Revolución #195, 14 de marzo de 2010


Carta de un lector sobre las Olimpiadas de 2010

Las Olimpiadas del Invierno de 2010 fueron un evento en que los mejores atletas del mundo conmovieron a miles de millones de televidentes con su apantallante fuerza, gracia, poder e increíbles hazañas. De snowboarding, al esquiar y patinaje de velocidad, el atletismo es hermoso y la competencia emocionante. Los famosos cinco anillos de colores del logo olímpico representa las cinco partes del mundo vistos por muchos como un símbolo de unidad internacional.

En la superficie, da la idea de que el mundo tal como es constituye el mejor marco en que las personas florezcan como atletas. Las Olimpiadas parecen ser una expresión de sorprendentes cosas que la "comunidad mundial" puede lograr una vez unida. Lo cierto es que a lo largo de estos juegos, de formas sutiles y abiertas, los países imperialistas los utilizan para promover sus propios intereses nacionales y manipular el deporte y los atletas al servicio de las necesidades del capital.

Este año los juegos se celebraron en Vancouver, Canadá, del 12 al 28 de febrero. En una rueda de prensa sobre estos juegos, el primer ministro canadiense Steven Harper dijo que ser anfitrión "simboliza el Canadá, nuestro Canadá, que ha demostrado durante esta recesión global y que demostrará durante estos juegos que puede competir y triunfar contra lo mejor". Piensen en lo que le dijo Harper al mundo: Canadá saldrá triunfante en la esfera económica y en los juegos e insinúa una relación entre ambas cosas. Ser triunfante durante una recesión global quiere decir competir con otros países al servicio de sus propios intereses, aunque eso implique usar la fuerza de las armas. En 1982, tanto Canadá como Estados Unidos boicotearon las Olimpiadas de Moscú en represalia por la ocupación soviética de Afganistán. Ahora Canadá es ocupante de Afganistán bajo el mando de Estados Unidos, una ocupación basada en las necesidades estratégicas del imperio estadounidense. ("Estados Unidos en Afganistán: Una guerra por imperio, y no una "guerra buena" convertida en mala", Revolución #145, #146 y #147). En la misma rueda de prensa, con las Olimpiadas en la mira del mundo, Harper procuró hacerse de la opinión pública para apoyar la guerra: "Nuestras fuerzas armadas sirven simplemente para esparcir nuestros regalos de libertad, democracia y justicia para que el mundo sea un poco mejor y más seguro, tal como estamos haciendo en Afganistán, y no con fines de conquistar y sacar ventaja". Tonterías. Las fuerzas yanqui-canadienses han matado a civiles, bombardeado fiestas de bodas y lanzado ataques aéreos sobre escuelas llenas de niños.

El 12 de febrero, murió el atleta georgiano de 21 años de edad, Nodar Kumaritashvili, al perder el control en la última vuelta de su ensayo de la pista del trineo luge. Se salió del trineo por el muro de contención de la pista y se pegó contra el poste de acero del fin de la pista a una velocidad de 143 km por hora. Hay mucho debate y controversia sobre si su muerte fuera resultado de una pista insegura debido a su velocidad. Cuando se puso a prueba la pista en 2009, su velocidad tan alta hizo que Josef Fendt, el presidente de la Federación Internacional de Luge (FIL) comentara: "Eso me causa preocupación".

Nodar también expresó reservas sobre la pista al decirle a su padre: "Papá, temo en serio a esa curva". Su padre le dijo a los medios con la voz entrecortada: "Yo soy un ex atleta y le dije: ‘Simplemente te lances más despacito’. Pero él contestó: ‘Papá, ¿qué cosa me estás enseñando? Tengo que venir a las Olimpiadas para tratar de ganar’". Numerosos atletas también informaron que antes de la competencia, consideraban que la pista era insegura y plantearon preocupaciones ante el Comité Olímpico Internacional (COI). Hannah Campbell-Pegg, quien casi perdió el control durante un ensayo, dijo: "¿En qué medida somos simplemente unos borregos y ellos construyen una pista y nos ponen ahí como muñecos de prueba para colisiones? Digo, esto es nuestra vida". Pese a todo eso, la FIL y el COI concluyeron que la muerte de Nodar "no se debió a una pista insegura".

Bajo el capitalismo, los atletas no simplemente tratan de ganar, están bajo enormes presiones para ganar a toda costa. Más grande, más rápido y mejor es el lema del capitalismo y empapa la cultura de las Olimpiadas y el deporte en general. En el capitalismo, no se considera a los atletas como personas completas sino un medio hacia un fin. La muerte de Nodar es un ejemplo contundente de eso y es una de las muchísimas historias de los sueños aplastados y los lomos rotos que produce este sistema.

El COI insiste que uno de sus valores centrales es promover a las mujeres en el deporte. No obstante, las mujeres que compiten en los juegos a menudo también sufren explotación como mujeres. Entre las mujeres jóvenes de las Olimpiadas, los desórdenes alimentarios y abusos sexuales alcanzan niveles imparables (Secret World of a Gymnast: Starvation, Sex and Fear: The Shocking New Memoirs of a Top U.S. Athlete, de Paul Harris, 27 de abril de 2008).

En 2004, ocho atletas femeninos salieron en cueros en el fotoensayo de Playboy "Las mujeres de las Olimpiadas". La escritora Laura Boswell de ESPN bromeó sobre si eso indicara que ser un atleta olímpico no fuera suficiente mérito para una mujer. Claro que no. Todos los atletas reciben entrenamiento en marketing de su propia persona, pero para las mujeres, en realidad no triunfarán hasta que puedan demostrar que son atletas y sexy para los hombres.

Ahora mismo los deportes están bajo el control y dominación del capitalismo, pero no tienen que ser así. En la charla Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, Bob Avakian habla de los jóvenes en los barrios pobres de las ciudades que no tienen nada que hacer porque las canchas están cubiertas de vidrios rotos y los aros de básquetbol no traen malla. Con el poder estatal revolucionario, se desarrollarán conscientemente los deportes como una esfera en que las personas de todas capas de la población podrán interactuarse, divertirse y fortalecer su salud, y también aprender a hacer lo que nunca han podido hacer en la vieja sociedad. ¿Cuántas personas, jóvenes y mayores, están excluidas de varios deportes a causa de su posición en la sociedad? Imagínese si en cada región donde vive la gente, hubiera centros para snowboarding o monopatinaje, canchas de tenis y albercas gratuitos y accesibles para todos. Las competencias deportivas internacionales como las Olimpiadas serían una gran forma de entretenimiento. Su eje sería valorar la gracia y el arte de los atletas y alentarlos a ponerse a la altura para el pueblo. Los atletas de diversas partes del mundo no estarían un una reñida competencia como representantes de países rivales sino podrían valorar unos a otros por los puntos fuertes y destrezas que compartirían con el mundo.

Además, todo eso tendría que ver con divertirse, sí, pero también con ir eliminando las divisiones entre las personas y combatiendo las influencias espontáneas de la mentalidad de perro-come-perro. Esto no simplemente es una buena idea, es parte de la nueva concepción del comunismo de Bob Avakian que es tanto viable como inspiradora. Desencadenen su imaginación pues algo mucho mejor es posible.

Vea el artículo en línea "Resistencia a las Olimpiadas en Vancouver", Revolución #193, 21 de febrero de 2010, sobre las protestas durante las Olimpiadas.

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