Revolución #235, 12 de junio de 2011


Partidarios de Obama critican con virulencia a Cornel West, por decir la verdad sobre Obama

Ha estado ardiendo un tormentón en torno a los comentarios críticos de Cornel West acerca de la presidencia de Barack Obama, vertidos en una entrevista hecha por Chris Hedges en la revista electrónica Truthdig. Lo han acusado de soltar ataques personales e insultos raciales contra Obama. Los ataques a West tienen varios elementos llamativos en común. Primero, la manera en que los acusadores tienen muy poco o nada que decir acerca de lo que en realidad él dijo sobre lo que Obama ha hecho y no ha hecho como presidente. Segundo, la manera en que aquellos que lo han atacado o tergiversan sus historia y larga trayectoria o lo atacan como si él no tuviera ni historia ni trayectoria. (Vea la entrevista en inglés en truthdig.com.)

En la entrevista con Hedges, West describe duramente a Obama como “una mascota negra de los oligarcas de Wall Street y un títere negro de los plutócratas corporativos. Además, que ahora ha llegado a ser jefe de la máquina de muerte estadounidense y se enorgullece de ello”.

¿Es eso cierto? Obama es el comandante en jefe del imperio global estadounidense. En tal calidad, ha continuado una buena parte del enfoque del régimen de Bush: librar guerras por imperio, ordenar ataques con aviones no tripulados que destruyen aldeas enteras, realizar espionaje, tortura y detenciones indefinidas de parte del gobierno.

Como dice un comunicado de 2010 de El Mundo No Puede Esperar: “En ciertos aspectos, todo esto es peor que Bush. En primer lugar, porque Obama ha reclamado el derecho de asesinar a ciudadanos estadounidenses a quienes sospeche del ‘terrorismo’, fundamentándose solamente en su propia sospecha o en la de la Central de Inteligencia Americana (CIA), algo que Bush nunca reclamó públicamente. En segundo lugar, Obama dice que el gobierno puede detener indefinidamente a una persona, incluso si fue exonerada en un proceso judicial, y ha sugerido en público la posibilidad de usar la ‘detención preventiva’. Tercero, la administración de Obama, al extender los ataques de aviones no tripulados, argumenta que Estados Unidos tiene la autoridad, bajo leyes internacionales, de usar esa clase de fuerza letal y asesinatos extrajudiciales en países soberanos contra los cuales no está en guerra.

“La gente liberal y progresista consideraba ampliamente que tales medidas, al tomarlas Bush, eran ultrajes y protestaba contra ellas rotunda y correctamente. Pero incluso si bajo el régimen de Bush esas acciones se tomaban (ingenuamente o no) como anomalías, ahora Obama las ha consagrado en ‘procedimiento normal de operación’ y, como Bush, recurre a argumentos de privilegio ejecutivo y secretos de estado al defender el crimen de hacer guerras de agresión”. (Lea el comunicado completo en worldcantwait-la.com.)

Respecto a la política interna, Obama ha representado los intereses de la clase capitalista  mientras que su sistema está atascado en una aguda crisis financiera. En este contexto, Obama ha promovido proyectos de leyes y políticas que benefician a los intereses de los bancos y las corporaciones y que han causado severas privaciones económicas para las masas, incluyendo el desempleo en masa, una cantidad récord de embargos hipotecarios y desalojos, y recortes de toda clase de servicio social, de la educación a la salud. Además, todo eso golpea de manera desproporcionada a las minorías. Aunque Obama le ha quitado los reflectores del tema de la inmigración, bajo su mando se han llevado a cabo más deportaciones que bajo Bush.

Durante su presidencia, las fuerzas de derecha han continuado e intensificado sus ataques contra los derechos al aborto. Antes, Bill Clinton sí hizo daño en este frente, dando a entender que el aborto estaba moralmente mal, una posición a la que Obama no sólo le ha hecho eco sino que la impulsado más.

Además, Obama ha estado solista líder en el coro que les echa la culpa a los negros por lo que el sistema les hace. ¿Con qué frecuencia ha dicho que la causa de las condiciones de miseria y pobreza que viven muchos jóvenes negros es la ausencia de los padres negros en la familia sin mencionar que el criminal sistema de “injusticia” singulariza a los hombres negros de manera desproporcionada y almacena a miles de ellos en las cárceles? ¿O les ha echado la culpa a los padres negros por el alto índice de abandono escolar de los jóvenes negros a la vez que le deja la cancha libre al sistema educativo cuyo enfoque es hacer reprobar a dichos jóvenes?

Aquellos que están atacando con virulencia a West sostienen que Obama ha hecho lo mejor que pueda y que, sean cuales fueren sus deficiencias, Obama representa lo mejor que las personas negras y personas progresistas van a conseguir. También sostienen que cualquier crítica a Obama de parte de una voz prominente de conciencia tal como West únicamente ayuda a sus oponentes de derecha. En lugar de eso, dicen, las personas deberían cerrarse la boca, apoyar a Obama y, en el mejor de los casos, procurar presionarlo hacia un camino mejor.

Pero ¿qué se supone que la gente debiera apoyar? ¿Las guerras por imperio de Obama? ¿Sus ataques a los negros y los inmigrantes? Si las personas se tragaran todo eso debido a que algo peor pudiera estar al acecho tras bambalinas, los gobernantes capitalistas de este país las obligarían a tragarse algo mucho peor. Como Bob Avakian, el líder del Partido Comunista Revolucionario (PCR) dice en su nuevo libro Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian: “Si se procura convertir a los demócratas en algo que no son y nunca serán, uno termina por convertirse en lo que los demócratas en realidad son”.

En realidad, lo que está haciendo West en la entrevista en Truthdig es denunciar a Obama por lo que ha hecho y no ha hecho al amontonar abusos sobre las personas en Estados Unidos y en todo el mundo. Con osadía, ha dicho que el emperador no tiene ropa puesta.

Eso corresponde a la persona que es Cornel West y qué ha hecho toda la vida. Éste tiene una historia de decirle la verdad al orden establecido, de decir la verdad de manera dramática acerca de la manera en que aquellos que tienen el poder han abusado de “aquellos de menos entre nosotros”. En sus giras en las universidades en todo el país, reta a los jóvenes a no “adaptarse a la indiferencia” o “acomodarse a la injusticia”. Va a prisiones para reunirse con aquellos que están internados en las mazmorras del país, educarlos y aprender de los mismos. Habla de manera incansable sobre el maltrato de los negros y otras nacionalidades oprimidas, gente pobre y trabajadora, mujeres, lesbianas y gays de parte de los ricos y poderosos. Se esfuerza con todo a su alcance para forjar unidad entre grupos oprimidos y entre personas de distintas posiciones de clase.

De nuevo, de la entrevista de Chris Hedges a Cornel West: “‘cuando uno ve una sociedad, lo ve por el lente de aquellos de menos, los débiles y los vulnerables; está comprometido a amarlos primer, no exclusivamente, pero primero, y por ende darles prioridad’, dice West, profesor universitario Clase de 1943 de Estudios Afroamericanos y Religión de la Universidad de Princeton. E incluso en este momento, cuando el imperio está en fuerte picada, la cultura está en profunda decadencia, el sistema político está quebrado, cuando casi todo el mundo está a la venta, lo único que ustedes dicen que yo tengo es la memoria subversiva de aquellos de antes, integridad personal, esforzándose para llevar una vida digna y una voluntad de vivir y morir por el amor de las personas que son víctimas de lo peor. Esto implica desobediencia civil, ir a dar a la cárcel, apoyar a foros progresistas de descontento social cuando despierten de hecho la conciencia, la que quede, de la nación. Y ahí es donde me encuentro ahora’”.

Cornel West, un intelectual público ampliamente respetado al que escuchan muchas personas, promueve el pensamiento crítico. Reta a la nueva generación a tener el valor de decir la verdad y a comprometerse a trabajar para aliviar el sufrimiento de los de abajo. Manifiesta un espíritu poético. En sus propias palabras, Cornel se describiría a sí mismo así: “haciendo cuestionamiento socráticos, estando comprometido con aquellos de menos y siendo un blusero en la vida de la mente”. Por todo eso, amo tanto a este hermano.

Por eso también él ha llegado a ser blanco de los defensores de Obama. El coro coordinado de condena a West ha coincidido con indicios de inquietud y descontento generalizado de los negros y de las personas progresistas en general, sobre las acciones, y la falta de acciones, del primer presidente negro. Cornel West expresa ese creciente descontento en su crítica a Obama, y por eso a los ojos de algunas personas, él es un hombre peligroso. Pero aquellos que a diario todavía son las víctimas de lo peor bajo Obama, al igual como antes, y aquellos que no están dispuestos a tragarse sus principios y acomodarse con las incesantes atrocidades, tienen que valorar y defender a Cornel West.

Los ataques contra West son en esencia un intento concertado de denigrar y desacreditarlo entre las masas negras y la gente progresista en general y ubicar las críticas a la presidencia de Obama y las denuncias de los intereses que ésta sirve fuera de los límites del discurso aceptable. A un nivel, eso favorece las posibilidades de un segundo mandato como presidente para Obama, pero a otro nivel, más profundo, sirve a los intereses globales y estratégicos de la clase dominante del imperialismo estadounidense.

En 2008 Bob Avakian comparó, por un lado, el hecho de que la clase dominante estadounidense dejó/hizo que Obama ganara la presidencia a la vez que su imperio global se enfrentaba a duros retos en este país y en todo el planeta y, por otro, usar su mejor carta en un juego de naipes a fin de cambiar el rumbo del juego. Un artículo del periódico Revolución #148: “Lágrimas y orgullo, realidad y cambio REAL” analiza esto:

“Cualquiera en este planeta con algún conocimiento de la verdadera historia y de la realidad de hoy de Estados Unidos y de cuán profundamente que la supremacía blanca está empotrada en el funcionamiento de este sistema explotador... Cualquiera que sepa del látigo del esclavista... las chusmas de linchamiento... y la realidad de hoy en que cualquier varón negro que salga de su casa se enfrenta a la pena de muerte que le espera a manos de un policía... Cualquiera que tenga algún conocimiento de todo esto entiende y se siente las lágrimas y las celebraciones después de la elección de Barack Obama como presidente de Estados Unidos”.

El artículo explica los retos globales e internos ante los gobernantes de Estados Unidos. Luego, dice:

“Ante todo esto, imagínate que estés en la posición de aquellos que mandan: ven tormentas en el horizonte y están conscientes en cierto grado de la ira e indignación latentes del pueblo negro en particular. Desde esa perspectiva, se puede empezar a entender por qué dieron lo que para ellos es el gran paso estratégico de acudir ahora a un hombre negro para representar los intereses de este sistema.

“Obama no está hablando de cambios positivos reales o sustanciales de las condiciones del pueblo negro. El ‘primer presidente negro’ no es una concesión a las luchas ni a las potenciales luchas contra la opresión del pueblo negro. Estudia las propuestas y los discursos de Obama. Escucha el tema del discurso de victoria de Obama, que pide ‘un nuevo espíritu de sacrificio’. Obama es un vehículo para unificar a Estados Unidos, incluidos aquellos a que les han negado sistemáticamente el ‘sueño americano’, a que se identifiquen con el sistema a la vez que obliga a la población a sacrificarse”.

Nosotros en el Partido Comunista Revolucionario, junto con unas cuantas personas más, nos opusimos a la ola de Obamanía en 2008. Criticamos a aquellos que respaldaban a Obama para poner fin a los horrores del régimen de Bush, por hacerse ilusiones y dejarse engañar, en “Sobre la carta abierta para Obama de The Nation” (revcom.us/a/140/Nation-es.html). En “No seas un soldado búfalo”, yo denuncié que el llamado de Obama para un nuevo espíritu de servicio a Estados Unidos tenía en propósito de alentar a los jóvenes negros y a otros a alistarse en las guerras por imperio de Estados Unidos (revcom.us/a/150/buffalo_soldiers-es.html). También señalamos que aun antes de su elección, Obama se sumó la voz a los que estaban echándole la culpa al pueblo negro por las cosas que el sistema hace en su contra.

Asimismo, dijimos que nos uniríamos con aquellos para oponerse a la injusticia, sea lo que fuere su posición acerca de Obama. Cornel sobresale como una persona cuyos principios lo han conducido a repensar su posición respecto a Obama y denunciar, en lugar de pasar por alto o tratar de justificar, las acciones que infligen atrocidades sobre las personas en Estados Unidos y alrededor del mundo.

De nuevo, de su entrevista con Chris Hedges: “’Tengo que asumir cierta responsabilidad’, admite, hablando de su apoyo a Obama, mientras estábamos sentados en su oficina rodeado por sus libros. ‘Tal vez yo estuviera viendo algo más en él que lo que existía en realidad’”.

Cornel era uno de las muchas personas que firmaron el comunicado “Los crímenes son crímenes, no importa quién los cometa” que cité anteriormente. Los ataques en contra de Cornel son viles, y las personas tienen que apoyarlo.

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