Revolución #142, 7 de septiembre de 2008
Obscenidades
Ataques derechistas al aborto... y el mensaje de claudicación de Obama
Es realmente OBSCENO lo que pasa por discurso político legítimo en la campaña electoral actual por la presidencia: por ejemplo, el debate sobre el aborto entre Obama y los conservadores derechistas.
La Coalición de Defensa Cristiana y Operación Rescate, dos grupos extremistas anti-mujer y antiaborto, planean 8 días de protestas durante la Convención Nacional del Partido Demócrata en Denver. Esto es OBSCENO de verdad: rezar de rodillas (para que Obama “tome posición por los derechos humanos” y “termine esta guerra trágica contra los niños estadounidenses”) y traer “1.400 rosas por el número de niños afroamericanos” que supuestamente “mueren a diario por el aborto”.
Estos son los “soldados rasos” de la derecha cristiana. Son los fascistas cristianos que han bloqueado y echado bombas a las clínicas del aborto y asesinaron a doctores que practican el aborto durante los años 90; ahora han expandido su cruzada para apuntar contra el control de la natalidad y la homosexualidad. Es un movimiento a ultranza que busca una teocracia en Estados Unidos. Está bien conectado y recibe dirección desde la cúpula de la administración Bush. Sus líderes, como James Dobson y Robert Land, se conferencian por teléfono con la Casa Blanca cada ocho días.
Al mismo tiempo, un grupo llamado “Colorado por Igualdad de Derechos” logró someter a votación en los comicios de noviembre una enmienda a la constitución de Colorado que define “una persona como un ser humano desde el momento que comienza la vida en la concepción”. Define como persona al embrión de una sola célula que apenas se duplica, lo que establece una norma jurídica que teóricamente podría clasificar de homicidio cualquier interferencia en el proceso reproductivo posconcepción por parte de la mujer o su doctor. De ser aprobada, extendería las protecciones constitucionales estatales a todo óvulo fertilizado, y pondría los cimientos para prohibir el aborto y varios métodos de control de la natalidad y para ir en contra de Roe v Wade, el fallo de la Suprema Corte en 1973 que despenalizó el aborto en Estados Unidos.
¿Cuál fue la respuesta de Obama a esta embestida OBSCENA derechista contra la mujer?
Durante una entrevista con Fox News, dijo que cree que “el estado tiene el derecho de restringir el aborto tardío” y que no ha apoyado proyectos de ley que lo restringen porque no han incluido una cláusula que protege la salud de la mujer. Dijo:
“Parte del motivo de no incluir [tal cláusula] era deliberada, porque los que se oponen al aborto, y eso se lo respeto, tienen una vocación moral de oponerse a lo que consideran inmoral. Frecuentemente han tratado de polarizar el debate y hacer que sea más difícil abortar, y así poder tratar de eliminar el aborto en general”.
Luego añade:
“Mi meta es de unificar a la gente, de escucharla. No creo que haya ningún republicano que diga que yo no lo he escuchado, que no respeto sus ideas, que no entiendo su perspectiva. No considero que los demócratas tengan un monopolio de la sabiduría. Mi meta es de sacarnos de este debate polarizador en el cual todos tratamos de anotar puntos políticos superficiales, y poder lograr algo concreto”.
En la vida real, esta palabrería de “terminar el debate polarizador” simplemente significa ceder terreno al buscar puntos en común; acceder a la embestida fascista cristiana derechista contra el aborto al escuchar, entender y unirse con su “perspectiva” e inevitablemente doblarse en diferentes maneras ante este movimiento cienporcien reaccionario.
Hay que prestar atención a lo que Barack Obama ha dicho sobre el aborto tardío porque anticipa lo que podría hacer como presidente. En una entrevista este verano con la revista de rock cristiano Relevant, Obama explicó lo que para él sería “una excepción bien definida para la salud de la mujer”: “Bueno, no creo que la ‘angustia emocional’ se considere parte de la salud de la mujer. Creo que tiene que ser una cuestión física seria que se desarrolla durante el embarazo, por la cual la mujer realmente tiene problemas graves para llevar ese embarazo a término. De otro modo, siempre que exista una excepción médica, creo que se puede prohibir el aborto tardío”.
Descartar “la angustia emocional” como una excepción permisible que justifica un aborto después de los 22 semanas podría usarse contra el fallo Doe v. Bolton que dictaminó la Suprema Corte el mismo día que Roe v. Wade. Según Doe, la excepción que permite el aborto durante la viabilidad del feto debe basarse en “el juicio médico… en vista de todos los factores —físicos, emocionales, psicológicos, familiares y de la edad de la mujer—relativos al bienestar de la paciente”. Más tarde Obama dijo que no era su intención argumentar en contra de Doe, pero la posición que tomó es objetivamente una concesión ante los argumentos para criminalizar no sólo el aborto tardío sino todos los abortos.
Conciliación y claudicación
¿Y el argumento de que “de todos modos la posición de Obama es mejor a la de John McCain”?
La posición antiaborto de John McCain es extremadamente OBSCENA. Durante sus 20 años en el Senado (más 4 en la Cámara de Representantes), siempre ha votado a favor de toda restricción al aborto que discutiblemente cabe dentro del marco de Roe v. Wade. Ha tomado posiciones contradictorias en defensa y también en oposición a una enmienda constitucional para abrogar Roe v. Wade, pero en general se opone al derecho al aborto con excepciones en casos de violación, incesto o si el embarazo pone en peligro la vida de la mujer. Ahora en 2008 se está alineando más plenamente con la plataforma del Partido Republicano que busca una prohibición constitucional nacional al aborto sin NINGUNA excepción.
Al señalar la reaccionaria posición extremista antiaborto de McCain, Obama busca el apoyo de los que quieren parar la embestida derechista contra el derecho al aborto. Sin embargo, aquellos que apoyan a Obama porque creen que sería una respuesta efectiva a los ataques al aborto deben examinar adónde llevarán la posición y el mensaje de Obama: a la claudicación ante los ataques antiabortos que tanto quieren rechazar.
Deben preguntarse seriamente: ¿En qué medida Obama estará preparando el terreno y estará haciendo que sea más fácil para que la gente se trague y se conforme a más ataques contra el derecho al aborto?
Su mensaje de “terminar el debate polarizador sobre el aborto” llama a conciliar dos posiciones irreconciliables, lo que solo llevará que claudicarse y ceder más terreno a los ataques fascistas cristianos contra el aborto. No hay modo de conciliar el derecho fundamental de la mujer al aborto con ataques que en realidad le quitan ese derecho, especialmente cuando tienen el fin de eliminarlo por completo.
No es posible superar las diferencias entre estos dos grupos opuestos, salvo mediante la claudicación del uno al otro. Lo que ha estado ocurriendo durante décadas y lo que la campaña de Obama ha estado señalando es la claudicación ante aquel lado que está decidido a abolir y criminalizar el aborto e imponer la subordinación obligatoria de la mujer al hombre.
La estrategia de la derecha religiosa ha sido de ir derrumbando el derecho al aborto por pedacitos con el fin de criminalizarlo por completo. Y durante décadas los grupos de defensa al aborto tradicionales han cifrado todas sus esperanzas y se han apoyado en los políticos demócratas, igual a Obama, que siempre tratan el aborto apologéticamente (debe ser “legalizado pero raro”) y han cedido cada vez más terreno ante los ataques contra el derecho al aborto. Tras varias décadas esta dinámica nos ha traído a esta situación en la cual, en 2005, no se practica el aborto en el 87% de los condados del país; por lo menos dos generaciones de mujeres jóvenes han crecido creyendo la mentira de que el feto sea una persona; y un núcleo duro de la Suprema Corte quiere anular el fallo Roe v. Wade.
Se despenalizó el aborto en Estados Unidos en 1972 como respuesta a cambios objetivos en la situación económica y social de la mujer en la sociedad y las tremendas luchas en los años 60 que desafiaban las tradiciones milenarias sobre el papel social femenino. El auge revolucionario de los 60, del cual el movimiento de la liberación femenina formó una parte, no se ligó ni se confinaba a los comicios ni la política burguesa, ni se apoyó en ellos. Pero en las décadas posteriores, las dirigentes e instituciones tradicionales asociadas con los derechos femeninos se han subordinado y se han sumado en gran parte al Partido Demócrata. Como resultado, ha regido una dinámica defensiva y perdedora de aceptar en muchos casos la erosión de los derechos reproductivos.
Poco a poco esta estrategia de claudicación y compromiso ha cedido el terreno moral y jurídico y ha cambiado la cultura. Ahora nadie asociado con el movimiento supuestamente esperanzado de Obama va a la Convención Nacional Demócrata a pedir una lucha decidida contra las fuerzas que no solo buscan arrebatarle a la mujer el derecho al aborto sino encadenar a la mitad de la humanidad con una moral y tradición de la Edad de Tinieblas.
¿Te acuerdas de hace 10 años? ¿Serías una de las personas que pensaban: “nunca podrán abrogar Roe v. Wade”? Si es así, debes preguntarte con qué has aprendido a conformarte y a aceptar en el transcurso de estos años. Detente un momento para examinar lo que ha ocurrido; en cuatro años la misma lógica te llevará a cambiar tus opiniones y principios sobre el control de la natalidad, porque es ahí adonde nos lleva la política del cambio en que nos dejan creer. Este es el rumbo el que modelan y preparan la lógica y el lenguaje de “unificar el país” y terminar el debate polarizador sobre el aborto.
La claudicación de aquellos cuya posición política y moral es correcta y progresista ante aquellos que tienen una posición política y moral incorrecta y reaccionaria es lo que Obama sostiene y representa objetivamente y es el camino por el que llevará a los que lo apoyan.
Este es el camino en que no quieren ir todos los que anhelan la liberación de la mujer. Es el camino supuestamente realista que requiere negociar con el terreno político y moral ante los fascistas cristianos, que ni siquiera detendrá el deslizamiento de la política y la cultura del país hacia la derecha. Lo que sí se requiere es una ruptura cabal con la dinámica de obrar dentro de los confines de la política burguesa. Se requiere de una resistencia y una lucha independientes históricas que se rehúsan a negociar sobre principios y a claudicarse, capaz de realmente repolarizar la sociedad en una dirección más favorable al pueblo.
No hay ninguna base objetiva para negarle a la mujer la libertad reproductiva excepto la actual organización de la sociedad. La mujer debe tener la opción de decidir si tener hijos y cuándo, como parte de sus elecciones y decisiones globales sobre qué hacer con la vida; debe tener la libertad de basar su elección en el desencadenamiento del pleno potencial de la mujer de participar en la transformación del mundo hacia la emancipación de toda la humanidad, y no en el estrecho horizonte de lo que sea mejor para ella o su familia individual.
Es una obscenidad que en 2008 la mitad de la humanidad aún vive bajo un anticuado código moral que exige la subordinación y la sumisión de la mujer. Pero para los que se atreven a romper las cadenas de la tradición, hay un mundo que ganar.
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