Revolución #281, 23 de septiembre de 2012


Romney u Obama: El veneno directo o almibarado

De un lector:

Los primeros tres años y medio del mandato de Obama le han resultado un desengaño amargo a mucha gente que se dejó llevar por la manía acerca de él. Pero no obstante… a mucha gente le parecen aun peor Romney y los republicanos que éste encabeza. Pero creer que de algún modo Obama es “menos mal” que Romney es una trampa mortífera elaborada del engaño, ilusiones y ceguera obstinada.

La tortura y la detención indefinida

Miremos lo que Romney y Obama representan respecto a dos cuestiones clave: el uso de la tortura y la detención indefinida sin juicio como instrumentos de la política estadounidense, y la criminalización y encarcelación en masa de jóvenes negros y latinos.

Durante un debate entre los candidatos republicanos en noviembre, Romney no mencionó la tortura auspiciada por Estados Unidos. Pero inmediatamente después del debate, su ayudante principal “aclaró” la posición de Romney, señalando a los periodistas que Romney “no cree que el submarino es tortura”. Romney ha dicho numerosas veces que no lo considera “prudente… describir exactamente cuáles métodos utilizaremos para interrogar a las personas” y agrega, de cara seria, que “se opone a la tortura”.

Romney defiende la detención indefinida sin juicio y se opone al cierre de la mazmorra de tortura en Guantánamo. Dijo: “A propósito, me quiero asegurar que estos tipos permanezcan en Guantánamo. No quiero que los sujetos que están llevando a cabo ataques contra este país estén puestas en nuestro sistema penitenciario y cuenten con abogados defensores en este país. Quiero asegurarme de que lo que le pasó a Khalid Sheikh Mohammed les pase a otros terroristas. Él fue capturado; fue el llamado cerebro de la tragedia del 11 de septiembre de 2001. Y les dijo a sus captores: ‘Les veré en Nueva York con mis abogados’. Supongo que unos abogados de la ACLU [Unión Americana de Libertades Civiles]. Eso no es lo que pasó. Él se fue a Guantánamo y conoció a los soldados y los interrogadores de la CIA, y eso es exactamente tal como debiera ser”.

¿Y qué de Obama? ¿No prometió cerrar Guantánamo inmediatamente después de tomar el cargo en 2009? Claro que sí. Prometió cerrarlo dos veces, por primera vez cuando se postuló para presidente en 2008 y de nuevo en 2012, dado que la plataforma del Partido Demócrata la que Obama promueve de nuevo hace esa promesa en la actual campaña. Hasta este momento, Guantánamo aún está vivito y coleando, con 168 “detenidos” en sus jaulas.

Pero la administración de Obama ya ha hecho mucho más en hechos y no sólo de palabra, extendiendo su “derecho” de encarcelar a las personas en otros países y protegiendo y defendiendo a los torturadores de los años de Bush. Como informó el New York Times del 30 de agosto de este año: “El procurador general Eric H. Holder Jr. declaró el jueves que no iban a procesar a nadie por la muerte de un preso en Afganistán en 2002 y de otro en Irak en 2003, y así eliminó la última posibilidad de que se levantaran algunos cargos criminales por las brutales interrogaciones realizadas por la CIA. El Sr. Holder ya había descartado todo cargo con relación al uso del submarino y los otros métodos que la mayoría de los expertos en los derechos humanos consideran la tortura”.

Anteriormente este año, Obama ratificó con su firma el Acta de Autorización de Defensa Nacional (NDAA por sus siglas en inglés) que le otorga al presidente las facultades de detener indefinidamente a cualquiera sin cargos ni juicio, incluso a los ciudadanos estadounidenses, por asociarse con una amplia y vaga categoría de personas, incluyendo personas que no tienen nada que ver con los ataques del 11 de septiembre de 2001 o con el terrorismo.

Por lo que se refiere al encarcelamiento sin juicio de las personas por todo el planeta, el gobierno estadounidense y su títere afgani Hamit Karzai anunciaron en marzo de este año un acuerdo según el cual el primero le entregaría a Afganistán el control del masivo complejo penitenciario en la Base Aérea Bagram. Pero nada más esta semana, el Pentágono declaró que Estados Unidos continuará controlando a los presos allí “durante un período indefinido” y seguirá “deteniendo y seleccionando por un tiempo a los afganis nuevamente capturados, asegurándose que continúe la participación estadounidense en las actividades de detención e interrogación”.

Romney promete hacer las cosas que a veces Obama afirma que rechaza, pero que en realidad ha venido efectuando durante años.

La encarcelación en masa de los jóvenes negros y latinos

Respecto a la criminalización y la encarcelación en masa de los jóvenes negros y latinos en Estados Unidos, ¿cómo lidian los candidatos para “el cargo más alto del país” con la situación vergonzosa en este país el que tiene el índice de encarcelación más alto en la historia del mundo, y en donde hay una epidemia de brutalidad y asesinato policial que asedia los centros urbanos empobrecidos de costa a costa?

Pues, ninguno de los dos nunca ha indicado de ninguna manera que considera estas atrocidades como un problema.

Sobre esta cuestión, hay un silencio ensordecedor de su parte. Tenemos que plantear la pregunta: cualquiera que se preocupe por el futuro de la juventud en este país, a cualquiera a que le importen la humanidad y su futuro, a cualquiera a que le interese la salud del planeta mismo, ¿le importa quién gane en estas elecciones? ¿Sería aún peor para las masas populares en Estados Unidos y alrededor del mundo si la jauría de halcones de guerra, defensores de tortura, racistas y odiamujer encabezados por Romney llegaran al poder?

La respuesta escueta es no.

Los candidatos presidenciales y aún más los términos de estas elecciones, de participar en “el proceso político” que ofrece el imperialismo estadounidense, son suficientemente mortíferos: ¿Quisiera usted el veneno directo, o almibarado de vez en cuando con unas palabras melosas?

Pero aún más, con sólo participar en esta farsa de “elegir uno de los dos candidatos”, es decir, votar por uno de ellos, el papel de los electores es poner el sello de “legitimidad” sobre todo el proceso y todo crimen monstruoso contra el pueblo del mundo y en Estados Unidos que éste comete.

Romney y Obama se están contendiendo entre sí para decidir cuál de los dos presidirá el marco político y militar que defiende y extiende el sistema de imperialismo-capitalismo más despiadado y empapado de sangre en el mundo. Las máquinas políticas que los dos dirigen atraen distintas bases de apoyo social, pero ambas actúan en aras de los intereses de ese sistema. Obran con diligencia para presentar y formular las cuestiones y los temas de “debate” según los términos de ese sistema.

Y obran aún más duro para enredar a la gente en esos términos. Cualquiera que gane estas elecciones se sentará encima de un montón de huesos de las personas muertas y las vidas destruidas por la fuerza devastadora del imperialismo estadounidense y estará listo para cometer crímenes aún más grandes en los años y conflictos por venir. Cualquiera que gane dirá que estos actos monstruosos se proponen “defender al pueblo estadounidense” y representan “la voluntad del pueblo estadounidense” como se expresa por medio de las elecciones.

Como dice el Partido Comunista Revolucionario, “¡Dejen de pensar como estadounidenses! ¡Empiecen a pensar acerca de la humanidad!”

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