Revolución #261, 26 de febrero de 2012


Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Siria: El surgimiento de fuerzas contra-revolucionarias en la oposición

20 de febrero, 2012. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. La siguiente es una versión editada de una entrevista con Hassan Khaled Chatila, un revolucionario sirio que vive en Europa. Aunque hemos hecho lo mejor para representar fielmente sus puntos de vista sobre cuestiones tratadas aquí, éstos son sus opiniones.

El balance de fuerzas dentro de la oposición ahora favorece a los contrarrevolucionarios, porque [bajo las actuales circunstancias] la militarización del movimiento contra el régimen favorece a la interferencia internacional. Al lado de las protestas callejeras no armadas ahora existen importantes acciones armadas. Pero no ha cambiado mucho el conocimiento político del movimiento de masas, el cual sigue siendo una revuelta espontánea cuyo objetivo unificador es la caída del régimen. Ahora las consignas callejeras convocan a la acción armada para lograr esto.

La dirección del Ejército Libre de Siria ["ELS"] [formado por oficiales y soldados que desertaron de las fuerzas armadas del régimen] ha estado ideando una intervención extranjera desde el comienzo. No es claro quiénes son ellos. Parece que el nombre realmente cubre a varios grupos armados ayudados y albergados por Turquía. Debido a que no hay una organización real y poca unidad política entre esos soldados desertores, a menudo actúan más como pandillas armadas, realizando saqueos y violaciones. El ELS [afirma que su propósito es] proteger las manifestaciones en las ciudades del ataque del gobierno. Sus tácticas son malas — les disparan a soldados del gobierno que devuelven el tiro y matan a manifestantes civiles. Su verdadera estrategia es militarizar el enfrentamiento entre el movimiento para así provocar una intervención extranjera.

Política e ideológicamente el movimiento de masas no es lo suficiente maduro para lograr un estado democrático y nacionalista, por la ausencia de una izquierda revolucionaria. Las fuerzas reaccionarias en la oposición buscan llevar al poder a un régimen militar que pudiera ser aún peor que Bashar al-Assad. En Egipto, EE.UU. quiere que el ejército proteja al estado y mantenga la paz con Israel. El asunto en Siria es más complicado, por su relación con Irán, Turquía, Hezbolá en el Líbano, Israel y Arabia Saudita. EE.UU. quiere que las fuerzas respaldadas por Arabia Saudita dominen en Siria y mantengan la política fuera de las manos del pueblo que tiende a apoyar a los palestinos y su resistencia contra Israel y es generalmente anti-yanqui — mucho más en Siria que en Egipto. Por sus relaciones con todas esas fuerzas, Siria puede jugar un rol clave en la región.

Desde la muerte de [el presidente egipcio] Nasser en 1970 y la derrota de la izquierda Baathista [asociada con Nasser] en Siria alrededor de ese tiempo, Arabia Saudita se ha vuelto el país predominante en el mundo árabe. [El debilitamiento del régimen de Saddam Hussein y su caída con la invasión dirigida por EE.UU. en el 2003 acentuó esta situación]. Hafaz padre de Bashar tenía buenas relaciones con los sauditas en algunos períodos, aunque posteriormente se enfriaron. Ambos regímenes quieren evitar la guerra con Israel y EE.UU. Rami Maklouf [el empresario más rico de Siria, sobrino de Bashar y un pilar del régimen] tiene triste fama por haber dicho una vez que la estabilidad de Siria requiere la estabilidad de Israel.

El Consejo Nacional Sirio ["CNS"], una organización de fuerzas de oposición en el exilio en Europa, EE.UU. y Turquía, quiere que sea reconocida como el representante del pueblo. Este no tiene ninguna presencia en Siria. Su presidente, Bourhan Ghalioun, es un ciudadano francés y enseña en la Sorbona. Su vocera ha trabajado por mucho tiempo para la Unión Europea. Su programa oficial pide la caída del régimen, una república democrática y ningún confesionalismo político [la política organizada según agrupaciones religiosas]. Sus fuerzas principales comprenden liberales económicos, otras fuerzas seculares y la Hermandad Musulmana. Ellos están solicitando intervención internacional muy activamente. Sus representantes van de capital en capital para efectuar una intervención militar extranjera pero hacen muy poco dentro del país.

El CNS ha emitido declaraciones que condenan a la República Islámica de Irán y Hezbolá, y piden una solución diplomática al problema palestino.

Algunos miembros de la Hermandad Musulmana buscan lo que ellos llaman un "estado civil", una formulación deliberadamente vaga que no aclara si el estado sería islámico o secular. En otras palabras, todos los ciudadanos serían iguales, pero parece que no aceptarán una constitución que no defina el sharía [la ley islámica] como la fuente de toda ley. Así que existen importantes diferencias entre los miembros del Consejo Nacional Sirio.

Aunque el Consejo es respaldado por Arabia Saudita, Qatar y, de manera implícita, por Europa y EE.UU., no tiene control sobre el Ejército Libre de Siria.

Existe también la izquierda siria no-revolucionaria que aún busca "una solución con y por medio de" el régimen de Assad. Esto significa el cambio desde arriba, no desde abajo. Su meta es ser parte de un nuevo gobierno. Su influencia entre el pueblo es limitada, especialmente porque son ampliamente odiados como agentes del régimen. Los varios Comités Coordinadores Locales incluyen a personas de la izquierda más revolucionaria y árabes nacionalistas.

La reunión de "Amigos de Siria" que se sostendrá en Túnez el 24 de febrero podría ser muy importante. [Esta entidad está siendo construida basada en el modelo de "Amigos de Libia" bajo cuyos auspicios intervino la OTAN en ese país. En el presente caso, el propósito es eludir la necesidad de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para autorizar la interferencia extranjera en Siria]. Esta fue convocada por el presidente francés Sarkozy y respaldada por el gobierno de Túnez [pro-yanqui y dirigido por fuerzas islámicas]. Parece que hubo algunas diferencias entre esos "amigos" sobre qué sirios deberían ser invitados.

Está constantemente cambiando la opinión en la calle. Algunas personas llevan pancartas que aclaman el CNS y piden la intervención extranjera. En contraste, las manifestaciones del 17 de febrero se llamaban "El Viernes de Resistencia", con la perspectiva de que el pueblo debería apoyarse en sus propios esfuerzos.

La oposición al régimen dentro de "la clase política" siria se ha dividido entre una izquierda que enfatiza los derechos sociales y políticos del pueblo pero que está aislada de las masas, las que no tienen confianza alguna en ningún grupo político tradicional, y la derecha neoliberal que exige la intervención extranjera. Ambas están a favor del desarrollo económico globalizado en Siria y ambas están temerosas del pueblo.

Las divisiones entre el pueblo basadas en la religión y la etnia se han exagerado en el exterior. Existen personas de todas las religiones y etnias en ambos lados. "El Viernes de Resistencia" del 17 de febrero trajo varios acontecimientos bienvenidos en la capital. Estos tienen el potencial de generar otro revés en la relación de fuerzas entre las fuerzas armadas de la oposición y el movimiento popular.

[Hasta ahora el movimiento anti-régimen no ha sacudido Damasco y Alepo, como lo ha hecho en ciudades provinciales más pobres. Las protestas en Damasco se han restringido principalmente a los menos acomodados suburbios principalmente sunitas. La protesta anti-régimen que brotó en un suburbio popular de Damasco el 17 de febrero se extendió a Mezze, una zona de oficinas del gobierno y corporaciones y residencias no lejos del palacio del presidente. Una gran parte de la población de Mezze son alauitas — y gran parte del apoyo sólido para el régimen ha venido de los clanes alauitas. En Mezze las tropas de Assad mataron a tres manifestantes en una pequeña protesta el viernes. Al día siguiente, después del funeral, una marcha pequeña creció hasta al menos varios cientos de hombres y mujeres que se unieron del vecindario].

Si se les dejara al pueblo actuar por si mismo, no creo que hubiera una guerra civil dentro del pueblo. Pero la situación es compleja, y la intervención extranjera podría llevar a una guerra civil reaccionaria basada en la etnia/religión. En ese caso, Siria podría explotar, con enormes consecuencias para los países vecinos donde están representadas todas esas etnias.

Por ahora, nadie en Siria hoy tiene una estrategia revolucionaria real. Los activistas están haciendo de todo de un día a otro.

 

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas del mundo.

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