La pura verdad sobre la invasión israelí de Gaza con aval estadounidense

Enero de 2009: Israel está librando una guerra brutal contra 1.5 millones de gazanos, con el motivo de quebrarle el espíritu de resistencia al pueblo palestino. El 3 de enero, tras siete días de bombardeos, 9.000 ó 10.000 tropas israelíes invadieron a Gaza. Ahora han muerto por lo menos 870 palestinos, de los cuales más de 200 eran niños. Más de 3.300 quedaron heridos, siendo aproximadamente el 45 por ciento de ellos mujeres y niños. (Durante ese período, un total de 13 israelíes han muerto, 4 de ellos por fuego amigo.)

Al cierre de esta edición, Israel se niega a aceptar un cese al fuego, sino al contrario, según se informa, se prepara para intensificar e invadir más profundamente al territorio gazano, con la amenaza de más cerramiento de sangre.

MATANZA EN UNA ESCUELA DE LA ONU

6 de enero: Israel lanzó morteros a una escuela que manejaba la Agencia de Ayuda para los Refugiados de Palestina de Naciones Unidas en el campo de refugiados Jabaliya en la Ciudad de Gaza. Se habían refugiado allí 280 familias, unas 1.674 personas, después de que Israel “advirtió” a los habitantes de abandonar sus casas. La escuela era claramente identificada como tal, y la ONU le había dado a Israel sus coordenadas de GPS para evitar un ataque por equivocación. Pero de todos modos Israel la atacó con el saldo de 46 muertos y 55 heridos. Inmediatamente pretextó que Hamas disparaba hacia las fuerzas israelíes desde el campo de la escuela. Rápidamente se le desmintió cuando un representante de la Agencia de Ayuda para los Refugiados de Palestina de Naciones Unidas, Christopher Gunness, le dijo a Democracy Now (7 de enero): “En la escuela Jabaliya, hemos hecho una investigación inicial a lo que ocurrió. Estamos seguros hasta un 99.9 porciento de que no hubo combatientes en la escuela ni en su campo. No hubo actividad de militantes en la escuela ni en su campo”.

MASACRE DE LA FAMILIA SAMOUNI

Por lo menos 30 miembros de una sola familia extendida, al Samouni, fueron masacrados en el barrio Zeitoun en la Ciudad de Gaza. Unos 110 familiares se habían refugiado en una unidad residencial donde quedaron apiñados, acatando las órdenes del ejército israelí de abandonar sus casas. Al día siguiente las fuerzas israelíes dispararon fuego de morteros repetidamente contra esa zona; durante cuatro días más prohibieron la entrada de ambulancias. Cuando por fin a los trabajadores de auxilio se les permitió pasar, hallaron a cuatro niños en estado de inanación al lado de los cadáveres de sus madres, 40 o 50 cadáveres; y 100 sobrevivientes. Un trabajador médico palestino dijo que encontraron cadáveres a los cuales los tanques habían pasado encima (aplastados por los tanques) y niños muertos parcialmente devorados por perros.

PRIMERO A SITIAR, LUEGO A MASACRAR

La matanza israelí viene después de un sitio de 18 meses que dejó a Gaza una de las zonas más empobrecidas del mundo; con la desnutrición generalizada y la mitad de todas las familias comían una sola vez al día. Ahora más de un millón de gazanos no cuentan con servicios de luz ni de agua y muchos no tienen acceso a la comida. Los sistemas de agua potable y de tratamiento de aguas negras están al borde de desplomarse, que causaría la proliferación de enfermedades. Israel ha bombardeado y destruído los túneles entre Gaza y Egipto que representaban una fuente clave de alimentos, medicamientos y otros suministros de primera necesidad.

FÓSFORO BLANCO Y BOMBAS
DE DISPERSIÓN

Israel está usando bombas de fósforo blanco y de dispersión. Dichas armas sirven principalmente para matar a los civiles o hacerles daño. El fósforo blanco, que se ocupa para crear cortinas de humo, causa heridas y muerte por quemaduras profundas, inhalación o al ser ingestido. Las bombas de dispersión se explotan en fragmentos letales que matan o mutilan. El Cuarto Convenio de Ginebra prohíbe que la población civil sea un blanco militar.