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Revolución #74, 24 de diciembre de 2006

Manifestación del 4 de enero exigirá juicio de destitución a Bush

“El día que se inicie el Congreso, El Mundo no Puede Esperar encabezará una carga contra la dirección política del país desde las elecciones. ¿Permitir que siga en el poder un gobierno tan criminal como el de Bush? ¡No! ¿Permitir que continúe cuatro años más una guerra injusta que comenzó con mentiras, a pesar de unas elecciones en que la ciudadanía quiso expresar fuertemente oposición a ella? ¡No! ¿Permitir que los demócratas, que ahora son la mayoría, solo acepten que se debata cómo optimizar la guerra y que digan que ni se puede hablar de un juicio de destitución? ¡No!”
“SI LOS CRÍMENES DE GUERRA, LA TORTURA Y LOS CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD NO SON SUFICIENTE RAZÓN PARA INICIAR UN JUICIO DE DESTITUCIÓN, ¿QUÉ ES?
“Este no es un momento de ‘esperemos a ver’. Es un momento crítico para tomar medidas y exigir acción. ¡Que empiecen las investigaciones y el juicio de destitución ya!”

Debra Sweet,
directora nacional de El Mundo no Puede Esperar––
Fuera Bush y su Gobierno

Hoy, todos los ojos están clavados en Irak. La situación se deteriora cada día rumbo al caos. Las contradicciones del inestable gobierno iraquí, los conflictos explosivos en la región y las riñas internas de la clase dominante de Estados Unidos están aumentando.

Pero de lo que nos olvidamos dentro de todo esto es que la situación para los iraquíes es horrible y empeora todos los días. El reciente artículo de Dahr Jamail “Today Is Better than Tomorrow: Iraq as a Living Hell” compila correos electrónicos de una variedad de personas que viven allá para describir la agonía de los iraquíes gracias a la ocupación estadounidense de la que no se habla. Un corresponsal escribe: “Espero mostrarte cómo los perros comienzan a comerse los cadáveres que ahorita están en las calles de Bagdad… La policía iraquí y las tropas estadounidenses dejan los cadáveres en las calles por uno o dos días… Creo que lo hacen para que todos, inclusive los niños, los vean”.

Millones de personas de este país votaron en noviembre con la esperanza de parar esto. Ahora, esas esperanzas se están tropezando contra lo que están haciendo Bush, los proponentes del Grupo de Estudio de Irak y los demócratas del Congreso. Aunque entre ellos hay conflictos muy serios, ninguno de ellos se propone terminar de inmediato esta guerra de ocupación injusta e inmoral, o siquiera cuestionarla. El objetivo de todos ellos es mantener el predominio de Estados Unidos en la región, a pesar del desastroso estado de la guerra. Esto ilustra, una vez más, que el Partido Demócrata opera con una lógica estratégica imperialista y que es un partido imperialista.

Esos mismos demócratas ahora dicen que hay que esperar, que ellos no pueden hacer mucho para terminar la guerra y que lo que hay que hacer ahora es pensar en las elecciones presidenciales del 2008. Pero hay que confrontar y zafarse de la dinámica que canaliza la furia del pueblo a callejones sin salida como las PRÓXIMAS ELECCIONES, una dinámica que apuntala al sistema y al mismo gobierno de Bush. La contradicción entre la oposición que millones quieren expresar y el muro de intereses imperialistas que bloquea esa expresión puede hacerlos caer en la pasividad y desesperanza. Pero por medio de la acción, esto se tiene que transformar en una oposición más resuelta a la guerra sin fin y a toda la agenda de Bush.

Como parte de eso, exhortamos a apoyar de todo corazón el llamado de El Mundo no Puede Esperar y otras organizaciones a manifestarse en la capital el 4 de enero, cuando inicie sesiones el Congreso.

No se pueden tolerar los crímenes de guerra

El gobierno de Bush ha desacatado el derecho y las convenciones internacionales, así como el derecho constitucional del país. Se ha arrogado el derecho de suspender el hábeas corpus, ha realizado cateos y espionaje sin órdenes judiciales, y ha definido que los poderes del “comandante en jefe” están por encima de la ley. Según ningún criterio legal ni moral se debe permitir que siga en el poder. Esto lo ha documentado contundentemente la Comisión de Crímenes de Bush (bushcommission.org) y urgimos a todos que vean el DVD de sus conclusiones y que lo distribuyan.

Al cierre de esta edición, acaban de anular el fallo Hamdan (en que la Suprema Corte ratificó que los presos de Guantánamo tenían derecho de hábeas corpus) porque contradice la Ley de Comisiones Militares, aprobada por los dos partidos en septiembre. Asimismo, un artículo del 15 de diciembre del New York Times informa que desde la promulgación de esa ley, el tratamiento de los presos de Guantánamo es más duro e inhumano.

Los puntos de El Mundo no Puede Esperar siguen siendo ciertos:

TU GOBIERNO está librando una guerra asesina ilegítima contra Irak, basada en mentiras, y tiene a otros países en la mira.
“TU GOBIERNO tortura, y lo defiende.
“TU GOBIERNO detiene indefinidamente por la menor sospecha o deporta en secreto, sin respetar el derecho de los detenidos de ver a un abogado.
“TU GOBIERNO avanza día tras día hacia una teocracia, al gobierno de un fundamentalismo cristiano intransigente y cruel.
“TU GOBIERNO suprime la ciencia que no cuadra con su agenda religiosa, política y económica, por lo que la presente y futuras generaciones pagarán un precio terrible.
“TU GOBIERNO le quiere quitar a la mujer, aquí y en el resto del mundo, el derecho al control de la natalidad y al aborto.
“TU GOBIERNO impone una cultura de avaricia, odio, intolerancia e ignorancia”.

Y los “victoriosos” demócratas no están cuestionando seriamente ninguno de esos puntos.

Hay que criticar, desafiar… y rechazar la complicidad

Hay que repudiar categóricamente la tortura y la guerra preventiva que empezó el gobierno de Bush, y que está aceptando y legitimando el Congreso. El pueblo tiene la responsabilidad de movilizarse seriamente y en masa para PARAR ESTO. No hacerlo, cuando uno sabe que estos crímenes se cometen en su nombre, es ser cómplice. El mundo hoy y las gentes del futuro juzgarán fuertemente a los perpetradores de estos crímenes, y también a los que los toleraron pasivamente.

Esto hay que decírselo a todos claramente. Hay una manera de oponerse a esto (lo que en sí es de una importancia crucial) y más que eso, de movilizar a otros a hacer lo mismo. El 4 de enero presenta la próxima oportunidad, y el próximo desafío, para hacer eso.

El día de la apertura del Congreso, cuando se pongan a hablar de estupideces para despistarnos a propósito, tenemos que decirles que no aceptamos eso. Que deben hablar de los crímenes de guerra que se están cometiendo y se están planeando y de la urgente necesidad de pararlos. Y la realidad es que una manifestación de masas en las escalinatas del Congreso ese día, en medio de una gran distribución de la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar, puede imponer políticamente esas condiciones. Hay que parar los crímenes de guerra y hay que obligar al Congreso a hacerle un juicio de destitución a Bush con ese fin. Tienen que realizar audiencias para sacar a la luz del día la extrema criminalidad de este gobierno e impulsar la campaña para sacar políticamente al gobierno de Bush… y eso realmente no puede esperar.

La Convocatoria

La base de esta campaña tiene que ser la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar para sacar al gobierno de Bush (que está en el portal worldcantwait.org). Esta Convocatoria da una idea clara de los crímenes intolerables y la trayectoria fascista del gobierno de Bush, y de la urgente necesidad de PARARLOS. Su moral positiva inspira a romper el silencio y la parálisis, a tener confianza en el hecho de que representamos a la mayoría, aquí y en el resto del mundo, a hablarles con convicción a los que todavía están engatusados y a seguir el ejemplo de los que han tomado una posición correcta a pesar de enormes dificultades.

En esta campaña tenemos que unirnos con otras organizaciones que piden un juicio de destitución. Algunas de ellas parten de una posición política que quiere contener la demanda de la destitución dentro de un marco aceptable al Partido Demócrata. Tenemos que ser firmes y claros con todos los que recomienden aguar nuestra posición a algo que acepte el Congreso… con los que quieren limitar un juicio de destitución al nivel de cuestiones técnicas de procedimientos del Congreso… con los que no quieren crear conciencia pública de las razones por las que hay que sacar a Bush y repudiar su programa… con los que quieren evitar “herir sensibilidades”. Todos esos caminos llevan a un pragmatismo político que acaba aceptando el statu quo y perjudicando las posibilidades de cambiar la dirección política de esta sociedad.

Tenemos que llevar a la gente a un marco de referencia diferente y a ver que este cambio solo se puede lograr por medio de una movilización política que no se pueda ignorar o marginar… y que lo mismo se aplica a la destitución como un mecanismo de cambio. Solo una fuerte movilización política hará que el Congreso hable de un juicio de destitución. Todos los que están a favor de un juicio de destitución deben familiarizarse con la Convocatoria; sus planteamientos políticos y morales, así como su visión de la historia y del futuro, dan claridad.

Nuestra labor no es escribir un “expediente” aceptable al Congreso ni limitarnos a cabildear a los demócratas para que “cumplan su deber”. Nuestra labor es crear una situación política en que el pueblo marca la pauta política y pone en primera plana la realidad de que TU GOBIERNO está cometiendo crímenes de guerra, y en que el gobierno tiene que responder a eso o perder legitimidad a los ojos de la ciudadanía.

Sin que el pueblo cree una dinámica radicalmente diferente al tomar las riendas de la historia, no se puede lograr nada positivo ni duradero. En este país solo se han logrado cambios, es decir cambios positivos, cuando las masas populares se han volcado a la calle con valor y determinación; nunca se han logrado cambios sin una fuerte sacudida de toda la sociedad que desafíe radicalmente el statu quo.

Esto puede pasar ahora si se le llega a la gente con el medio necesario para expresar esto. La demanda de destitución ahora, tras las elecciones, y en el contexto de una gran distribución de la convocatoria de El Mundo no Puede Esperar, puede acelerar la movilización popular que se necesita para echar al gobierno de Bush.

Y aún más…

¿Qué impacto tendría que el gobierno de Bush no pudiera “seguir adelante” por medio de bombas y golpes? ¿Cómo sería el mundo si en vez de que la clase dominante logre llegar a un consenso para manejar la situación de Irak y el Medio Oriente, una oposición popular masiva saque del poder al gobierno de Bush y Estados Unidos tenga que retirarse de Irak? ¿Qué impacto tendría esto en el resto del mundo, especialmente en los millones que ahora ven que su única alternativa es el fundamentalismo islámico o aceptar la dominación de Estados Unidos?

Hay tiempo, pero no mucho, para cambiar el rumbo, antes de que el gobierno pueda conservar la iniciativa y cerrar los espacios que quedan en la sociedad para la oposición; antes de que las celdas de tortura que siguen construyendo en Guantánamo sean una metáfora viva de una sociedad donde impera la represión, la ignorancia y la confusión. No se puede permitir que el gobierno de Bush resuelva esta crisis a porrazos. Existe una necesidad urgente de que los comunistas y los revolucionarios, en particular, se movilicen para parar esta dirección y para gestar una solución revolucionaria a un sistema que ha gestado algo tan monstruoso como el gobierno de Bush.

El Mundo no Puede Esperar aúna a individuos de varias perspectivas políticas, pero todos se beneficiarían de crear una situación política que permita sacar corriendo a Bush; de una situación en que la rebelión y el levantamiento del pueblo abra un potencial positivo para el futuro de la humanidad y destierre el oscurantismo que Bush y los fanáticos religiosos de este mundo están conjurando. Que el 4 de enero sea una potente señal, para el gobierno y para los millones que están angustiados y furiosos porque la situación sigue por el mismo camino desastroso, de que hay otro camino.

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