En una universidad élite...
Retando a las personas a entrarle a Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!
10 de marzo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
Estimado Revolución:
Antes de dirigirnos a una universidad élite para promover el estreno nacional de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!, nuestro equipo leyó y discutió el texto posteado "Encarar y realmente retar a los jóvenes". En primer lugar recomiendo a otros lectores que lo estudien profundamente, y especialmente que lean y forcejeen con los retos planteados en el editorial "Lo que el mundo necesita ahora". Y de ahí quisiera compartir algo de experiencia basada en ese artículo. Aunque aquel específicamente trata el reto y la importancia de atraer y entrenar a la juventud que vive el infierno cotidiano que es este sistema, pero creo que es relevante más allá de ese sector, tratándose de la manera de abordar a las personas.
La carta "Encarar…" señala: "Aunque sería un error hacer caso omiso de aquellos individuos atraídos a esta agitación, no hemos hecho como parte de nuestra práctica lo de encarar y retar a los jóvenes que la mayoría de las veces simplemente pasan a nuestro lado o nos descartan con una frase como, ‘Está bien, no necesito eso’".
Solamente cambiando nuestro enfoque —de esa forma— podemos revelar el potencial para la revolución y el potencial para el estreno de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!, que no sería tan aparente si no insistiéramos con las personas de esta forma. Tenemos que descubrir y desenvolver el potencial que queda enterrado debajo de la superficie.
Retar a las personas de esa forma planteó mucho más tajantemente las líneas de demarcación entre lo de tolerar este sistema y sus horrores, en una u otra forma, por un lado — y lo de decidir no hacerlo. Por ejemplo, unos tipos al estilo de las fraternidades universitarias estaban diciendo abiertamente —en respuesta a nuestra agitación— que sí estaban de acuerdo si murieran millones de niños a través del mundo por enfermedades prevenibles por el capitalismo. Cuando yo los perseguí por la calle e insistí que defendieran esa posición si podían, otros estudiantes se pararon, recibieron tarjetas de mano para el estreno y consideraron con más seriedad todo el asunto, incluyendo un tipo que aparentemente acaba de llegar de un viaje de esquiar, ya que traía su chamarra de esquiar, el boleto del teleférico y el equipo de esquiar.
Otra persona estaba casi igual de engreída, insistiendo que ella ya hacía su parte al donar a las organizaciones que ayudan a aliviar el hambre mundial y que le ofendía que estuviéramos diciendo que todo esfuerzo menos que la revolución es una tontería, en esencia. Le dije que esas donaciones que ella hace posiblemente ayudan a que ella se sienta mejor, pero no afectan la inmensa hambre mundial, que no es necesaria en lo más mínimo sino que fue creada por el funcionamiento del imperialismo. También en ese caso, los transeúntes que iban pasando dieron la vuelta para recibir tarjetas de mano para el estreno.
Pero también hay esas personas que van pasando con los auriculares puestos — tanto en sentido literal como figurado. A veces hay una rabia que hierve por debajo de la cicatrices, por decirlo así, que no sube a la superficie a menos que uno persista con ellos. Una joven afroamericana a la cual le reté a que dejara de caminar, que se quitara los auriculares y que le entrara la revolución sí se quitó los auriculares. Ya cuando habíamos caminado un par de cuadras, siendo yo quien hablaba la mayor parte, ella me dio una mirada como para decir: "Está bien, y de ahí…". Le dije, mira, acompáñame hasta donde empezamos, escucha la entrevista a BA por Cornel West. Le enseñé en la tarjeta de mano para el estreno cómo Cornel West presentó a BA. Dijo que iba atrasada para una cita en el almuerzo (de hecho, era la hora del almuerzo), pero decidió dejar que su amiga esperara un poquito. Escuchó la entrevista hasta donde BA explica la diferencia entre la revolución comunista y lo que quería Martin Luther King. Al escucharlo, sacó los auriculares y dijo: "Vale, ¿cómo vamos a ponerle fin a eso?"
Ya estábamos entrando en terreno nuevo — y definitivamente, para mí era un reto poner en práctica en el acto el enfoque de entrarle más profundamente en combinación con alistar inmediata y sustancialmente a las personas en el movimiento para la revolución. En parte, le planteé el reto: ¿qué puedes hacer ahorita? Se llevó muchas tarjetas de mano, y platicamos de cómo ella y sus amigos podrían usar los códigos QR para visitar revcom.us directamente con sus teléfonos inteligentes y escucharla juntos. Le dije que ella iba a encontrar las maneras de conectarse con otros semejantes a ella en revcom.us y para aprender más sobre la revolución. Me dio una manera de comunicarme con ella. Después, al sacar un resumen con el equipo, sentimos que necesitamos mejores formas para un activismo al instante, y que debemos alistar a personas como ella en el Club Revolución en el acto.
Voy a mencionar otro intercambio para darles una idea de lo complejo de la situación, y la necesidad de hacer que las personas le entren a BA lo más profundamente y lo más pronto posible. Se trata de otra persona a la cual le perseguí por la calle, que en el principio alzó los hombros sin interés ante nuestra agitación sobre el estreno y el papel que tiene que jugar para forjar un movimiento para la revolución. Tras una conversación más o menos unilateral durante un tiempo, ella se paró para platicar. Es maestra en una Facultad de Antropología, a la cual la calificó del "último baluarte del radicalismo" en su campus. Le dije que eso es importante, pero no es suficiente, y si para ti eso es suficiente, pues es una forma de hacer la paz con un sistema con el cual no debes ni necesitas hacer la paz. Eso no evita que el presidente ejecute a quien sea por donde sea sin juicio, ni al emergencia ambiental, ni los 2.4 millones de personas en las cárceles estadounidenses. Y ¿cómo te vas conformar con menos?
Eso llevó a que ella opinara que el comunismo desde su inicio, especialmente la obra de Federico Engels (que colaboró de cerca con Carlos Marx, el fundador del comunismo) venía manchado del patriarcado. Hice lo mejor que pudiera para argumentar que la nueva síntesis del comunismo de BA no encubre ni se hace de la vista gorda respecto las debilidades en la concepción y la experiencia de la revolución comunista, aún cuando principalmente defiende lo principal, o sea, las grandes contribuciones — entre ellas los avances radicales en la liberación de la mujer. Y que ella debiera usar el código de respuesta rápida (QR) en la tarjeta de mano para el estreno y escuchar la entrevista a BA por Michael Slate (en inglés).
También tuvimos una discusión y participación más profunda con otra mujer que escuchó una parte de la entrevista a BA por Cornel West. Cuando surgió el tema de la opresión de la mujer, ella la puso en pausa y más o menos estalló en un torrente de rabia — recientemente había participado en el activismo para fortalecer a la mujer en Sudáfrica y lo que le daba coraje era la violencia generalizada contra la mujer ahí y en el mundo entero, pero también, la desorientación de las masas populares en las zonas marginadas en Sudáfrica tras la derrota del apartheid, la cual mencionó mucho como un comprobante de que la revolución no es posible. Discutimos hasta donde se pudiera en el lugar y el momento, pero también luchamos con ganas para que ella escuchara la entrevista a BA por Michael Slate, especialmente respecto al tema de la naturaleza humana que supuestamente no se puede cambiar, para entender "qué pasó a la revolución" lo que estableció el marco de la situación en los años 60. Si bien era demasiado corto el tiempo que escuchó la entrevista a BA por Cornel West, ésta sí le dio un sentido de que BA es una persona de pensamiento profundo y no simplemente un movimiento con una visión "idealista" de cómo debe ser el mundo. Ella se fue a su clase con un manojo de tarjetas de mano y nos dio sus datos para estar en contacto. Traté de enfatizar que era muy posible que su maestro(a) "izquierdista", con el cual contaba para apoyarla para invitar a las personas al estreno, pudiera ser menos radical o tener una respuesta menos positiva, pero lo importante era que éste es lo que el mundo necesita en realidad y que ella debiera insistir en que las personas le entraran seriamente a lo que BA dice en estas entrevistas radiales y no descartarlo por no cuadrar con sus ideas previas o sus espacios de comodidad y seguridad o lo que sea.
Una nota: Tenemos que lograr mucho más en la recaudación de fondos y hacerlo mucho mejor — alcanzar una vía bien diferente. Recolectamos unas contribuciones menores para difundir BA, incluyendo con el estreno de Habla BA: ¡REVOLUCION — NADA MENOS! Pero todos concluimos que no estábamos comunicando en serio a las personas la importancia de recaudar MUCHO dinero para hacer todo eso — lo que ahora mismo es un enorme obstáculo para hacer que todo eso ocurra. Y eso es algo que podemos y debemos hacer con las personas en el acto, como una parte de transformar nuestro trabajo con el fin concreto de tratar y superar los grandes retos ante nosotros en la construcción de este movimiento para la revolución y de convertir esos grandes retos en oportunidades para desarrollar el movimiento para la revolución.
Repito, si bien esas experiencias son emocionantes y dan motivo para aprender, para mí, sólo dejan entreabierta la puerta. Estamos sacando a las personas de las varias formas a las cuales han recurrido para sobrevivir en este sistema día a día. No vamos a hacer eso sin seriedad y sustancia. Como ya sabemos los que hemos visto una versión de preestreno de esta película, eso es lo que le tocará a todo el público en los estrenos de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Pero para que las personas siquiera lleguen a asistir, sobre la base correcta, tenemos que discutir más aguda y profundamente con las personas, hacerlas participar más sustancialmente inmediatamente y de ahí enriquecer y fortalecer su conexión con el movimiento para la revolución.
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.