Revolución #142, 7 de septiembre de 2008


Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Recordando a Mahmoud Darwish (13 marzo 1941-9 agosto 2008)

18 de agosto de 2008. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. El célebre poeta palestino Mahmoud Darwish murió el 9 de agosto después de complicaciones de una cirugía cardiaca. En vida, fue una de las pocas personas en el mundo que podía llenar un estadio de fútbol con al menos 25.000 personas para sus recitales de poesía. Tenía un lugar especial en el corazón de las masas de Palestina y del mundo árabe, a la vez que era muy estimado por muchos intelectuales de muchos países. Su poesía capturó de forma mágica el pulso del dolor palestino, haciendo reír y llorar a los lectores. En su muerte, multitudes de palestinos le rindieron homenaje como símbolo y expresión de las aspiraciones palestinas por el regreso de su tierra, su país. Darwish puso en palabras la pasión colectiva que sienten hombres y mujeres, ricos y pobres, educados o no que fueron y son víctimas de la Nakba, la limpieza étnica y la ocupación de sus tierras por parte del sionista Estado de Israel desde hace 60 años. Sus poemas se han llevado a la música y se han vuelto himnos para dos generaciones de palestinos y otros.

Fundó una de las revistas literarias del mundo árabe más importantes, al-Karmel, en 1981. Escribió 20 libros de poesía y se ha traducido su poesía a más de 20 idiomas. Su primera colección de poemas en los años 60 incluyó “Tarjeta de identidad”, uno por el que más se le reconoce. Es escrito en primera persona. Una práctica común entre muchos palestinos en esos días era responder a las autoridades israelíes y a los gobiernos árabes hostiles dándoles simplemente un número de identidad. He aquí unos cuantos versos:

¡Escríbelo!
Soy árabe
Y soy el número 50 mil
Tengo un nombre apodo
Paciente en un país
Donde el pueblo está enfurecido

En el tiempo de la Nakba en 1948, él tenía siete años. Huyó con su familia de Birweh, una aldea en Galilea. Su familia volvió en 1949, arriesgándose la vida a manos de las milicias sionistas que habían asesinado a innumerables palestinos que trataron de regresar a sus hogares. Pasó el resto de su juventud de ciudadano israelí de segunda. Su abuelo eligió vivir en un cerro que miraba hacia su tierra. Hasta que murió, el abuelo observaba a los inmigrantes judíos de Yemen que vivían en su casa, a la cual él no podía siquiera visitar. A los 12, Darwish adquirió una reputación como niño poeta precoz. Se le pidió redactar un poema para un recital público del “Día de la Independencia” de Israel. Su poema describía los sentimientos de un niño que retorna a su pueblo para encontrar a otra gente durmiendo en su cama y labrando las tierras de su padre. El gobernador militar lo llamó comparecer y le dijo que si continuara escribiendo material subversivo, el permiso de trabajo de su padre sería revocado. Este incidente marcó a Darwish de por vida.

Sus poemas militantes definieron la existencia palestina ante la afirmación de Golda Meir de que “No hay palestinos”. Fue encarcelado cinco veces entre 1961 y 1976. Al final Israel lo despojó de su “ciudadanía” y se volvió parte de la diáspora palestina. Siendo miembro del revisionista y pro-soviético Partido Comunista de Israel, pasó un año estudiando en la Unión Soviética donde se desilusionó. Se volvió una de tantas personas apátridas que deambulaban por Egipto primero, luego Jordania y al final Líbano. La invasión de Israel al Líbano en 1982 fue otro momento definitivo de la vida de Darwish. En Beirut, vivió bajo el bombardeo y el sitio de la ciudad en medio del silencio ensordecedor del mundo. En los campos alrededor de la ciudad, el ejército israelí montaba guardia mientras los Falangistas Cristianos Libaneses conducían la masacre de Sabra y Chatila.

En 1973 se unió a la Organización para la Liberación de Palestina liderada por Yasir Arafat. En 1987 fue elegido para el Comité Ejecutivo de la OLP, aunque él lo consideraba un rol simbólico. En 1993 rompió con Arafat y renunció a su posición antes de que se firmaran los Acuerdos de Oslo, el acuerdo entre Israel y la OLP organizado por Estados Unidos que era para guiar la actual “hoja de ruta” a ninguna parte y el papel actual de la OLP como lacayo bajo la ocupación israelí. Pero con los Acuerdos, le fue posible regresar a Palestina en 1996. Vivió en la ciudad de Ramala en Cisjordania, y viajaba por Palestina cuando podía, incluyendo a la Gaza.

En los primeros días de la segunda Intifada, el mundo se estremeció ante la tristemente célebre foto de Muhammad al-Durrah, un niño de 12 años, que trataba de protegerse al lado de su padre durante una incursión de las Fuerzas de Defensa Israelíes en septiembre de 2000. Las balas israelíes mataron al niño, a pesar de los esfuerzos de su padre. Darwish escribió: “Amamos la vida, si es que podemos tenerla”.

En 2002, Ariel Sharon lanzó la Operación Escudo Defensivo, una nueva invasión bárbara de las ciudades de Cisjordania, en particular Ramala. En ese tiempo Darwish invitó a varios autores premios Nobel (José Saramago, Wole Soyinka, Juan Goytisolo, Breyten Breytenbach y Russell Banks) para ver la ocupación militar por sí mismos. Breytenbach se acordó del antiguo gobierno de apartheid de Sudáfrica. Banks lo comparó con las reservas amerindias del siglo XIX. La invasión inspiró a Darwish para escribir “Estado de sitio”. Algunas de los versos se dirigen a los soldados israelíes que tiroteaban a su barrio:

Vosotros, los que os habéis quedado en el umbral, pasad
Tomaos con nosotros un café árabe
Acaso os sintáis seres humanos como nosotros.

Otros versos se dirigen al soldado/asesino de un feto:

Si hubiera dejado el feto 30 días,
La situación sería distinta
Puede que la ocupación termine, y el niñito no recuerde los días del sitio,
Y crecería sano,
Y estudiaría la antigua historia de Asia,
En el mismo colegio que una hija suya.
Podrían enamorarse.
Podrían tener una hija (que sería judía por nacimiento).
¿Y ahora qué ha hecho?
Ahora su hija es viuda,
Y su bisnieta, una huérfana.
¿Qué ha hecho a su familia desterrada,
Y cómo es que mató a tres palomas con una bala?

En 2002, un ministro de Educación israelí reformista trató de hacer que se incluyeran cinco poemas de Darwish en un currículo escolar “multicultural”, lo cual levantó un torbellino de controversia en el parlamento israelí donde la propuesta fue derrotada rotundamente. Darwish comentó: “En la escuela, enseñan que el país estaba vacío. Cuando enseñan de poetas palestinos, se rompe ese conocimiento. La mayoría de mi poesía se trata del amor a mi país”. Agregó: “Es difícil creer que el país de mayor poderío militar en el Medio Oriente está amenazado por un poema”. Hasta el final, el gobierno israelí lo consideró a Mahmoud Darwish un enemigo peligroso.

Sus poemas desenmascaran una amplia gama de blancos: al gobierno israelí (por ejemplo, su pretensión de ser la víctima (“Se robó nuestras lágrimas, lobo”)), al gobierno de Estados Unidos (por darle a cada niño palestino el “regalo” de una bomba con que jugar) y a los gobiernos árabes (que se abstienen de ayudar a los palestinos y esconden su ineptitud tras la retórica antisemita).

Siendo nacionalista laico, Darwish estaba deprimido y enojado con Fatah y Hamas, las dos principales organizaciones políticas palestinas. No regateó ningún esfuerzo en criticar su mezquina lucha por el poder, llamándola “suicidio en las calles”.

Esto hace que tenga aún más significado que a su entierro en Ramala fueran miles de personas, haciéndolo el mayor acto político de masas en Cisjordania desde el entierro de Arafat.

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.

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