Issue and Date
Revolución #134, 29 de junio de 2008
Número actual | Números Anteriores | Bob Avakian | PCR | Temas | Comunícate |
Notas de un reportero desde San Francisco
California permite el matrimonio gay: Una batalla se avecina
A partir de las 5:01 p.m. el 16 de junio, las parejas del mismo género tienen el derecho a casarse en California. Durante siglos, a los gays y las lesbianas se les ha negado ese derecho básico. Han tenido que esconder sus relaciones porque se consideran un vil estigma, y por el peligro de ser encarcelados, golpeados o asesinados. Ahora las parejas gays y lesbianas —al menos en California— tienen el derecho básico al estado legal y la protección económica que el matrimonio formal otorga.
El 15 de mayo, la Suprema Corte de California dictaminó que eran inconstitucionales las leyes que excluían a las parejas gays y lesbianas del derecho a casarse.
Afuera del palacio municipal de San Francisco, cientos de personas se reunieron para celebrar el primer casamiento. En San Francisco, la primera pareja que se casó fue la de Del Martin, de 87 años, y Phyllis Lyon, de 83 años, activistas en las primeras filas del movimiento por los derechos de gays desde que se juntaron en 1953. Reinaba un ambiente festivo; la gente cantaba mientras tocaba la Banda por la Libertad de Gays y Lesbianas de San Francisco, y coreaba cada vez que las parejas entraban y salían del edificio.
También asistió un número reducido de rabiosos manifestantes anti-gay. Estos reaccionarios llevaban letreros como: “El sexo entre maricones es un peligro para la seguridad nacional”, “Dios odia a los promotores de putos”, y “El sexo entre maricones es pecado”. Dos hombres en playeras que decían “Amar a Jesús” cargaban una bandera grande que pedía la criminalización de relaciones homosexuales. Cuando un hombre en la muchedumbre sufrió lo que parecía un ataque cardíaco, uno de los manifestantes cristianos le gritó a su cuerpo inconsciente: “¡Te agarró Satanás! ¿Qué te está diciendo el Diablo en el oído ahorita?”.
A la gente le dio coraje que estos fanáticos intolerantes hayan tenido las agallas de venir a protestar, y empezó a gritarles y burlarse de ellos. Otros se sacaron fotos besándose delante de una bandera que decía “Criminalizar de nuevo la sodomía”. Un letrero grande traía la tapa del nuevo libro de Bob Avakian, “¡Abajo todos los dioses! Desencadenar la mente y cambiar radicalmente el mundo”.
El día siguiente fue el primer día completo de casamientos en San Francisco y el resto del estado. Mucha gente se presentó en frente del palacio municipal de San Francisco —activistas gay, comunistas revolucionarios, gente religiosa progresista, etc.— para celebrar y felicitar a los recién casados. Feligreses de una iglesia unitaria servían pastelitos y ofrecían a las parejas gay el uso de su iglesia para sus bodas. Un pastor anglicano llevaba un letrero que decía, “Franciscanos por el matrimonio para los del mismo género”. Un templo judío progresista armó un baldaquín que es parte de la boda tradicional judía.
Revolución habló con un hombre que agitaba una bandera arco iris desde las gradas del palacio municipal. “Estoy aquí para apoyar a mis hermanos y hermanas en esta causa, para ser iguales. Lo merecemos después de tantos años de ser ciudadanos de segunda. Quería demostrar mi solidaridad y estar presente por ellos aunque no me estoy casando yo,” dijo. También estaban presentes simpatizantes del PCR, en solidaridad con el derecho de la gente gay a casarse.
Otra pareja, vestidos en esmoquin, juntos desde hace 12 años, se habían casado hace cuatro años en San Francisco pero después la corte se lo anuló. Explicaron por qué les era importante casarse el primer día: “Queríamos ser parte de la historia y estar aquí con todas las otras parejas”. Su pareja añadió: “Es bonito tener los mismos derechos que todos los demás”.
Un grupo de universitarios vino manejando desde San José para ser parte de la celebración en San Francisco. Uno de ellos, que llevaba un letrero de colores vivos con los caracteres en colores del arco iris, le dijo a Revolución: “Todo mundo debe tener la oportunidad de casarse. Es como una validación de ser un ser humano. Que nuestros sentimientos son reales y nuestras relaciones son reales”. Otro preguntó: “¿Cómo es posible prohibir el amor?”.
Se avecina una batalla
Al mismo tiempo que muchos celebraban, los grupos que se oponen al matrimonio gay han estado movilizando para fomentar odio y prejuicio contra los gays y las lesbianas y para revertir la victoria.
Los empleados del registro civil de los condados de Kern y Merced dijeron que ya se negarán a oficiar en ningún matrimonio, aunque se permitirá a las parejas (del mismo género o de diferentes géneros) solicitar actas de matrimonio. Eso recuerda a las autoridades municipales racistas durante el movimiento por los derechos civiles que preferían cerrar instalaciones públicas que eliminar la segregación en ellas. Los empleados de los condados pidieron que les asesoraran los abogados del Alliance Defense Fund (Fondo de la Alianza por la Defensa), un grupo cristiano de abogados cuyo motivo es de entablar demandas para eliminar la separación entre iglesia y estado. En los días antes del 16 de junio, Alliance Defense Fund acudió a las cortes federales para tratar de impedir los matrimonios.
Las fuerzas fascistas cristianas juntaron más de 750.000 firmas para una iniciativa que someterá a votación en las elecciones de noviembre una enmienda a la constitución estatal que, de aprobarse, la cambiará para estipular que el matrimonio solo trate de un hombre y una mujer. Estas fuerzas han anunciado que van a gastar docenas de millones de dólares y traer a activistas antigay de todo el país con tal de asegurar que triunfe esta iniciativa.
El multimillonario Howard Ahmanson, el partidario más prominente de la iniciativa, ha donado $400.000. Tiene vínculos con el movimiento Reconstruccionismo cristiano, según el cual la sociedad civil debe gobernarse por leyes bíblicas. En 2004 Ahmanson dijo que lo “básico” no era que una sociedad mate a pedradas a los que se oponen a la ley bíblica, pero que hay que apoyar una sociedad que elige hacerlo.
Otro promotor importante de la iniciativa es el grupo Enfoque a la Familia, cuyo líder es James Dobson. Uno de los líderes más influyentes del movimiento fascista cristiano es conocido por acusar a Bob Esponja de promover un “programa homosexual”. Dijo que el matrimonio gay “destruirá la tierra” (The Daily Oklahoman, 23 octubre de 2004).
Fuerzas fascistas cristianas como estas influyen muy fuertemente en todos los niveles del gobierno y las fuerzas armadas. Dicen que el matrimonio gay es una amenaza a las relaciones sociales patriarcales (dominadas por el hombre). El matrimonio gay, en sí, no debilitará y destruirá el patriarcado. Pero, como el patriarcado es un elemento fundamental que define la sociedad, algunos sectores de la clase dominante consideran un serio reto a las relaciones opresivas tradicionales el hecho de que algunas personas rompan con algunas formas más tradicionales del patriarcado, como pedir una igualdad formal para las parejas del mismo género.
En los últimos años, las fuerzas opuestas al matrimonio gay han promovido su programa de odio a nivel nacional. Han tratado de imponer una enmienda a la Constitución federal que prohíba el matrimonio gay. Actualmente 27 estados tienen enmiendas a sus constituciones que prohíben el matrimonio gay, y 41 han aprobado leyes que dictan que solo puede haber matrimonios entre hombre y mujer. Pero, que no se olvide que en la mayoría del territorio nacional, California incluida, dos personas del mismo género que caminan por la calle tomadas de la mano se arriesgan a que los golpeen o hasta que los maten.
Es necesario que aquellos que se oponen a la discriminación contra los gay y a los ataques contra los derechos de la mujer, reconozcan las implicaciones de la batalla acerca del matrimonio gay en California y resistan activamente. ¿Quién quisiera vivir en un mundo en que la gente sufre acosamiento, discriminación, degradación y asesinato por su orientación sexual?
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.