que se rebelan contra sus padres o les pegan; y reventarles la cabeza a las criaturas de los pueblos que prenden la ira de “dios”.

Se encuentran muchos ejemplos de todo esto en el Antiguo Testamento, especialmente los primeros cinco libros de la Biblia (los libros “mosaicos”: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio), y también en el libro de Josué y los libros “proféticos” (por ejemplo, el libro de Isaías, Capítulos 9 a 14).

Otro ejemplo, citado en el libro Freethinkers, A History of American Secularism de Susan Jacoby: Reyes 2o, relata que unos muchachos se burlaron del profeta Eliseo, y el “dios” de la Biblia (y de Eliseo) les azuzó dos osas del monte a despedazarlos. Veamos lo que dice Reyes 2o, Capítulo 2, versículos 23 y 24:

“Después [Elías] subió de allí a Betel; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡Calvo, sube! Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en nombre del Señor. Y salieron dos osas del monte, y despedazaron a cuarenta y dos muchachos”.

En el mundo de hoy, cualquiera diría que eso es una barbaridad. Pero los fascistas cristianos predican la adhesión literal a la Biblia, y por principio nada les impide implantar lo que dice, inclusive lo que acabo de citar de Reyes 2º y las demás atrocidades que he mencionado. De hecho, están empeñados en imponer la adhesión literal a la Biblia y la “ley bíblica”, y si tienen la posibilidad de hacerlo, lo harán. Claro, sus líderes y representantes políticos emplean una variedad de tácticas y no carecen totalmente de tacto y sutileza cuando los conviene, pero en lo fundamental y por principio, están dispuestos a implantar todo lo que dice la Biblia, inclusivelas repugnantes atrocidades que he mencionado.

Seamos francos. No va a ser nada fácil zafar a la gente que está metida en esto, como comprueba la experiencia de la BJCR (Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria, el grupo juvenil del partido). Cuando repartieron el volante sobre “La pasión de Cristo” en Nueva York y plantearon a la gente de la onda fundamentalista cristiana que iba a ver la película la contradicción entre los horrores que la Biblia defiende y celebra y lo que hoy se considera justo y decente, muchos respondieron: “Bueno, si eso dice la Biblia, se supone que debemos hacerlo”. Así que no vayamos a pensar que con simplemente presentar contundentemente esa contradicción de inmediato pondrán en tela de juicio sus creencias fundamentalistas. Tenemos que hacer una gran campaña, organizar a jóvenes revolucionarios y otros a confrontarlos y debatir con ellos sistemáticamente. Lo más esencial no es por qué votaron por Bush; tenemos que debatir con ellos en un plano más profundo, más allá de la política electoral y las escisiones de la clase dominante, hablar de asuntos fundamentales: del carácter de la sociedad, en qué tipo de mundo queramos vivir, y de los valores y la moral que corresponden a ese mundo. Podemos y debemos unirnos con otros en esa tarea, por ejemplo, con religiosos progresistas pensantes, pero también urge atacar el fundamentalismo fanático reaccionario como comunistas porque somos los únicos que podemos refutarlo cabalmente y ofrecer una alternativa en aras de los intereses fundamentales de la vasta mayoría de la humanidad.

Urge contraatacar de frente y mucho más sistemáticamente con propaganda y confrontar directamente a los que están atrapados en la mentalidad fascista cristiana. Urge hablar de los valores y la moral, y desenmascarar los valores y la moral del fundamentalismo cristiano. Hay que atacar los cimientos, la contradicción entre la adhesión literal a la Biblia, con todo lo que eso implica, y lo que la mayoría de la sociedad moderna considera justo y decente. Todavía estamos a tiempo de sacar esto a la luz antes de que se cierre esa posibilidad. Pero urge reconocer lo que está en juego y que el tiempo apremia.

La batalla sobre la moral, plantear una moral positiva

Otra dimensión de esto es desenmascarar políticamente las consecuencias concretas de implantar los valores y la moral que inculca el fascismo cristiano, en oposición a los valores y la moral que deben guiar una sociedad y mundo en que realmente queramos vivir. Además de atacar los cimientos de la moral fundamentalista religiosa, es necesario plantear una alternativa positiva: el tipo de moral que se debe inculcar y que debemos abrazar y defender.

Esto tiene dos aspectos o dos planos. Por un lado, nuestra moral comunista, que es el aspecto principal y más importante, porque como ya dije, solo la moral comunista puede refutar cabalmente los valores y la moral fundamentalista fascista y dar una alternativa concreta. Tenemos que retomar la moral comunista esbozada en escritos como Predicando desde un púlpito de huesos, explicar por qué corresponde a las necesidades e intereses fundamentales de las masas y popularizarla.

También es necesario unirnos con otros y plantear, popularizar y luchar por una moral positiva: aparte de la visión cabal de la moral comunista, se necesita una “moral progresista de frente único”, por decirlo así, y es necesario popularizarla. Tenemos que unirnos con otros en esa tarea, lo cual no implica para nada cejar en nuestros esfuerzos de plantear la moral comunista. Tenemos que animar a los voceros y “estadistas” del partido, y a nuestros camaradas y amigos que tienen experiencia y conocimientos en esa esfera a entrarle y a trabajar correctamente con muchas fuerzas progresistas que luchan contra los fascistas cristianos y por una alternativa positiva.

En una discusión con unos religiosos progresistas dije: “Si quieren luchar contra los fascistas cristianos, hay que deslindar campos y repudiar la adhesión literal a la Biblia porque lleva a apoyar... a aceptar todo tipo de horrores. Así lo demuestra la historia y también la situación actual. La Biblia no es la palabra de dios y no debe tomarse como tal”.

Muchos religiosos progresistas tienen grandes conocimientos de la Biblia, la religión y otros asuntos. El problema es que muchas veces no saben plantear argumentos contundentes. Por ejemplo, uno de ellos debatió con cuatro fundamentalistas cristianos en un programa de televisión. Estos afirmaron que el evangelio de San Juan (del Nuevo Testamento) dice que solo a través de Cristo puede uno acercarse a su padre y llegar al cielo; según la Biblia, si uno no acepta a Cristo como salvador, está condenado al infierno; y cosas por el estilo. “No nos culpen a nosotros”, repetían, “lo dice aquí mismo la Biblia”. El progresista preguntó: “¿No conocen la crítica histórica? ¿No saben que eso lo agregaron a la Biblia mucho después de los tiempos de Jesús?”. No, no lo sabían ni les interesaba. Tienen su propio punto de vista y lo demás les vale.

El amigo progresista no pudo contra ellos. Pero él y otros tienen argumentos importantes, siempre y cuando sepan plantearlos y reciban la dirección que necesitan para hacerlo de la manera más firme y contundente.

Un aspecto clave es movilizar a muchos más religiosos progresistas y darles dirección correcta para que le entren a la batalla más plena y profundamente y la libren más rigurosa y sistemáticamente. Objetivamente, necesitan dirección y orientación para potenciarse y plantear firmemente sus puntos de vista. No es realista que los acerquemos a todos al comunismo; de plano, no vamos a ganarlos en masa. Para la mayoría, si eso ocurre, será más adelante. Pero pueden asumir un papel muy positivo y muy importante sin necesidad de que abracen el comunismo. El chiste es que para que lo hagan “a su manera y desde su propia perspectiva” es necesario que planteemos nuestro punto de vista comunista cabal y entremos en un proceso de unidad-lucha-unidad acerca de la batalla crucial contra el fascismo cristiano y el fundamentalismo religioso reaccionario, y acerca de las grandes cuestiones de cómo es el mundo y por qué, y cómo se podría crear un mundo radicalmente diferente y mejor.


Notas:

1. Ver “¿Podrán conservar la cohesión?… Una pirámide o dos escaleras”, Revolución No. 4, 29 de mayo de 2005.

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2. Ver “La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual”, Obrero Revolucionario No. 1274, 10 de abril de 2005.

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3. Ver “La guerra civil que se perfila y la repolarización para la revolución en la época actual”, Obrero Revolucionario No. 1274, 10 de abril de 2005.

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4. Obrero Revolucionario No. 1258, 14 de noviembre de 2004.

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5.. En su libro Mothers in the Fatherland (Madres de la patria) Claudia Koonz examina el papel destacado de las mujeres que propagaron el programa de Hitler y los nazis en Alemania en la década de los 1930 y proyectaron la imagen de la mujer “ideal” que se dedica a kinder, kuche, kirche (niños, cocina, iglesia): el ama de casa, que pare hijos y encarna las tradiciones y principios religiosos.

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6. . “Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es”, a la venta en VHS o DVD de Three Q Productions (threeqvideo.com).

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7. . Bob Avakian, Predicando desde un púlpito de huesos: Necesitamos la moral, pero no la moral tradicional (Nueva York: Banner Press, 1999); las charlas “Dios no existe, y necesitamos la liberación sin dioses” y “El cristianismo y la sociedad, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, la resistencia y la revolución” están en la internet (en inglés) en audio en BobAvakian.net.

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