Revolución #190, 31 de enero de 2010


Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

¡Las lecciones de la gran fiesta popular: al pueblo, a las mujeres y a los jóvenes manifestantes de Irán!

Recibimos lo siguiente del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:

El Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta) publicó la siguiente declaración el 31 de diciembre de 2009 que analiza las manifestaciones del Día de Ashura (www.sarbedaran.org; Postfach 900211, 51112 Colonia, Alemania; Haghighat@sarbedaran.org).

Millones de ustedes se levantaron de nuevo el 26 de diciembre. Ustedes desafiaron a un régimen despreciable con sus luchas valerosas.

El levantamiento es la fiesta de las masas y ustedes lograron convertir en su contrario un día que se estableció para engañar al pueblo y reforzar la superstición. Por primera vez en la historia de Irán, en vez de las viejas tradiciones y métodos religiosos que emboban y sin la presencia de los clérigos embusteros chupasangres, ustedes transformaron al Día de Ashura en una fiesta de las masas oprimidas contra un sistema religioso reaccionario. Ésa es la primera lección y hazaña de su batalla.

No cabe duda que la sangre derramada del pueblo regará el árbol de la revolución. Que la tristeza y el dolor de perder a camaradas en las batallas en las calles se convierta en una grandísima furia contra todo el sistema gobernante.

Ustedes mostraron que es posible hacer añicos las barreras y los obstáculos uno por uno. Ustedes tomaron la ofensiva y ésa es la segunda lección y hazaña de su lucha. Ustedes correctamente atacaron el corazón del sistema. El mensaje de ustedes era nítido y explícito. Al corear la consigna “¡Abajo Jamenei!”, ustedes atacaron la totalidad del sistema criminal y exigieron su derrocamiento. Ustedes mostraron que la cuestión central no es el derecho de votar en las elecciones presidenciales o destituir a Ahmadinejad para poner a Musaví en su lugar. Su levantamiento ha inspirado a los oprimidos del mundo y les ha enorgullecido.

Las luchas de ustedes han mostrado que buscar caminos pacíficos en la lucha con un enemigo acérrimo es una fantasía. Desde hace unos meses todos los medios, sean nacionales o internacionales, en representación de potencias pequeñas y grandes, de la Voz de América a las voces de ex líderes fuera de la estructura del poder como el movimiento verde y las fuerzas nacionalistas religiosas, plantean la no violencia frente a la represión sangrienta. Pero la verdad es que solamente se puede obtener la libertad a la luz del sacrificio intrépido, a la sombra de una ofensiva valiente contra el palacio de opresión e injusticia y al resplandor de una orientación sin tregua frente a la República Islámica de Irán. La historia de la lucha de clases es la historia de batallas sangrientas entre los reaccionarios gobernantes y los oprimidos que trabajan. La lucha de ustedes arrojó de nuevo una luz sobre esa verdad fundamental.

Su lucha contribuyó a la contienda y las confrontaciones dentro del campo del enemigo. En los últimos meses muchos pensaban que era posible agrandar las grietas al interior de las fuerzas de la República Islámica apoyando a una facción en contra de otra, pero la principal razón de estas divisiones entre los dirigentes de este sistema es que los pilares principales del sistema se están viniendo abajo y las facciones diferentes al interior del sistema están buscando una manera de rescatarlo. El sistema ya no es capaz de controlar a ustedes ni el mayor descontento en toda la sociedad. Resultó que su lucha ha sido la única manera de hacer añicos el cuerpo unido y unificado del campo del enemigo. Y ésa es la cuarta lección y hazaña de su lucha.

Los líderes de la camarilla gobernante querían tomar control de su furia quitando a algunos títeres (funcionarios) secundarios como el asesino juez Said Mortazavi [el juez de mala fama supuestamente responsable de haber detenido a los manifestantes presos en la prisión Kahrizak. También se le acusa de estar involucrado en la muerte de Zahra Kazemi, la reportera iraní-canadiense]. Pero ya es muy tarde y hay que sacar a la República Islámica. Ya es hora de que la estructura de poder gobernante sacrifique a figuras más grandes y tal maniobra causará muchísimas tensiones en las relaciones entre sus varios campos. Algunos clérigos ya han empezado a hablar de la conciliación, pero a la vez la facción gobernante ha lanzado una campaña para detener a los asesores y partidarios de Musaví, matando a aquellos que están cercanos a él y bloqueando el discurso de Jatami (Muhammad Jatami, el ex presidente reformista de Irán). [Cada año Jatami da un discurso el Día de Ashura en Jamaran, donde antes vivió Jomeini. Este año la camarilla gobernante no lo permitió. Ataques de fuerzas no uniformadas también han interrumpido y parado muchos de sus discursos].

En los últimos meses el levantamiento revolucionario ha pasado por giros y vueltas. Nuestra lucha ha alcanzado nuevas etapas y batallas serias y agudas se están desarrollando que necesitan preparativos más conscientes.

Por un lado la fase y las metas de las luchas son más claras: no solamente ha quedado más al desnudo la naturaleza temporal del gobierno de Ahmadinejad y compañía sino que se ha puesto en tela de juicio la mera existencia de la República Islámica.

Por otro lado la lucha se ha complicado aún más: los sectores diferentes de las fuerzas políticas burguesas están esforzándose para enfrentarse seriamente a la lucha que se agudiza y las exigencias nítidas y básicas que esta lucha está planteando. Los nacionalistas religiosos están asustados. Piden clemencia porque el pueblo ha coreado consignas contra el asesino Jamenei y desesperadamente quieren regresar a las anteriores fases de la lucha, es decir, destituir a Ahmadinejad o, como ellos dicen, el “gobierno del golpe de estado”. Están pidiendo que participe más seriamente el embaucador Rafsanjani [una figura central del régimen que fue el primer presidente de Irán después de la guerra entre Irán e Irak y un oponente de Ahmadinejad]. En la historia de Irán las facciones de la oposición burguesa y los intelectuales descontentos burgueses-liberales siempre se han asustado por el levantamiento radical de las masas y con desprecio cobarde han recurrido a la defensa de los pilares podridos del dominio de la clase reaccionaria.

Cuando el dominio de una camarilla reaccionaria llegue a su fin, todos los defensores del viejo sistema a los niveles nacional e internacional tratan de salvar la estructura principal del sistema, en otras palabras, proteger la maquinaria estatal de represión contra el alcance de la lucha popular y darle un nuevo disfraz.

No basta prepararnos para resistir la represión del régimen. De más importancia, no debemos dejar que vendan y traicionen los objetivos y las metas de nuestra lucha y que una vez más se remiende uno de los regimenes más reaccionarios de la región ni dejar que otro régimen de la misma calaña llegue al poder y gobierne a los oprimidos y explotados más eficazmente.

La cuestión más importante ante la revolución y la lucha revolucionaria es tomar el poder político: cómo hacer añicos el viejo poder estatal y reemplazarlo con uno nuevo basado en la consecución de las necesidades básicas de las mayorías. Lo mínimo que se necesita es eliminar las tiendas religiosas, separar el estado y la religión, asegurar la libertad de opinión, de pensamiento y expresión, y de comunidad, la abolición de la discriminación formal e informal contra las mujeres y otros ciudadanos [según el género, la fe o la nacionalidad] y la defensa de los derechos de los obreros y trabajadores en las ciudades y en el campo. Sólo se puede asegurar la continuación de la lucha hasta el fin y la victoria final si el pueblo toma más conciencia de la naturaleza y las características de este nuevo poder estatal. Las calles no sólo deben ser el campo de batalla contra el opresor sino también un lugar para discusiones esenciales. Así será posible organizarse para conseguir transformaciones sociales profundas y trazar un nuevo camino para el futuro.

Cuanto más que el régimen resista la voluntad y las exigencias del pueblo, más dará origen a nuevos frentes de lucha y a la vez aumentarán las responsabilidades de los revolucionarios y los comunistas. Más que nunca el pueblo necesita la conciencia y organización revolucionaria de los comunistas. Sin conciencia, organización y una visión clara, no será posible alcanzar ninguna victoria estable.

¡Que viva la memoria de los mártires del reciente levantamiento revolucionario! ¡Que viva la valentía del pueblo! ¡Que muera la República Islámica! ¡Que viva la revolución!

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas del mundo.

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