"Por qué los que no somos comunistas (tú y yo) debemos ver la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!"

10 de marzo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Queremos compartir con los lectores unos ideas y comentarios de una persona que vio un corte borrador de la película: Habla BA: REVOLUCIÓN — ¡NADA MENOS!

Ahí les va lo que yo tengo para decir. Siéntanse libres de usarlo si les sirve.

Acabo de ver las primeras dos horas, de seis, de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Fue como zambullirse en un estanque muy azul, muy helado. Salí temblando, triste, enojado y bien preocupado. Sobre mi vida y la vida de todos.

Se me ocurrieron dos cosas bien extrañas durante las horas posteriores. La primera es de Juan 8:32: "y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres". La segunda es la alegoría de Platón sobre la cueva, en la cual Sócrates describe a un grupo de personas que han pasado toda la vida encadenadas a la pared de una cueva, mirando hacia la pared. Ven las sombras que se proyectan sobre la pared cuando cosas pasan en frente de una fogata que queda atrás de las personas. Las sombras representan lo más cercano que los presos siquiera conozcan de la realidad. Sócrates nos dice que el filósofo es como un preso que se ha liberado de la cueva, que puede salir, por fin, a la frescura de la verdad, al mundo real.

El análisis de Bob Avakian rompe el estrecho marco en el cual nos manipulan. Presenta el panorama general de la Civilización Occidental y el Capitalismo — vaya qué historia más corrupta y trágica. El señor Avakian nos dice la verdad, nos despierta a la realidad. Nos insta a darnos cuenta de que la cultura, a la cual respiramos como el aire, en la realidad sirve para cegarnos, adormecernos, amarrarnos y usarnos, por medio de sus diversiones, distracciones y coacciones. Qué espantoso reconocer cómo nos hemos cautivado con el adquirir y el gastar. Cómo nos hacen pelear entre nosotros en vez de pelear contra la matriz monstruosa que encierra a todos por igual.

Así que, el primer paso hacia la libertad es de conocer la realidad. Y la realidad nos duele, porque empezamos a captar cómo nos han engañado, cómo nos hemos dejado embaucar y manipular. Pero, ahí está. Primero hay la satisfacción adulta de enfrentar la realidad. Eso es bueno en la política, el arte y la vida personal. El vivir de verdad y la libertad verdadera tienen que empezar con lo real.

¿Qué sigue? Bueno, faltan cuatro horas más de Bob Avakian en vivo que todavía no he visto. Me interesa mucho pero mucho ver qué es lo que él piensa que se puede hacer, una vez que se haya captado la realidad. Por mí, no tengo la menor idea. Confieso que mi temperamento no cuadra con "las masas". Las masas me dan miedo, me preocupo de que el individuo se encoja hasta volverse nada allí. No sé qué significa una "revolución", ni cómo lograrla sin la anarquía. Pero, como dice el señor Avakian (y estoy de acuerdo con él): el mundo no está escrito en piedra; las cosas pueden ser diferentes a lo que han estado; la historia y el futuro no son la voluntad de Dios.

Al final, estoy abierto para escuchar y considerar. Me parece crucial. Todos saldremos ganando que nos salpique el agua clara y fría de la realidad.

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