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Revolución #83 edición electrónica fechada 25 de marzo de 2007
Resistencia a las redadas de la Migra en San Rafael, California
"Vinieron a buscar a los migrantes y todos hicimos algo”
Un lector del Área de la Bahía de San Francisco nos envió esta carta:
El 7 de marzo, a las 5 de la madrugada, los agentes de la Migra allanaron el barrio latino Canal de San Rafael, California. Los agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) recorrieron todo el barrio. Gritaban “policía” y cuando se abrían las puertas pedían documentos. También hubo redadas como esta en Novato, un barrio al norte de San Rafael.
Durante la redada, esposaron y detuvieron a un niño de 7 años que es ciudadano. Los agentes encandilaron a los niños con linternas y se estacionaron frente a una escuela primaria. A los detenidos no les permitieron vestirse y se los llevaron esposados en calzoncillos. Las redadas han dejado a muchos niños sin uno u ambos padres.
ICE dice que el objetivo es arrestar a las personas que no han cumplido órdenes de deportación. ¡Eso de por sí sería espantoso! ¿Pero por qué penalizan a gente que ha venido a trabajar para subsistir, que huye de países donde el sistema mundial del imperialismo ha arruinado la economía? Lo que está claro es que estas redadas buscan atacar y sembrar terror en comunidades enteras.
“Por cada uno que detuvieron, 12 no tenían orden de detención”, dijo Tom Wilson, de la Alianza de la Comunidad Canal. “Eso quiere decir que es un ataque contra gente que no tiene orden de detención, y eso me da miedo. Están aprovechando la orden para meterse en los hogares”.
En una audiencia sobre las redadas, un supervisor del condado Marin, Charles McGlashan, dijo: “La analogía histórica que yo haría es con la Alemania nazi de los años 30. La xenofobia en Alemania llevó a los campos de concentración. Tenemos que parar esto lo más pronto posible”.
Estas redadas son parte de la “Operación Devolver al Remitente” por todo el país desde mayo del año pasado. Han arrestado a más de 18,000 personas. El gobierno dice que ampliará las redadas. Ya tiene 50 equipos de agentes y el plan es tener 75 en septiembre.
Este es uno de los frentes de ataque contra los migrantes. Otro son redadas en centros de trabajo, como las que hicieron en New Bedford, Massachusetts, hace unas semanas, cuando arrestaron a más de 350 personas que trabajaban en pésimas condiciones por un salario de miseria en una fábrica de artículos de cuero para el ejército. Además, sigue la militarización de la frontera.
En la primaria Bahía Vista, que está en el corazón del barrio de San Rafael donde se llevaron a cabo las redadas, el director, Juan Rodríguez, le dijo a la prensa que a dos alumnos les arrestaron los padres y que 77 no se presentaron a clases el día de las redadas. Otras escuelas presentaron datos similares. Los que se presentaron estaban aterrados. “¿Cómo pueden los niños tomar un examen —dijo Rodríguez— si solo pueden pensar si se llevarán a sus padres?”.
Los directores acompañaron a los alumnos en los buses escolares hasta el hogar. Un director dijo que son “como pequeños Ana Frank”. Los maestros llaman a esto “el ferrocarril subterráneo” [que llevaba a los esclavos fugitivos al Norte y a Canadá durante la época de la esclavitud]. La Alianza Canal fue a hacer compras para las familias que no podían salir por temor.
El viernes, dos días después de las redadas, docenas de vecinos de Marin fueron a Canal a las 5 de la mañana con velas y cámaras en protesta. Muchos eran religiosos. Ese día no hubo redadas y la comunidad sintió que tiene apoyo. Un informe sobre la vigilia (del portal de la Alianza Canal, canalalliance.org) dice: “Camiones y carros llenos de seres humanos, casi todos latinos, se detuvieron al ver a la multitud y sonrieron, saludaron, dieron señales de aprobación y tocaron el claxon. Desde una camioneta llena de trabajadores jóvenes gritaron ‘¡gracias!’, y una joven se puso a llorar”.
El viernes por la tarde, más de 100 vecinos del condado Marin realizaron una protesta en un cruce concurrido del centro de San Rafael para solidarizarse con los migrantes. Durante la protesta, que duró unas dos horas, resonó la consigna “No más redadas”. La mayoría de los transeúntes expresaron apoyo. Las pancartas decían: “Todos somos migrantes”, “¿Estamos en San Rafael o en la Alemania nazi?” y “ICE ataca a familias”. Un contingente de maestros cargaba pancartas que decían: “Los maestros no toleraremos el maltrato de nuestros alumnos”. También participaron las iglesias.
El 12 de marzo, 1,000 personas se reunieron en un centro comunitario. Estaba repleto. La presencia de muchos migrantes es una indicación de su valentía y del amplio apoyo que tienen. También estaban presentes otras personas, incluso del sector adinerado del condado Marin (uno de los lugares más ricos del país).
Un señor que ha vivido en la comunidad por 19 años y es de la generación de los 60 dijo: “Estoy listo a hacer todo lo que sea necesario para ayudar a los migrantes”. Una joven de 12 años dijo que temía que ICE detuviera a su mamá. Se repartieron pitos para dar la alerta en caso de redadas.
Una joven tomó el micrófono y dijo: “Primero vinieron a buscar a los comunistas, pero como no era comunista, no dije nada. Luego vinieron a buscar a los judíos, pero como no era judía, no dije nada. Luego vinieron a buscar a los sindicalistas, pero como no era sindicalista, no dije nada. Luego vinieron a buscarme a mí, pero ya no quedaba nadie que hablara por mí”. Miró a la multitud y dijo: “Esta vez vinieron a buscar a los migrantes y todos hicimos algo”.
Muchos vecinos de San Rafael han abrazado esta lucha, han sentido el dolor de los migrantes y han tomado riesgos para que sepan que no están solos. Se han dado muchas redadas a lo largo y ancho de este país y los vecinos de San Rafael han dado un buen ejemplo. Como dijo en la reunión la joven, hablando de cuando llegó la Migra: “Todos hicimos algo”.
Es intolerable que siembren terror contra un sector del pueblo y que estén separando familias. ¡Hay que PARAR estas redadas y todo este ataque fascista contra los migrantes!
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