Revolución #89, 20 de mayo de 2007


LAPD ataca marcha de migrantes el 1º de Mayo:

Aumenta la ira y la resistencia

En este año marcado por redadas masivas y detenciones de migrantes, cientos de miles marcharon en protestas en ciudades pequeñas y grandes el 1º de Mayo para proclamar la ardiente demanda de que ser tratados como seres humanos. El descarado ataque contra la protesta de migrantes ha denunciado los planes que el sistema tiene para ellos ante el mundo. En respuesta a este ataque, se ha forjado un núcleo más fuerte de gente que no renuncia sus demandas justas y que ha movilizado a nuevos aliados. En todos los sectores sociales hay gente que demanda respuestas a sus preguntas y que se está organizando para mayores protestas, para denunciar el plan contra los migrantes y retar a muchos más a preguntarse si esta es la clase de sociedad en la que quieren vivir: una sociedad en la que atacan por el simple hecho de exigir derechos fundamentales.

Este 1º de Mayo, los migrantes protestaron en ciudades por todo el país y exigieron que el gobierno pare las redadas y deportaciones y que legalice a los más de 12 millones de migrantes indocumentados que hay en el país. En Los Ángeles, el día empezó con una marcha de docenas de miles que pedían ser tratados como seres humanos; terminó con un feroz ataque policial contra los miles que estaban en un mitin en el parque MacArthur. Había familias con niños chiquitos, ancianos, toda clase de gente, cuando de repente los policías se lanzaron contra la multitud y agredieron a manifestantes y periodistas. Los camarógrafos y fotógrafos captaron a policías que casi pegaban a los niños, que los padres protegían con el cuerpo. A muchos les dieron porrazos, a los vendedores ambulantes los tumbaron de las banquetas y dispararon más de 150 balas de goma. Muchos terminaron en el hospital, por ejemplo una camarógrafa a quien le fracturaron la muñeca.(Video del ataque policial está en la internet en youtube.com. Busca "5-1-07 LAPD Assaults May Day").

Tras el ataque, cientos de vecinos salieron a la calle; había fogatas en un cruce hasta que la policía dispersó a la multitud.

El ataque del LAPD (Departamento de Policía de Los Ángeles) contra la protesta del 1º de Mayo ha prendido más indignación contra la represión de los migrantes por medio de redadas, cazamigrantes y la policía. Y por toda la sociedad mucha gente, los negros y amplios sectores de la clase media, sienten indignación e ira ante este ataque policial sin provocación ni excusa. Se preguntan: “¿Por qué sucedió eso?” y “¿Qué podemos hacer?”.

Al igual que las imágenes de la paliza a Rodney King por agentes del LAPD (que le daban y daban y daban), las imágenes de los agentes que atacaban y disparaban balas de goma contra la enorme multitud de manifestantes y periodistas el 1º de Mayo están grabadas en la memoria de mucha gente por todo el país.

Los relatos enfurecen: Ricardo tiene 72 años. Los policías le dieron un porrazo en la nuca y la espalda porque les preguntó por qué estaban dispersando a los manifestantes. A otro señor lo tumbaron al suelo porque ayudaba a un señor a proteger a su niño, que estaba en un carrito. A Luis, un gerente que fue a apoyar a los migrantes, le dieron porrazos en la cabeza, perdió el conocimiento y fue a parar al hospital. A hombres y mujeres, a ancianos y niños, a manifestantes y periodistas que estaban informando sobre el día nacional de protesta los hirieron, los asustaron y los reprimieron.

¿Quién dio la orden de atacar?

En una de las primeras ruedas de prensa, el jefe del LAPD, William Bratton, dijo: “Esos individuos estaban ahí para provocar a la policía... Desafortunadamente, se lo buscaron". Pero casi inmediatamente tuvo que retractarse. En cuestión de días y tras mucha presión se vio obligado a tomar “medidas disciplinarias” contra Lee Carter y Louis Gray, dos altos oficiales, y 60 efectivos de la Unidad Metro del LAPD, que no patrullarán mientras se realiza la investigación.

El alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, que por lo general apoya al LAPD en casos sonados de brutalidad policial y que quiere poner más policías en la calle, esta vez tuvo que condenar el ataque policial contra el 1º de Mayo. El alcalde, que se encontraba en El Salvador, dijo: “Ayer, vimos por todo el país un día de charlas por lo general pacíficas y reuniones conforme a la mejor tradición estadounidense... Siempre que nuestros agentes policiales usen fuerza, el público tiene el derecho pleno e incondicional de esperar y exigir que se realice una investigación de los hechos. Esa investigación ya ha empezado”. El escándalo por el ataque policial obligó a Villaraigosa a suspender su viaje a El Salvador y México.

Lo que sucedió en el parque MacArthur fue una operación policial de gran envergadura. Mucha gente quiere una explicación de lo que pasó y quiere saber: ¿Quién dio la orden de atacar? ¿Qué papel desempeñó en esto el jefe del LAPD? ¿Qué sabía el alcalde y cuándo lo supo?

La ira popular ha crecido a medida que los titulares de las noticias y los periódicos, como La Opinión y el Los Angeles Times (que condenó el ataque), hablan del salvaje ataque del LAPD, y que se habla de esto en el trabajo, las clases, las escuelas y las cafeterías, en programas sobre el Cinco de Mayo, en una audiencia de la comisión de policía a la cual asistieron 200 personas, en los vecindarios del parque MacArthur, y en el este, el sur y el oeste de la ciudad. La creciente ira popular de muchos sectores de la población llevó a los altos mandos de la policía a manejar el asunto de tal manera que no se saliera de control. Trataron de contener el creciente descontento con promesas de que se realizaría una investigación.

“Comer tacos y firmar playeras” no nos hará olvidar

“¡No nos callarán!: ¡JUSTICIA, DERECHOS CIVILES, LIBERTAD Y REFORMA MIGRATORIA!”

Marcha:
jueves 17 de mayo, 5:00 p.m.

Empieza en la iglesia Immanuel Presbyterian, 3300 Wilshire Blvd (esquina con Berendo); termina en el parque MacArthur.

Entre los organizadores figuran: Coalition for Humane Immigrant Rights of Los Angeles (CHIRLA), CARECEN, Koreatown Immigrant Worker Association (KIWA), Comité de Justicia Social de la Arquidiócesis de Los Ángeles, Multi-ethnic Immigrant Worker Organizing Network (MIWON).

Revolución exhorta a todos los lectores a que vayan a la protesta con la bandera roja del proletariado internacional y que distribuyan ampliamente la declaración del 1º de Mayo: "Somos seres humanos, exigimos un mundo mejor, no aceptaremos ninguna forma de esclavitud".

 

A pesar del intento de la policía y sus defensores de echarle la culpa de su salvaje embestida a un grupo de “agitadores”, muchos se preguntan: “¿Si no tenían la intención de reprimir, entonces por qué estaban listos con balas de goma y gases lacrimógenos?’.

Muchos no se han tragado el cuento de los “agitadores”, que solo busca calmar los ánimos. Una latina que es vecina del parque MacArthur le dijo al Los Angeles Times: “Él piensa que si la gente le ve comiendo tacos y firmando playeras se va a olvidar lo que pasó. Es un insulto. Quiere mantener el control... y esta no es la primera vez que hemos visto violencia policial”.

Un señor mexicano dijo: "Ellos querían un pretexto, venían preparados a herir a cualquier persona, y así paso. [Nosotros] venimos a manifestar por la legalización y en ese momento se aprovechó la policía para atacar hasta los reporteros. No había motivo para que ellos hicieran eso. No se vio bien en los ojos de nadie. Hasta los mismos reporteros que son güeros no tomaron muy bien esa acción que la policía atacó a quien fuera... Ellas [las autoridades] están más asustadas. Ellos saben que a nosotros no nos importa morir y por eso nos atacan. Nosotros estamos unidos, y somos muchos. Yo ya no le tengo miedo a la policía".

Un vendedor en el parque MacArthur: “[Los policías] se creen los dueños del mundo pero no lo son. Nosotros no queremos golpes, ni que abusen de nosotros. Si estamos manifestando es porque queremos que se nos trate como seres humanos".

Otros dijeron que a pesar de que estaban indecisos y no fueron a la protesta del 1º de Mayo, después de ver el salvajismo policial ahora piensan que hay que tomar posición. Una persona dijo: “Este no es el momento de tener miedo. ¡Te veo en el MacArthur!".

Los organizadores de la protesta del 1º de Mayo han convocado una marcha y mitin para el 17 de mayo en Los Ángeles porque sienten la necesidad de volver a tomarse las calles y regresar al parque MacArthur para condenar el ataque del 1º y seguir demandando legalización para todos los migrantes, alto a las redadas y deportaciones y la militarización de la frontera (ver anuncio de la marcha del 17 de mayo).

Un pasado de salvajismo… en nuevas condiciones

La punta de lanza del ataque policial fue la Unidad Metro del LAPD. Esta es una unidad compuesta de policías bien entrenados (unos tienen entre 15 y 25 años de policías) y mucha experiencia en “control de multitudes”.

Esta unidad estuvo muy activa durante la Rebelión de Los Ángeles de 1992 y golpeó a los manifestantes durante las protestas contra la Convención Nacional del Partido Demócrata en el 2000. Tanto el alcalde como los altos mandos de la policía dicen que el problema surgió porque los policías que estaban en el parque no cumplieron las directrices establecidas tras las numerosas demandas entabladas contra el LAPD por los ataques durante la convención del 2000. A raíz de esas demandas el LAPD tuvo que firmar un decreto en el que promete esencialmente no hacer lo que hizo el 1º de Mayo, especialmente atacar a la prensa, y tuvo que pagar $4.1 millones para resolver la demanda.

Pero el problema no que es que no obedecieron la cadena de mando. El LAPD hizo el 1º de Mayo lo que sale a hacer. El comandante Louis Gray fue uno de los dos altos oficiales del LAPD que estaba en el parque el 1º. También estuvo en la convención demócrata en el 2000 y fue quien dio la orden de atacar a los manifestantes y a la prensa esa vez.

El columnista Gabriel Lerner escribió en La Opinión: “Como fue parte de un proceso, la acción del martes no fue espontánea o accidental, de unos cuantos agentes desobedientes, ni una extralimitación de funciones, sino todo lo contrario. Participó en ella una unidad de elite especialmente entrenada para hacer lo que hizo. Se emplazaron en perfecto orden y avanzaron como en las maniobras. Vestían uniforme y casco oficial y lo último en tecnología antimotines. ¿Quién dio la orden?”.

El 8 de mayo, ante la comisión de policía, Bratton dijo que iban a revisar los videos del 1º y entablar cargos contra quienes agredieron a los policías. Si Bratton y Villaraigosa de veras condenan el ataque del 1º, ya hubieran acusado a los policías que todo el mundo vio por la tele atacar manifestantes, periodistas y gente que solo estaba pasando la tarde en el parque. ¿Por qué no hay cargos penales contra esos policías?

El LAPD tiene un largo historial de brutalidad. Pero el ataque a los migrantes se da en situaciones muy específicas. Como dijo Travis Morales: “Esta brutalidad es una parte clave del programa que tiene el imperialismo estadounidense para los migrantes: asesinarlos en la frontera; matarlos de trabajo como esclavos; detenerlos en redadas al estilo Gestapo de ICE, que se lleva a la gente de la casa a rastras por la madrugada, la deporta y separa a familias; sembrar terror en las comunidades con redadas en la calle; construir campos de concentración para los migrantes capturados, incluso niños; y poner más paramilitares armados en la frontera para perseguir a los migrantes como cazaesclavos modernos”.

Voces negras expresan apoyo

Es muy significativo que este salvaje ataque también conlleva la posibilidad de superar divisiones entre los negros y los latinos. Varios negros y latinos han trazado paralelos entre la embestida del LAPD y el salvajismo policial contra los activistas pro derechos civiles de los años 60. En particular, se ha comparado con el ataque con perros y cañones de agua contra una marcha en Birmingham, Alabama. El salvaje ataque fue condenado por negros en Watts y Sur Centro. Ha planteado enorme interrogantes y ha creado las condiciones para vencer algunas de las graves divisiones que el sistema ha fomentado entre los negros y los latinos. Media docena de negros hablaron en la comisión de policía para condenar el ataque y, refiriéndose al jefe de policía, uno lo llamó “Bull” Bratton (una alusión a “Bull” Connor, el jefe de policía de Birmingham que siempre ordenaba ataques salvajes contra manifestaciones pro derechos civiles, como la mencionada de Birmingham).

Un reconocido locutor de una emisora negra de la costa del este, que el año pasado tomó una posición negativa con respecto a las protestas de los migrantes, esta vez condenó el ataque policial y lo comparó con la marcha de Birmingham. El locutor le dijo a un radioescucha que si pensaba que primero van a atacar a los mexicanos y no te iban a atacar a “ti” después, “estás loco”.

No ha sido fácil para las autoridades contener la creciente furia e indignación por el ataque contra el 1º de Mayo, que lanzaron para aplastar el movimiento. No está resuelto si se saldrán con la suya, o si este ataque prenderá más movilizaciones, protestas y resistencia y se ganará nuevos aliados para la lucha de los migrantes.

En este año marcado por redadas masivas y detenciones de migrantes, cientos de miles marcharon en protestas en ciudades pequeñas y grandes el 1º de Mayo para proclamar la ardiente demanda de que ser tratados como seres humanos. El descarado ataque contra la protesta de migrantes ha denunciado los planes que el sistema tiene para ellos ante el mundo. En respuesta a este ataque, se ha forjado un núcleo más fuerte de gente que no renuncia sus demandas justas y que ha movilizado a nuevos aliados. En todos los sectores sociales hay gente que demanda respuestas a sus preguntas y que se está organizando para mayores protestas, para denunciar el plan contra los migrantes y retar a muchos más a preguntarse si esta es la clase de sociedad en la que quieren vivir: una sociedad en la que atacan por el simple hecho de exigir derechos fundamentales.

Como dijimos en nuestro reportaje de la semana pasada sobre el 1º de Mayo: “El movimiento tiene que crecer, incorporar a muchos más fuera de las comunidades migrantes y apoyarse en los esfuerzos del pueblo para derrotar todos los ataques contra los migrantes. Los revolucionarios tienen que trabajar con este movimiento, fortalecer la resistencia y destacar siempre los intereses fundamentales de las masas populares y por qué solo se pueden satisfacer a través de la revolución”.

 

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