"Después de Cindy Sheehan", o salon.com descubre el "problema" del movimiento contra la guerra: ¡que se opone a la guerra!
Revolución #015, 25 de septiembre de 2005, posted at revcom.us
Cindy Sheehan ha desatado una tormenta muy bienvenida. Ha galvanizado el odio que sienten millones de personas por el gobierno de Bush, ha revigorizado la resistencia contra la guerra y ha vuelto a prender el debate sobre la guerra. Casi cuatro millones y medio de personas han entrado al website de Sheehan por medio de Google; la columnista Maureen Dowd ha dicho que es un "viraje cultural que está transformando el 2005 en 1968". Y esto fue antes de que la criminal respuesta del gobierno de Bush al huracán Katrina provocara más furia por el rumbo en que está encaminando a Estados Unidos y el mundo.
Como Sheehan ha puesto sobre la mesa el tema de Irak, muchas fuerzas políticas (que a fin de cuentas representan a diferentes clases) se han visto obligadas a responder y están tratando de influenciar el debate. Hasta Bush tuvo que interrumpir sus vacaciones de cinco semanas para hacerle campaña a la guerra. Por eso, como señaló Revolución hace poco, la pregunta ahora es "¿adónde llevará esta indignación y qué se necesitará realmente para parar el programa de Bush?".
Hace poco Salon.com ofreció su respuesta: volver a meter el genio de la indignación y la protesta populares en la sofocante botella de la política "aceptable", especialmente el callejón sin salida del Congreso y el Partido Demócrata, y confiar que ellos paren un programa (del cual la guerra es solo una parte) que en general apoyan y echaron a andar.
Aparentando darle un consejo amistoso al movimiento contra la guerra, Farhad Manjoo escribió en el artículo "Después de Cindy Sheehan" que el mayor problema del movimiento es� bueno, es el movimiento, especialmente los que entienden con claridad que esta es una guerra ilegal, inmoral e injusta y, como consecuencia, reclaman con toda firmeza que el gobierno termine la guerra y se retire de Irak. Como por ejemplo Sheehan, que dice: "Tenemos que retirarnos� Tenemos que dejar que el pueblo iraquí gobierne su propio país".
A Manjoo, una retirada inmediata le plantea un "dilema" porque todas las opciones "parecen malas" (o sea, malas para los que detentan el poder porque su poder requiere el control del Medio Oriente). ¿La solución de Manjoo? Apoyar un proyecto de ley que está considerando el Congreso ("Homeward Bound") ¡que ni siquiera propone EMPEZAR a retirar ALGUNAS tropas hasta octubre del 2006! O sea que la resistencia se debe sentar de brazos cruzados más de un año y poner sus esperanzas en un proyecto de ley que nunca se aprobará y que tampoco obligará a Bush a retirarse de Irak. Nos gustaría preguntar: ¿cuántos más miles de iraquíes y cuántos más soldados estadounidenses habrán muerto o estarán heridos para entonces por continuar una guerra y ocupación imperialistas ilegítimas? (Ver "Tribunal Mundial en Estambul, Víctimas iraquíes denuncian crímenes de guerra yanquis"). La lógica de Manjoo es que la guerra NO es criminal e ilegítima, sino que el problema es la planificación y ejecución, malas fuentes de inteligencia, o que es una distracción de lo que, por implicación, sí es legítimo: la "guerra contra el terror". Cita el website MoveOn.org, que describe a Sheehan como un símbolo de "la incapacidad del gobierno de aceptar los hechos acerca de Irak".
Estos argumentos buscan distraer de la verdad. El verdadero problema, como han señalado Sheehan y muchas otras personas, NO es que el gobierno de Bush "no acepta los hechos". El problema es 1) que han mentido sobre los verdaderos objetivos de la "guerra contra el terror", 2) que ocuparon a Irak para reestructurarlo como parte de una guerra global para expandir su imperio y 3) que siguen empeñados en hacer eso, como Bush subrayó hace poco en un discurso a los Veteranos de Guerras Extranjeras: "Nos quedaremos, seguiremos luchando y ganaremos una victoria en la guerra contra el terror".
Algunas voces sostienen que retirar las tropas estadounidenses de Irak es "abandonar" a los iraquíes y atizar una guerra civil. Todo lo contrario: dejar las tropas en Irak es abandonar a los iraquíes y es el principal factor que atiza una guerra civil.
Norman Solomon señaló que las vigilias que organizó MoveOn.com el 17 de agosto "reconocieron los sacrificios de Cindy Sheehan, su hijo Casey y más de 1,800 valientes soldados estadounidenses que han muerto en Irak, y de sus madres y familias", pero "MoveOn no apoya su petición de una retirada rápida de las tropas de Irak".
¡Decir la verdad... o no!
El título del artículo de Manjoo es "Después de Cindy Sheehan" y no "AL LADO de Cindy Sheehan". Dice que es una persona "poco diplomática" e "intransigente" y advierte que sus "berrinches" y "groserías" (como criticar a Israel, llamar a la camarilla de Bush "unos pinches hipócritas" y a Bush el "mayor terrorista del mundo") van a "descarrilar" el movimiento contra la guerra.
O sea, según Manjoo, decir la verdad "descarrilará" la lucha. Pero en realidad es él quien la quiere descarrilar, porque no se opone realmente a la guerra y busca llevar a la oposición de nuevo al redil de los demócratas.
De hecho, la verdad es precisamente lo que se necesita para "descarrilar" todo el programa de guerra y represión de este gobierno, es lo que millones de personas buscan y es por lo que tantos apoyan a Sheehan. "Desde hace tiempo tengo fama de decir la verdad y de cantarlas claras", Sheehan escribió el 20 de agosto. "¿Por qué creen mis compañeros del campamento Casey que están aquí? ¿Por qué surgió un movimiento tan grande de una acción tan pequeña el 6 de agosto?� Me apoyan porque saben que digo sin miramientos la verdad sobre esta guerra".
Esta guerra NO beneficia al pueblo, miles de millones de personas pueden llegar a ver eso y se puede iniciar un debate nacional crucial SI decimos la verdad resueltamente y nos oponemos sin vacilación a la guerra y todo el programa de Bush.
La derecha quiere proscribir la verdad y cerrar este debate. La Legión Americana condenó las protestas contra la guerra diciendo que son "visiones de Jane Fonda" (que se opuso a la guerra de Vietnam).
No debe sorprenderle a nadie que están preocupados. Hace poco Fonda recorrió el país en camión para hablar contra la guerra e informó: "Acabo de pasar cinco semanas recorriendo el país y, con la excepción de un incidente en que un militar retirado me escupió, me parece que la gente tiene sed de oír declaraciones como la mía. Y hablé en los estados centrales, en los estados �rojos�".
Manjoo admite: "Muchas críticas de la guerra de Irak que se oían únicamente en la extrema izquierda... ahora se repiten en los suburbios". ¡Bueno, cómo diablos piensa que esas críticas llegaron a los suburbios si no fuera porque muchos rechazamos sus consejos y declaramos que esta guerra es lo que es: una agresión injusta justificada con mentiras!
Lo que se necesita ahora: Un movimiento para sacar corriendo al gobierno de Bush
En medio de las crecientes protestas, los demócratas (que han votado por la guerra cada vez que la considera el Congreso) siguen apoyando la guerra y la ocupación. Como señala Lucinda Marshall, lo importante para ellos es "cómo tener éxito en Irak" y cómo "convencer a los votantes de que son el partido más hábil para ganar la guerra". Howard Dean, presidente nacional del Partido Demócrata, fue claro: "Como ya estamos metidos, no podemos nada más irnos� Espero que el presidente tenga mucho éxito ahora que está allá".
No es cuestión de que los demócratas sean tontos, miopes ni cobardes, ni de que tenemos que abrirles los ojos. No, así son: un partido que defiende los intereses reaccionarios del capitalismo global estadounidense, y un partido, como ha analizado Bob Avakian, que por profundas razones sociales, políticas y económicas ha dejado de tener la iniciativa en la clase dominante. (Ver el artículo de Bob Avakian "¿Podrán conservar la cohesión?... Una pirámide o dos escaleras" en revcom.us). Es un partido que dedica mucha más energía a contener y desmovilizar a las masas que a oponerse a Bush, a cualquier nivel. (En Counterpunch,Stan Goff describe esto como los "perros ovejeros" del Partido Demócrata).
Ya hemos visto adónde lleva la lógica de Manjoo/MoveOn de apoyar a esos colaboracionistas: a desmoralizar y paralizar la resistencia. ¿Qué pasó con la gran ola de oposición a la guerra de 2002 y 2003, que el New York Times llamó "la otra superpotencia"? Se descarriló porque mucha gente dejó de lado sus convicciones "en nombre del realismo" y dedicó tiempo, energía y dinero a elecciones controladas por el mismo sistema que llevó a la guerra� ¡y terminó votando por un candidato que estaba a favor de la guerra! ¿Por qué volver a hacer lo mismo en 2006, 2008 o CUALQUIER AÑO? Ya sabemos el final de esa película.
Hoy es más urgente que nunca que esa "superpotencia" confusa --los seres humanos que no aceptan la dirección del gobierno de Bush-- vuelva a hacerse oír. Se necesita una nueva ola de lucha contra la guerra y contra todo el programa de Bush, y debe ser una lucha más resuelta que se apoye en nuestra gran fuerza: los millones de personas que se oponen a Bush y a la guerra por toda la sociedad, incluso en rincones inimaginables hace unos pocos meses.
Pero esto solo se plasmará en realidad si no dejamos que nos amarren a los confines que establecen los demócratas (por ejemplo, si no nos ponemos a presionar a los demócratas para que sean lo que no son: un partido antibélico, o si no nos enfocamos en elegir a demócratas antibélicos, lo que encauza nuestras energías al juego político que controlan los belicistas). Y solo se plasmará en realidad si no dejamos que nos limiten a oponernos a esta o aquella infamia; no pararemos ninguna de ellas a menos que luchemos contra todo el programa de Bush y por sacar corriendo este gobierno.
Se habla mucho de "puntos de viraje" o "atolladeros", pero realmente ¿qué se necesitará para parar la guerra y descarrilar el programa de Bush? Cuando Estados Unidos se atolló en Vietnam, solo una rebelión que sacudió los cimientos de toda la sociedad en muchos frentes terminó la guerra (una guerra que lanzaron los demócratas). Esa rebelión le infundió a la clase dominante el miedo de que podía perder mucho más que Vietnam. Mucha gente arriesgó todo para oponerse a la guerra: los soldados se rebelaban, los estudiantes cerraban las universidades y paraban los trenes que trasladaban tropas (rechazando los consejos de los Todd Gitlin del mundo), los negros se alzaban en los ghettos y en el Sur, las mujeres rechazaban su papel tradicional: corrían aires de revolución contra todo el sistema.
(Manjoo también distorsiona la historia de los años 60 para reforzar su ataque contra la resistencia: "¿Pueden descarrilar el movimiento contra la guerra las peroratas de Sheehan? Es posible, si pasa lo mismo que durante la guerra de Vietnam". Todd Gitlin, un historiador revisionista que ha adulterado la historia de los años 60 y ahora defiende la "guerra contra el terror", agregó: "Nixon sacó provecho de las condenas histriónicas de los manifestantes contra la guerra". Henry Kissinger, criminal de guerra de la época, fue más acertado cuando admitió que "el diminuto movimiento radical" desempeñó un papel "fundamental" para llevar a Estados Unidos a retirar sus fuerzas de Vietnam. Years of Upheaval,p. 84]. Y no olvidemos que los años 60 no hubieron sido lo que fueron si tanto el movimiento contra la guerra como la lucha de liberación negra ¡no se hubieran rebelado contra el Partido Demócrata! Eso es precisamente lo que temen Manjoo y Gitlin).
Hoy se necesitará esa misma clase de claridad, valentía, resolución y levantamientos� y más. El gobierno de Bush está empeñado en conquistar el mundo y reconfigurar la sociedad con un molde fascista. Ya ha matado a 100,000 personas en Irak y amenaza con atacar otros países. Con el apoyo casi unánime de los demócratas, ha hecho permanente la fascista Ley Patriota y ha lanzado ataques en todas las esferas de la cultura y la vida social (de nuevo, sin oposición de los demócratas): el derecho al aborto, la enseñanza de la ciencia, la separación de la religión y el estado, etc.
Cualquier otra cosa, y especialmente caer de nuevo en la trampa del Partido Demócrata, tendrá consecuencias desastrosas. Profundizará la dinámica post-electoral de parálisis, pasividad y desmoralización que sobrecogió a millones que odian a Bush (y votaron contra él); nos pondrá en una posición menos capaz de responder con fuerza a lo que haga el gobierno: atacar a Irán, prohibir las protestas contra la guerra, meter fascistas y teócratas en la Suprema Corte, prohibir el aborto o detener disidentes.
Jane Fonda tenía razón cuando dijo: "Creo que esta es la época más aterradora que he vivido. Las bestias agonizantes siempre son las más peligrosas. Debajito de la superficie hay un volcán listo a estallar. Nuestra tarea es crear una masa crítica y encenderlo".
Bush tiene problemas; ¿qué vamos a hacer?
Sí, Bush y su programa tienen problemas. El "juego de niños" que iba a ser la guerra de Irak se ha vuelto un problemón. La respuesta del gobierno al huracán Katrina enemistó a millones y millones más. Pero a menos que suba al escenario político una fuerza resuelta a oponerse a todo el programa de Bush y a sacarlo corriendo, estos criminales seguirán adelante, a trancazos, con un costo enorme para la humanidad. Como dice la declaración de El Mundo No Puede Esperar: "Los que roban elecciones y creen que están cumpliendo una �misión divina� lucharán hasta el final".
Pero existe una solución: no luchar contra las infamias del gobierno de Bush una por una y seguir perdiendo terreno, no esperar a un salvador demócrata que no va a llegar, sino organizar la acción política independiente de millones.
El 2 de noviembre, El Mundo No Puede Esperar: Hay que Sacar Corriendo al Gobierno de Bush lanzará un movimiento con el fin de crear "un clima político que repudie el gobierno de Bush, que lo saque corriendo y que cambie el rumbo por el que ha encaminado la sociedad".
Esta visión de una nueva organización nacional representa lo que se necesita urgentemente y lo que millones de personas quieren. Por eso tiene el potencial de transformar el terreno político y miles tienen que sumarse para plasmar esta visión en realidad.
"Nosotros, a millones, debemos y podemos responsabilizarnos por cambiar el curso de la historia". De verdad el mundo no puede esperar.