Revolución #90, 27 de mayo de 2007


La distribución del número especial sobre Bob Avakian

Medio millón de ejemplares… y un paso hacia el futuro

La “opinión común” dice que el cambio fundamental no es realista, que es imposible. Pero en realidad, lo menos “realista” es pensar que una capa de barniz va a resolver los problemas, o depositar la confianza en el oficialismo y la autoridad, mientras que la situación empeora. Para que sea posible un mundo diferente, un mundo mejor, es necesario bregar para entender cómo hacerlo y luchar para gestarlo.

Eso requiere dirección y ahí es donde entra Bob Avakian. (De Revolución #84)

Asimismo, es indispensable que durante el próximo mes lancemos una campaña “masiva” de presentar el DVD. Eso requiere distribuir centenares de miles de postales, afiches y volantes, y vender el DVD muy ampliamente. Hay que presentarlo en aulas, bibliotecas, peluquerías, cafés, clubes, salas y lavanderías… podría ampliar e intensificar la efervescencia social que se creó con el número especial, podría fortalecer la tendencia de que, en vez de descartar el comunismo revolucionario de Bob Avakian, se considere un elemento necesario del debate.

Las últimas semanas de abril, miles de personas de diferentes perspectivas repartieron por todo el país más de medio millón de ejemplares del número especial de Revolución que presenta a Bob Avakian… en ciudades grandes y pueblos pequeños de Nevada, Carolina del Norte y docenas de estados más. Lo leyeron, discutieron y repartieron de mano en mano personas de todas las nacionalidades en los ghettos, barrios pobres y lugares de trabajo; profesores y universitarios en Columbia, Berkeley, UCLA y universidades y colegios comunitarios de diversas ciudades; profesionales, artistas, escritores e intelectuales; presos y muchos otros de todos los sectores sociales.

Vivimos en tiempos oscuros que nos hacen confrontar interrogantes difíciles: por ejemplo, en qué clase de mundo queremos vivir y cómo vamos a llegar a él. En estos tiempos, los revolucionarios tienen que presentar la dirección de Bob Avakian ante las masas del fondo de la sociedad, a los que luchan por superar el horror de esta sociedad, para que lo conozcan y se vinculen con él. Además, en toda la sociedad, los intelectuales, académicos, artistas y demás que están preocupados por el curso de la sociedad, por lo que significa para la humanidad, y por lo que hay que hacer al respecto, tienen que bregar en serio con el análisis de Avakian, con su visión del futuro y la sociedad, y con su método y orientación. Llegar a esa situación, en la que mucha más gente de diferentes sectores conozca a Bob Avakian, empiece a seguir su dirección y lo que representa, en que sea cada vez más parte de la “conversación social”, puede cambiar las ideas prevalecientes de por qué vale la pena vivir y morir, y lo que parece posible. De hecho, puede contribuir como elemento esencial a re polarizar la situación actual de la sociedad para que la revolución se presente en el horizonte. Dar un paso cualitativo en esta dirección fue la meta central de la campaña de distribución.

Una revolución consta de muchos elementos importantes y de toda clase de luchas, movilizaciones y debates que requieren atención de quienes quieren un cambio fundamental y radical. Pero la dirección comunista con una clara visión es el elemento central de todo esto, y este líder es único y singular. El número especial, con comentarios de una amplia gama de personas y citas de Avakian, y un resumen de sus principales aportes, dio a conocer eso.

Correr la voz

La distribución del número especial no se podía hacer de la manera y con el alcance necesarios sin movilizar a muchas personas que se encargaran de llevarlo a todos los rincones de la sociedad. ¡De hecho, miles de personas respondieron al llamamiento!

Los chavos revolucionarios que tienen ganas de construir un movimiento comunista lo llevaron a las escuelas y vecindarios. Los profesores y maestros de prepas lo llevaron a las clases, a veces porque quieren que sus alumnos conozcan ideas polémicas y piensen críticamente. En tiendas de Harlem, La Villita (Chicago) y Watts, lo metieron en las bolsas de compras de cada cliente. En Nueva York, un señor que trabaja en un café y centro comunitario distribuyó miles en el café y por toda la comunidad. Dos jóvenes negras llevaron 50 ejemplares a un mall de Los Ángeles y al repartirlos decían: “Tenemos que cambiar el mundo”.

Círculos de proletarios discutieron el artículo, forjaron planes y los llevaron a otras comunidades, a la calle, a las tiendas y a las universidades. Los que hablan español los distribuyeron en comunidades afroamericanas y los afroamericanos lo repartieron en español. Un señor negro cuarentón dijo: “Nos estamos culpando a nosotros mismos cuando el problema es el sistema”; se llevó 70 ejemplares (la mitad en español) y contribuyó $5. A su hijo, “un chavo que hizo todo lo que debía hacer”, lo asesinaron a balazos. El señor agregó: “Todos los días muere alguien por pendejadas, lo que necesitamos es la revolución”.

Los participantes de una protesta del Día de la Tierra y de una manifestación del candidato presidencial Barack Obama en Georgia, los feligreses de iglesias y los miembros de organizaciones comunitarias se llevaron montones para repartirlos. La campaña culminó con la distribución de 20,000 ejemplares en el festival de música de Coachella, en el sur de California, que se dispersaron a otras partes del país, y a México, Canadá y Europa. Por todas partes, las condiciones extremas de la sociedad obligan a pensar de nueva manera y a reconsiderar cosas que se daban por sentadas. Como le dijo un estudiante a un vendedor del periódico: “En mi clase se habla de comunismo, pero el comunismo del que estás hablando suena muy distinto".

Debates y choques de ideas

En las calles, las aulas y las salas bulle debate sobre este líder y la cuestión de liderazgo. ¿Se necesita dirección y de qué tipo? ¿Quién es este hombre y por qué no lo conocemos? ¿Qué clase de cambio necesitamos y cómo se logra? ¿El énfasis en un individuo sofoca la iniciativa de otros? ¿Siempre toman rumbo malo los líderes populares o los matan las autoridades? La religión, los conflictos agudos y mortales de las masas, el carácter de la democracia, todo eso se debatió. En medio de todo eso, participaron muchos que quieren la revolución y la dirección revolucionaria, y que ven en Bob Avakian la clase de líder que no se ha vendido, que sigue instando a asumir la causa de la revolución y el comunismo, y que ayuda a entender el método y la manera de hacerlo posible. Otros ven problemas fundamentales en la sociedad y tienen un análisis diferente del mundo y de cómo cambiarlo, pero reconocen que es importante entrarle al debate y considerar lo que Avakian ha planteado. Ese es precisamente el tipo de debate que hay que ampliar y profundizar.

Mucha gente, de todas las nacionalidades, edades y capas sociales, que empieza a conocer a Bob Avakian y está muy familiarizada con la naturaleza del sistema, dice que el estado tratará de callar a este líder y de arrebatarlo. Se planteó lo que será necesario para defenderlo y protegerlo, empezando con darlo a conocer a quienes quieren un mundo diferente y mejor. Este es un problema que mucha, pero mucha gente tiene que asumir seriamente.

Un gran paso a un mundo diferente

Lo que ha empezado al presentar a Bob Avakian a cientos de miles de personas es un primer paso hacia la construcción de un mundo diferente. En importantes zonas de ciudades importantes, así como en universidades importantes, se empieza a reconocer y a hablar de este líder, y eso repercute por toda la sociedad. Por todo el país se habla de lo que dice y hace. Es el principio de un movimiento que tiene que perfilarse y difundirse por toda la sociedad.

Ahora esto tiene que extenderse y profundizarse. Los que repartieron el número especial tienen que estudiar las ideas que este líder promueve y conseguir que otros entren en el debate de una manera organizada. El medio para hacer esto ahora es la oferta especial del video “ Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es” (de Bob Avakian) y 10 ejemplares de Revolución por $25. De esa manera los miles de personas que repartieron el número especial pueden abordar más a fondo los grandes interrogantes y los puntos principales sobre la revolución y el comunismo que se presentan en el DVD. Al leer el periódico todas las semanas, verán cómo todo esto aplica a los acontecimientos del día y conocerán a las nuevas obras de Avakian. De esa manera se acercarán más con el tiempo.

Asimismo, es indispensable que durante el próximo mes lancemos una campaña “masiva” de presentar el DVD. Eso requiere distribuir centenares de miles de postales, afiches y volantes, y vender el DVD muy ampliamente. Hay que presentarlo en aulas, bibliotecas, peluquerías, cafés, clubes, salas y lavanderías… en grupos que se reúnan para hablar formal o informalmente. Los muchos lugares donde se distribuyó el número especial tienen que ser lugares de distribución del DVD (y otras obras de Bob Avakian) también. Y los revolucionarios, radicales y pensadores críticos que llevaron este número especial a esos lugares tienen que hablar con sus contactos para ver cómo les fue, aprender de ellos y trabajar con ellos para resolver problemas.

Es un buen comienzo pero ahora hay que ir mucho más allá. Como dijo un joven chicano que organizó la distribución del número especial en su escuela: “Plantea un tono revolucionario en la sociedad… sé más creativo y acércate a los músicos y artistas y a los individuos respetados de nuestros barrios, y trata de acercarlos a nuestro lado. Tenemos que acercarnos a muchos más y conseguir que se plasme en realidad… no es difícil, pero estamos rezagados”.

La distribución del DVD podría ampliar e intensificar la efervescencia social que se creó con el número especial, podría fortalecer la tendencia de que, en vez de descartar el comunismo revolucionario de Bob Avakian, se considere un elemento necesario del debate. Y podría fortalecer un elemento esencial de preparar el terreno para la revolución: un núcleo creciente de fuerzas revolucionarias que han asumido el camino señalado por Bob Avakian; un núcleo que ve todos los acontecimientos sociales y mundiales desde el punto de vista de la revolución y de cómo llegar a un mundo mejor; un núcleo que está llevando este punto de vista y cosmovisión a otros para que adopten esa posición en todas las vueltas y revueltas de los acontecimientos y luchas sociales, difundan el movimiento revolucionario y trabajen por crear un pueblo revolucionario.

A todos los que recibieron el número especial y lo “captaron” de veras : es hora de entrarle más… de participar más en esto. Es hora de organizarse y de organizar a otros. No hay nada más importante que bregar con esto y de conectar a otros con esto.

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