Revolución #015, 25 de septiembre de 2005, posted at revcom.us
Revolución recibió este informe de la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria-Nueva York sobre la movilización para El Mundo No Puede Esperar y el reparto del periódico en la importante Universidad Columbia.
El miércoles 9 de septiembre fuimos a la Universidad Columbia para iniciar tres días de volanteo masivo, al final del cual queríamos tener un núcleo para organizar El Mundo No Puede Esperar y para transformar totalmente el ambiente.
Repartimos 5,000 volantes de “¡El Mundo No Puede Esperar! ¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!” en tres horas y media y ¡no hay más de 18,000 estudiantes en total!
Fuera del volanteo, hicimos unos contactos muy buenos, y los reunimos para forjar un núcleo de líderes dos días antes de lo planeado...
Métodos: Llegamos con poca información. No conocíamos organizaciones, no teníamos contactos, nadie nos acompañó. Sabíamos que las clases habían comenzado y que probablemente nos sacaban luego luego si poníamos pie adentro.
Éramos cuatro. Nos paramos tres o cuatro frente a la entrada principal de la universidad con grandes afiches de , donde pusimos etiquetas grandes afiches de “¡El Mundo No Puede Esperar! ¡Hay que sacar corriendo al gobierno de Bush!” y los afiches de Revolución que dicen “Se busca”. Llevamos mucho material de lectura y dividimos el trabajo: unos vendían el periódico, otros repartían volantes, uno echaba un discurso sobre una caja de volantes y otro apuntaba los contactos. Los estudiantes estaban entrando.
Al principio había poca gente; como a la media hora o hora, un estudiante de la ISO y CAN (organizaciones estudiantiles contra la guerra) nos invitó a un mitin adentro, con todo nuestro material. ¡Órale!
Entramos adonde los estudiantes tenían un permiso y un altoparlante.
Nos prestaban el altoparlante para echar discursos; no lo acaparamos e incluso lo hubiéramos utilizado más. Impactaron la presencia visual llamativa y el estilo osado de acercarnos a la gente, pero francamente nuestro éxito se debía a que les explicábamos la situación real y que juegan un papel importantísimo en transformarla, pero que tienen que ORGANIZARSE. Era importante decirles lo mucho que está en juego, lo rápido que está cambiando el mundo y la posibilidad concreta de transformar la situación al rehusar que nos gobiernen, al volvernos ingobernables. Les cantábamos derecho que urgen paros estudiantiles y marchas pero YA, e incluso tratamos de organizar una marcha estudiantil ese mismo día pero no conseguimos suficiente gente.
Ya adentro, vimos cuándo y dónde encontrar a los estudiantes y nos dimos cuenta de que no era tan difícil acercarnos a hablar, siempre y cuando no nos quedáramos en un solo sitio. Vimos que se podía entrar y hablar. Tenemos un plan bien pensado de lo que hay que hacer hoy: repartir volantes más masivamente, organizar a los contactos a movilizar sus salones, hacer anuncios y repartir volantes a personas que NO CONOCEN. Queremos hacer más contactos para la reunión de mañana.
Mejorar: Tenemos que incorporar a más estudiantes y hacerlos responder en ese momento. Tenemos que explicar mejor por qué no se puede luchar contra los horrores del gobierno de Bush uno por uno, para que capten claramente por qué necesitamos más que una organización contra la guerra.
Hay un punto muy impactante en el editorial “Escoge una vida que valga la pena” del periódico Revolución al que debemos dar más relieve: siempre les preguntan a los estudiantes qué es lo que quieren ser cuando sean grandes. Pero nunca les preguntan en qué clase de mundo quieren vivir ni cuál es su papel para plasmarlo en realidad. Tenemos que llegarles y arrancarles la idea de que tienen un papel mínimo. Tenemos que hacerles entender que pueden cambiar la historia.
Vamos a los estudiantes y les decimos que el futuro está en juego, que el mundo camina hacia una Edad Media de alta tecnología, y si no nos comprometemos a cambiar la historia, el gobierno de Bush continuará haciéndola. Tenemos que plantear más tajantemente lo que nos urge hacer y cómo lo pueden hacer. No debemos fingir que será fácil; la gente tiene que comprometerse y ponerlo todo en juego. Debemos convencerlos de llevarse montones de volantes, periódicos y lo que tengamos, pero debemos ir más allá. Urge un paso gigantesco y tenemos que preparar a las masas a darlo, explicarles cómo hacerlo y cómo el volverse ingobernable podría afectar la legitimidad del gobierno y su capacidad de gobernar. Yo diría que estamos aprendiendo a hacerlo mejor, lo cual era clave para los logros aquí, y seguirá siendo clave. Tenemos que respetar a la gente como dirigentes potenciales.
Recaudar fondos: por lo apurados para hacer contactos, se nos olvidó el aspecto de recaudar fondos para El Mundo No Puede Esperar. Es correcto concentrarnos en forjar un núcleo, pero también necesitamos dinero y no debemos tener pena de plantearlo. No es solo un problema nuestro sino del pueblo también.
(Nota de Revolución: En el segundo día de volanteo en la universidad, uno de los jóvenes fue arrestado. Al día siguiente, un artículo del periódico de la universidad criticó en primera plana a la administración por “suprimir la oposición a Bush”).