Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Irak: Estados Unidos traiciona otra vez a los kurdos

Obrero Revolucionario #1253, 3 de octubre, 2004, posted at http://rwor.org

20 de septiembre de 2004. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. A continuación una traducción abreviada de un artículo del número de agosto de Haghighat, órgano del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta). Los comentarios entre corchetes son nuestros.

Cuando Estados Unidos invadió y ocupó a Irak, solicitó la ayuda de dos partidos gobernantes del Kurdistán iraquí: la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) y el Partido Democrático del Kurdistán (PDK). A cambio, prometió que el futuro Irak tendría una estructura federal [es decir, se dividiría al país en estados según los grupos étnicos y se les daría cierta autonomía. Tendría poder de veto sobre la legislación nacional cualquier grupo de tres estados, específicamente los tres estados kurdos que corresponden a las tres provincias kurdas de hoy].

Estos dos partidos, que representan el feudalismo y el gran capitalismo en el Kurdistán, confiaron en esa promesa y trabajaron por hacer creer a la población kurda que Estados Unidos rescataría a los kurdos y a los demás iraquíes de las garras del gobierno de Saddam Hussein y desocuparía las cárceles y cámaras de tortura. En poco tiempo, se destaparon estas mentiras. Los dirigentes respondieron diciendo: "No importa que Estados Unidos sea brutal, pues lo importante es que prometió darnos un gobierno federal". Y pronto se destapó esa mentira.

Ahora la población kurda en Irak está preocupada. Los miembros de estos partidos dicen: "Ya ha comenzado la cuenta regresiva hacia la traición estadounidense de los kurdos". El dirigente de la UPK, Jalal Talabani, ya no puede jactarse de lo "inteligente" que era amarrar el futuro de los kurdos a la maquinaria de guerra de los imperialistas. Massoud Barzani, dirigente del PDK, pone peros, pero dice firmemente: "Obtendremos nuestros derechos". Pese al engaño, de nuevo se ha sabido que Estados Unidos no fue a Irak en plan de darle derechos a nadie sino a barrer todos los derechos a fin de salvar su imperio y sacrificar a enemigos y amigos por igual hacia tal fin.

El primer proyecto de la nueva constitución de Irak lo aprobaron en marzo Paul Bremer [administrador yanqui del país] y el "consejo de gobierno" que nombró. El proyecto contiene un artículo sobre la formación de estados kurdos en el marco de una federación. Pero con el paso del tiempo, Estados Unidos decidió que tal estructura no traería estabilidad. [Hace unos meses se dio la primera señal del cambio de posición cuando] la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU acerca del futuro gobierno de Irak no mencionó el derecho de los kurdos a un gobierno federal. Los partidos kurdos protestaron, y Estados Unidos los ignoró. Con esa resolución, Bremer escogió a una bola de reaccionarios iraquíes para formar el gobierno interino. Estados Unidos le prometió a Barzani y Talabani que obtendrían el puesto de presidente o el de primer ministro y otros puestos ministeriales importantes. Pero no ocurrió así. [Nombraron a un dirigente de la PUK presidente del consejo interino, un seudoparlamento sin poderes reales. Los kurdos obtuvieron 24 de los 100 lugares en ese cuerpo cuya primera reunión la interrumpió fuego de morteros en la Zona Verde, donde se reunía en el cuartel general yanqui.]

Estados Unidos ha dejado en claro que le interesa más forjar alianzas con las clases dominantes árabes tradicionales y con los elementos feudales y compradores chiítas [dirigentes tribales y empresarios dependientes de potencias extranjeras] y reaccionarios clérigos chiítas, que los elementos feudales y compradores kurdos. Como se sabe, las autoridades yanquis siguen yendo al Kurdistán para entrevistarse con los dirigentes kurdos. Prometen cientos de millones de billetes verdes y reparten besos de acuerdo a la tradición kurda. Esto complace mucho a los dirigentes kurdos. Pero las clases dominantes del Kurdistán iraquí no tienen prioridad en la lista de fuerzas con que quiere formar alianza Estados Unidos. Éste reemplazó a Saddam Hussein con otro baazista, Iyad Allawi, a quien nombró primer ministro interino y quien quisiera ser primer ministro vitalicio. Nombró a su primo ministro de Defensa y a unos socios baazistas a otros puestos de seguridad y economía. Sus antecedentes abarcan la sangrienta represión de la resistencia nacional kurda. Por otro lado, esto no quiere decir que los partidos y dirigentes kurdos no vayan a recibir beneficios políticos y económicos; los imperialistas les darían a ellos y a sus familiares apoyo económico y protección. ¿Y las masas del Kurdistán?

Muchas masas del Kurdistán iraquí esperan que la UPK y el PDK desafíen la traición del nuevo gobierno y Estados Unidos. Pero tal esperanza no tiene fundamento, pues los dirigentes de esos partidos son terratenientes feudales y capitalistas compradores, y son sirvientes políticos del imperialismo estadounidense y de las potencias reaccionarias de la región. No se opondrán a Estados Unidos y las potencias regionales en aras de los intereses de las masas (ni siquiera de los intereses de las masas kurdas). Sus propios intereses de clase los llevaron a adoptar una posición proestadounidense en primer lugar. De eso no hay duda, pero esta situación embaucó a muchísimos intelectuales y masas del Kurdistán iraquí. Ningún grupo progresista del Kurdistán iraquí o iraní desenmascaró los asombrosos cuentos míticos de Talabani. Su conclusión de que "por primera vez los kurdos están del bando ganador" era tanto temeraria como muy venenosa. Decía que era bueno tomar partido con los imperialistas invasores y no con el pueblo (kurdos y árabes) y que había que celebrarlo. Pero esta situación es malísima para la justa lucha del pueblo kurdo. La culpa recae sobre los dos partidos kurdos que han conducido al pueblo hasta este punto.

Hoy, los partidos del Kurdistán iraquí están ayudando a la consolidación del gobierno de Allawi, que es otra traición, pues el nuevo gobierno es definitivamente el enemigo jurado del pueblo kurdo.

En marzo, cuando el primer proyecto de constitución aprobado estipuló la formación de estados federales en las tres provincias kurdas, las masas celebraron. Hasta en algunas ciudades del Kurdistán iraní bailaron con júbilo en las calles. Pronto se esfumaron esas esperanzas. ¿Y si el imperialismo estadounidense de verdad hubiera aceptado un estado kurdo en una federación iraquí y se hubiera formado tal gobierno? ¿Y si se pudieran haber satisfecho las aspiraciones políticas y económicas de la mayoría de la población del Kurdistán? ¡Para nada! Tal gobierno pudiera haber consolidado el poder económico y político de una pequeña parte de la población del Kurdistán, es decir, el poder económico y político de los terratenientes feudales y la gran burguesía y los peleles de los dos partidos gobernantes.

No se operarían cambios fundamentales en el futuro del resto de la población. Imaginémonos que se haya establecido un gobierno kurdo separado, de esos estados reaccionarios dependientes del capitalismo mundial como Irán, Turquía y Arabia Saudita. ¿Operaría un cambio fundamental la adición de un estado kurdo reaccionario a los demás estados reaccionarios del Medio Oriente para el futuro de la mayoría de las masas kurdas? ¿Tienen los obreros y campesinos del Kurdistán intereses más afines a los de las clases compradoras y feudales kurdas o a los de los obreros y campesinos árabes?

Éstas son preguntas difíciles pero reales. Es necesario reconfigurar el ambiente político en el Kurdistán iraquí. Veamos la situación desde el punto de vista de los obreros y campesinos del Kurdistán: ¿les conviene ayudar a consolidar el poder de las clases reaccionarias en Irak y el Kurdistán, y de la dominación del imperialismo estadounidenses en el Medio Oriente? ¿Les conviene tomar partido con estados Unidos y el nuevo gobierno de Irak y reprimir a los pueblos árabes para que la UPK y el PDK puedan ocupar altos puestos? Claro que no, mil veces no.

¿No existen personas que estén hartas del servilismo de los dirigentes kurdos hacia Estados Unidos y de su parasitismo, planes económicos exprimidores y mentiras en pos de "la política de lo posible"? Dondequiera que estén tales personas, son los avanzados y deben buscar las respuestas claras y correctas a estas preguntas, llevarlas a las masas y fusionarlas con las masas. Eso es una parte de la lucha de clases en el Kurdistán iraquí.

El imperialismo yanqui jamás puede liberar al pueblo kurdo del yugo de la opresión nacional, pues Estados Unidos es el mayor opresor de nacionalidades en el mundo. La opresión nacional únicamente se puede eliminar en el marco de una revolución de nueva democracia y socialista y de la unidad internacional de los pueblos. Comparemos al Irak ocupado con las regiones liberadas de Nepal bajo el control de los comunistas. Las zonas liberadas de Nepal son el único lugar en el mundo actual en que se ha concretado el derecho a la autodeterminación. Con el apoyo del Ejército Popular de Liberación y la dirección del Partido Comunista de Nepal (Maoísta), las minorías nacionales oprimidas han formado sus propios gobiernos autónomos. Los comunistas no esperan cien años para plasmar su programa. Lo concretan justo después de tomar el poder político y, en el caso de Nepal, antes de la toma del poder político nacional, y liberan a las masas del yugo de la opresión.

Lo crucial en el Kurdistán iraquí es que se levante un grupo de intrépidos combatientes comunistas que desafíen en los frentes ideológico y político a los dirigentes kurdos iraquíes y forjen una línea política para que las masas kurdas puedan apartarse y oponerse a la línea de estos dos partidos, y que convoquen a los luchadores árabes a apartarse del fundamentalismo religioso y de los baazistas, quienes trafican con el justo odio de las masas árabes contra Estados Unidos y el nuevo gobierno iraquí. Y que juntos, desarrollen una dirección común para preparar el derrocamiento del nuevo gobierno títere de Irak, expulsar a los invasores y construir un nuevo Irak que pertenezca al pueblo, en que se reconoce el derecho a la autodeterminación y a la unidad voluntaria de todas las nacionalidades. Tal unión voluntaria y camaraderil únicamente se podrá concretar con el derrocamiento de las clases reaccionarias kurdas y árabes, la expulsión de los imperialistas y la eliminación del sistema económico y social semifeudal dependiente del capitalismo mundial.

Únicamente el comunismo representa los intereses fundamentales, actuales y futuros, de las masas oprimidas de todos los países y nacionalidades. El comunismo es algo muy distinto a los miles de años de supersticiones e ideología nacionalista estrecha. Las masas no toman conciencia de tales ideas por su cuenta. Para llevar estas ideas a las masas, los militantes comunistas tendrán que trabajar de manera dura e intrépida, para que éstas puedan ver dónde está el futuro. Eso es una importante parte de la lucha de clases y es una de las más importantes actividades que es necesario llevar a cabo en el Kurdistán y otras partes de Irak. Dondequiera en el mundo que se intente construir tal futuro, pertenecerá a las masas populares y no a una bola de reaccionarios. Es necesario impulsar la difusión del comunismo y la formación de partidos comunistas.