Del Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar

Francia: Represión -- y apoyo a los rebeldes

Revolución #024, 27 de noviembre de 2005, posted at revcom.us

14 de noviembre. Servicio Noticioso Un Mundo que Ganar. Las autoridades dicen que la rebelión se está aplacando, pero sus acciones lo desmienten. El 14 de noviembre, pidieron que el Parlamento extendiera el estado de emergencia por 90 días, echando mano de una ley de 1955 de la guerra anticolonialista en Argelia, que era colonia francesa, que también se empleó en 1961 en Francia contra el movimiento contra la guerra colonialista. El 17 de octubre de 1961, miles de argelinos desafiaron el toque de queda y la prohibición de protestas en París y realizaron una manifestación de apoyo a la guerra de liberación nacional de Argelia. Despacharon a la policía a aplastar la manifestación y castigar a los que salieron de sus hogares, y se desató una represión brutal contra los argelinos. Esa noche la policía mató a golpes y patadas a cientos de hombres, mujeres y niños y tiró los cuerpos al río Sena.

Ahora, por primera vez desde hace medio siglo se vuelve a emplear la misma ley contra los hijos y nietos de quienes mataron o metieron en campos de concentración, y contra otros inmigrantes y habitantes de las cités, que reemplazaron los tugurios de los años 1950 y 1960.

Hasta hoy, las principales manifestaciones de apoyo han venido de algunos deportistas, además de alguna gente de clase media. Aunque se prohibieron las manifestaciones y concentraciones no autorizadas en París el fin de semana, se registraron al menos tres protestas en la Ribera Izquierda, una comunidad blanca que fue escena de las históricas luchas campales entre estudiantes y policías en mayo de 1968 y otras zonas turísticas muy concurridas. Act Up (grupo que emplea la desobediencia civil para luchar contra el SIDA) desafió la prohibición contra concentraciones y convocó las protestas. A pesar de la fuerte presencia policial y el peligro de ser heridos o arrestados, hasta mil personas hicieron protestas relámpago en las esquinas colmadas de gente. Participaron luchadores por la vivienda, contra el racismo y pro palestinos, y otros.

Grandes grupos de policías en las estaciones suburbanas y terminales del metro no pudieron contener a las enormes cantidades de jóvenes que salieron de los suburbios pobres y todas partes e inundaron el centro de París el sábado, donde disfrutaron de su fuerza y de la dificultad de la policía de lanzarles gas lacrimógeno y golpearlos indiscriminadamente. Esa situación fluida y dinámica desconcertó a la policía. El centro de París rara vez ha estado tan congestionado, tan tenso y, para muchos jóvenes, tan divertido, aunque la policía nunca perdió del todo el control. Esa es precisamente la clase de situaciones volátiles que las autoridades quieren evitar, pero la represión necesaria para frenarlas podría desbordarse a otras clases sociales y cambiar el clima político de la capital.

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