Autopsia de Terri Schiavo confirma patología política

Revolution #007, June 26, 2005, posted at revcom.us

La semana pasada anunciaron los resultados de la autopsia de Terri Schiavo. Confirmó lo que los médicos sabían y dijeron una y otra vez: que la persona que se llamaba Terri Schiavo murió hace mucho tiempo y no hubiera sido posible reavivarla como ser humano consciente.

Confirmó que estaba en un estado vegetativo persistente a consecuencia de muy graves daños cerebrales. El cerebro pesaba la mitad de lo que debía y los centros visuales no funcionaban. Era ciega; no podía reconocer a nadie, a pesar de que dijeran lo contrario.

"Los daños eran irreversibles", dijo el Dr. Jon Thogmartin, el patólogo que llevó a cabo la autopsia. "Ninguna terapia o tratamiento hubiera podido regenerar las neuronas perdidas".

Todavía no se sabe por qué el corazón se le paró brevemente hace 15 años. Pero no encontraron nada que le eche la culpa a Michael Schiavo, su esposo (a pesar de un sinnúmero de acusaciones contra él), ni tampoco pruebas de fracturas de huesos (como andaban diciendo sus padres).

¿Y la respuesta de todos los que no quisieron dejarla morir en paz?

¿Ahora qué dicen George Bush, Bill Frist, Tom DeLay y los demás, que atacaron leyes, decisiones judiciales, la opinión pública y los precedentes jurídicos para imponer su voluntad? ¿Aceptan la verdad?

¡Nel! Dicen que tenían toda la razón. Es un buen ejemplo de los dos puntos de vista opuestos sobre la realidad que trabaron batalla en el caso de Schiavo. Un lado parte de la ciencia y la razón, y busca entender la realidad. El otro, fomentado por los fascistas cristianos, dice que se puede "conocer" sin investigar y sin información concreta, y rechaza la ciencia.

Jeb Bush, gobernador de Florida y sinvergüenza, corrió a atacar de nuevo a Michael Schiavo. Lo acusó de negligencia hace 15 años, cuando encontró a su esposa inconsciente en el suelo.

¿Y el senador Bill Frist, que aprovechó sus credenciales como cirujano cardíaco para diagnosticar a Terri Schiavo con un video? Hace dos meses dijo:

"Estado vegetativo persistente. Después de estudiar el video una hora anoche en mi oficina, no lo creo. a mi juicio, muestra algo muy distinto". (al Congreso, el 17 de marzo)

Con este diagnóstico, Frist pidió una intervención federal para impedir que desconectaran los tubos de alimentación de Schiavo. Ahora niega que hizo un diagnóstico y que dijo que "sin duda responde a estímulos visuales". Esto lo dijo ante todo el Senado, y ahora se sabe que era ciega.

Este es el mismo Frist que no acepta la verdad de que el virus VIH no se puede transmitir por medio de lágrimas o sudor. Dijo públicamente que Schiavo no estaba en un estado vegetativo persistente (sí estaba) y que podía ver (no podía). O es un médico muy incompetente o es un cínico que manipula la verdad. Ustedes. dirán.