Cindy Sheehan

Audaz oposición a la guerra

Revolución #015, 25 de septiembre de 2005, posted at revcom.us

En este momento, Cindy Sheehan está en la gira Bring Them Home Now (Que regresen las tropas ahora mismo) con otros organizadores antibélicos. Se van a ir por tres rutas desde Texas a Washington, D.C., donde se unirán en la gran protesta contra la guerra convocada para el 24 de septiembre. La gira recorrerá 51 ciudades en 25 días. Se puede obtener más información en: bringthemhomenowtour.org.

El 6 de agosto, Cindy Sheehan decidió ir a Crawford, Texas, y armar un compamento fuera del rancho de George Bush. Él estaba de vacaciones todo el mes de agosto.

El hijo de Cindy, Casey, murió en Irak en abril del 2004. Ella pidió que Bush le explicara personalmente por qué mintió sobre las razones de la guerra. Juró quedarse fuera del rancho hasta que Bush se entrevistará con ella.

Lo que hizo Cindy provocó un debate masivo sobre la guerra y ocupación de Irak. Su protesta sacó a relucir de nuevo todas las mentiras sobre la guerra de Irak.

En una gran manifestación de solidaridad, más de 100,000 personas participaron en 1600 vigilias de apoyo, y se organizaron otras protestas y “campamentos hermanos” en Nueva York y San Francisco.

Por su parte, perros de ataque como David Horowitz se lanzaron contra ella. En su blog Horowitz escribió:

“Se ha unido a una alianza del mal contra la batalla épica por la libertad en el Medio Oriente y ha demostrado que hará cualquier cosa para deprestigiar a Estados Unidos y a su comandante en jefe, lo cual beneficia al enemigo y pone en peligro vidas estadounidenses”.

En su programa “The Factor”, el derechista Bill O’Reilly dijo que Cindy Sheehan

“ha tomado partido con los elementos más radicales de este país” y que “otras familias estadounidenses que han perdido hijos en Irak creen que su conducta es prácticamente sedición”.

Sin embargo, Cindy Sheehan, sin arrepentirse, siguió pidiendo su entrevista con Bush. Cuando Bill Maher le preguntó qué le diría a Bush si lograra la entrevista, respondió:

“Iba a pedirle cuentas y responsabilizarlo por sus mentiras”. Agregó: “Si él hubiera salido ese sábado, nunca habría pasado todo esto, pero qué bueno que no salió, porque me agrada que todo esto haya pasado. Es increíble y maravilloso que hemos encendido de nuevo el movimiento de paz y vamos a parar la guerra mucho más pronto”.

También la han criticado algunos liberales por su “política de calcomanías”. Lo que les choca es el hecho de que se puso a movilizar al pueblo, en vez de canalizarlo hacia el sistema político tradicional. (Ver el artículo “Después de Cindy Sheehan” en este número).

En realidad, lo que hizo Cindy demuestra que millones de personas odian la guerra y la quieren parar. También demuestra el efecto que la acción independiente histórica puede tener en la sociedad.

Cindy Sheehan actuó valientemente y merece un aplauso. Ahora necesitamos revitalizar la resistencia a la guerra en una escala cada vez más grande, como parte del movimiento para sacar corriendo al gobierno de Bush.