Revolución #238, 3 de julio de 2011


Un día en la vida en el barrio

¡Esto podría pasar en casi cualquier parte de Estados Unidos! Cuando la gente que se reúne en la licorería de la esquina ve la foto en el Mensaje y Llamamiento1 de unos puercos sentados de rodillas sobre la nuca de un hombre negro joven, la reconocen como algo familiar, aunque se diera a una distancia de miles de kilómetros.

Pienso en lo que dice Bob Avakian en 2:27 de Lo BAsico:

En un discurso que di hace unos años alguien me preguntó: ‘¿De qué manera usted lo haría mejor que la Unión Soviética o la China bajo Mao?’ Una de las cosas que le dije es: ‘No creo en seguir a la cola de las personas porque están oprimidas — nos hacen falta emancipadores de la humanidad’. Cuando exista una situación cualitativamente diferente a la que tenemos ahora —cuando se haya eliminado el sistema actual y se haya creado el nuevo sistema socialista—, sería necesario tener un ejército, la columna vertebral de un estado concreto, que defienda el nuevo sistema y ese ejército estaría compuesto en gran parte por personas muy básicas. Pero tenemos que capacitarlas de modo que comprendan que, como parte de eso, van a tener que estar en la sociedad protegiendo los derechos de las personas que se opongan a este nuevo sistema y tendrán que defender el derecho de esas personas de plantear esa oposición, aunque a la vez también tendrían que parar a las personas que en realidad están haciendo esfuerzos para destrozar el poder estatal que tenemos. Dije que eso supondrá lucha con las masas, pero a todos los niveles tenemos que atraer e incorporar a las personas que entiendan así lo que estamos haciendo. La Constitución del nuevo sistema socialista va a delinear los derechos del pueblo y este aparato estatal va a proteger los derechos de las personas que no estén de acuerdo, siempre y cuando no organicen activa y concretamente para derrocar ese aparato estatal. Ahí viene al caso lo que Lenin señaló: siempre que existan clases, una va a dominar, y ‘mejor yo que ustedes’ — o sea, mejor la dictadura del proletariado que la dictadura de la burguesía (la clase capitalista). ¿Pero qué es esa dictadura del proletariado?

AMBOS aspectos de esto tienen importancia — el núcleo sólido y la elasticidad.

Pienso en esta cita especialmente cuando llevamos a la esquina Lo BAsico y el último número de nuestro periódico. Durante los últimos meses, los fines de semana un equipo ha ido al barrio negro donde encuentran también a gente de otras nacionalidades ya que el barrio tiene muchas familias latinas.

Como muchos vecindarios oprimidos, hay licorerías al lado de iglesias, mercaditos, restaurantes de comida rápida y varias agencias “de ayuda” como un banco de alimentos del condado (que suministra alimentos de emergencia a familias que están por debajo del umbral de pobreza), la oficina del welfare, un centro de salud y una residencia de transición. Casi no existen trabajos en el barrio, en agudo contraste a la situación hace unas décadas cuando estaban acererías, una planta automotriz, fábricas de lámina metálica, etc. Además, esos eran los años antes de que Bill Clinton pusiera fin al “welfare tal como lo conocemos”.

Aunque la generación de los años 60 podía adquirir casas propias (aunque fueran pequeñas casas igualitas en un desarrollo), la generación de sus hijos ha tenido que sobrevivir en una economía informal. A menudo oímos a los jóvenes diciendo "¿Qué negocito traes?" en lugar de "¿Qué hace para ganarse la vida?". Muchas veces el negocito es legítimo; aunque constituye vivir de día a día. Un hombre negro joven, TC2, que lee y a veces distribuye nuestro periódico, se gana la vida comprando, reparando y vendiendo cosas. No es una buena vida, pues no tiene beneficios de salud ni cosas así, pero sí le permite pagar una renta modesta. De hecho, en este barrio para aquellos que tienen acceso al Internet Craigslist ha llegado a ser una manera de ganarse la vida. Mucha gente ha amueblado todo el apartamento mediante la sección "gratis" de Craigslist. Encuentran trabajo por horas y otras cosas, ¡gracias a Craigslist!

Desde luego, el transporte es un gran problema en general para la gente en el barrio. No existen supermercados cerca; así que llevar comida y otras cosas para una familia de cuatro personas es mucho trabajo, ni mencionar viajar a la oficina de welfare para citas con el encargado de su caso, al centro de salud, al oficial de libertad condicional (muchos hombres negros jóvenes enredados en el sistema de justicia criminal y bajo la libertad condicional tienen que satisfacer requisitos muy estrictos y presentarse ante su oficial de libertad condicional, el que puede vivir a muchísimos kilómetros de distancia … no presentarse a esas citas resulta en castigos adicionales como estar en el aislamiento cuando a uno lo regresan a la prisión), la oficina de WIC (servicio federal para las necesidades de nutrición y alimentación de mujeres y de los hijos menores de cinco años de edad, cuando una familia cae por debajo de las normas federales sobre la pobreza), etc.

La mera falta de transporte ha causado en parte cierto aislamiento, una especie de segregación entre la gente del barrio con el resultado de que la situación impide que las personas conozcan lo que pasa salvo lo que está dentro de las pocas cuadras donde viven. Y a veces eso suscita contradicciones entre las masas, cuando alguien se aventura fuera de su barrio y al no ser reconocido en otro lado, aquellos del otro barrio lo considera “no bienvenido”.

Hace poco, nuestro equipo del barrio realizó una importante salida a un vecindario latino con motivo del Primero de Mayo (lo que coincidía con el Cinco de Mayo). Algunos compañeros le tenían un poco de miedo a una salida a un barrio a sólo 30 cuadras de distancia donde la gente hablaba otro idioma. Esto le preocupó muchísimo a un tipo de nuestro equipo, S, quien nunca había ido a este barrio. Dijo: “¿Qué voy a decir? Esto es cosa de mexicanos”. Pero nuestro equipo aprendió rápidamente que se podía distribuir fácilmente periódicos y el Mensaje y Llamamiento en español si nos quedamos cerca de los compañeros que hacían agitación en español. Todos aprendimos de esa experiencia. Como comentó T, mientras discutía con S: “No podemos simplemente quedarnos en nuestra esquina si estamos hablando de hacer la revolución”. Durante esa salida, ¡hasta los niños participaron, uniéndose con una marcha de banderas rojas por un vecindario que jamás habían visto!

T es parte de esta familia extendida que hemos llegado a conocer, la cual constituye el grueso de este equipo. En nuestra esquina regular "de revolución" en el barrio, cuando esta familia trabaja a todo vapor, no es de sorprender que se distribuyan 100 periódicos mientras se recaude dinero agitando el bote. Las y los muchachos distribuyen las tarjetas de mano, engrapan sobre los postes los materiales como los carteles hechos de la portada y las páginas centrales del periódico, a la vez que sus padres se turnan con el megáfono, denunciando los agravios por la brutalidad policial, leyendo el poema de Abiodun Oyewole de las páginas centrales3, leyendo citas de Lo BAsico y pidiendo que la gente ponga unas monedas en el bote de donaciones. Esto de tener a cuatro o cinco adultos y aún más niños ha creado cierta química que nunca he visto en todos mis años de vender el periódico. De veras, se trata de partir de la gente y volver a la gente con la revolución; y detiene el tráfico cuando las personas que pasan en coche ven a sus vecinos entrándole a esto.

T es la persona principal que dirige a esta familia; y se puede ver desde el principio que tiene mucha destreza organizativa. En cada salida, aseguraba que todos tuvieran una tarea específica, como tener a su esposa cuidando la mesa y al compañero de cuarto con los periódicos. No tienen límite la energía y el entusiasmo de T para difundir la revolución. Le tiene respeto a BA; ha visto muchas pistas del DVD de la charla Revolución4 y ha participado en lecturas de Lo BAsico en el parque con todo el equipo. Ha debatido repetidas veces con nosotros la cuestión de la religión así como la declaración sobre la estrategia.5 Consiguió unas bocinas grandes para llevar a la esquina para que la gente pudiera escuchar a BA fuertemente junto con nuestra agitación.

La familia de T tiene algunos recursos con el welfare y WIC; y también tienen un apartamento relativamente grande en que a veces acogen a amigos necesitados. El apartamento se vuelve en efecto una escala para los amigos que necesiten un poco de ayuda temporal. Hay compañeros de cuarto que ayudan con la renta y al mismo tiempo ayudan a cuidar a los niños. Y a menudo comparten la comida y el lavado de la ropa. No obstante, esto es vivir a duras penas (MUY por debajo del umbral oficial de pobreza para una familia). Y en los últimos días del mes se consideraba a todos los miembros de la familia, incluidos los niños, en la “inseguridad alimenticia” según cualquier criterio, cuando es muy común oír suspiros de “¡Tenemos hambre!”, hasta de los adultos. ¡A veces lo único que tiene para comer en todo el día es una pizza Hot-n-Ready de $5!

Tenemos en nuestro equipo a otras personas que no están en una situación “tal holgada” como la familia de T. S es un hombre negro treintón quien me llama a menudo para saber de la próxima salida. A veces es la persona que habla agravios con el megáfono; y aunque no sabe leer bien, está estudiando Lo BAsico. Su vida personal está llena de dificultades. Se ha acabado su welfare; y por ser ex convicto… tiene muchos strikes (golpes) en su contra. El nuevo libro de Michelle Alexander, The New Jim Crow [el nuevo Jim Crow], le llega al meollo de la situación de este barrio. Actualmente, S y su esposa son paracaidistas en un complejo de apartamentos de familias negras y latinas. El complejo entero ya ha sido “desalojado”, pero el banco que es su propietario lo ha mantenido en desuso. De hecho, esta cuadra está salpicada de embargos hipotecarios, los negros con casa propia están bajo ataque de prestamistas predadores y no son capaces de pagar el mantenimiento de su propiedad cuando disparen las cuentas por tratamiento médico. Los albergues locales no solo dan techo a los adictos ¡sino a los sin techo!

S y su esposa han considerado la opción de vivir en un albergue, pero existen muchas razones en contra. En primer lugar, el albergue tiene un horario limitado para entrar de noche y nadie puede venir de visita a su cuarto. Además, el que S no quiera meterse en esa espiral trae un aspecto de orgullo, especialmente cuando su esposa está encinta y él quiere darle todo su apoyo. Como todavía no tienen hijos, no pueden recibir los beneficios WIC y otros servicios sociales. Y el banco de alimentos no los considera tan necesitados como una familia con hijos… ¡así que no contiene carne la bolsa de alimentos que reciben! Por supuesto, otra opción es cometer delitos menores y tal vez ir a dar a otra clase de “albergue”, o sea, la cárcel, una opción que S no preferiría, aunque tuviera comida. Por ahora S está resuelto a no volver a ese camino llevándose consigo a su esposa, porque cree que tiene más importancia permanecer fuera y ayudar a la revolución. De vez en cuando, cuando hace mucha falta el dinero, su esposa regresa a su familia en otra ciudad para que la cuiden un tiempo. Actualmente S tiene un trabajito legítimo de vender cosas… de perfumes a cidís, que ni da suficiente para pagar la renta pero tal vez para comprar una comida cuando el vecino restaurantito de pollo frito tenga una oferta. (Por cierto, la mayoría de nuestros amigos conocen estas ofertas de comida rápida y dependen de ellas, a pesar del alto nivel de colesterol en la carne y las calorías azucaradas en las gaseosas. ¿Y Michelle Obama tiene un plan para eliminar la obesidad por $2 al día?)

Pero pese a las dificultades de su situación, S se entrega a la revolución. Cree que “algo tiene que darse, la situación simplemente no puede seguir como es”. También tiene un sentido de que son las personas como él las que tienen que ser la columna vertebral de la revolución. S no le entra a ningún “sueño americano”, ninguna agitación de la bandera nacional ni ninguna conmemoración de los soldados caídos (el último fin de semana de mayo en Estados Unidos). Cuando se anunció la reciente campaña de recaudar fondos (30-30+100), S prometió donar $2 cada mes a pesar de su situación desesperada.

Debo mencionar la experiencia en la prisión como una parte importante de la vida de la gente, que impacta tanto a los hombres como a las mujeres en este vecindario. El nuevo Jim Crow es muy palpable en nuestro equipo. Tuvimos que ajustar una salida importante que habíamos planeado hace poco cuando un miembro de la familia fue enviado de vuelta a prisión por no haber ido a ver a su oficial de libertad condicional el que vivía en otro condado a muchos kilómetros de distancia (otra situación sin salida). Desafortunadamente, esto se ha vuelto una forma de vida para muchos. Hace poco escuché a una mujer hablando acerca de su pareja que iba ser enviado de vuelta a la prisión [por una orden de comparecencia de la que él ni siquiera sabía]. “Eso no es gran cosa. Él ha estado en prisión antes. Nosotros (ella y los hijos) podemos soportar esto”.

Las situaciones económicas desesperadas entre las personas que venden hierba, los casos en que por un pleito una persona sopla a un violador de libertad condicional, sin mencionar las nuevas “normas contra las pandillas” en muchas ciudades, han suscitado violentas confrontaciones entre las masas. Las personas son víctimas de la violencia de la policía pero también de la violencia entre las personas. Hace poco, conversé con T y S acerca de sus puntos de vista sobre “la naturaleza humana”, especialmente cuando S comentó que la gente está “hecha un desastre” (en el transcurso de leer la declaración sobre la estrategia en el parque con la familia de T). Así que fue algo muy positivo lo de leerle Lo BAsico 3:17 y bregar sobre esto y también leerlo con el megáfono. He visto a las personas cambiar incluso en el curso de estos meses. Esto no es una línea recta; pero considero que estos nuevos amigos no son individuos a los cuales seguirles la cola, o por los que sentir lástima o para ponerlos en un pedestal sino como lo que PUEDEN ser, una parte de la tercera meta a lograr en la campaña “La revolución que necesitamos…La dirección que tenemos”, una parte de ese núcleo de nuevos luchadores para esta revolución y su dirección (BA) mencionado en el Mensaje y el Llamamiento.

NOTAS

1 "La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos", se puede conseguir en revcom.us/a/170/Revolution_we_need-es.html [regresa]

2 La siglas aquí no son identidades reales. [regresa]

3 "Lluvia de terror", Revolución #232, 15 de mayo de 2011. [regresa]

4 Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, una charla filmada de Bob Avakian, que se puede conseguir en revolutiontalk.net. [regresa]

5 "Una declaración del Partido Comunista Revolucionario: Sobre la estrategia para la revolución", se puede conseguir en revcom. us/a/224online/Statement-on-strategy-es.html [regresa]

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Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
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