Bob Avakian sobre el internacionalismo

¿Residuo del pasado o vanguardia del futuro?

Obrero Revolucionario #1263, 26 de deciembre, 2004, posted at rwor.org

Nota de la redacción: A continuación publicamos unos pasajes de una charla reciente de Bob Avakian. Hemos añadido las notas.

Al volver a leer unos comentarios que escribí sobre la lucha y el movimiento internacional (centrados en la cuestión de la contradicción principal en el mundo)1, me llamó la atención el hecho de que aunque la cuestión de la contradicción principal (y la posición básica de nuestro partido hacia ella) está muy relacionada con principios cruciales para el movimiento internacional, y específicamente con el concepto y la práctica del internacionalismo, es necesario abordar y debatir más directa y explícitamente la cuestión del internacionalismo en sí en el movimiento comunista internacional.

En las notas sobre epistemología,2 señalé que me he empeñado en hacer una ruptura epistemológica desde los tiempos de Conquistar el mundo (CEM).3 Pero al releer CEM y también "Impulsar el movimiento revolucionario mundial: Cuestiones de orientación estratégica",4 (otra charla que di a principios de los años 80), me impactó ver que además de una ruptura epistemológica también se ha dado una ruptura con respecto al internacionalismo proletario. Repito, se da en CEM y en "Impulsar", y esta última segunda charla en especial no ha recibido el estudio y la discusión que requiere.

En ambas obras (y un poco más desarrollada en la segunda) se halla una nueva síntesis del internacionalismo: lo que es y lo que implica. Se halla una discusión sobre el modelo de internacionalismo de Connolly, un revolucionario irlandés contemporáneo de Lenin cuyo punto de partida era "de la nación hacia fuera", que planteó esencialmente una visión nacionalista del internacionalismo, en contraposición a la visión de Lenin. "Impulsar" presenta una discusión elaborada de la definición de internacionalismo de Lenin: esforzarse por la revolución en el país propio y apoyar esa línea y programa en otros países. Explica la posición de Lenin (que argumenta por ejemplo en "La revolución proletaria y el renegado Kautsky")5 de que la orientación fundamental no debe ser "mi país" sino mi contribución a la lucha revolucionaria mundial. "Impulsar" también critica la visión predominante del internacionalismo en el movimiento comunista internacional, que se inclina a la posición de Connolly (aunque no era comunista), a la noción de que el internacionalismo es algo que le ofrece un país a otro, y que parte en la práctica más de "mi país" que de mi contribución a la revolución mundial. Pero además de criticar esa posición y hacer una ruptura con ella, algo sumamente importante y novedoso de "Impulsar" es que exhorta a combinar la definición de internacionalismo de Lenin con la orientación de partir primero que todo del nivel mundial; a examinar el mundo en su totalidad para determinar en cualquier momento dado dónde se pueden lograr los avances más importantes para toda la lucha internacional, por medio de una combinación de factores objetivos y subjetivos; y a que los partidos de cada país obren en consecuencia y den apoyo político para contribuir a esos avances, aun a costa de sacrificios de parte de los partidos en cuestión y de la lucha en "su" país.

La exhortación a sintetizar esos dos aspectos es nueva en el movimiento internacional, pero no ha recibido la suficiente atención.

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Aquí quisiera hacer unos cuantos comentarios más sobre esa concepción del internacionalismo y sobre el énfasis de que la arena internacional es fundamentalmente decisiva. Esto supone una crítica al punto de Mao sobre las condiciones internas y externas (que para la lucha y el cambio en un país dado las condiciones internas son decisivas, y que las condiciones de "fuera" del país son externas y secundarias). Hace unos años publiqué en el OR el artículo "La base filosófica del internacionalismo proletario,6 que sustentaba que en la época del imperialismo en particular la arena internacional y los cambios y sucesos a ese nivel son más decisivos y determinantes de lo que pasa en un país que las "condiciones internas" tomadas por sí mismas. Este es un punto sumamente importante... y sumamente polémico.

Sin embargo, ni nosotros ni nadie debe pensar que eso significa que estamos, como Lenin dijera una vez, "suspendidos en el aire" y que no se puede hacer la revolución en un país dado porque la arena internacional es fundamentalmente decisiva. Eso es una vulgarización mecanicista de este principio. Hace poco encontré esta cita de El falso comunismo ha muerto... ¡Viva el auténtico comunismo!7al releer "Vencer las dos grandes cuestas",8 y me parece muy importante en este contexto:

"...esas condiciones [las condiciones necesarias para el comunismo] solo se pueden alcanzar a escala mundial, después de un largo y tortuoso proceso de transformación revolucionaria en que habrá un desarrollo desigual, la toma del poder en diferentes países en diferentes momentos, y una compleja dialéctica entre las luchas revolucionarias y las transformaciones revolucionarias de la sociedad en esos países; una dialéctica en que lo fundamental y decisivo en última instancia es la arena internacional, y en que el efecto mutuo y el apoyo mutuo de las luchas de los proletarios de cada país constituyen el eslabón clave para transformar cabalmente al mundo entero" ( El falso comunismo, p. 107, nota de pie).

En otra parte de "Vencer las dos grandes cuestas" se recalca un punto relacionado:

"la iniciativa que tomen la vanguardia revolucionaria y las masas en ciertos países y los avances que logren en la lucha revolucionaria afectarán de manera significativa la situación y la lucha internacional y podrían, en ciertas circunstancias, transformarla cualitativamente. Este es otro ejemplo de la relación dialéctica entre la situación y los acontecimientos al nivel mundial y en ciertos países, y del ‘entremado’ e interpenetración constante entre ellos, como el hecho de que se pueden encontrar aspectos del uno dentro del otro. Los cambios que se dan en ciertos países son simultáneamente parte de este aspecto (el país en particular) y del otro aspecto (la situación mundial), y los grandes cambios que se dan en un país en particular son parte de la situación internacional y a la vez la afectan de manera significativa... Reconociendo que la arena internacional desempeña el papel decisivo en última instancia, y tomando como punto de partida fundamental la lucha revolucionaria mundial y hacen todo lo posible para con tribuir a esa lucha, ellos [la vanguardia y las masas de ciertos países] deben tomar la máxima iniciativa posible en cualquier momento dado, transformar necesidad en libertad al mayor grado posible, y no desviar el ojo de la meta para no perder ni desperdiciar la oportunidad de vencer la primera gran cuesta y conquistar el poder dondequiera que tal oportunidad se presente, por medio de cualquier combinación de factores objetivos y subjetivos en un país dado o por todo el mundo".

¿Residuo del pasado... O vanguardia del futuro?

Todos estos asuntos se concentran en una pregunta que se le plantea a nuestro partido y a todo el movimiento comunista internacional: ¿vamos a ser simplemente un residuo del pasado (de las olas pasadas de la revolución proletaria) o vamos a ser una vanguardia del futuro? Con todas las vueltas y revueltas que supone (recordando la importante observación de Mao de que el futuro es brillante pero el camino es tortuoso), ¿vamos a ser los representantes de la revolución del futuro? Eso es lo que se está batallando hoy, y hay que batallarlo de una forma más concienzuda y sistemática. ¿Vamos a ser un residuo del pasado o una vanguardia del futuro? La concepción y, por ende, la práctica del internacionalismo proletario tiene enorme impacto en esas dos posibilidades, esos dos caminos: ser residuo del pasado o vanguardia del futuro.


NOTAS:

1. Esos comentarios son parte de un debate en el cuarto plenario del Comité Central del PCR,EU en 1980 y salieron en el OR No. 132 (27 de noviembre de 1981) con el título "Contradicciones fundamental y principal al nivel mundial". El OR volvió a publicar el documento en el No. 172 (17 de septiembre de 1982), junto con un nuevo artículo titulado "Más sobre la contradicción principal en el mundo actual".

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2. "Sobre epistemología: Sobre conocer, y cambiar, el mundo", OR No. 1262 (9 de diciembre de 2004).

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3. "Conquistar el mundo—Deber y destino del proletariado internacional", revista Revolución No. 50, diciembre de 1981.

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4. Revista Revolution No. 51, primavera de 1984.

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5. V.I. Lenin, La revolución proletaria y el renegado Kautsky, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekín: 1972.

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6. OR No. 96 (13 de marzo de 1981).

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7. Bob Avakian, El falso comunismo ha muerto... ¡Viva el auténtico comunismo!(Chicago: RCP Publications).

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8. "Vencer las dos grandes cuestas: Más acerca de conquistar el mundo" es una charla de Bob Avakian de fines de los años 90. Unas partes de la charla salieron en el OR y están en la internet en rwor.org. La serie "Sobre la democracia proletaria y la dictadura del proletariado: Un punto de vista radicalmente diferente sobre cómo dirigir la sociedad" salió en el OR Nos. 1214 a 1226 (5 de octubre de 2003 a 25 de enero de 2004). La serie "Cómo vencer la cuesta" salió en el OR Nos. 927, 930, 932 y 936-940 (12 de octubre, 2 de noviembre, 16 de noviembre y 14 de diciembre de 1997 a 18 de enero de 1998). Otras dos partes de esa charla son "Materialismo y romanticismo: ¿Podemos prescindir de los mitos?" en el OR No. 1211 (24 de agosto de 2003) y "Otro vistazo a George Jackson" en el OR No. 968 (9 de agosto de 1998). Todos estos artículos se pueden encontrar en la internet en rwor.org.

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