Revolución #264, 1 de abril de 2012


Lo que Barack Obama (y los republicanos) NO dijeron en el caso de Trayvon Martin

Hasta que se encontraba frente a un fuego arrasador de indignación popular... hasta que se puso claro que todos los "bomberos" no podían sofocarla... hasta que esa indignación popular empezó a amenazar con rebosar con creces los límites de la "política de costumbre"... solo en ese entonces Barack Obama sintió la obligación de hablar sobre el asesinato de Trayvon Martin.  (Y solo fue después de que Obama habló que sus homólogos republicanos metieron la cuchara.) 

Primero, hay que notar que este NO fue un discurso presidencial especial NI uno que trataba específicamente el asesinato de Trayvon y la relación que guarda con las profundas raíces y la realidad cotidiana de esta sociedad; fue meramente una respuesta orquestada, aparentando ser improvisada, a una pregunta que surgió al final de una rueda de prensa sobre otro tema completamente distinto. Eso en sí tuvo el propósito de minimizar lo que pasó y su importancia. (Los comentaristas aplaudieron a Obama por su enfoque mesurado.)

Lo que Obama no dijo revela más que lo que dijo.

NO trazó un vínculo entre el frío asesinato de Trayvon Martin y toda la historia y la realidad actual de otros incidentes horribles y tristemente celebres... de Dred Scott a Emmett Till y Oscar Grant... todos ellos enraizados en la supremacía blanca y la opresión del pueblo negro y otros pueblos "de minoría" que empapan hasta los tuétanos este sistema capitalista: no, tapó todo eso...

NO señaló la conexión entre el asesinato de Trayvon y las formas en que los jóvenes negros están estigmatizados, satanizados y criminalizados por los medios de comunicación, por el asedio de tipos como Bill Cosby y altos políticos, incluidos políticos demócratas y hasta presidentes como Bill Clinton y, sí, Obama mismo, en sus discursos de "echar la culpa a los jóvenes" (para no mencionar a los "comentaristas conservadores", o sea, descaradamente fascistas), hasta el punto en que un joven negro que va por la calle en una sudadera con capucha es un "objetivo legítimo"...

NO vinculó la forma en que mató a balazos a Trayvon con las formas en que este sistema les tiene en la mira a esos jóvenes desde el momento de nacer, pasando por la manera en que les da un pésima educación y los canaliza hacia el sistema carcelario (que ahora está hasta los topes, con casi 2.4 millones de presos) y a la arrasadora trituradora de personas que solo deja escapar de sus garras a relativamente unos cuantos... pues, después de todo, si Obama jamás ha mencionado nada de eso antes, ¿por qué hacerlo ahora?

NO habló de la similitud entre la aparente presunción del asesino de Trayvon, en su llamada al 911, de que este joven negro constituía una amenaza criminal simplemente por ser negro y estar caminando por el vecindario, y las maneras en que los departamentos de policía de toda ciudad estadounidense suponen exactamente lo mismo y paran y humillan a los jóvenes negros cada segundo de cada día...

Lo que Obama NO mencionó dice muchísimo. Y el hecho de que él, y sus homólogos republicanos, dijeron apenas algo, también dice muchísimo: muchísimo acerca de cuánto temen lo profundo que es la justa ira cuya superficie este ultraje solo ha comenzado a tocar. 

No es posible ni aceptable detenernos ahora. No es aceptable contener la indignación. La demanda por justicia tiene que crecer en volumen y extenderse a todas partes, tiene que hacerse más decidida. La verdad, toda laverdad, o sea, las meras causas fundamentales de esto y la solución revolucionaria, tiene que salir brotando en la cresta de una ola de acción de masas.

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