Rove, Roberts y la implacable campaña de los fascistas cristianos por el poder; o sea: ¡No se dejen engañar de nuevo!

Revolución #010, 31 de julio de 2005, posted at revcom.us

El actual escándalo del asesor presidencial Karl Rove ha planteado esperanzas de que Bush está tropezando y de que la campaña de las fascistas cristianos de agarrar todo el poder, que ha sido un aspecto central de su gobierno, está perdiendo fuerza. Más tarde hablaremos de Rove y de la nominación de John Roberts a la Suprema Corte, pero antes demos un vistazo a los últimos años.

Por ejemplo, las elecciones de 1998: tras meses de ataques contra Bill Clinton, la cantidad de representantes republicanos al Congreso se redujo. Su líder, Newt Gingrich, tuvo que renunciar en medio de problemas y los comentaristas políticos dijeron que seguramente no podrían destituir a Clinton. żY qué pasó? Los republicanos, con los fascistas cristianos a la cabeza, lo enjuiciaron de todos modos y casi logran destituirlo.

O las elecciones de 2000: cuando salió a luz la corrupción electoral en Florida y la Suprema Corte estatal mandó volver a contar los votos, todo mundo dijo que los republicanos no podrían robarse las elecciones. żY qué hicieron? Enviaron sus guaruras a Florida a impedir el recuento y le dijeron a sus aliados de la Suprema Corte federal que anularan el fallo de la corte estatal y le dieran la presidencia a Bush.

O el caso del general William Boykin, un fundamentalista cristiano de alto rango que dio charlas en uniforme contra el Islam y anunció que dios escogió a Bush: hubo protestas clamorosas y mucha gente esperaba que lo castigaran. żY qué pasó? El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, lo ascendió. Además, varios meses más tarde Rumsfeld se encontró en problemas por la tortura de presos en los penales Abu Ghraib y Guantánamo, y los medios especularon que él tendría que renunciar. Pero todavía es secretario de Defensa y la guerra y la inhumanidad siguen.

Lo que nos muestran estos ejemplos es que esa gente es implacable. Las peleas del proceso político no los han parado, y siguen buscando agarrar todo el poder a pesar de vueltas y revueltas. Los fascistas cristianos a) marcan el paso del Partido Republicano y b) siguen colocando a sus seguidores en los máximos nivel del gobierno. Y por favor, nadie debe olvidar que el núcleo de este grupo tiene UNA VISIÓN DIFERENTE, UNA VISIÓN TEOCRÁTICA Y FASCISTA, de cómo debe ser la sociedad: la política, el derecho, las relaciones familiares e íntimas, las escuelas, la ciencia, la cultura, etc., y no va a parar hasta que haya plasmado esa visión en realidad. o hasta que sea derrotado. Toda su historia hasta la fecha, y la actual trayectoria en que se encuentran, indican que no será posible derrotarlos sin una lucha muy encarnizada que rompa con el marco de la política usual.

Pase lo que pase con Rove, la implacabilidad con que los fascistas cristianos buscan sus metas y lo que se necesitará para pararlos no cambiará. En cuanto a Roberts, tras varios días de alabanzas en el Congreso y los medios por su "temperamento judicial" y "moderación", el New York Times informó el 22 de julio que la camarilla de Bush lleva un año asegurando a los fascistas cristianos que es "uno de los suyos" y que era el mejor candidato para que otro "de los suyos" termine en la Suprema Corte.

En pocas palabras: este país sigue una trayectoria mortífera; los que la dirigen tienen una visión y un plan para colocar a los suyos en los más altos niveles del estado; y pararlos requerirá una lucha de los de abajo de una magnitud que no se ha visto desde hace muchas generaciones.