Acerca de la dictadura omnímoda sobre la burguesía de Zhang Chunqiao*

Revolución #3, 22 de mayo, 2005, posted at revcom.us

Ya en 1920, a la luz de la experiencia práctica adquirida en la dirección de la Gran Revolución Socialista de Octubre y del primer Estado de dictadura del proletariado, Lenin señaló con agudeza: "La dictadura del proletariado es la guerra más abnegada y más implacable de la nueva clase contra un enemigomás poderoso, contra la burguesía, cuya resistencia se decuplica con su derrocamiento (aunque no sea más que en un solo país) y cuyo poderío consiste, no solo en la fuerza del capital internacional, en la fuerza y la solidez de las relaciones internacionales de la burguesía, sino, además, en lafuerza de la costumbre, en la fuerza de lapequeña producción. Pues, por desgracia, ha quedado todavía en el mundo mucha y mucha pequeña producción y la pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa. Por todos estos motivos, la dictadura del proletariado es necesaria". Lenin indicó que dicha dictadura es una lucha persistente, cruenta e incruenta, violenta y pacífica, militar y económica, educacional y administrativa, contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad, una dictadura omnímoda sobre la burguesía. Lenin destacó reiteradamente que será imposible vencer a la burguesía si no se ejerce una dictadura prolongada y omnímoda sobre ella. Estas afirmaciones de Lenin, particularmente las palabras subrayadas por él mismo, han sido corroboradas ya por la práctica en los años posteriores. En efecto, los nuevos burgueses han surgido un grupo tras otro, y su representante es la camarilla de renegados de Jruschov-Brezhnev. Estos individuos son, en general, de buen origen clasista, han crecido casi todos bajo la bandera roja, han ingresado organizativamente al Partido Comunista, han cursado estudios en centros docentes superiores y han llegado a ser lo que se llama especialistas rojos. Sin embargo, ellos son nuevas hierbas venenosas que brotan del viejo suelo del capitalismo. Han renegado de la clase de que proceden, han usurpado el poder del Partido y del Estado, han restaurado el capitalismo, se han convertido en cabecillas de la dictadura de la burguesía sobre el proletariado y han realizado lo que Hitler quería pero no logró hacer. Nunca debemos olvidar esta experiencia histórica de "lanzar satélites al espacio y echar abajo la bandera roja", particularmente en momentos en que estamos decididos a edificar un poderoso Estado.

Hay que tener una clara conciencia de que aún existe para China el peligro de tornarse revisionista. Esto se explica no solo porque el imperialismo y el socialimperialismo no se olvidan ni por un instante de agredirla y subvertirla, y porque aún subsisten viejos elementos de la clase terrateniente y de la burguesía, no resignados a su derrota, sino también porque se engendran nuevos elementos burgueses, como dijo Lenin, cada día, cada hora. Algunos camaradas afirman que Lenin se refirió aquí a la situación de antes de la cooperativización. Obviamente esta afirmación es incorrecta. Las palabras de Lenin no han pasado de moda. Estos camaradas pueden leer la obra del Presidente Mao Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo,publicada en 1957. En esta obra el Presidente Mao hace un análisis concreto de la situación en nuestro país en que después de conquistada en lo fundamental la victoria en la transformación socialista del sistema de propiedad, incluida la cooperativización, aún existen clases, contradicciones de clase y lucha de clases y aún se dan simultáneamente consonancia y contradicción entre las relaciones de producción y las fuerzas productivas y entre la superestructura y la base económica. Habiendo resumido la nueva experiencia de la dictadura del proletariado acumulada después de Lenin, el Presidente Mao respondió de manera sistemática a los diversos problemas surgidos luego de cambiado el sistema de propiedad, trazó las tareas y políticas de la dictadura del proletariado y sentó los cimientos teóricos para la línea fundamental del Partido y la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado. La práctica en los 18 años transcurridos, especialmente en la Gran Revolución Cultural Proletaria, ha probado que son totalmente correctas la teoría, línea y políticas formuladas por el Presidente Mao.

La experiencia histórica nos dice que la clave del problema de si el proletariado puede vencer o no a la burguesía y si China se tornará o no revisionista, reside en si podemos o no persistir invariablemente en la dictadura omnímoda sobre la burguesía en todos los terrenos y durante todas las etapas del desarrollo de la revolución. ¿Qué es la dictadura omnímoda sobre la burguesía? El resumen más conciso se encuentra en el siguiente pasaje de una carta que Marx escribió en 1852 a J. Weydemeyer, pasaje que todos estudiamos en la actualidad. Marx dijo: "En cuanto a mí, no me cabe el mérito de haber descubierto ni la existencia de las clases en la sociedad moderna ni su lucha entre sí. Mucho antes que yo, algunos historiadores burgueses habían expuesto el desarrollo histórico de esta lucha de las clases y algunos economistas burgueses la anatomía económica de éstas. Lo nuevo que yo he aportado ha sido demostrar: 1) que la existencia de las clases solo va unida a determinadas fases históricas de desarrollo de la producción; 2) que la lucha de clases conduce necesariamente a la dictadura del proletariado; 3) que esta dictadura no constituye de por sí más que el tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases". Lenin señaló que este magnífico pasaje de Marx consiguió expresar de un modo asombrosamente claro la diferencia fundamental y cardinal entre la doctrina marxista y la doctrina burguesa del Estado y la esencia de la teoría marxista del Estado. Hay que tener en cuenta aquí que Marx expuso el pasaje sobre la dictadura del proletariado en tres puntos, que están vinculados entre sí y son inseparables. No se puede tomar solamente uno de ellos descartando los otros dos, pues este pasaje expresa cabalmente el proceso entero del surgimiento, desarrollo y extinción de la dictadura del proletariado y abarca todas sus tareas y contenido real. En su obra Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1850, Marx dijo en términos más concretos que dicha dictadura es el punto necesario de transición para la supresión de las diferencias de clase en general, para la supresión de todas las relaciones de producción en que éstas descansan, para la supresión de todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de producción, para la subversión de todas las ideas que brotan de estas relaciones sociales. A lo que se refirió aquí Marx es a "todas". ¡"Todas" en los cuatro aspectos! ¡No se trata de una parte, ni la mayoría, ni la abrumadora mayoría, sino la totalidad! Esto no tiene nada de extraño, ya que el proletariado podrá emanciparse finalmente solo emancipando a toda la humanidad. Para alcanzar este objetivo, no se puede sino ejercer la dictadura omnímoda sobre la burguesía y llevar hasta el final la continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado, hasta la eliminación en el globo terráqueo de estas "todas" en los cuatro aspectos, de modo que se imposibiliten la existencia y el resurgimiento de la burguesía y las demás clases explotadoras. De ninguna manera debemos detenernos en el camino de transición. A nuestro juicio, solo este entendimiento puede ser calificado de asimilar la esencia de la teoría de Marx sobre el Estado. Piensen, camaradas: Si no se entiende la cuestión de este modo, si se restringe, cercena y tergiversa el marxismo tanto en lo teórico como en lo práctico, se reduce la dictadura del proletariado a unas palabras vacías y se mutila la dictadura omnímoda sobre la burguesía, ejerciéndola solo en cierto terrenos y no en todos y practicándola solo en cierta etapa (por ejemplo, antes de la transformación del sistema de propiedad) y no en todas, es decir, no destruyendo completamente todas las "aldeas fortificadas" de la burguesía sino dejando algunas de éstas para que vuelva a engrosar sus filas, entonces, ¿acaso no equivaldrá esto a preparar condiciones para la restauración burguesa? ¿Acaso no significará esto convertir la dictadura del proletariado en algo que proteja a la burguesía y particularmente a la burguesía recién surgida? Todos los obreros, campesinos pobres, campesinos medios de la capa inferior y los demás trabajadores que rehúsan volver a sufrir las penalidades y la opresión, todos los miembros del Partido Comunista resueltos a consagrar toda su vida a la lucha por la realización del comunismo, y todos los camaradas que no quieren que China se torne revisionista, deben tener muy presente este principio fundamental marxista: hay que ejercer la dictadura omnímoda sobre la burguesía y no detenerse de ningún modo a mitad de camino. Es innegable que algunos de nuestros camaradas se han incorporado al Partido Comunista en lo organizativo, pero no ideológicamente. Su concepción del mundo aún no ha salido de los límites de la pequeña producción ni de los de la burguesía. Aprueban la dictadura que ejerce el proletariado durante determinada etapa y en determinado terreno y les complacen algunas victorias logradas por él, puesto que esto las trae ciertos provechos. Una vez adquiridos estos provechos, piensan que pueden acampar y establecerse para acondicionar su nido confortable. ¡Vaya con la dictadura omnímoda sobre la burguesía! ¡Vaya con el primer paso de la gran marcha de diez mil li!Perdón, que lo hagan otros, ya que yo he llegado a mi destino y debo apearme del carro. Aconsejamos a estos camaradas: ¡Es peligroso quedarse a mitad de camino! La burguesía les invita haciéndoles señales con las manos; ¡mejor será que marchen con las filas para seguir adelante!


NOTAS:

* Estes artículo fue escrito en 1975.

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