Revolución #188, 10 de enero de 2010
Pasaje de la transmisión por la red de Raymond Lotta:
“El elefante en la sala: ¿Es posible que algo menos que la revolución solucione la crisis ambiental?”
La siguiente trascripción consta de pasajes de una charla transmitida por la red de Raymond Lotta dada el 15 de diciembre de 2009. El autor le ha hecho leves modificaciones para su publicación.
La tierra y la humanidad necesitan la revolución
Grandísimas fuerzas productivas y tecnología ya existen que se podrían usar para resolver la crisis ambiental. Lo que es más importante es que hay miles de millones de personas por todo el mundo con sus vastos conocimientos y creatividad potencial, que se podrían movilizar y desencadenar para encontrar una solución para parar la destrucción de la tierra.
Para salvar el planeta necesitamos la revolución. Y cuando digo revolución no quiero decir solamente que se den muchos cambios y cosas nuevas. Hablo de algo muy específico: el levantamiento del pueblo con una dirección visionaria guiada por el entendimiento más avanzado de la transformación social, sublevándose y derrocando el dominio de la clase capitalista. La revolución significa despojar a los capitalistas imperialistas de su poder económico, político y militar. La revolución significa crear un nuevo poder estatal y una nueva economía, con nuevos objetivos y metas, y las medidas para llevar a cabo esos objetivos.
Necesitamos la revolución para crear sociedades socialistas por todo el mundo con el objetivo de crear un mundo comunista. Un mundo libre de la explotación y toda opresión, un mundo que ya no está dividido en clases, donde hay una riqueza material compartida que satisface los requerimientos de los individuos y la sociedad como un todo. El comunismo es una comunidad de la humanidad mundial en que la gente está cambiando el mundo y a sí misma conscientemente.
Y el socialismo es el primer paso en llegar a un mundo comunista. Bajo el socialismo la humanidad puede interactuar con el medio ambiente de una manera racional y sustentable, regular la producción conscientemente y revertir y transformar la devastación ambiental. En una economía socialista la propiedad y el control de la producción son socializados y existe una economía planificada con el objetivo de servir las necesidades del pueblo. La conservación de los ecosistemas sería integrada como una prioridad central en la planificación y el desarrollo económicos.
El cálculo y la planificación económicos bajo el socialismo
Antes yo hablé del cálculo monetario y la contabilidad capitalistas. Bajo el socialismo el cálculo económico sería radicalmente diferente. Sí, habría que prestar atención a cuestiones de costo y eficiencia. Pero esto ya no sería para servir y buscar las ganancias. El cálculo económico sería guiado por criterios y objetivos amplios: la necesidad social; la sustentabilidad ambiental; lograr equilibrios racionales entre la industria y la agricultura; buscar nuevas maneras de integrar la ciudad y el campo; vencer la división entre el trabajo intelectual y el manual.
Y bajo el socialismo las externalidades de la producción de que hablo —los efectos directos e indirectos que una unidad de producción, una esfera de producción, cualquier región de producción, puede tener en la vida económica, social y ambiental más amplia—, estos efectos, estas externalidades, serían la responsabilidad de la sociedad como un todo. De cierta manera el socialismo “interioriza” estas externalidades y las presenta a toda la sociedad para analizar y entender a fin de buscar cómo lidiar con los problemas y las contradicciones ocasionados por estas externalidades y para movilizar el conocimiento y los recursos y el espíritu de la gente en la sociedad para resolverlos.
La planificación bajo el socialismo sería integrada y multidimensional. Tomará en cuenta cuestiones de la salud y la enajenación del trabajo que la gente quizá experimente, y una economía y sociedad socialista trabajaría conscientemente para promover y avanzar la revolución mundial hacia un mundo comunista.
La sociedad socialista promovería un sentido de aprecio y responsabilidad para la protección del medio ambiente. El socialismo existió en la Unión Soviética entre 1917 y 1956 y en China entre 1949 y 1976. Y la China maoísta, especialmente durante la Revolución Cultural, avanzó de manera muy sorprendente en el desarrollo de la economía de una manera racional y prestó atención a los asuntos ecológicos de una manera que la previa sociedad socialista en la Unión Soviética no hizo. Y Mao hizo grandes avances en entender la planificación socialista como un proceso dinámico que debe servir la transformación más radical de la sociedad y que debe apoyarse en la actividad consciente del pueblo.
Pero se necesita mucho más. Se necesita muchísimo más y muchísimo más es posible, por tres razones:
Uno, el problema ambiental ha llegado a ser más peligroso de lo que era durante la primera ola de revoluciones socialistas en el siglo 20.
Dos, nosotros los comunistas hemos aprendido más acerca de qué tan importantes son los asuntos ambientales a la economía, la sociedad y la supervivencia de la humanidad. En mi opinión ya no es posible hacer la economía política, hacer cualquier tipo de economía política seria sin entender el papel crucial de los asuntos ecológicos y ambientales en el desarrollo de la sociedad y la humanidad.
Y de más importancia, es posible ir más allá y hacer mejor la realización de la revolución socialista debido a la nueva síntesis de Bob Avakian, la que nos da un nuevo entendimiento del tipo de sociedad que el socialismo tiene que ser y una orientación para construir esa sociedad y difundir y promover la revolución mundial.
La nueva síntesis de Bob Avakian abre nuevas posibilidades
Bob Avakian, el líder del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, ha estado desarrollando una nueva concepción del socialismo y el comunismo, un comunismo más vibrante y científico que sí pone una base sólida para ir mucho más allá y hacerlo mucho mejor que en sociedades socialistas anteriores.
Una de las cosas que Avakian ha estado enfatizando es la importancia del fermento intelectual, científico y cultural en la sociedad socialista. Hay que liberar la ciencia de todas las trabas y restricciones institucionales del capitalismo que mencioné antes, como el imperativo comercial, el papel del ejército, etcétera.
Por un lado la sociedad socialista tendrá que movilizar a científicos, ingenieros y ecologistas para trabajar en torno a problemas enormes como el medio ambiente. Habrá la necesidad de organizar grandes movilizaciones, grandes esfuerzos y proyectos enormemente focalizados para tratar el tipo de situación desastrosa que enfrentamos. Pero la sociedad y la humanidad también necesitarán la investigación de gran alcance, nuevas ideas y experimentación que no tendrán una relación tan directa con estos proyectos focalizados. Los científicos tendrán espacios para investigar cuestiones que no se aplican directamente a los problemas de la sociedad. Habrá que apoyar y financiar esta experimentación, y desencadenar la ciencia.
A la vez hay que desenclaustrar la ciencia. Hay conocimientos provenientes de las personas básicas en los lugares de trabajo y las comunidades. La sociedad socialista tiene que promover toda forma de polinización cruzada de conocimientos y experiencia: el intercambio de conocimientos acerca de las ciencias y el método científico entre los meteorólogos e ingenieros y las personas básicas que están chequeando la ciencia, mientras los profesionales aprenderán de los descubrimientos, observaciones y aspiraciones de las personas básicas.
Se popularizará la ciencia en la sociedad. Los grandes debates entre los científicos y ecologistas acerca de cómo resolver el problema del calentamiento global, sobre su escala y cómo se desarrolla: se popularizarán y se aplicarán debates, discusiones e ideas en la sociedad. La sociedad socialista, por medio del estado socialista dirigido por un partido de vanguardia, tendrá que establecer prioridades en el desarrollo: reconfigurar la industria, repartir fondos e insumos, y proteger los recursos naturales.
Tendremos que crear ciudades sustentables. Tendremos que desarrollar sistemas agrícolas que no dañan innecesariamente el medio ambiente, que promoverán tecnologías y prácticas que se pueden adaptar a las localidades y condiciones particulares, y que pueden lidiar con los cambios del clima, que pueden innovar y que pueden responder a los cambios de las necesidades.
Tendremos que satisfacer las necesidades grandes e inmediatas de las masas populares: centrar atención en aquellos que han estado en la parte de abajo de la sociedad, en sus necesidades y requerimientos, y a la vez tendremos que estar desarrollando una economía que ya no está basada en combustibles fósiles. Eso requerirá innovación y esfuerzos extraordinarios además de un entendimiento correcto de las prioridades y cómo movilizar y desencadenar a la gente para que aborde estos problemas.
Pero estas políticas, y en realidad la misma dirección de la sociedad, deberían estar al centro de debates ampliamente en la sociedad socialista: las contradicciones todavía no resueltas de la sociedad socialista, el hecho de que todavía existen diferencias sociales entre profesionales e intelectuales y aquellos que trabajan principalmente con las manos, el hecho de que en la sociedad socialista es necesario usar algunas formas de dinero y precios, el hecho de que en la sociedad socialista todavía existen brechas en el desarrollo entre regiones diferentes además de todavía enormes luchas sociales y batallas ideológicas para vencer el patriarcado y el legado de la opresión de las nacionalidades oprimidas, además del hecho de que no tenemos todas las respuestas para la crisis ambiental.
Todas estas cosas en la sociedad socialista generarán el cuestionamiento…generarán nuevas ideas…generarán protesta, descontento, lucha… hasta levantamientos. ¿Es eso bueno o malo?
Pues, Avakian considera que todo eso es una fuerza que impulsa la continuación de la revolución. En el caso de la crisis ambiental, ha hablado de lo que llama los Arundhati Roy bajo el socialismo. Como se sabe, Arundhati Roy estuvo en las primeras filas de las luchas contra la construcción de diques que contribuyen a la destrucción del medio ambiente en la India. ¿Arundhati Roy y personas como ella tendrán el derecho de protestar bajo el socialismo? Avakian ha recalcado que el socialismo tiene que ser una sociedad que no solamente permite el disentimiento sino lo estimula y lo valora. También hay que tomar en cuenta y luchar con personas como Arundhati Roy a que ayuden a desarrollar soluciones para estos problemas ambientales muy profundos y serios, aunque a la vez con ellas habrá lucha ideológica sobre las cuestiones del socialismo, el comunismo y dónde está yendo la humanidad y hacia dónde tiene que ir.
Todo esto es parte del proceso de llegar a la verdad de la sociedad y del mundo, de promover el pensamiento crítico en la sociedad socialista y capacitar a las masas para que conozcan y transformen más profundamente el mundo. Todo eso se pondrá a veces muy tenso y alborotado, incluso con protestas y levantamientos que podrían desestabilizar la sociedad. Pero todo esto es parte del proceso de llegar al comunismo. La máxima elasticidad y experimentación sin perder el poder, sin perder la revolución y sin perder todo lo que significa para la humanidad del mundo. Hace falta una dirección comunista visionaria, un núcleo sólido como lo llama Avakian, para dirigir hacia adelante este proceso complejo.
Con este entendimiento del socialismo se hace evidente por qué son las propias masas populares el recurso más grande. Se puede movilizar al pueblo con toda su energía creativa, sus conocimientos y su interés para bregar, discutir y debatir, y trabajar juntos, para ver cómo construir una sociedad que proteja en realidad a la humanidad y a la propia vida del planeta mismo. De esta manera la sociedad humana puede apreciar la belleza agreste y asombrosa y la complejidad de la naturaleza, y partir de eso actuar conscientemente como los guardianes del planeta.
En resumen: tenemos que salvar el planeta contra el colapso ambiental y tenemos que crear un mundo radicalmente diferente y mejor.
Algunos principios claves del desarrollo socialista sustentable
Ahora quiero esbozar algunas tareas y retos claves que una sociedad socialista enfrentará, a partir de tomar el poder en lo que hoy es Estados Unidos.
Primero, la cuestión de la relación de una sociedad socialista con el mundo. Una economía socialista sustentable debe redoblar cada esfuerzo para promover y apoyar la lucha para rehacer el mundo por medio de la revolución. Se necesita una revolución socialista y a la larga un mundo comunista para lidiar con esta crisis planetaria. Se necesita vencer todos los sistemas de explotación y opresión y superar y trascender el capitalismo, porque el capitalismo es la causa de esta crisis y la barrera que nos impide actuar seriamente y a fondo para resolver esta crisis ambiental en la escala requerida. Así que la sociedad socialista tiene que estar promoviendo la revolución mundial.
Sin embargo habrá un gran reto, porque la revolución no tomará lugar de manera simultánea en todo el mundo, pero enfrentamos una emergencia ambiental global. Para una sociedad socialista esto significa que no puede poner su desarrollo nacional encima de los intereses de la conservación de los ecosistemas de todo el planeta. La nueva sociedad socialista proveerá asistencia técnica y económica para ayudar limpiar y revertir el daño ambiental en otras partes del mundo. Se compartirán los conocimientos científicos y se eliminarán los derechos de propiedad intelectual.
La nueva sociedad socialista no puede basarse en la explotación, y no se puede construir de modo que reproduzca las relaciones de dominación internacional. Inmediatamente desmantelará todas las bases militares, pondrá un fin a todas las ocupaciones y anulará todos los tratados imperialistas. No se puede construir una economía verdaderamente socialista en un país como Estados Unidos sin hacer añicos sus viejas relaciones económicas internacionales.
Cuando la revolución llega al poder el nuevo estado socialista en lo que hoy es Estados Unidos liquidará todas sus propiedades en otros países. Pondrá fin, abolirá todas sus redes de producción intensivas en contaminación, en mano de obra barata y en manufacturas globales. La estructura de producción y la base de recursos de la nueva economía socialista ya no dependerán de la mano de obra y los materiales de otros países, como los insumos baratos de las maquiladoras en México o la importación de petróleo del extranjero.
Ahora, un objetivo clave de la nueva economía será alejarse rápidamente de la dependencia de los combustibles fósiles no renovables y la tecnología contaminantes a las tecnologías ecológicamente responsables, como la energía solar, eólica y geotérmica. Se eliminarán los sistemas de transporte basados en automóviles, autopistas y combustibles fósiles. Hay que poner un fin al consumo sin sentido del petróleo para que la gente pueda conducir por horas para llegar al trabajo. Se priorizará el transporte público seguro y eficiente en todo el nuevo desarrollo, reestructuración e investigación.
La economía socialista unificará la producción a gran escala con la producción diversificada de pequeña escala. Este sistema de producción ya no se orientará a los productos producidos y enviados a largas distancias sino que supondrá intercambios al interior de las economías locales y regionales en la economía socialista coordinada de la sociedad como un todo.
Ahora, ustedes saben que se transporta el contenido de un plato de comida consumido en Estados Unidos un promedio de 2.400 km del punto de origen a la mesa. El transporte, por su parte, es intensivo en combustibles fósiles y eso tiene que cambiar. Estos son los tipos de retos que nosotros enfrentamos para darle de comer a la gente, pero hacerlo de maneras ambientalmente sustentables, y desarrollar un sistema de transporte que es ambientalmente sustentable.
Se necesita una economía socialista unificada, se necesita la planificación socialista unificada y centralizada para establecer equilibrios y requerimientos claves e identificar requerimientos claves en la producción y la tecnología. Necesitamos una economía socialista unificada para lidiar con las nuevas “externalidades” que enfrentaremos en la sociedad socialista, o sea, esas cosas que surgen de repente provenientes de las actividades de diferentes unidades de producción, de diferentes niveles y regiones de la sociedad y que impactan la sociedad más amplia.
Y las sociedades socialistas, liberadas de los dictados de las ganancias y el control privado, podrán prepararse para enfrentar los desastres naturales como inundaciones, huracanes y sequías, cuyos peligros y efectos requerirán esfuerzos y movilizaciones coordinados de toda la sociedad.
El cambio hacia la autosuficiencia requerirá la conservación de recursos y la transformación radical de las prácticas de producción. Tiene que haber una combinación diferente de lo que se produce para satisfacer las necesidades de la producción y del consumo. El reciclaje y la reutilización de materiales y productos reemplazarán la economía de obsolescencia planificada y productos desechables.
Así que este tipo de economía tiene que combinar la centralización, la coordinación general, el sentido general de dónde las cosas deben ir, estos equilibrios claves, con la descentralización, con todo tipo de experimentación, todo tipo de iniciativa asombrosa por toda la sociedad. Y hay que resumir y aprender de todo esto. Esto es parte de la dinámica crucial de la sociedad socialista y la planificación socialista: la coordinación, administración y dirección centralizadas, y la iniciativa y la gestión descentralizadas. Y esto tiene enormes implicaciones para interactuar racionalmente con el medio ambiente.
Ahora, los cambios de que he hablado, los requerimientos de enfrentar esta crisis ecológica, afectarán el consumo de la nueva sociedad. Se satisfarán las necesidades del pueblo y la nueva economía se esforzará para producir una variedad racional de bienes de consumo. Pero se acabará con la “comodidad” de tener a los trabajadores indonesios atendiendo la demanda de ropa deportiva o a los campesinos en otras partes del mundo atendiendo los gustos del café caro de las personas en esta sociedad. Todo eso claramente conllevará educación y lucha ideológica. A la vez, las necesidades sociales de la gente cambiarán de la mano de la transformación de la vida social. No habrá la misma obsesión con el consumo, con la necesidad de autodefinirse sobre la base de qué y cuánto uno consume.
Por último, al hablar de algunos principios claves del desarrollo socialista sustentable, quiero regresar a las responsabilidades ecológicas internacionales de una sociedad socialista en un país altamente desarrollado como Estados Unidos. En vista de lo que está sucediendo, del grado de esta emergencia ambiental y de la manera en que las fuerzas productivas se han desarrollado y utilizado y qué impacto han tenido en el medio ambiente del mundo bajo el dominio capitalista e imperialista… en vista de todo lo que se ha desarrollado y ha pasado, será necesario recortar sustancialmente la escala de la producción económica en los países ya desarrollados, y esto es una nueva idea para la teoría y el análisis del desarrollo socialista sustentable.
En otras palabras, mientras yo he estado señalando los cambios cualitativos radicales que tienen que tomar lugar en lo que se produce y cómo se produce, también será necesario regular y frenar de manera consciente el crecimiento en lo que hoy son los países capitalistas ricos. [Nota del autor: He recibido algunos comentarios con preguntas sobre la idea de frenar y disminuir el nivel de la producción económica. Tal vez lo presenté de manera exageradamente categórica, sin tomar en cuenta lo suficiente las diversas necesidades y contradicciones que el nuevo estado socialista tendría que manejar. Sigo estudiando el tema.]
Estos son nuevos retos que enfrentamos. Estoy leyendo mucho acerca de esto, tratando de conocer cuáles son las implicaciones. Esto es importante y hay mucho que aprender de los ecologistas, los científicos y los teóricos sociales con diferentes puntos de vista y del trabajo que han estado haciendo.
Esta es la clase de reto que enfrentamos. Tenemos principios de desarrollo socialista sustentable para lidiar con estos retos, pero tenemos que desarrollar mucho más esos principios. Y tenemos la nueva síntesis de Bob Avakian con que podemos desarrollar el tipo de sociedad que podría desencadenar y movilizar a la gente, una sociedad en que no solamente podríamos resolver estos problemas básicos sino también crear un mundo en que la humanidad podría florecer.
Así que a manera de conclusión:
Hoy mismo hay personas protestando en las calles de Copenhague. Algunas tienen pancartas que dicen “tenemos una emergencia sistémica”. Dicen que no podemos esperar hasta que las empresas automotrices encuentren una transición, quizás en 20 años, a coches eléctricos. Dicen que no podemos esperar 50 años hasta que las empresas de energéticos recuperen las grandes inversiones que hicieron en pozos de petróleo y minas de carbón, que no podemos esperar 50 años antes que adoptar prácticas de energéticos renovables.
Hay científicos como James Hansen que con motivo de Copenhague, educan acerca de la gravedad de la situación, para difundir los conocimientos de la ciencia del clima y para señalar que la agenda en Copenhague ofrece muy poco para lidiar verdaderamente con el problema del cambio climático. Hansen comparó lo que estaba en juego moralmente con acabar con la esclavitud. ¿Es permisible acomodarse con la esclavitud, es permisible decir: “pues quizás podríamos aceptar un recorte de 30% de la esclavitud”?
Ya es hora de levantar la cabeza. Ya es hora de aumentar nuestra determinación. Si usted quiere un mundo en que la gente viva y florezca… donde actuemos juntos como los guardianes del globo… donde mejoramos el mundo salvaje y natural en que vivimos…, tiene que unirse con esta revolución, con esta revolución comunista, y difundirla ahora. El propio destino del planeta y de la humanidad está en juego.
Muchísimas gracias.
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