Revolución #86, 29 de abril de 2007


El choque sobre la titularidad del profesor Finkelstein… y el ataque contra el pensamiento crítico en las universidades

En el último mes ha salido a flote que la administración de la Universidad DePaul de Chicago está tratando de negarle titularidad a Norman Finkelstein, un profesor de Ciencias Políticas, a pesar de que dos comités votaron a favor. Esto ha suscitado indignación y resistencia. Esta lucha tiene serias implicaciones para el disentimiento y el pensamiento crítico en las universidades.

La titularidad académica es muy importante para un profesor. Lo protege de los ataques políticos e impide que lo despidan (o amenacen despedirlo) por sus investigaciones, escritos y charlas.

Debido a su trabajo académico, tanto escritos como charlas (sobre Israel, Palestina y la política de Estados Unidos en el Medio Oriente), Finkelstein cayó en la mira de las fuerzas derechistas que están librando un amplio ataque contra el disentimiento y el pensamiento crítico. El año pasado, David Horowitz (un agente político con vínculos a la cúpula del poder y que se describe como "ariete" contra la izquierda en las universidades) puso a Finkelstein en su libro The Professors: The 101 Most Dangerous Academics in America (Los profesores: Los 101 académicos más peligrosos de Estados Unidos).

Al mismo tiempo se inició una fuerte campaña política, encabezada por Alan Dershowitz (profesor de Derecho de la Universidad Harvard y celebridad mediática), para negarle titularidad y ascenso.

Apreciado por estudiantes y colegas… odiado por la derecha

En DePaul, una de las mayores universidades particulares del país, los estudiantes tienen muy buena opinión de Finkelstein. Esa fue una razón de la facultad de Ciencias Políticas para recomendar darle titularidad. Un informe de la facultad dice que las evaluaciones de los estudiantes son "excepcionales, y entre las más positivas" de todos los profesores.

En cuanto a sus obras y aportes académicos, el informe dice: "No cabe duda de que ha producido una obra académica considerable y seria. Rebasa las normas de la facultad y los expertos que consultamos, tanto de la facultad como de afuera, reconocen sus méritos". John Mearsheimer, prominente profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago, describe a Finkelstein como "un académico de peso conocido por todo el mundo".

Además, Finkelstein es un intelectual público influyente que condena ampliamente y con un estilo polémico al estado de Israel por su brutal represión del pueblo palestino y a los defensores y apologistas intelectuales de Israel. Lo hace en un momento en que tildan de "apoyo al terrorismo" a toda crítica de la política y acciones de Estados Unidos en el Medio Oriente, y de antisemitismo a toda forma de oposición a Israel.

Otros académicos que no se ajustan a la "línea oficial" sobre el Medio Oriente han sufrido fuertes ataques. Desde el 2004 han acusado de antisemitismo e "intimidación" de estudiantes a Joseph Massad y otros profesores de la facultad de Idiomas y Culturas Mesorientales y Asiáticas de la Universidad Columbia. Han cancelado varias charlas del profesor Tony Judt, de la Universidad de Nueva York, debido a sus críticas del tratamiento de los palestinos por Israel. (Ver "In N.Y., Sparks Fly Over Israel Criticism", Washington Post, 9 de octubre de 2006)

Por sus puntos de vista y visibilidad, Finkelstein es uno de los principales blancos de Dershowitz y los de su calaña. Matthew Abraham, profesor de Inglés de DePaul, dijo en una entrevista radial con Michael Slate (colaborador de Revolución) que Finkelstein influencia a "un público mucho más amplio que las universidades y hace confrontar las verdaderas consecuencias del militarismo israelí y estadounidense en el Medio Oriente". (Programa radial de la emisora KPFK "Beneath the Surface" con Michael Slate, 10 de abril de 2007, www.kpfk.org)

En su primer libro, Image and Reality of the Israel-Palestine Conflict (Imagen y realidad del conflicto israelí-palestino) (Verso, 1995), Finkelstein respondió a las declaraciones sionistas de que los judíos tienen un "derecho histórico" a controlar Palestina y que era una tierra "desocupada" antes de que llegaran. Escribió, por ejemplo: "Uno puede imaginar un argumento a favor del derecho de una minoría perseguida a buscar refugio en otro país que pueda acomodarla; pero es difícil imaginar un argumento que sostenga el derecho de una minoría pacífica a desplazar política y tal vez físicamente a la población autóctona de otro país. Pero… esta era la intención real del movimiento sionista".

En su cuarto libro, The Holocaust Industry: Reflections on the Exploitation of Jewish Suffering (La industria del holocausto: Reflexiones sobre la explotación del sufrimiento judío) (Verso, 2000), Finkelstein (cuyos padres sobrevivieron a los campos de concentración de Hitler) afirmó que se está explotando el legado del holocausto nazi como escudo para proteger de la crítica a Israel: "A veces se me ocurre que es peor que los judíos estadounidenses 'descubrieran' el holocausto nazi que lo olvidaran. Es verdad que mis padres rumiaban en privado; el sufrimiento que pasaron no tenía validez pública. ¿Pero no es esto mejor que la actual burda explotación del martirio judío?… El holocausto se ha vuelto un arma ideológica indispensable. Lo ha aprovechado una de las potencias militares más imponentes, con una horrenda trayectoria en materia de derechos humanos, para pintarse de 'víctima', y el grupo étnico que más éxito ha tenido en Estados Unidos ha hecho lo mismo. Esta engañosa condición de víctima otorga varias ventajas, en particular la inmunidad a la crítica, incluso la crítica justificada. Es más que hora de abrir el corazón al sufrimiento del resto de la humanidad. Esta es la principal lección que me impartió mi madre. Nunca me dijo: 'No debes comparar'. Siempre trazó comparaciones. Ante el sufrimiento de los afroamericanos, los vietnamitas y los palestinos, su credo siempre era: 'Todos somos víctimas del holocausto'".

En el 2003, Dershowitz (quien, a propósito, ha hecho una campaña a favor de legalizar la tortura gubernamental en "circunstancias extremas") publicó el best-seller The Case for Israel (En defensa de Israel). Cuando Finkelstein preparaba su libro Beyond Chutzpah: On the Misuse of Anti-Semitism and the Abuse of History (Más allá de chutzpah: Acerca del mal uso del antisemitismo y el abuso de la historia) (University of California Press, 2005) como una respuesta directa a The Case for Israel, Dershowitz montó una escandalosa campaña para impedir que lo publicaran. Amenazó con demandar a la editorial por difamación y le pidió al gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, que interviniera (la primera intervención de un gobernador en la publicación de un libro). (Ver "Giving Chutzpah a New Meaning", Jon Wiener, The Nation, 23 de junio de 2005)

Dershowitz ataca… y el decano capitula

Dershowitz no logró parar la publicación de Beyond Chutzpah, pero en el 2006, al comienzo del proceso de titularidad de Finkelstein, redobló el ataque. Envió un documento de 50 páginas a los profesores de la facultad de Ciencias Políticas de DePaul y a otros profesores que acusa a Finkelstein de "mala conducta académica".

Disfrazar un ataque político contra un profesor radical como un caso de "mala conducta académica" se parece mucho a la campaña encabezada por Horowitz contra Ward Churchill, un catedrático de Estudios Amerindios de la Universidad de Colorado. (Ver "El caso de Ward Churchill: ¡Una caza de brujas que hay que rechazar!" en el número especial "ADVERTENCIA: La nazificación de las universidades estadounidenses", Revolución #81) De hecho, Dershowitz le dijo a la revista en línea Inside Higher Education que Finkelstein es "peor que Ward Churchill".

En noviembre el Comité de Personal de la facultad de Ciencias Políticas, que examinó las acusaciones contra Finkelstein, concluyó: "Ninguna de las acusaciones que examinamos parece ser un ejemplo de mala conducta o fraude académicos, y no encontramos ninguna prueba de un patrón de tal conducta".

Los colegas de la facultad, por un voto de 9 a 3, apoyaron la petición de titularidad y el ascenso de Finkelstein. El Comité de Personal lo apoyó por un voto de 5 a 0.

Pero en una acción extraordinaria, el decano de la facultad de Humanidades y Ciencias, Chuck Suchar, se opuso. En un memorando del 22 de marzo a la administración, Suchar escribió que reconoce que Finkelstein es un profesor popular pero no cree que su obra académica demuestre que merece titularidad. Dijo que "el tono y la sustancia" de las obras de Finkelstein "no concuerdan con los valores vicentianos de DePaul, especialmente el compromiso institucional a respetar la dignidad del individuo y los derechos de otras personas a tener y expresar un punto de vista intelectual diferente, que es uno de los elementos de lo que llamamos el 'personalismo' vicentiano".

En contraste con los criterios objetivos y científicos de la facultad de Ciencias Políticas y del Comité de Personal, ¡Suchar dice que se debe evaluar a los profesores con criterios "vicentianos", o sea religiosos! Finkelstein le dijo al New York Times: "Lo que hizo es inventar una nueva norma". Continuó que en la revisión anual de los profesores, "nunca me advirtieron que no cumplía las normas vicentianas de personalismo… No me hubiera quedado aquí si la universidad me hubiera dicho que para recibir titularidad mis ideas tendrían que pasar por un filtro de valores católicos". ("A Bitter Spat Over Ideas, Israel and Tenure", 12 de abril de 2007)

En una carta al presidente de DePaul, el presidente de la Asociación de Estudios Mesorientales (MESA), Zachary Lockman, escribió que el memorando de Suchar "parece confundir el tono de las obras del profesor Finkelstein con la sustancia de su investigación". Señaló que "la Asociación Americana de Profesores Universitarios dice claramente que a los académicos los deben evaluar estrictamente con el criterio de su mérito académico y su enseñanza, y no de su colegialidad ni tampoco de si hay quienes consideran sus obras muy polémicas".

Con el pretexto de "respetar el derecho de otras personas de tener y expresar opiniones intelectuales diferentes", Suchar se está uniendo al coro de oposición a un profesor que está bajo ataque precisamente por expresar "opiniones intelectuales diferentes" que poderosas fuerzas de este país buscan prohibir. Sean cuales sean sus metas, Suchar está capitulando a reaccionarios como Horowitz y Dershowitz (o colaborando con ellos) , que quieren silenciar el disentimiento en las universidades.

Como analizamos en el número especial "ADVERTENCIA: La nazificación de las universidades estadounidenses", las fuerzas derechistas encabezadas por Horowitz "quieren convertir la administración universitaria en un instrumento de coacción y control de los profesores y estudiantes, mediante intimidación, amenazas y purga de pensadores disidentes, cuando se requiera; y dejar que los académicos bajo ataque se las arreglen por su cuenta". Esto es precisamente lo que representa el ataque de Suchar.

Una situación peligrosa y la necesidad de mayor resistencia

El ataque contra Finkelstein ha tropezado con oposición. Los estudiantes se han movilizado para apoyarlo y la Campaña de Solidaridad con Norman G. Finkelstein ha recolectado firmas de profesores e investigadores de varias instituciones del país y del mundo en una carta a la administración de DePaul. Un vocero de la administración informó que la decisión sobre la titularidad de Finkelstein se anunciará en junio.

La situación es urgente y se necesita una oposición redoblada por todo el país al ataque político contra Finkelstein, como parte de la resistencia a la nazificación de las universidades. Como dice la Campaña de Solidaridad: "La carta del decano Suchar sienta un precedente peligroso y señala que las humanidades y ciencias están en peligro en la Universidad DePaul y en las universidades estadounidenses en general".

Si los que quieren negarle titularidad a Finkelstein se salen con la suya, esto tendrá consecuencias muy serias en el mundo académico, en un momento cuando el disentimiento y el pensamiento crítico son más importantes que nunca.

(Hay más información, últimas noticias y documentos sobre la defensa de Norman Finkelstein en el portal normanfinkelstein.wordpress.com).

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.

Basics
Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
From Ike to Mao and Beyond