Revolución #232, 15 de mayo de 2011


El diálogo entre Cornel West y Carl Dix llega a la UCLA:
En la era de Obama...
Terror policial, encarcelamiento, falta de empleos, educación errónea:
¿QUÉ FUTURO HAY PARA NUESTRA JUVENTUD?

Cuando Cornel West y Carl Dix entraron al auditorio DeNeve de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) la noche del viernes 29 de abril para comenzar su diálogo, las expectativas que se han intensificado durante días se reventaron en una bulliciosa ovación a pie.

La palabra del evento había corrido por toda la universidad y más allá en pocos días, difundida por varias redes sociales, el correo electrónico de profesores y las páginas de Facebook de organizaciones estudiantiles; mediante anuncios en clases, volantes pegados en tableros de anuncios y distribuidos en Bruin Walk y otros lugares en la universidad; mediante anuncios en el Daily Bruin, el periódico de UCLA, y anuncios de radio en la KPFK de Pacifica.

El entusiasmo y las expectativas de sectores diversos de la gente sugirió que algo único ocurría; que este evento se conectaba con una amplia gama de personas que compartían una sed de respuestas a la pregunta que planteaba el título del diálogo, ¿Qué futuro hay para nuestra juventud?, y más fundamentalmente, ¿por qué es como es la situación actual, y cómo se puede cambiar?

Los estudiantes y muchos otros esperaron horas en la cola antes del programa, decididos que no iban a perderlo. Cuando abrieron las puertas, el ambiente ya estaba electrizado. El público no cabía en las 700 asientos de la sala principal y las salas extras, y se calculó que no hubo cupo para 400. La gran mayoría del público eran estudiantes de UCLA, además de unos profesores, empleados y ex-alumnos así como personas de la comunidad. Más de la mitad de los que asistieron eran estudiantes negros y personas negras de la comunidad, junto con muchos estudiantes latinos y blancos y otros.

Se inicia el diálogo

Hubo breves introducciones de parte de la presidenta de la Unión de Estudiantes Africanos; el vicerrector adjunto Charles Alexander; y Darnell Hunt, el director del Centro Ralph J. Bunche de Estudios Africano-Americanos. Y por último, dos estudiantes de UCLA presentaron, cada uno por separado, obras de palabra hablada; la segunda trató todos los temas que iban a abordarse de manera tan poderosa y dramática que el público se puso de pie de nuevo, y eso se sumó a la electricidad en la sala.

Durante las tres horas siguientes, el público bregaba con las mismas cuestiones que los oradores, saliendo con sorpresa, enojo, desafío e inspiración por lo que oían y aprendían de los dos oradores, y por lo que significaba estar parte de ello. Carl Dix describió de esta manera el reto ante los dos oradores: "...desde nuestras perspectivas distintas, hablar de lo que realmente creó esta situación; y de lo que se necesita y se puede hacer para transformarla".

El mensaje a los estudiantes

El público se constituía principalmente de estudiantes universitarios, y ambas presentaciones trataron directamente el reto ante esta generación de tomar posición y forjar resistencia contra los crímenes de este sistema. Dix explicó que "los intelectuales jóvenes, o sea muchos de ustedes, siempre han tenido una gran influencia, y una gran responsabilidad, de determinar el rumbo de la sociedad. Los jóvenes, y los estudiantes jóvenes, pueden jugar este papel porque ustedes trabajan con ideas complejas, y pueden mirar y divisar la brecha entre cómo es el mundo, y cómo debería ser. Y siendo jóvenes, ustedes todavía no están atrapados con la idea de que no hay nada que se puede hacer para cerrar esa brecha". Los estudiantes respondieron a sabiendas cuando habló de los poderosos movimientos de los años 60 y el papel crucial que jugaron el SNCC (Comité Coordinador No Violento de Estudiantes); el grupo SDS (Estudiantes por una Sociedad Democrática); y el PPN (Partido Pantera Negra) fundado por dos estudiantes universitarios, Huey Newton y Bobby Seale.

De modo poderoso, Dix desenmascaró la brutalidad del sistema contra millones de jóvenes negros y latinos, desde el asesinato policial hasta la manera en que han usado adrede las leyes anti-drogas para criminalizar y encarcelar y en esencia abandonar a toda una generación de jóvenes de los centros urbanos.

Después del programa, muchas personas dijeron que se conmovieron profundamente al enterarse del descarado racismo expresado en las cifras sobre los índices relativos de encarcelación para jóvenes blancos y jóvenes negros y latinos y la aplicación de las leyes de parar y registrar en la Ciudad de Nueva York a fin de intimidar, amenazar y criminalizar a los jóvenes negros y latinos.

Dix dijo que su mensaje principal era que las cosas no tienen que ser así; que la revolución es tanto urgentemente necesaria como posible. Durante el resto de su discurso habló de lo que la gente tiene que hacer hoy para hacer la revolución. Explicó que "Luchar contra el sistema, y transformar al pueblo, para la revolución" es un aspecto importante del enfoque estratégico del Partido Comunista Revolucionario para forjar resistencia a los crímenes del sistema, transformando las condiciones y las personas. Para concretarlo, se refirió a la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) y comparó el sistema de educación que ya tenemos con el que existirá cuando tengamos el poder estatal.

En momentos cruciales Dix abrió Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, y leyó unas citas. Así se dio al público una vislumbre del método y enfoque de Avakian aplicado a cuestiones críticas y lo que significa para la revolución y la emancipación de la humanidad que existe este líder revolucionario. Y le dio al público un sentido de la importancia de conseguir Lo BAsico como una forma crucial de conocer a Avakian y la nueva concepción de la revolución comunista que él ha forjado.

Para la mayoría de los estudiantes, ésta fue la primera vez que oyeron a Carl Dix, o a cualquier comunista revolucionario. Por el aplauso, las risas y los estremecimientos ante los crímenes del sistema, se podía palpar que el público "sentía" lo que él decía. Su análisis de la naturaleza reaccionaria de la teocracia, el patriarcado y los ataques contra los gays y lesbianas les gustó claramente a muchas estudiantes afroamericanas. Al mismo tiempo se podía ver que estaba desafiando las bajas aspiraciones de muchos, por ejemplo cuando dijo que los crímenes contra la juventud constituyen motivo suficiente para hacer la revolución, aunque dista de ser el único motivo.

Cornel West

Una poderosa y poética critica estaba intercalada en el discurso de West de las “mentiras y falsedad” de este sistema y la manera en que este ha marginado y abandonado “al pueblo pobre y trabajador”, y en especial la juventud. Se ha vuelto aún más crítico de la manera en la que Obama ha ignorado el empeoramiento de las condiciones del pueblo negro y latino mientras obedece a poderosos intereses financieros. Las personas se sacudió cuando dijo que ¡en el reciente discurso de la Unión de Obama por primera vez se omitió la pobreza por completo desde 1948!

Realmente la presentación de West fue al grano de la cuestión de la moralidad, luchando con los estudiantes presentes. ¿Qué clase de moralidad, en qué clase de sociedad usted quiere vivir? Mientras expresaba sus sentimientos profundos hacia ellos, los desafiaba para que vieran que “existe una sola salida: el valor de pensar críticamente”. Les dijo que tenían que “aprender a no acomodarse a la corriente dominante que se mantiene a un nivel superficial”. Y que no iban a encontrar la verdad debajo de lo superficial yendo tras el Partido Republicano o el Demócrata.

Los retó a reconocer su responsabilidad de ser parte de construir la resistencia a los crímenes de este sistema; y de resistirse a los sobornos y prebendas en la búsqueda de una carrera.

También existía una controversia, especialmente cuando Carl Dix leyó la cita de Lo BAsico, “Los oprimidos que sean incapaces o no estén dispuestos a reconocer la realidad tal como es, están condenados a permanecer esclavizados y oprimidos” [Capítulo 4, #1], y dijo sin pelos en la lengua: “No existe Dios”, mientras Cornel West se define a sí mismo como un “hombre negro que ama a Jesús”. West y Dix vienen de distintos puntos de partida; y tienen claras diferencias sobre ciertas cuestiones como la religión y Obama. Pero existe un profundo aprecio y amor que se tienen el uno al otro enraizado en que “se coinciden en muchas cosas”, como lo describió West, en su dedicación y determinación común a desafiar la manera como son las cosas y a cambiar el mundo. Y eso estuvo en evidencia total durante toda la noche.

El público se quedó con un profundo aprecio por ambos panelistas. No se lanzaban insultos el uno al otro, pero en cambio cada quien estaba muy metido en lo que el otro estaba diciendo.

Después de sus presentaciones el público tuvo oportunidad de entablar diálogo con los panelistas. Las personas forcejeaban con el tema, con respuestas de los panelistas. Pidieron a Dix que desarrollara la idea de la “resistencia diaria” al sistema. Otro estudiante preguntó: “¿Qué podemos hacer nosotros los que tenemos profesiones o asignaturas que no nos conducen a la esfera de la política o la revolución, por ejemplo, la ingeniería, las matemáticas, etc., qué podemos hacer para contribuir a esos cambios necesarios?”. A ambos conferencistas les preguntaron acerca de su posición sobre el derecho al matrimonio entre personas del mismo género y acogieron calurosamente sus respuestas. Y alguien que es gay preguntó: “¿Usted cree que es justo cuando las personas en la comunidad gay o lesbiana comparan con nuestra lucha por derechos iguales con la de la gente negra?”.

Existe algo acerca de este diálogo que hizo que fuera posible salir del evento con algo muy diferente; de salir cambiado. Había una forma en que esto hizo mella en la atmósfera tóxica que es tan omnipresente en los planteles universitarios. Una estudiante dijo después: “Estando en un ambiente universitario, esta es la clase de cosas que uno espera escuchar con regularidad pero desafortunadamente eso no es verdad. Esto no es lo que estamos escuchando y menos lo que estamos leyendo”.

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Un estudiante de posgrado dijo después: “Esto fue increíble. Fue muy bueno tener diferentes perspectivas. Yo realmente lo disfruté. Fueron maravillosos, los dos”.

Una de las cosas que uno no podía evitar notar en el transcurso del evento era un sentimiento de emoción y una creciente confianza que las personas estaban obteniendo al descubrir que estaban en un salón lleno de gente de la misma forma de pensar. Después, un estudiante que tuvo que viajar un largo tramo para este diálogo enfatizó: “Yo estaba muy entusiasmado sobre las reacciones que escuchaba en el diálogo. Porque a menudo es difícil de identificar a otros individuos que podrían tener igual mentalidad. Así que poder asistir a un evento como este, el que como dije fue de máxima capacidad y saber que la mayoría de las personas aquí reunidas compartían la misma esperanza. No cómo la esperanza se percibe regularmente, sino tal como la definió el Dr. West esta noche. Creo que esto es una cosa hermosa. Esto es hermoso para la humanidad. Esto es necesario”.

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Un aspecto importante del evento es que penetró el ambiente que está estrangulando a los estudiantes y profesores que se nieguen a aceptar "la narrativa oficial" sobre la historia de este país y su posición dominante en el mundo. Le dio a uno el sentido de que las personas que habían estado asfixiándose, ahora podían respirar. Y contribuyó a cambiar el discurso, un proceso que tiene que continuar, basado en lo que se logró mediante el trabajo de traer este evento a UCLA.

Aún existen muchas cosas que aprender de los que asistieron sobre el impacto de este evento, y hay que abordarlo de modo sistemático. Muchos estudiantes expresaron que esa noche les había cambiado. Algunos se acercaron a los oradores para preguntar cómo podían participar y para saber más sobre cómo organizar concretamente la resistencia. Ahora existe una oportunidad de avanzar a partir de lo que se forjó y lo que de modo inicial se transformó, y de descubrir colectivamente las formas de "Luchar contra el sistema, y transformar al pueblo, para la revolución".

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Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
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