Revolución #228, 3 de abril de 2011


Dos puntos de vista diferentes acerca de: Acumular fuerzas para la revolución

Recibimos lo siguiente de un lector:

En una reciente discusión de la nueva declaración del PCR “Sobre la estrategia para la revolución”, alguien comentó que siempre había considerado que “acumular fuerzas” simplemente quería decir ganar a las personas a ser comunistas. Más allá de eso, creía que los revolucionarios principalmente se esforzarían para crear amplia opinión pública a favor de la revolución y el comunismo. Esta persona todavía tiene relativamente poco tiempo de conocer el movimiento para la revolución, pero he observado que una buena cantidad de otras personas, entre ellas personas de larga trayectoria en este movimiento, todavía también tienen en común este mismo concepto erróneo de nuestra estrategia. Por esta razón, considero que es importante comparar y contrastar estos dos enfoques diferentes y el camino que representa cada uno.

En pocas palabras, ganar a las personas a ser comunistas, y a ingresar al Partido Comunista Revolucionario sobre esa base, es sumamente importante. También lo es crear amplia opinión pública a favor de la revolución y el comunismo. Pero creer que eso es todo lo que representa “acumular fuerzas” es tanto una concepción de una estrategia diferente, y mucho menos realista, para la revolución como concebir una visión diferente, y mucho más gris y menos viable, de un mundo nuevo.

He aquí un par de preguntas que pone esto de relieve:

Cuando alguien conozca por primera vez esta revolución, cuando exprese por primera vez una receptividad a aprender al respecto, cuando por primera vez hallen algo inspirador y atractivo acerca de Bob Avakian y/o su nueva concepción de la revolución y el comunismo, cuando se ponga en pie para luchar contra el poder o contribuir de otra forma a la revolución, ¿vemos esto como algo bueno con que trabajar y de lo cual aprender y el cual transformar con el tiempo mediante una relación estratégica en marcha? O, ¿vemos las partes del modo de pensar y conducta de la persona que aún reflejan una vida en que el capitalismo la ha entrenado y moldeado y decidimos que en realidad está muy lejos de ser un comunista y por lo tanto es muy difícil encajarlo en este movimiento?

Tal vez esto sueñe obvio, pero me he enterado que los comunistas se frustran cuando las personas que son relativamente nuevas todavía creen en un dios o de veras no saben cómo explicarles a otras de qué se trata esta revolución. ¡Incluso me he enterado que algunos comunistas se quejan de que una persona que es una de las primeras personas en cierto vecindario que empiece a distribuir el periódico Revolución los está pagando por su cuenta y simplemente obsequiándolos en lugar de venderlos!

Sí, tenemos que luchar con las personas para que rompan con las formas de pensar y actuar que este sistema les ha inculcado… y sí, tenemos que entrenar a las personas en la estrategia global de esta revolución y capacitarlas para que actúen con una creciente iniciativa… pero para hacer eso, y hacerlo en conformidad con nuestras metas estratégicas, tenemos que dejar que las personas le entren a esta revolución.

¿Estamos esforzándonos para aprender todo lo que podamos de aquellos que estén empezando a chequear e incorporarse a esta revolución y qué pistas esto podría darnos respecto a los posibles senderos por los cuales atraer a otros? ¿Valoramos el salto que representa el que las personas en la sociedad actual empiecen a chequear al movimiento para la revolución y trabajamos con ellas para desarrollar las formas que faciliten sus contribuciones con sentido a la vez que aprendan más y le entren más profundamente? ¿Estamos prestando atención a las críticas y aprendiendo de las críticas que las personas tienen, incluyendo aquellas acerca de la sensación de “todo o nada” que a menudo detectan en nosotros? ¿Estamos luchando por una sociedad y estamos de acuerdo con una sociedad en que todos se formen en filas y lleven a cabo el trabajo de la misma manera, o estamos aspirando en serio y luchando de modo que refleje la clase de socialismo alborotado y desordenado, vibrante y lleno de efervescencia en la nueva concepción de Bob Avakian?

Además, ¿en realidad entendemos que en el momento de la lucha total por la toma del poder, si va a haber una posibilidad real de triunfar, el movimiento para la revolución tendrá que haber organizado en sus filas a muchos millones de personas que no son comunistas? ¿Entendemos que si bien es sumamente importante que un creciente núcleo de personas sí den el salto a ser comunistas, nadie puede decir por adelantado cuáles personas transitarán a lo largo de ese camino? Y ¿entendemos que ninguna persona se desarrolla solamente por medio del trabajo que nosotros hacemos con ella, pero al contrario, por medio de toda una realidad de múltiples niveles que le influencia pero que nos incluye pero también incluye a otros que en sí se están chequeando e incorporándose de manera dispar en esta revolución, así como todo el mundo más amplio?

Cuando hagamos planes, ¿entendemos toda la gama de personas que se animarían a contribuir de una u otra forma y aseguramos que estemos dándoles oportunidades de hacerlo? ¿Estamos entendiendo las formas en que la combinación de personas con distintos puntos de vista y niveles de dedicación puede crear y desencadenar en serio nuevas energías? ¿Estamos construyendo unos “nosotros” a muchos niveles diferentes… unos “nosotros” que se compenetran unos con otros y crean un conjunto mucho mayor que la suma de las partes?

Si no estamos hallando las formas de trabajar con muchas personas diferentes que tienen muchos diferentes niveles de desarrollo político e ideológico, si no estamos hallando las formas de llevar a cabo constante lucha ideológica y política con ellas y si no estamos desarrollando cada vez más formas para que ellas participen en esta lucha unas con otras, pues caso nadie dará este salto y aunque lo hagan, ellas, y nosotros, todavía resultaremos muy aislados y cercados por el estado de ánimo no revolucionario general de la sociedad… así como muy quebradizos y dogmáticos.

De otra parte, muchas personas pueden hacer aportes con sentido al movimiento para la revolución, lo que incluye influenciar y fortalecer a otros en pos de esta revolución, a la vez que ellos mismos siguen aprendiendo más y determinando más qué posición tienen. Esto puede tener varios resultados, como dar dinero a esfuerzos específicos, ayudar a distribuir el periódico Revolución u otros materiales, ser acomodador en un evento, invitar a alguien a hacer un anuncio en sus clases, ser parte de luchar contra el poder y muchas cosas más. También puede abarcar cosas como plantear preguntas y reservas, poner sugerencias o críticas y compartir con nosotros el trabajo y las ideas por los cuales tienen una pasión.

Una buena parte de esto está relacionada con una comprensión de cómo se aplica y se puede aplicar el concepto del “núcleo sólido con mucha elasticidad” a la realidad. Aquí he recalcado la elasticidad pero ésta solo puede hacer una contribución sobre la base de un núcleo sólido que se estén expandiendo y profundizando constantemente. En otras palabras, no es posible desencadenar nada de lo que se ha mencionado de manera que contribuya en verdad a la revolución sin que se fortalezca el partido. La nueva declaración del PCR “Sobre la estrategia para la revolución” recalca mucho la importancia de esto a fin de hacer la revolución. He aquí lo que dice, al hablar del trabajo que hay que hacer ahora mismo:

“Apoyar y fortalecer a nuestro Partido como la dirección general de esta revolución. Cuanto más el punto de vista y la estrategia revolucionarios de nuestro Partido se difundan y cobren influencia en toda la sociedad... cuanto más la gente llegue a entender y estar de acuerdo con lo que el Partido representa, y sobre esa base se una a sus filas... cuanto más el ‘alcance’ del Partido se extienda a todos los rincones del país... cuanto mayor sea su fuerza organizativa y su capacidad de resistir y de dirigir a las personas hacia adelante en las narices de la represión del gobierno la cual procure aplastar la resistencia y matar la revolución, más se sentarán las bases para la revolución y más favorables serán las posibilidades de ganar”.

De ahí, señala la necesidad de “Aprender del Presidente de nuestro Partido, Bob Avakian, dar a conocer su dirección pionera y difundir la influencia de ésta, y defender y proteger a este líder poco común y valioso” así como la necesidad concomitante de “Empuñar más plenamente el periódico de nuestro Partido, Revolución”. A partir de hacer y fortalecer constantemente esta clase de trabajo, sobre la base de este núcleo sólido, deberíamos tener la capacidad de reconocer la base para desencadenar toda clase de elasticidad y de hacerlo mucho mejor.

Por fin, dejemos que dar por perdidas a las personas porque dejan de aparecer por un tiempo. ¿Nos interesamos únicamente en las personas que se desarrollen en una línea recta? ¿Por qué no usar más sistemáticamente nuestro periódico, apuntando a muchas más personas para recibir suscripciones electrónicas y viendo que muchas más personas compren suscripciones, a la vez animarlas a “entrarle a Bob Avakian”… de modo que, al seguir otras prioridades e intereses, podrán mantenerse en contacto… y volver a conectarse cuando la marcha de los acontecimientos en el mundo cause que reflexionen de nuevo?

Con todo eso en mente, cabe volver a la invitación y desafió muy amplios al fin de la Declaración sobre Estrategia, hacer profundas reflexiones al respecto y empuñarlos en serio como guía para nuestra práctica:

“Para aquellos que han anhelado un mundo completamente diferente, que han soñado con ese mundo, sin la locura y el tormento de lo que este sistema trae todos los días... aquellos que se han atrevido a tener la esperanza de que ese mundo podría ser posible... y aun aquellos que, hasta ahora, quisieran ver esto pero han aceptado que jamás podría suceder..., existe un lugar y papel, una necesidad y mecanismo, para que miles de personas ahora y con el tiempo millones contribuyan a la construcción de este movimiento para la revolución, de muchas maneras diferentes, grandes y pequeñas — con ideas y con participación práctica, con apoyo y con preguntas y críticas. Reúnanse con nuestro Partido, aprendan más sobre este movimiento y sean parte de éste a la vez que aprendan, actuando en unidad con otras personas en este país, y en todo el mundo, teniendo en la mira la meta que es un gran reto, pero es enormemente inspiradora y liberadora —y sí, posible— de emancipar a toda la humanidad mediante la revolución y de avanzar hacia un mundo comunista, libre de explotación y opresión”.

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