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Revolución #123, 16 de marzo de 2008

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Carta

Continúa la batalla de Berkeley…

De un organizador de la juventud del Club Revolución del Área de la Bahía

El 12 de febrero se armó un enfrentamiento político de gran importancia en la ciudad de Berkeley. Cientos de estudiantes de la prepa Berkeley se lanzaron a la calle, juntos con activistas de Code Pink, El Mundo no Puede Esperar, A.N.S.W.E.R., Veteranos por la Paz y el Club Revolución del Área de la Bahía. Fueron para demandar el cierre de la oficina de reclutamiento de la Infantería de Marina en el centro de Berkeley y apoyar la posición del consejo municipal, que había provocado controversia nacional al anunciar que los reclutadores “no son bienvenidos y son unos transgresores”. Al otro lado estaban cientos de derechistas que agitaban banderas estadounidenses en apoyo a la guerra, y policías de motín con cachiporras. (Ver “La batalla de Berkeley: ¡Hay que parar esta guerra!”, Revolución #212, en línea en revcom.us)

La siguiente carta informa de lo ocurrido después.

El 13 de febrero, algunos fuimos a la prepa Berkeley. Muchos estudiantes todavía usaban sus pañuelos de color naranja. Todo mundo platicaba de lo que ocurrió en la oficina de reclutamiento; trataban de entender por qué la policía reaccionó con violencia y por qué Berkeley llegó a ser el blanco de este ataque derechista. Lo que hicimos ese día fue algo hermoso, pero para las autoridades “nos pasamos de la raya”. No esperábamos a Obama para parar la guerra. No pedíamos como niños buenos a “nuestros representantes elegidos” que por favorcito, algún día que les sea conveniente, cambien la disposición de las tropas a otro lado. En cambio, declarábamos que “¡Hay que parar esta guerra!” y que haremos todo lo posible para oponernos políticamente a la máquina bélica que está obrando aquí mismo en Berkeley y para extender este espíritu de resistencia al resto del país. Esto es lo que las autoridades quieren aplastar.

Los dos días viernes siguientes, El Mundo no Puede Esperar regresó a la oficina de reclutamiento. En las dos protestas participaron cantidades significativas de jóvenes decididos y vestidos de color naranja. Y las dos veces la policía atacó con cachiporras a la manifestación pacífica para luego pretextar a la prensa que respondió así por el comportamiento supuestamente agresivo y revoltoso de El Mundo no Puede Esperar. El 15 usó el pretexto de que unos letreros de piquete estaban pegados con cinta adhesiva a la ventana de la oficina de reclutamiento (cerrada) para dispersar violentamente a los manifestantes de la banqueta y escoltar a los Marines para que despegaran los letreros. ¡Pero los manifestantes no se dejaron intimidar tan fácilmente! En cuanto se retiraron los policías de motín, se reagruparon en frente de la oficina de reclutamiento, más decididos que nunca.

El 22, la policía atacó so pretexto de que el uso de un altoparlante contravenía ordenanzas sobre el ruido, en una parte de la ciudad que ha sido tradicionalmente una “zona de libertad de expresión” y donde no había reprimido protestas con ese nivel de agresión durante muchos años. Arrestó a dos jóvenes: un organizador de la juventud de 26 años de El Mundo no Puede Esperar, a quien había claramente escogido para atacar; y un ex soldado de 21 años y “objetor de conciencia”, que tenía el uniforme de preso de Guantánamo color naranja. Las chotas golpearon a los jóvenes en la cara con cachiporras y hasta atacaron a personas de la tercera edad: a un organizador de El Mundo no Puede Esperar lo arrojaron de cabeza a un muro de ladrillo y a una miembro de Code Pink la tiraron al suelo, así que ahora anda con muletas. Tras el ataque los manifestantes se juntaron de nuevo y terminaron el día frente a la oficina de reclutamiento.

Continúa el ataque derechista

El consejo municipal de Berkeley se retractó de su posición original y anunció que ahora “reconocemos que los reclutadores tienen el derecho de estar en nuestra ciudad” y que “tenemos un profundo respeto por los hombres y las mujeres de nuestras fuerzas armadas”. A pesar de eso, el senador DeMint y otros senadores que promueven el proyecto de ley “Semper Fi” insisten en sus esfuerzos para quitar fondos federales del sistema de educación pública de Berkeley y entregarlos a la Infantería de la Marina. Un representante estatal presentó un proyecto de ley para negarle millones de dólares al sistema de transporte público. La organización fascista “pro-soldado” Move America Forward (Mover a Estados Unidos Adelante) lanzó una campaña nacional de anuncios televisados que critica la ciudad de Berkeley y exige que pida disculpas plenamente “para que ninguna ciudad estadounidense vuelva a faltarles respeto a nuestras tropas”.

Además, los medios de comunicación siguen “informando” sobre el efecto de las protestas en los negocios. Aparentemente algunos negocios están perdiendo dinero ¡por el ruido o porque les da miedo a los clientes entrar por ahí! Otros informes tratan los millones de dólares de sobretiempo para los policías. Respondemos a todo eso: ¡ELEVAR LAS MIRADAS! ¡Estamos hablando por los pueblos del mundo: el millón de muertos y los cuatro millones de refugiados en Irak, las víctimas de la tortura y el sinfín de otras víctimas de Estados Unidos! ¿Es esta oficina de reclutamiento simplemente un negocio como cualquier otro que vende un producto? No, lo que vende es la muerte.

El Mundo no Puede Esperar prepara para el quinto aniversario de la guerra

El Mundo no Puede Esperara tiene grandes planes para marzo. Ha exhortado realizar una audiencia pública de la comisión especial inspectora sobre la policía por la brutalidad policial contra los manifestantes. Hay que documentar la violencia de la policía de Berkeley y movilizar a la comunidad contra ella. También hay otro motivo para la indignación, porque por primera vez en cinco años la policía de Berkeley ha matado a alguien: a una abuelita afroamericana, Anita Gray, de 51 años, la baleó en la espalda frente a su casa el 16 de febrero.

El Mundo no Puede Esperar ha convocado una celebración de la resistencia de Berkeley a la guerra el 16 de marzo, en el parque en frente de la prepa Berkeley. Y con motivo del aniversario de la guerra, el 19 de marzo, está organizando un día de resistencia en la oficina de reclutamiento militar y paros estudiantiles.

Aprender lecciones y tratar cuestiones importantes

Durante todo el transcurso de esta lucha, los participantes, especialmente los estudiantes, han debatido cuestiones y aprendido lecciones muy importantes. ¿Qué sistema de guerra y opresión apoyan estos derechistas? ¿Qué tiene de malo la consigna “apoyar las tropas”? ¿A quiénes sirven y protegen las policías? ¿Cuál fue el papel de los administradores de la escuela que mandaron que los estudiantes regresaran a clase? ¿Y los maestros que animaron a los estudiantes a entrarle al debate? ¿Qué onda con nosotros, los activistas contra la guerra… cuál futuro representamos? El Club Revolución del Área de la Bahía ha estado en medio de todo esto, luchando contra el sistema y transformando al pueblo para la revolución. Como planteó la bandera que cargaba el Club Revolución el 22 de febrero: “¿Cuál futuro para la juventud: Asesinos por el imperio o emancipadores de la humanidad?”

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