Revolución #55, 30 de julio de 2006


 

Terroristas en escala monstruosa

Estados Unidos da el visto bueno—Israel arrasa a Líbano

“A los carpinteros no les queda madera para hacer ataúdes. Hay cadáveres amontonados en un camión en la morgue. La fetidez corre por los escombros.
“La mórbida realidad del bombardeo israelí del sur está llegando a todo rincón de esta ciudad. A solo unas millas del hotel Rest House, donde el jueves un grupo de la ONU estaba evacuando a civiles, unos perros estaban comiéndose los restos calcinados de una familia que intentaba escapar de la aldea de Hosh cuando le cayeron bombas israelíes, dicen las autoridades.
“Los funcionarios del hospital gubernamental de Tiro, situado en un campamento de refugiados palestinos, dicen que contaron por lo menos 50 niños entre los 115 cadáveres del camión refrigerador de la morgue, aunque no se ha verificado independientemente”.

Hassan Fatah,
informando desde Tiro en el sur de Líbano
para el New York Times, 20 de julio

“Necesitaremos bastante tiempo para destruir lo que queda”.

General de brigada Alon Friedman,
alto mando del ejército israelí en el frente norte,
por la radio del ejército de Israel

Al momento de escribir este artículo, más de 350 libaneses han muerto en los primeros 10 días del ataque. Casi todos los muertos son civiles, muchos de ellos niños. El 21 de julio, Israel llamó a miles de soldados de reserva y empezó a colocar tanques y soldados en la frontera. Ordenó irse a los civiles que viven hasta a 20 millas de la frontera: 300,000 personas. Israel ya ha iniciado operativos terrestres en Líbano y está preparando una invasión de gran envergadura que hará sufrir más a los libaneses.

En medio del terror desatado contra el pueblo libanés, Estados Unidos anunció que acelerará el envío de bombas de precisión a Israel. Aunque ni Israel ni Estados Unidos han divulgado detalles, se sospecha que se trata de bombas guiadas GBU-28 de 5,000 libras, que se emplean para destruir bunkers de concreto y causar daños terribles.

Ese envío de armas es un componente de los planes de los imperialistas yanquis de reforzar el control del Medio Oriente y de eliminar todos los escollos del camino, sin importar cuánto tenga que sufrir la gente o cuántos tengan que morir. Eso, y no “el derecho de Israel a defenderse”, es lo que motivó el envío de armas que ya han destruido dos fábricas de leche, una fábrica grande de alimentos, un esperado convoy de ayuda que iba a Beirut, 55 puentes importantes, y muchas carreteras y hospitales. Han destruido viviendas y aldeas enteras. Ya antes de la orden de evacuación de 500,000, que afecta a una de ocho personas del país, muchos tuvieron que huir del ataque israelí.

La cadena Aljazeera informó el 21 de julio: “Después de una semana de intensos bombardeos, el suburbio Haret Hreik, en el sur de Beirut, parece una escena del Apocalipsis de una película de Hollywood… Los pocos edificios que quedan están calcinados por incendios causados por el bombardeo de días anteriores… La fuerza de las explosiones ha lanzado muebles de los apartamentos o los ha dejado colgando en los balcones o ventanas rotas. Los carros, de colores opacos o difíciles de determinar debido a la cantidad de polvo que los cubre, están tirados por todas partes, destruidos, debajo de montañas de concreto, ladrillo y metal”.

Pero eso no es suficiente para Israel y Estados Unidos. El New York Times informó el 21 de julio que altos mandos piensan que el envío veloz de armas es “sumamente inusual” e indica que Israel tiene en sus miras muchos más blancos en Líbano.

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU advirtió que para los cientos de miles de desplazados de Líbano, se está haciendo muy difícil conseguir alimentos. “Los daños a las carreteras y puentes han hecho casi imposible abastecer a las ciudades de alimentos, lo cual afecta gravemente a los desplazados”, dijo Amer Daoudi, el encargado de dicho programa en Beirut.

“Es una escalada de agresión muy grave. Habíamos depositado muchas esperanzas en las fábricas de leche para alimentar a los niños y a los ancianos”, dijo Nayla Mouawad, del Ministerio de Asuntos Sociales.

Los médicos y el personal de urgencia dicen que es muy difícil calcular la cantidad de heridos porque Israel ha atacado vehículos de la Cruz Roja y vehículos civiles. Maha Mrouweh, administrador financiero del hospital Jaba Amal de Tiro, le dijo a la cadena Aljazeera: “Están atacando vehículos de civiles. Están impidiendo que lleguen alimentos al sur. Le están impidiendo a la Cruz Roja llegar a edificios destruidos. Están disparando contra la Cruz Roja”.

Peter Bouckaert, director de urgencias de Human Rights Watch, dijo: “Israel no ha dado garantías de que no atacará a vehículos que llevan suministros o heridos. He trabajado en Irak, Afganistán y Kosovo, y jamás he visto una situación en que las organizaciones humanitarias estén ante tanto riesgo. Estamos viviendo un desastre humanitario… Se encuentran en una situación desesperada. No hay leche, pan ni medicinas”.

Los hermanos Ali y Ahmad al-Ghanam, refugiados en Tiro, le dijeron al New York Times que Israel masacró a 23 miembros de su familia. Cuando los altoparlantes israelíes ordenaron evacuar la aldea de Marwaheen, la familia al-Ghanam juntó todo lo que podía meter en una camioneta y salió rumbo a Tiro; los hermanos Ali y Ahmad seguían en otro vehículo.

Ali le dijo al New York Times que cuando la camioneta corría hacia Tiro, la bombardearon desde un barco e hirieron a las mujeres y a los niños. Pero enseguida, un helicóptero israelí disparó cohetes y destruyó la camioneta. La única sobreviviente fue una sobrina de 4 años, que quedó con graves quemaduras.

No pueden enterrar a los muertos en su aldea porque Israel sigue bombardeando, e incluso es muy peligroso enterrarlos en Tiro, pues Israel podría atacar los entierros. “Israel no entiende que somos seres humanos. ¿Por qué les sorprende que tanta gente apoye la resistencia?”, le dijo Ali al New York Times.

Ataques deliberados contra civiles: Un crimen de guerra

“¿Cuándo se pueden usar las palabras “crimen de guerra”? ¿Cuántos niños deben morir entre los escombros que dejan los ataques israelíes antes de rechazar la repugnante frase “daño colateral” y empezar a hablar de crímenes contra la humanidad?
“La niña muerta, que parece una muñeca, tirada al lado de un vehículo que la llevaba a ella y su familia fuera de peligro es un símbolo de la guerra de Líbano. El impacto del misil israelí la lanzó del vehículo en que viajaba huyendo por instrucciones de Israel. Debido que sus padres también murieron en el ataque no se sabe su nombre. No es un guerrero desconocido sino una niña desconocida”.

Robert Fisk,
Beirut, 20 de julio

Los civiles muertos y la destrucción de la infraestructura de Líbano no se deben a cálculos errados de las fuerzas armadas israelíes ni son “daños colaterales”.

Desde el inicio del ataque, Israel ha dejado en claro que no solo atacará a blancos militares de Hezbolá sino al país entero. “No hay ningún lugar a salvo [en Líbano]; así es”,dijoDan Halutz, jefe del estado mayor israelí, cuando empezó la guerra.

Esto obedece a las metas estratégicas generales de Israel y Estados Unidos en la guerra, que abarcan, además de la destrucción de Hezbolá y Hamas, preparar el terreno para arrollar otros obstáculos, como la destrucción de Siria e Irán (mediante una combinación de capitulación impuesta, instigación de un levantamiento interno y un ataque militar directo).

“También estamos conscientes del costo a los civiles inocentes de Líbano e Israel, y le hemos pedido a Israel que siga teniendo el mayor cuidado para proteger a los inocentes”, dijo Bush en su mensaje radial del 22 de julio. ¡Qué mentiras y qué hipocresía! ¡Cómo puede decir que está consciente de la muerte de civiles cuando son ellos los que arman a Israel! ¿Qué quiere decir que le han pedido a Israel que “siga teniendo el mayor cuidado para proteger a los inocentes” en medio del intenso bombardeo contra la población y la infraestructura de Líbano?

Los Convenios de Ginebra explícitamente prohíben el castigo colectivo de la población y los ataques a instalaciones indispensables para el sustento de la población civil, que es precisamente lo que Israel está haciendo en Gaza y Líbano. También prohíben el uso de “fuerza desmesurada” que podría herir a la población y que no tiene objetivo militar.

Ante el mundo entero, Israel y Estados Unidos rechazan las demandas de terminar el bombardeo de civiles. Inclusive el alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU ha dicho que los ataques israelíes probablemente son crímenes de guerra.

Estados Unidos le dice “ataca” a su perro de ataque israelí

Eso demuestra que las afirmaciones de Israel de que se está defendiendo son descaradas mentiras. Trazó el plan de ataque mucho ANTES de la captura de un par de soldados. Demuestra también que Estados Unidos sabía de antemano.

El periódico inglés Guardian cita a un funcionario de un gobierno europeo que dijo: “Está claro que los americanos le dieron a Israel el visto bueno. Permitirán que el ataque de Israel se prolongue”. También citó a funcionarios del gobierno inglés que admitieron en privado que Estados Unidos le dio a Israel el visto bueno para seguir bombardeando a Líbano hasta destruir la infraestructura de Hezbolá.

Además, Estados Unidos ha hecho todo lo posible por posponer las solicitudes del gobierno de Líbano de un alto el fuego. En el Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos bloqueó una crítica a Israel. También saboteó el alto el fuego solicitado durante la reunión de los G-8 en San Petersburgo, Rusia, y ha postergado la llegada de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, para que Israel pueda seguir atacando.

La secretaria Rice llegará a Israel el domingo 23 para iniciar negociaciones. Sin embargo, el inicio de negociaciones podría redoblar los ataques, pues Rice dijo claramente que no quiere un alto el fuego sin que se haya cumplido el objetivo de destruir a Hezbolá. Antes de iniciar las pláticas, Rice dijo: “Siria sabe lo que tiene que hacer y Hezbolá es la fuente del problema”.

Israel ha dicho que las negociaciones no van a reducir la cantidad de acciones militares. “Vamos a empezar un proceso diplomático y al mismo tiempo continuarán las operaciones militares”, dijo Tzipi Livini, la ministra del Exterior israelí. “El proceso diplomático no tiene como objetivo reducir las operaciones del ejército, sino ser una extensión de ellas”.

El papel de Israel como perro de ataque de Estados Unidos

Desde su creación en 1948, tras el desplazamiento forzado de los palestinos, Estados Unidos ha respaldado, financiado, armado y protegido a Israel como un fuerte del imperialismo en el Medio Oriente. Es como los fuertes que el ejército mantenía en el siglo 18 en el “territorio indio”, con suministros, armas, y reclutas respaldados con toda la fuerza del gobierno.

Desde hace mucho Estados Unidos reconoce la importancia estratégica del Medio Oriente, tanto por sus reservas de petróleo como por su posición entre África, Europa y Asia. Desde hace años y por medios siniestros y cínicos, Estados Unidos ha apuntalado gobiernos del Medio Oriente favorables a sus intereses. Pero esos reaccionarios gobiernos árabes no son estables; están al servicio de camarillas corruptas pro imperialistas y por eso se ven amenazados por la justa ira de millones de oprimidos y pobres. Ante esas condiciones, le ha servido muy bien a Estados Unidos tener un estado colono, fuertemente armado en medio del mundo árabe.

Con el colapso de la Unión Soviética, poderosas fuerzas de la clase dominante de Estados Unidos vieron una oportunidad histórica, y una necesidad, de reconfigurar de una manera radical el Medio Oriente, como parte de un plan general de reforzar el dominio del mundo por una superpotencia. Con el ascenso a la presidencia de Bush II, ese plan (centrado en torno a fuerzas de la clase dominante conocidas como los “neocons”, o nuevos conservadores) ha marcado el compás de una manera bárbara. Ese plan ha dictado que el gobierno de Bush le suelte la cadena a Israel mucho más que los gobiernos anteriores, y ahora vemos en Líbano el horror que eso representa para el pueblo.

Voces de la clase dominante piden más guerra

Destacados portavoces de la clase dominante, especialmente estrechos aliados de Bush, han pedido una mayor guerra regional. Les preocupa que las dificultades en Irak (y Afganistán), y la necesidad de tener aliados y negociaciones sobre Irán, aunadas a la impopularidad de la guerra, lleven a una pérdida del impulso de la “guerra contra el terror”. Por eso piden más guerra y no aflojar el paso ahora.

Michael Rubin, analista del American Enterprise Institute y delfín de Richard Perle (un asesor de Cheney), dijo que la política del Departamento de Estado es “pura cháchara, nada de estrategia” y que ha envalentonado a los enemigos, especialmente a Irán, a desafiar a Washington y sus aliados.

En un artículo de la revista National Review, con el descarado título de “Erradicación primero”, Rubin dice que la diplomacia en la crisis actual triunfará “solo si empieza después de la erradicación de Hezbolá y Hamas y solo después de que sus amos paguen duro por haberlos apoyado. Si la paz es el objetivo, es imperativo castigar a la dirección de Siria e Irán”.

El neoconservador de peso William Kristol escribió: “Nos están poniendo a prueba de una manera que hubiera parecido imposible hace unos años. La debilidad provoca. Hemos sido demasiados blandos, hemos dejado que nos perciban como si fuéramos débiles”. Kristol también pidió bombardear las instalaciones nucleares de Irán.

Las fuerzas neoconservadoras que rodean a Bush han tomado la delantera con sus recomendaciones de extender la guerra, pero en el resto de la clase dominante no hay voces que hagan la más mínima crítica de lo que está haciendo Israel. Además, hay un consenso entre los demócratas y los republicanos de que esta es una crisis regional y que Estados Unidos tiene que confrontar tanto a Siria como a Irán.

Por ejemplo, el 18 de julio el Senado aprobó una resolución que apoya el operativo militar de Israel contra Gaza y Líbano, y que además le ruega al presidente Bush que imponga sanciones diplomáticas y económicas contra Irán y Siria. El 20 de julio, la Cámara de Representantes aprobó la resolución con un voto de 410 a favor y 8 en contra.

La situación está cambiando rápidamente y no está del todo claro cómo se desenvolverá. Hay muchas fuerzas en el campo de batalla con diferentes intereses. Y aunque Israel y Estados Unidos siguen cometiendo crímenes de guerra y están gestando peores atrocidades, no lo tienen todo bajo control. Es sumamente importante que ante esta situación los pueblos del mundo se opongan a la agresión de Israel y Estados Unidos.

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