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Revolución #107, 4 de noviembre de 2007


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Peligro de guerra yanqui contra Irán:

Dejemos de hablar en falso, se está haciendo tarde

Nota de la Redacción: El 27 de octubre hubo protestas de docenas de miles de personas en ciudades por todo el país. La prensa grande informa que los manifestantes pidieron un fin inmediato a la guerra y la destitución de Bush. Las protestas son importantes y demuestran el potencial para mayor resistencia contra la ocupación de Irak y Afganistán y una guerra contra Irán. Sin embargo, se necesita mucho más.

Es urgente que la ciudadanía de este país reconozca con seriedad y franqueza la peligrosa trayectoria que está llevando a Estados Unidos a lanzar una guerra contra Irán, y que se oponga de una manera masiva.

Bush habla de la “III Guerra Mundial”. Se dice que Cheney está fraguando planes para que Israel ataque a Irán y para que Estados Unidos intervenga cuando Irán contraataque. La masiva armada que Estados Unidos tiene frente a Irán quiere decir que está en posición de lanzar un ataque en cualquier momento. El haber tildado a unidades del ejército iraní de “terroristas” pone a todo un país en las miras de la “guerra contra el terror”. Al cierre de esta edición, la Casa Blanca ha pedido 88 millones de dólares para modificar a los bombarderos B-2 para cargar unas nuevas bombas de 30,000 libras diseñadas para penetrar búnkers, muy posiblemente para una guerra contra Irán.

En las páginas de este periódico hemos escrito y analizado sobre los factores que impulsan las cosas hacia una guerra (para un análisis integral ver “Forjando otro camino” de Bob Avakian en revcom.us). Pero no importa si una guerra contra Irán tiene sentido o no a una persona común y corriente, el hecho es que los que detentan el poder están preparando en grande hoy mismo para tal guerra.

Estados Unidos ha impuesto sanciones punitivas a Irán (recuerden el papel que desempeñaron las sanciones en los preparativos, no la prevención, de la guerra contra Irak) y arrinconado a Irán militarmente, así que ha creado un polvorín que podría estallar en cualquier momento, sea deliberadamente o por accidente.

Claridad moral, coraje estratégico e interpretación clara

Aquí viene al caso lo de seriedad y franqueza: si ven el peligro de esta guerra, es preciso hacer las cosas de manera que concuerden con la enormidad del peligro. En estas circunstancias necesitamos claridad moral, coraje estratégico y una interpretación clara de lo que lleva a Estados Unidos a lanzar una guerra contra Irán. Vayamos al meollo del asunto: los que detentan el poder que están lanzando acusaciones contra Irán son los mismos mentirosos comprobados que fraguaron la patraña de las “armas de destrucción masiva” para invadir a Irak, y no se debe aceptar como verdad nada de lo que digan. Pero, aun si fuera cierto todo lo que Estados Unidos dice sobre Irán: que ayuda a las fuerzas en Irak que están matando sus soldados, que es una teocracia islámica opresiva, que tiene un programa nuclear y aspiraciones de ser una potencia regional… NADA DE ESO cambiaría que un ataque estadounidense contra Irán sería agresión imperialista.

Incluso lo que ellos dicen —que, para que quede claro, NO se debe creer— es a todas luces hipócrita. Estados Unidos invadió a Afganistán hace seis años, y hasta hoy lanza bombas contra sus pueblos y mata con frecuencia a docenas de civiles. Este gobierno invadió a Irak con falsos pretextos y ha desatado muerte y destrucción por todo ese país. Ha creado la mayor crisis de refugiados del mundo en Irak: casi dos millones de iraquíes han abandonado el país y otros dos millones son refugiados internos. ¡Estados Unidos no tiene ningún derecho de atacar a otro país porque ese país está interviniendo (supuestamente o de hecho) en Irak!

Los gobiernos títeres que Estados Unidos ha establecido en Afganistán e Irak tienen constituciones que exigen observancia de la ley islámica. En ambos países la mujer vive en condiciones brutales y degradantes. Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos, no permite que la mujer maneje automóviles. Estados Unidos no tiene ningún derecho de atacar a Irán para supuestamente “emancipar a la mujer”.

Hay toda la razón para horrorizarse ante la proliferación de las armas nucleares, y la creciente posibilidad de que las usen. Pero Estados Unidos tiene el mayor arsenal de armas nucleares del mundo y está elaborando nuevas armas nucleares. Además, es el único país que ha usado bombas atómicas, para atacar directamente y matar a una población de más de 100,000 habitantes (en Hiroshima y Nagasaki). El país que tiene el arsenal más grande del mundo… no tiene el derecho de atacar a otro país porque podría desarrollar los medios para construir armas nucleares.

La necesidad de resistencia masiva

La parálisis y la pasividad son complicidad.

Muchos dicen que se sienten desanimados porque las protestas de millones de personas por todo el mundo no impidieron la invasión estadounidense de Irak. Unos se preguntan si las protestas valen la pena. Es cierto que las enormes protestas sin precedentes no impidieron la guerra, pero sin ellas Estados Unidos hubiera dicho que tenía legitimidad internacional para la invasión y posiblemente hubiera proseguido más agresivamente sus planes de invadir y/o imponer su agenda en otros países del Medio Oriente. Fue principalmente por las enormes protestas que Bush no consiguió el apoyo de la ONU para la guerra.

El hecho de que las protestas no impidieron la invasión de Irak quiere decir que tenemos que construir un movimiento más fuerte y más resuelto para parar la guerra contra Irán. Una de las cosas que se ha aclarado desde la invasión de Irak es lo radical que es la agenda de los que están en la cúpula del poder en Estados Unidos. Están resueltos a reorganizar radicalmente el Medio Oriente. Nos mintieron sobre sus motivos, y nos mintieron y se engañaron a sí mismos acerca de lo fácil iba a ser.

Pero lo que verdaderamente ha sucedido es que la ocupación de Afganistán e Irak ha avivado el fundamentalismo islámico. Ahora que se encuentran en un atolladero en Irak, la clase dominante estadounidense quiere subir las apuestas con una invasión de Irán.

Una guerra contra Irán exacerbaría la muerte y miseria que Estados Unidos ha desatado en el Medio Oriente, y le echaría gasolina al fuego prendido de McMundo/McCruzada vs. Jihad. Un ex funcionario de alto nivel del Consejo de Seguridad Nacional le dijo a la revista Esquire que “un ataque a Irán podría ahogar a Estados Unidos en una guerra contra todo el mundo musulmán”. (ver “The Secret History of the Impending War with Iran That the White House Doesn’t Want You to Know”, de John H. Richardson, 18 de octubre de 2007)

No hay excusa para la parálisis

El imperialismo estadounidense tiene tanto en juego en la cruzada en el Medio Oriente que, desde su punto de vista, no puede retirarse aunque quisiera hacerlo. Hacerlo sería el umbral del desmantelamiento de su imperio. Y, por ahora, la clase dominante entera está a favor de la misión, aunque lo haga refunfuñando.

Hillary Clinton no va a parar la guerra contra Irán. Ella acaba de votar a favor de la provocación que tilda a un sector del ejército iraní de “terrorista”, que así “aprieta las clavijas” a Irán y pone su gobierno entre la espada y la pared, lo cual agrava la posibilidad de una guerra. Obama no va a impedir una guerra contra Irán. Parte de su papel es hacer sentir que está bien no hacer nada para parar la guerra. Los ex generales preocupados, que se quejan de la carga que tendría que soportar el ejercito en el caso de una guerra, están hablando de verdaderas preocupaciones que tienen y verdaderos peligros para la clase dominante si hay una guerra contra Irán. Pero a la hora de la verdad… se pondrán de acuerdo y respaldarán la guerra. ¡¿Y por qué es aceptable moralmente decir que es cierto que Bush y Cheney están a punto de lanzar una terrible guerra, pero en 15 meses ya se habrán ido?!

Ante todo eso no hay excusas para la parálisis. Se necesitará una oposición masiva para impedir una guerra contra Irán. Pero de todo esto, lo que hay que comprender es que hay que actuar conforme al hecho de que nosotros somos los que estamos esperando.

Una parte de la dinámica paralizadora del mundo actual es que a ambos lados del conflicto ente McMundo/McCruzada vs. Jihad les conviene decirle a la gente que las únicas alternativas son el uno o el otro de estos polos opresivos y retrógrados. Esto impide que se oponga resistencia. ¡Pero un aspecto crucial para zafarse de esa dinámica paralizadora es forjar una fuerza en este país de millones de personas que dejan en claro que este gobierno no habla por nosotros! Tal movimiento le daría espacio para que surjan fuerzas laicas, progresistas y auténticamente revolucionarias en el Medio Oriente y Asia central. Y contribuiría a forjar una dinámica nueva y diferente de resistencia global contra todas las formas de opresión.

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, EU, planteó el reto de esta manera: “Queremos hablarles a los jóvenes y demás libaneses que vieron a sus parientes enterrados bajo los escombros que dejaron las bombas estadounidenses. Queremos decirles: hay otra alternativa fuera de la que ofrecen los fundamentalistas religiosos. Pero si no creamos algo concreto, no podemos hablarles. Ellos no ven las calcomanías de los coches que expresan buenos sentimientos. Pero sí verían y oirían una movilización de masas contra este gobierno”. (“Sobre la importancia de El Mundo no Puede Esperar y el Día de resistencia masiva el 5 de octubre”, Revolución #62)

Hay una manera

Sí hay una manera de hacer eso. ¡La organización El Mundo no Puede Esperar-Fuera Bush y su Gobierno exhorta VESTIRSE DE NARANJA! Como dice en su portal: “El gobierno de Bush ha declarado su intención de continuar la guerra de Irak y lanza serias amenazas de atacar a Irán… Millones de personas se oponen a todo eso, pero si no lo demuestras, no cuenta para nada; si no actúas cuando importa actuar, pues no cuenta. Vístete de color naranja y luce ese color todo el día y todos los días”.

Dennis Loo, del comité directivo de El Mundo no Puede Esperar, escribió sobre el significado de vestir el color naranja: “Vestirse de naranja A DIARIO es una declaración de oposición a todos los horrores de los que tiene la culpa este gobierno ASÍ COMO un reto a los demás. Está diseñada a ser un vehículo para expresar los sentimientos suprimidos desde hace mucho y a hacer concreto el potencial político del pueblo. Está diseñada a hacer patente que somos la mayoría, y que seremos tú y yo y los millones más los que haremos la historia y no esos criminales, el presidente y el vicepresidente, ni el Congreso y los dirigentes del Partido Demócrata, que también son culpables y cómplices, ni tampoco la prensa corporativa, que por lo general son loros de los que están en el poder”. (De “Cambiar el centro de gravedad”, worldcantwait.org)

Vestirse de naranja puede desencadenar y apoyar otras formas de acción política, tanto amplias como resueltas, que se necesitan con urgencia ante las amenazas de guerra.

La campaña de vestirse de naranja se hace en el contexto de lo que dice la convocatoria original de El Mundo no Puede Esperar:

“Si no nos oponemos y movilizamos para parar esto, nos obligarán a aceptarlo. No hay de otra: hay que PARAR el desastroso rumbo del gobierno de Bush, y tenemos que asumir la responsabilidad de hacerlo.

“Hay una forma de hacerlo. Estamos hablando de algo en una escala que podría efectuar un enorme cambio en este país y en el mundo. Es necesario dejar de luchar contra las atrocidades de Bush una por una, perdiendo terreno constantemente. Debemos y podemos crear un clima político que repudie el gobierno de Bush, que lo saque corriendo y que cambie el rumbo por el que ha encaminado la sociedad. Nosotros, a millones, debemos y podemos responsabilizarnos por cambiar el curso de la historia”.

Radical… ¡Sí! Necesario… ¡Sí! ¡Hazlo ya!

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