Escenas de Nepal

La audacia de la revolución, los brotes del futuro

Li Onesto

Revolución #002, 15 de mayo, 2005, posted at revcom.us

En 1999, hice un viaje al corazón de la guerra popular de Nepal, las zonas guerrilleras de Rolpa y Rukum. En ese tiempo, el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) llevaba ya tres años de lucha armada. Había echado de la región a la policía, los funcionarios corruptos y los usureros, y comenzaba a establecer un nuevo poder popular.

Se habían formado organizaciones de masas para las mujeres, los campesinos y los estudiantes, y tribunales populares que hacían justicia. Por primera vez, la mujer tenía derecho a la tierra y a divorciarse, se repartía la tierra y los campesinos destrozaron los pagarés a prestamistas estafadores. Comités de tres-en-uno, formados de combatientes guerrilleros, cuadros del partido y miembros de las organizaciones de masas, gobernaban las aldeas: creaban nuevos sistemas de impuestos, de leyes y de comercio básico, construían escuelas y organizaban los comienzos de la agricultura colectiva. Los equipos culturales creaban una nueva cultura revolucionaria.

Eran brotes frágiles y me preguntaba si durarían. Había bases de apoyo pero la policía arrestaba, torturaba, violaba y mataba a los simpatizantes de los maoístas. La guerrilla atacaba pequeños puestos policiales; los reaccionarios locales habían huido, pero había centenares de mártires revolucionarios y todos sabíamos que tarde o temprano el gobierno iba a despachar al Ejército Real Nepalés.

¿Cómo podía un ejército de campesinos pobres sostener la esperanza, el sueño fantástico de tomar el poder? ¿Cómo tenían la audacia de desafiar un gobierno que recibía armas de India... y que con el tiempo seguramente recibiría armas y dinero de países poderosos como Estados Unidos? Estos campesinos pobres y analfabetos, ¿podrían zafarse en verdad de sus opresores, desafiar las cadenas milenarias de la tradición y rehacer el mundo?

II

Abril de 2005. Un amigo me mandó un video que todavía no se consigue en Estados Unidos: "Ocho años gloriosos de la guerra popular". Tiene horas de escenas increíbles de las bases de apoyo, filmadas por el Departamento Central de Cultura del PCN (Maoísta).

Han pasado seis años desde que fui a Nepal. Los maoístas ahora controlan el 80% de las zonas rurales del país. El Ejército Popular de Liberación despacha miles de guerrilleros en combates contra el Ejército Real. Hay dos gobiernos en Nepal. La reaccionaria clase dominante controla la capital, Katmandú, y gobierna en las ciudades y los cuarteles generales de distrito; pero los maoístas controlan la mayoría de la vasta zona rural, donde vive el 85% de la población total de... millones de personas.

La clase dominante de Nepal está dividida profundamente: la monarquía y los partidos parlamentarios se pelean porque no saben cómo derrotar a los maoístas. Los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña e India han declarado que una victoria maoísta es inaceptable. El gobierno estadounidense ha puesto al PCN (Maoísta) en la lista de "terroristas" y da dinero, armas y capacitación militar a la contrainsurgencia con la justificación de que es una "guerra contra el terrorismo".

El video me devuelve a Rolpa y Rukum, donde los cambios me conmueven y me entusiasman. A lo largo de seis años, he pensado mucho en los líderes políticos y militares que conocí, los guerrilleros con quienes viajé, las familias de mártires que entrevisté, y me preguntaba si siguen con vida. Me vienen lágrimas cuando veo en el video a conocidos que siguen luchando, trabajando y riéndose en las bases de apoyo.

La banda sonora evoca memorias de programas culturales, y siento la pasión y el espíritu de la nueva cultura revolucionaria que es parte crucial de esta lucha. En la pantalla sale la letra:

Es el momento de desatar una tempestad
es el momento de atronar como un volcán
A los soldados de la guerra
a esas estrellas rojas
¡No paren! ¡Ante nadie!

El video me lleva a un mitin gigantesco donde los magar, una nacionalidad oprimida, celebran la formación del nuevo Gobierno Autónomo Magrat.

Al principio, el video muestra una toma de cerca a la muchedumbre que camina a la celebración. La cámara retrocede un poco y luego más, hasta ver la geografía rocosa y la procesión que serpentea por varios kilómetros de montaña. Regresa a la aldea y al júbilo de banderas rojas. Un hombre bate un tambor atado a la frente. Un grupo de bailarinas vestidas en traje típico.

El video es un cuadro vibrante y multifacético de la guerra popular. Jamás he visto algo así. Mítines masivos de decenas de miles de campesinos. Discursos de líderes del partido y comandantes militares. Campos de entrenamiento del ELP. Programas culturales. Festivales revolucionarios, voleibol y carreras a pie en las bases de apoyo. Reportaje desde el campo de batalla, con el zumbido de las balas. Una voz en la oscuridad dice: "Cúbranse, no tengan miedo. No tengan miedo". Cadáveres de los soldados del ERN. Guerrilleros heridos y muertos. Armas y municiones capturadas.

A continuación, el video muestra la construcción revolucionaria en las bases de apoyo: escuelas, puentes, hasta una emisora de radio FM. Informa que el primer día del mes se ha designado como un día de trabajo colectivo y veo cómo los soldados del EPL, cuadros del partido, miembros de grupos culturales revolucionarios y aldeanos trabajan juntos, cargando piedras desde el río para construir un muro.

Los cebados en la labor de otros han huido de las aldeas
los que gobiernan prepotentes se han fugado
se organizan gobiernos populares en las aldeas
surge la victoria roja
se establece la costumbre de trabajar juntos
se eliminan el nepotismo y la injusticia
se erradica el sistema de casta y de intocables
¡A crear una nueva cultura y una nueva sociedad!

Una parte del video es una boda revolucionaria. Pienso en las jóvenes guerrilleras que me explicaron cómo oprimía a la mujer nepalesa la tradición feudal. Sin poder ir a la escuela, matrimonios concertados, poligamia, vidas destrozadas en el tráfico de mujeres. En las zonas guerrilleras parejas jóvenes se presentaron con orgullo, diciendo: "Tenemos un matrimonio de amor, no fue concertado. Somos un matrimonio entre castas". Ahora en las bases de apoyo, una nueva cultura que apunta contra el patriarcado y el sistema de castas les da una nueva libertad.

En una aldea liberada, la gente se ha reunido para recibir a científicos, profesores, ingenieros y artistas de la ciudad. De repente, veo una cara familiar: un famoso escritor revolucionario, su cara llena de sonrisas, levanta el puño alto con el lal salaam , el saludo rojo. Lo entrevisté en Katmandú. Ahora ha ido al campo, a la base de apoyo de Rolpa, para servir al pueblo.

III

Cuando visité las aldeas en 1999, vi principalmente a mujeres, niños pequeños y ancianos. La mayoría de los hombres estaban en las ciudades trabajando o en la clandestinidad.

Pienso en los chavos y las chavas de 12 años que conocí en las aldeas, que ahora tienen suficiente edad para unirse al Ejército Popular de Liberación. ¿Cómo fue crecer en una aldea liberada, en una base de apoyo que tiene un nuevo poder popular?

La guerra popular está formando a una nueva generación en Nepal y, en las bases de apoyo, los jóvenes están creciendo en medio de la lucha por crear un nuevo modo de vivir donde se siembran las semillas de una nueva vida económica, política y cultural. El Ejército Popular de Liberación protege con las armas estos brotes del futuro, para que crezcan y se fortalezcan.

El poder se gana mediante la guerra
a aumentar el poder popular
el viejo estado se está cansando
tomemos el poder central
A los que avanzan, removiendo cielo y tierra
y los que dieron la vida para cambiar la sociedad
Una bienvenida a la gente roja de esta nueva era


Li Onesto es la autora de Dispatches from the People’s War in Nepal/Informe directo de la guerra popular de Nepal (en español de RCP Publications; en inglés, de Pluto Press e Insight Press), disponible en www.amazon.com, www.insight-press.com, www.press.umich.edu y Libros Revolución.

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