Issue and Date


Continúa levantamiento en Nepal

Intereses e intrigas yanquis

El 21 de abril, en medio de una escalada de protestas en las calles de Nepal, el rey Gyanendra habló por televisión y pidió elecciones y que los partidos políticos recomendaran un primer ministro.

Los que llenaban las calles pidiendo el fin de la monarquía rechazaron de inmediato la propuesta del rey.

Gyanendra dio el discurso después de 16 días de manifestaciones de cientos de miles en Katmandú y el resto del país. La policía mató a 11 manifestantes e hirió a cientos.

El 1º de febrero de 2005, el rey asumió poder absoluto y disolvió el parlamento. Fue una medida tomada a la desesperada porque el gobierno no podía aplastar la guerra popular que dirige el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) desde 1996 y que ahora controla el 80% del campo. El Ejército Real, que tiene el respaldo político, económico y militar de Estados Unidos, India e Inglaterra, ha librado una salvaje guerra contrasubversiva. Sin embargo, la guerra popular sigue avanzando y el rey se encuentra cada vez más aislado y resuelto a defender su gobierno autocrático y brutal. Eso preparó el terreno para las actuales protestas, que empezaron con un paro general de cuatro días convocado por una alianza de siete partidos parlamentarios.

Estados Unidos e India están muy molestos con el rey por no querer compartir el poder con los partidos parlamentarios y parece que le obligaron a dar el discurso que dio por televisión.

Horas antes del discurso, el embajador yanqui, James Moriarty, le dijo a la prensa que al rey no le quedaba otra alternativa que someterse a las demandas de los partidos de oposición que quieren el regreso de la democracia.

La víspera, el Enviado Especial de India, Karan Singh, regresó a su país tras una visita de dos días a Gyanendra y les dijo a los reporteros: "No quiero adelantar ni predecir el anuncio, pero espero que dé importantes pasos hacia el restablecimiento de la democracia. Creo que eso desactivaría la crisis".

Comentando el discurso del rey, la secretaria de Estados de Estados Unidos, Condoleezza Rice, admitió que Estados Unidos está trabajando "estrechamente con el gobierno de India" para resolver la crisis de Nepal.

Esas maniobras no tienen nada que ver con llevar la democracia a Nepal. Lo que buscan es una "resolución a la crisis actual" que concuerde con los intereses de Estados Unidos e India y que no permita avanzar a los maoístas.

Los intereses y los planes siniestros de Estados Unidos

La posición de Estados Unidos con respecto a la guerra popular maoísta en Nepal ha sido tenaz y firme: "no se les puede permitir ganar". James Moriarty ha intentado incansablemente de convencer al rey y a los partidos parlamentarios de que trabajen juntos para derrotar a la guerra popular. Ha criticado fuertemente a los partidos que han trabajado con los maoístas.

Unos días antes del discurso del rey, el Grupo Internacional de Crisis (ICG) divulgó un informe titulado "La crisis de Nepal: Movilizar la influencia internacional".

El GIC es un thinktank imperialista que supuestamente "procura impedir conflictos en el mundo". Analiza la situación de distintos países (por lo general países pobres del tercer mundo) y propone a Estados Unidos y otras potencias planes de diferentes niveles de intervención política y militar.

Desde hace varios años el ICG sigue atentamente los sucesos de Nepal y ha publicado varios documentos sobre la situación. El último informe contiene sorprendentes recomendaciones concretas y detalladas de cómo Estados Unidos, India e Inglaterra deberían intervenir directamente.

Recomienda que se establezca un "grupo de contacto" integrado por Estados Unidos, India e Inglaterra que se encargue de desarrollar la "estrategia y las tácticas para aprovechar el máximo de influencia internacional a Nepal para que salga del conflicto". Una tarea del grupo de contacto sería amenazar a los maoístas de que "si ponen obstáculos al avance del proceso de paz o si no respetan el acuerdo que tienen con la OHCHR (Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos), los donantes y los partidos políticos principales, entonces los integrantes del grupo de contacto se encargarán de coordinar la captura de altos mandos y de suspender los movimientos fronterizos".

El ICG sabe que el pueblo nepalés siente un profundo odio por el dominio que India ha ejercido y toma eso en cuenta cuando aconseja que "India sabe que puede lograr sus objetivos en Nepal unilateralmente a un alto costo. Pero trabajar dentro de un marco multilateral le permitiría lograr los mismos objetivos sin aparecer abiertamente intervencionista". Luego explica la clase de intervención que se necesita: "El grupo de contacto debería planear una misión internacional con de 100 a 200 efectivos, pero no soldados de India o Estados Unidos (debido a lo sumamente delicado que sería desplegar esas fuerzas en Nepal). Una misión así requeriría helicópteros para investigar rápidamente cualquier incidente o incumplimiento del cese el fuego".

El punto de vista del ICG no es idéntico al del Departamento de Estado estadounidense, pero lo que recomienda cuadra con la posición de Washington de que "no se puede permitir el triunfo de los maoístas en Nepal". El plan que propone el ICG para resolver la crisis actual refleja las inquietudes geoestratégicas e intereses de Estados Unidos, India y otras potencias involucradas en Nepal.

Estados Unidos no ha ocultado en absoluto su intervención en Nepal; todo lo contrario. Por lo cual debemos preguntar: ¿con qué derecho quieren Estados Unidos e India imponer su voluntad en Nepal, intervenir y sofocar la lucha del pueblo y aplastar la guerra popular maoísta? La historia de Estados Unidos en Vietnam, Indonesia, Chile o Irak muestra que los sangrientos golpes de estado y "cambios de gobierno" que ha llevado a cabo han dejado cientos de miles de muertos para proteger sus intereses.

El subsecretario de Asuntos de Centro y Sur de Asia, Richard Boucher, dijo hace poco: "Tenemos que hacer todo lo posible para presionar al rey para que restablezca la democracia, urgir a los partidos a que se mantengan unidos y formen una democracia viable que funcione. Y para que erradiquen a los maoístas de la sociedad nepalí. Creo que esa es la posición de los gobiernos de la región, incluido el de India". Dio a conocer que sus "diplomáticos están en contacto con todos en Katmandú, con todos los partidos políticos y el rey". Agregó que Estados Unidos está "coordinando con otros países representados" en Nepal.

Tomando en serio esas declaraciones, es muy instructivo ver las recomendaciones del ICG, y lo que indican sobre lo que Estados Unidos está tramando en Nepal y la posibilidad de que intervenga más directamente de una u otra manera.

Lo que Estados Unidos odia y teme

Cuando el embajador estadounidense en Nepal dice que los partidos parlamentarios no deben trabajar con los maoístas, cuando Estados Unidos vilipendia al PCN(M) y dice que "no se les puede permitir triunfar", cuando Richard Boucher dice que los partidos deben formar una democracia viable que funcione y erradicar “a los maoístas de la sociedad nepalí", ¿a qué es lo que Estados Unidos se opone con tanta vehemencia?

Lo que no acepta Estados Unidos es que una revolución tome las armas para tumbar a un gobierno de su establo. Lo que no puede permitir es una revolución que busca cambios fundamentales en las relaciones económicas, políticas y sociales que oprimen a las masas de Nepal. Lo que quiere aplastar es una revolución que quiere acabar con las relaciones económicas y políticas que mantienen a Nepal bajo el dominio económico y político del sistema imperialista mundial.

En 1996, cuando el PCN(M) inició la lucha armada contra el gobierno, emprendió el camino de la revolución de nueva democracia, que apunta a tumbar a todo gobierno que represente al feudalismo y a los grandes capitalistas aliados y al servicio de los imperialistas. Lanzó una revolución para arrancar de raíz el semifeudalismo y sacar al capitalismo extranjero. Para cumplir con esos objetivos en las bases de apoyo, el PCN(M) ha llevado a cabo tareas democráticas, como la redistribución de la tierra y la eliminación de las desigualdades en el campo. El desarrollo de formas colectivas de propiedad y de trabajo de la tierra es un aspecto esencial para liberarse del dominio extranjero. La crítica de las tradiciones, la cultura y el pensamiento feudal son indispensables para construir un nuevo camino revolucionario.

Estos cambios revolucionarios que se están llevando a cabo en las bases de apoyo maoístas son una expresión de la revolución de nueva democracia. Esta revolución, que cuenta con vasto apoyo popular, es el único camino a la liberación de las masas populares de Nepal; esto es precisamente lo que tanto teme Estados Unidos y lo que está comprometido a parar.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond