Apuntes de una reportera

Un poderoso día de desafío:
No más Trayvon Martins
¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!

Sunsara Taylor | 17 de marzo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Hace un año ayer [el 26 de febrero], Trayvon Martin aún estaba vivo y estaba de visita con su papá en Sanford, Florida. Un poco después de las 7 p.m., un vigilante justiciero racista le segó la vida en el camino a su casa desde la tienda de la esquina, con la capucha de su sudadera puesta como protección contra la lluvia. Como conocen millones de personas por todo el mundo hoy, ni siquiera arrestaron a George Zimmerman, el sujeto aspirante a policía quien admitió haber matado a Trayvon. Solamente lo arrestaron por fin cuando la madre y el padre de Trayvon, Sybrina Fulton y Tracy Martin, y pronto decenas de miles de personas más por todo el mundo, se pusieran en pie y exigieran justicia. No obstante, hoy está en libertad y por un año entero los medios informativos han lanzado andanadas de propaganda para "humanizar" a Zimmerman, manchar la reputación de Trayvon Martin y confundir los hechos básicos, por ejemplo, el hecho de que Trayvon no hacía nada salvo caminar hacia la casa y conversar con su novia por teléfono y si Zimmerman no hubiera estado en la calle portándose como un aspirante a policía quien consideraba que un joven negro con una sudadera con capucha no iba a nada bueno, un joven todavía estaría vivo hoy.

Al no dejar que se suprimiera la enorme furia que estalló de parte de los negros así como de muchas otras personas con motivo de este asesinato y todo lo que concentra, al no dejar que el caso llegara a ser otra luz verde que deje que cualquier racista salga a matar a un joven negro, y con una determinación de dirigir a las personas para luchar contra este ultraje como una parte de acumular las fuerzas para poner fin a esta locura y como una manera mediante la cual las personas se transformen para la revolución, pasé el día con el Club Revolución durante todas las actividades de Remembranza, Desafío y Determinación por Trayvon Martin.

Nuestro día tuvo varios capítulos, muchas lecciones y muchos elementos de los cuales aprender y con los cuales ir más allá, por medio de la lucha.

Capítulo uno: Profundo potencial segado en una universidad de la ciudad

Nuestro día comenzó en una universidad con una alta concentración de estudiantes negros y latinos. Nuestro plan era celebrar una manifestación y mitin al mediodía. Cuando llegamos pasamos unos minutos yendo de mesa en mesa en la cafetería diciéndole a la gente que era el aniversario del asesinato de Trayvon. Mucha gente estaba agradecida, pero eran también claramente en el modo de seguir sus conversaciones y sus comidas en vez de levantarse y unirse al mitin.

Desafiamos a estos estudiantes. A menudo, miré directamente a los estudiantes negros en la mesa y les dije: "Baste de necedades, ahora mismo este joven hombre, como todos los jóvenes negros en este país, tiene una sentencia de muerte activa pendiente sobre su cabeza. Puede que se aplique o no, pero siempre está allí, y tú sabes tan bien como yo que si un policía racista, o algún aspirante a policía, matara a este joven hermano, si al asesino lo enjuiciaran en un tribunal (lo que rara vez ocurre), que casi con seguridad se consideraría un 'homicidio justificable'". A veces incluía una mayor denuncia de la forma en que el caso de Trayvon había sido manipulado, como los cerdos habían hecho pruebas sobre el cuerpo de Trayvon por drogas, pero no a Zimmerman u otros hechos, pero siempre desafiaba a los estudiantes. "Esto es lo que significa y lo que ha significado siempre para ser un negro en los Estados Unidos. Primero la esclavitud, luego el Jim Crow y ahora el Nuevo Jim Crow del terror policial, la encarcelación en masa y la criminalización. Como Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario dice, ya van tres strikes contra este sistema. ¡Necesitamos una revolución y nada menos! Y ahora mismo estamos construyendo el movimiento para la revolución. Si estas porquerías no están bien para con ustedes, ustedes necesitan ser parte de estar en contra de ellas en este momento y hay que ir conociendo por qué esta revolución es necesaria y posible, aprendiendo cómo podemos poner fin a todo esto de una vez por todas y crear un mundo mucho mejor".

En otras palabras, no nos contentamos con que las personas expresaran un apoyo general. Bregamos con éstas sobre el significado de este caso, la realidad más amplia que concentra, el hecho de que existe una salida, el hecho de que existen formas concretas en que pueden actuar ya para formar parte de cambiar todo esto y de entrarle para descubrir cómo ponerle fin de una vez para siempre. El estreno de la película y la necesidad de luchar contra el poder no representaban "dos cosas distintas que nosotros estamos haciendo en las cuales usted podría interesarse" sino dos poderosas dimensiones de una estrategia revolucionaria para la manera en que podamos transformar las condiciones y a las personas para hacer que se acerque y para prepararnos para poder aprovechar una crisis revolucionaria cuando surja.

La gente iba de un apoyo relativo a uno muy serio y hasta, en muchos casos, agitación. Yo los oía luchando entre sí después de que me fui.

Mientras que otros siguieron yendo a todas las mesas, yo y un par de personas del Club Revolución salimos a la concurrida zona donde el mitin se llevaría a cabo. Traíamos carteles de Trayvon que decían: "¡Todos somos Trayvon Martin! ¡Todo el maldito sistema es culpable!" y comenzamos a agitar los mismos puntos básicos recalcados en las mesas. Rápidamente una mujer joven se levantó para unirse con un cartel. Al preguntarle por qué, ella dijo: "Bueno, soy negra y podría haber sido yo".

La mayoría de los estudiantes de la zona estaban escuchando atentamente y hubo un grupo que se estaba congregando desde una distancia, ya sabes cómo la gente merodea en la zona, claramente indagando las cosas, pero no están seguros de que quieren visiblemente "unírsele". Algunos estudiantes llegaron y pidieron carteles que podían llevar todo el día con sí mismos.

Pero, antes de que pudiéramos ir más lejos, un oportunista de una corriente revisionista profundamente no revolucionario se acercó y comenzó a gritar acerca de cómo el PCR supuestamente apoya a los demócratas, lo que distorsiona el trabajo muy poderoso e importante que el partido encabezó de liderar a la gente que saquen al régimen de Bush años atrás. Al principio, algunos de nuestro equipo respondieron por ahogarlo y decirles a los estudiantes que él no tenía nada que ver con la verdadera revolución. Pero no lo profundizaron más y se podía ver que muchos de los mismos estudiantes que habían estado atraídos al inicio se estaban retirando. No quedó claro a nadie todavía cuáles son las diferencias políticas y por qué eran importantes y puede ser profundamente desmoralizante para muchas personas cuando vean que aquellos que se dicen estar de pie por el pueblo están discutiendo entre sí mismos sobre lo que parecen ser pequeñas rivalidades o egos.

Aquí es importante tener en cuenta que los oportunistas y revisionistas en realidad no tienen que ganar la discusión, sólo tienen que tener éxito en alejar a las personas de la verdadera revolución. Y, en unos tiempos cuando la mayoría de la gente no está pensando en la revolución y tienen un montón de aversiones espontáneas a la idea del liderazgo y especialmente a los individuales lideres, estos oportunistas y revisionistas tienen mucha espontaneidad a su favor en hacer que la gente se desconecte de la verdadera revolución.

Sin embargo, la realidad es lo que es: el mundo es verdaderamente un horror y eso no es debido a la naturaleza humana, que se debe a la naturaleza del sistema y tenemos la dirección revolucionaria y la estrategia para luchar para salir de todo esto y emancipar a toda la humanidad y esto corresponde a los intereses de la inmensa mayoría de la humanidad. La revolución realmente corresponde a los intereses del pueblo, y el revisionismo no lo hace. A la luz de esto, rápidamente cambiamos de enfoque y decidimos dejar que el tipo diga lo que tenía que decir para que los estudiantes pudieran oírlo y luego escuchar nuestra respuesta.

Dijo un montón de mentiras sobre el PCR de supuestamente haber apoyado a los demócratas y fomentado ilusiones acerca de las elecciones y este sistema, se metió en una perorata acerca de cómo todo el mundo debe apoyar la lucha de la clase obrera, y luego insistió en que los estudiantes se enteren sobre el "verdadero marxismo". Después de haber terminado, reestablecemos las condiciones, en primer lugar señalando que la única cosa que este hombre nunca dijo, y lo único que el "verdadero marxismo" es en realidad, es la revolución en sí. Describimos lo que una verdadera revolución es y por qué se necesita una, retomando los "tres strikes y fuera" de este sistema como un ejemplo de por qué necesitamos una revolución real (la esclavitud, el Jim Crow y el Nuevo Jim Crow), y que Trayvon Martin es un ejemplo más de todo eso. Por eso necesitamos una revolución real, y el PCR y su líder Bob Avakian han forjado la estrategia y la visión de ésta y están dirigiendo activamente a la gente ahora a prepararse para ésta y acelerarla. La gente quien está de pie alrededor de Trayvon hoy como parte de luchar contra el poder y transformar al pueblo para la revolución y también en el día 16, necesitan entrar en esta revolución en su mayor sustancia y contenido en el estreno de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Hemos tomado nota de que fueron necedades y mentiras mucho de lo que el tipo había dicho acerca del PCR, de que apoya a los demócratas, pero también que la gente tiene que conocer la pura verdad de las elecciones y por qué son una trampa y lo que se necesita para lograr un verdadero y significativo cambio y esta es otra dimensión de lo que van a obtener de la película, Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Repetidamente subrayamos que sólo BA y este partido, y los Clubes Revolución en acciones para fortalecer el movimiento para la revolución dirigida por el partido, tienen las respuestas a cómo vamos a salir de esto y que no hay nada más importante que cualquiera de ellos podía estar conociendo y al cual podía estar contribuyendo que a esto.

Este enfoque de abrir en serio el debate, pero sin responder a los términos mezquinos y limitados del oportunista, sí empezó a atraer a los estudiantes de nuevo y se estaban abriendo grandes interrogantes para ellos. Desafortunadamente, en ese momento, la seguridad de la universidad se presentó en gran fuerza, nos rodeó y amenazó con arrestar a nosotros por atreverse a estar en el campus.

Tuvimos un gran día ante nosotros, y sólo 17 días hasta el estreno de la película, así que nos pareció que no era correcto arriesgar ser arrestados. Pero, también no tuvimos mucha prisa para salir. Como estábamos rodeados, lideramos a los estudiantes que se habían reunido en un micrófono humano acerca de cómo tienen el derecho y la responsabilidad de debatir estas cuestiones en su campus y que tienen que intervenir y ser parte de la lucha para poner fin al genocidio atroz que se libra en contra de nuestra juventud y para llegar a la fuente de este problema y su solución a través de la revolución. Dirigimos una conversación de llamar y responder acerca de la importancia de luchar por no más Trayvon Martinsy para salir el 16 de marzo para escuchar Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! No nos fuimos antes de conseguir una manera de mantenernos en contacto con muchos de los estudiantes que habían sido atraídos hasta ese momento.

Al irnos, nos estábamos muy insatisfechos. Hay mucho para resumir sobre el potencial que fue revelado y cómo aprovechar esto para transformar la situación para que cientos de estudiantes en ese campus estén activamente pensando y debatiendo sobre esta revolución y decenas están comenzando a involucrarse activamente en formas reales (de lo cual es evidente que existe el potencial de eso ahora mismo).

Capítulo dos: No ser estereotipos, aprovechar toda oportunidad para luchar contra el poder y transformar al pueblo para la revolución

Una vez que nos encontrábamos fuera del edificio, un par de nosotros escuchamos un montón de risas y aplausos en alguna parte fuera de la vista. Seguimos el ruido y descubrimos que había un grupo de unos 25 estudiantes, muchos de ellos parte de una fraternidad, reunidos en la plataforma debajo del asta de la bandera del campus. Estaban vestidos con toda clase de máscaras y disfraces ridículos y una persona se estableció a una distancia de ellos con una cámara. Resulta que estaban grabando un video de YouTube del "Harlem Shake" (para los que no saben, esta es una especie de danza/broma que se ha propagado como un virus en YouTube y muchas personas diferentes han creado sus propios videos).

Me apresuré corriendo hacia ellos y anuncié que hoy era el aniversario del asesinato de Trayvon y les mostré que tenía una treintena de carteles con la cara de Trayvon y les pedí que todos agarraran uno y se tomaran una foto. Casi sin debate, agarraron los carteles. Por un segundo iban a hacer la danza con los carteles, pero uno de ellos dijo: "Esperen, la danza es en realidad una broma y Trayvon es algo muy serio", por lo que decidieron dejar de bailar y simplemente sostener los carteles por un minuto. Después de que la foto había sido tomada, regresaron los carteles, nos dieron las gracias y volvieron a su hilaridad.

La historia es digna de ser contada, porque una gran lucha constante que hemos tenido es si basta medio plantear nuestra línea revolucionaria y esperar a ver a quiénes atraiga, o si tenemos que salir a luchar por ella y ponerla en las narices de las personas y crear una situación en la que éstas tienen que decidir cuál es su posición en relación a la misma. Si bien este no fue el más profundo encuentro ni siquiera la expresión más avanzada de la lucha contra el poder, es significativo en lo que se revela y a lo que le dio expresión al momento en que nos acercamos a la gente con mucha confianza y certeza y las dirigimos a tomar una posición ahí misma, en el acto.

Capítulo tres: Dándole expresión al espíritu luchador de la juventud, dirigiéndolo y desatándolo en las escuelas secundarias

Cuando todos nos reagrupamos, varios revolucionarios más se habían juntado con nosotros y nuestro equipo era bastante grande. Fue esencial tomar unos minutos para resumir nuestra experiencia y bregar con cómo hacerla mejor en nuestra próxima vuelta en la escuela secundaria. Eso implicaba explorar más lo que debía ser nuestro mensaje y cómo conducirnos como más que un grupo de individuos que estaban haciendo un buen trabajo político junto con otros individuos en la misma zona, sino como una verdadera masa crítica y una fuerza social para la revolución.

Fue breve, pero se dio un poco de lucha sobre si debíamos desarrollar lo que estábamos haciendo principalmente por medio de las particularidades del caso de Trayvon y cómo conseguir justicia para él, o si debíamos partir de cómo el caso de Trayvon concentra este sistema y por qué necesitamos la Revolución y Nada Menos y la misión completa del Club Revolución.

Una persona planteó que debemos acercarnos a los jóvenes con el argumento de que si no fuera por las protestas populares, nunca se habría arrestado a George Zimmerman, y si no salimos a la calle continuamente en torno a esto, casi por seguro George Zimmerman salga libre. Eso discrepaba objetivamente de lo que la dirección del Club Revolución había planteado: que no debemos confinarnos a los términos de la lucha por Trayvon y después "añadir" la revolución, sino que debemos partir de lo que el caso de Trayvon revela acerca de la naturaleza fundamental de este sistema y debemos luchar en torno a este caso como parte de acumular las fuerzas para poner fin a esta locura mediante la revolución y, por esa razón, las personas necesitan entrarle a fondo en la dirección revolucionaria y las respuestas de la misma acerca de cómo eliminar todo esto para siempre que ofrece Bob Avakian en la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!

También bregamos con la cuestión de cómo tener el mayor impacto con la cantidad de personas que éramos. Eso incluyó la cuestión de nuestro impacto visual (prender letreros y consignas a la ropa para que fuera claro que todos éramos parte de una fuerza colectiva) y también cierta división de trabajo (algunas personas harían la agitación, otras pasarían clips de BA en DVD, otras tendrían el periódico y todos nosotros responderíamos y actuaríamos juntos cuando yo o la dirección del Club así nos dirigía).

Luego nos instalamos en un parque al cual llegan muchos estudiantes después de las clases. Tan pronto como terminaron las clases, empezamos a hacer agitación y levantar las pancartas con la imagen de Trayvon, y muchos estudiantes expresaron un serio interés. Unos se pararon por un minuto, pero la mayoría dieron signos de aprobación y seguían en su camino. Un miembro del Club dijo: "Tenemos que hacer una marcha" y empezamos a marchar en la misma dirección en que iban los estudiantes, y muchos estudiantes empezaron a corear con nosotros. Aún así, cuando llegamos al otro extremo del parque, esos estudiantes seguían caminando y nosotros quedamos con el mismo equipo de antes.

En ese momento, fue decisivo que habíamos hablado a fondo sobre actuar como una fuerza colectiva y no simplemente como un grupito de individuos, tal como hacemos muchas veces. Dos personas montaron el equipo de sonido en una cornisa y empezaron a agitar mientras los estudiantes seguían pasando. No muy lejos de ellos, una cantidad de estudiantes estaban pasándola y bromeando, sin ninguna prisa. Esos estudiantes podían oír la agitación, pero era evidente que estaban "fuera" y tendrían que decidir dejar a sus amigos para unirse al mitin. Pronto trasladamos a los agitadores de la cornisa para llevarlos a esta multitud de estudiantes. Aplicamos las lecciones de nuestra experiencia con la muchedumbre "Harlem Shake": entramos directamente entre este grupo de estudiantes y luchamos para que hagan suya la lucha de Trayvon y la necesidad de la revolución.

Eso, combinado con el tipo de agitación y orientación para el cual habíamos bregado, tuvo un efecto inmediato. Todos los estudiantes sabían de Trayvon y una vez que empezamos a hablar con pasión y sustancia sobre el caso, y darles pancartas y una forma de unirse a él ahí mismo, casi todos empezaron a participar. Aún así, mientras hicimos la agitación, el nivel de su atención variaba y luchamos para mantenerla. Un estudiante empezó a gritar: "Cuando digo 'Trayvon', ustedes digan 'Martin'". "¡Trayvon!" y sus amigos respondieron: "¡Martin!" Nos dimos cuenta de que eso les estaba dando un modo de participar a los estudiantes y nos unimos al coro. Eso le dio mayor sustancia a la multitud, pues los estudiantes vieron que sus amigos estaban uniéndose a nosotros y eso era una forma en que ellos podían participar también. Unos jóvenes se tomaron del brazo y empezaron a marchar en un círculo. Unas jóvenes empezaron a dar gritos como: "¡Dejen de tratarnos de manera distinta porque somos negros! ¡Tenemos derechos!" Otros estudiantes que seguían pasando tras salir de las clases se interesaban más en serio.

Aún con todo eso, los estudiantes que estaban con nosotros variaban en su atención y algunos incluso empezaron a deambular a otros lugares. Agarré el megáfono y hablé brevemente de lo que estaba en juego en este caso, pero ahora hablé más sobre lo justo que era que los estudiantes estaban uniéndose a los coros y les insté hacer suyo el caso. Les pedí hablar ante los demás sobre por qué estaban haciendo esto. Me acerqué a una joven latina que había estado gritando y la invité/animé/reté a decirle a la gente por qué esto le importaba.

Ella tomó el micrófono y empezó a explicar que la policía había asesinado a su primo. Todos sus amigos y amigas se callaron y escucharon atentamente mientras ella dijo que acusaron a su primo de tener un arma pero en realidad era un inhalador, que él dejó a una esposa y bebés gemelos que nunca conoció y la familia todavía no ha visto nada de justicia en su caso. Cuando ella terminó, elogiamos su valentía y la importancia de tomar el micrófono y llamamos a sus compañeros a mostrarle su aprecio. Los demás hicieron eso y se podía ver que la dinámica entre el grupo estaba cambiando más. Unos estudiantes que antes estaban bastante renuentes a hablar cuando propuse la idea, ahora empezaban a captar que sería algo que sus compañeros aprobarían y verían como muy justo, y así entonces un joven negro se presentó con menos vacilación.

Dijo que conoce a muchas personas maltratadas por la policía. Agregó: "No quiero estereotipar, pero creo que al gobierno no le gusta la gente negra". Describió que cuando entra en las tiendas, le siguen y le tratan como si probablemente no esté haciendo nada bueno. También dijo que el gobierno ha asesinado a personas como Martin Luther King y Gandhi, aunque predicaban la no violencia. Sin embargo, una de las cosas más importantes que hizo fue retar a unos estudiantes que estaban alejándose, llamándoles por nombre y diciéndoles que había que ponerse serios. Tal vez hubiera hecho eso de todos modos, pero mi impresión era que lo hizo con más atrevimiento precisamente porque habíamos establecido una dinámica en que los jóvenes estaban apoyándose por ofrecerse a hablar y unirse a la acción.

Mientras él hablaba, un grupo de otra escuela se acercó para ver qué estaba pasando. Estos estudiantes gritaron algunas cosas acerca de la discriminación, pero parecía que iban a seguir por su camino. Un revolucionario mayor les retó, diciendo que tenían que unirse a esto. Eso requería mucha lucha. Finalmente, una estudiante denunció que se estereotipa a las latinas, se las trata como estúpidas y víboras y eso no era verdad.

Aunque todo eso era importante, la dinámica era todavía la de un grupo cambiante de personas que se unían a una actividad que era cosa de los revolucionarios. Teníamos que hacer algo para llevar todo eso a otro nivel: ¡era hora de marchar!

Llamamos a los jóvenes a tomar esa furia a la calle y despertar a otros. Fue una lucha, y no se puede decir que todos que estaban ahí decidieron unirse a la marcha, pero algunos jóvenes se lanzaron a la calle con nosotros y en el camino respondían a los coros: "Cuando yo digo 'Trayvon', ustedes digan 'Martin'", y "Cuando yo digo 'revolución', ustedes digan 'nada menos'".

Nos enrumbamos en una de las marchas más desafiantes y regocijadas de las que me acuerdo. Un grupo de muchachas tomaron la delantera y estaban literalmente brincando y gritando las consignas a voz en cuello y moviendo los brazos en el aire. Luego luego se encargaron de dirigir el coro de consignas y jugaban con el ritmo de corear el nombre de Trayvon. Eso dio la oportunidad a muchos de nosotros de ir corriendo por los costados de la marcha e invocar a otros que se sumaran. Bastantes sí lo hicieron. Y todos se pararon y se quedaron viendo y se sonrieron de oreja a oreja. La energía de estos jóvenes era contagiosa — tanto su rabia como su alegría.

Como en medio de la primera cuadra, una de los que habían estado participando en la parte de la consigna en que les tocaba responder, se adelantó corriendo y tomó el micrófono. Quería la otra consigna y empezó a gritar, "¡Cuando yo digo 'revolución', ustedes digan 'nada menos'!".

Cuando llegamos a la segunda cuadra, pasando y llamando la atención de muchas masas básicas en el camino, otra muchacha tomó el micro y empezó a cantar las consignas en una voz extraordinaria llena de pasión, dolor y desafío. Al desencadenarse los jóvenes, soltar su creatividad y tomar la iniciativa, al absorber la reacción de las masas y alentarse por ella, y al agitar nosotros por los costados y a veces en unión con todos ellos, se creó todo un ambiente transformador, y la marcha se estaba convirtiendo en una fuerza política concreta.

Tras recorrer un par de cuadras nos paramos en una esquina en frente de un hospital importante, e hicimos una reunión. Nuevas personas se habían sumado durante la marcha, y bastantes personas del hospital y la calle se acercaron. Los revolucionarios se turnaron con los jóvenes. Explicábamos lo que concentra el caso el Trayvon, la necesidad de la revolución, la enorme importancia del estreno en 16 de marzo y lo justo de ponerse de pie para luchar contra el poder hoy y transformar al pueblo para la revolución. Los jóvenes denunciaban las experiencias feas de sus propias vidas, comunicaban sus sueños de ver un mundo que tratara igual a todos y expresaban lo bonito que se sentían al ponerse de pie. Entre diferentes oradores, la joven con la increíble voz cantaba y animaba a todos y les dio orgullo.

Una señora negra en una silla de ruedas que venía saliendo del hospital era una de las personas que se acercaron a escuchar. Me di cuenta al verla responder a los jóvenes que ella tenía algo que compartir, y le trajimos el micrófono. Habló con un tremendo coraje sobre el caso de Trayvon y explicó que teme por la vida de su propio hijo, que por ese temor se vio obligado a mandarlo lejos de Nueva York para que tuviera menos posibilidad de andar en el tipo de mal camino que podría quitarle la vida. Ella habló de acordarse de Emmett Till (habíamos agitado sobre su caso y de lo poco que se ha cambiado y de que eso demuestra la necesidad no sólo de luchar sino de GANAR esta vez, de hacer una REVOLUCIÓN DE A DE VERAS), y ella estuvo de acuerdo de que nada había cambiado fundamentalmente y esperó que era cierto que pudiéramos ponerle fin.

Luego tomó el micro un señor negro de mediana edad que cargaba a su hijo de tres años. Sus comentos eran breves, de que ya ha visto demasiado racismo en su vida y no quiere que su hijito tenga que vivirlo también. Se nos endulzó el corazón a todos cuando el niño balbuceó algo acerca de su papá en el micrófono mientras el papá hablaba.

En esa esquina, profundizamos aún más sobre lo que concentra el caso de Trayvon y por qué necesitamos la revolución, que estamos ahí como parte de una estrategia para luchar contra el poder y transformar al pueblo para la revolución, para organizar a miles que influenciarán a millones y se entrenarán para encabezar a millones para hacer la revolución cuando emerja de una plena crisis revolucionaria y que tenemos la dirección y la visión para completarlo y establecer una sociedad mucho mejor como camino a un mundo comunista. Retamos a las personas a entrarle con seriedad, ya que hay nada más importante que bregar con esas respuestas y conectarse con esta dirección. Hablamos de BA e hicimos que las personas corearan, al estilo llamada y respuesta, la fecha y el título del estreno de la película.

Antes de irnos vendimos bastantes periódicos y conseguimos bastante información para hacer contacto (incluyendo no sólo la señora en la silla de ruedas sino también su ayudante joven negro y muchas otras personas).

Considerábamos que ya habíamos terminado, así que reuní a los estudiantes y les dije que tendrían que inscribirse en el Club Revolución. Una gritó: "¡ESTOY en el club revolución!" Dije que eso estaba a todo dar y que tanto ella como los demás deben perseverar, y los presenté más formalmente a Noche Díaz y les expliqué un poco sobre su caso (en el cual lo amenazan con cuatro años y medio de cárcel por observar y protestar no violentamente contra la brutalidad policial) y de ahí Noche les dijo más sobre el Club. Todos se apuntaron. Pero no habían terminado. Querían marchar más.

Así que, nos arrancamos de nuevo y repetimos la misma marcha, de regreso a su escuela. Esta vez se encargaron del coro de consigna hasta la mitad del camino. Ahí una agarró el micro y nos lo llevó y dijo: "Creo que ustedes deben decirles a todos por qué estamos aquí". Reconocieron la necesidad de explicar algunas cosas para las personas en el camino, y que ellos aún no podían explicar.

Cuando regresamos al lugar donde empezamos, las muchachas querían hablar por micro una vez más. Pero esta vez un grupo de muchachos empezaron a acercárseles sobre una base completamente diferente, preguntándoles cosas como: "¿Tienes novio?" o "Oye, te ves buenona". Eso las sacó de la onda de lo que estaban diciendo, y un joven del Club respondió firmemente que la mujer es un ser humano y nuestra camarada en la lucha para un mundo mejor, no un objeto para que la miren. Habló con convicción e impacto de que una piedra angular de esta revolución es la plena liberación de la mujer y de que nos oponemos a los piropos groseros, la cosificación de la mujer y los abusos de ella. Eso abrió todo una nueva ronda final a nuestra reunión, ya que un par de estas jóvenes siguieron lo que él dijo, diciendo: "No soy solamente una cosa para ser mirada, soy un ser humano y una luchadora para la liberación".

Al final, reunimos a las personas la última vez. Un punto significativo es que, al desenvolverse esta marcha y mitin ambulante, no solamente se forjó este equipo en una fuerza colectiva sino también se interesaron más seriamente en las ideas de mayor envergadura las que los revolucionarios estábamos planteando. En el principio como que medio pusieron atención cuando explicamos qué es la revolución de a de veras y hasta dónde tenia que llegar todo eso, pero ya para el final ellos estaban haciendo preguntas sobre la revolución y discutiendo seriamente qué significaría ser parte del Club Revolución y la importancia de asistir a Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!

Sugirieron que fuéramos a su escuela e hicimos planes para hacerlo. Pero también hicimos hincapié en lo que señala "BA: Una cuestión controvertida". Explicamos cómo BA concentra el cambio más radical de este mundo y por eso muchas personas lo quieren y algunas lo odian, precisamente por lo que él concentra. Les dijimos que deben traer eso a sus maestros progresistas y hay una muy buena posibilidad de dar buenos resultados y nos encantaría asistir. Pero que no se les saque de onda si algunos no reaccionan tan positivamente o incluso si algunos dicen cosas como: "Está bien que se interesen en estos temas, pero no le entren a BA ni se junten con esa gente". Reiteramos que no hay nada más importante que las cuestiones a las que está respondiendo BA, y que ellos necesitan bregar con ellas por sí mismos y si se topan con nuevas preguntas, respuestas positivas y respuestas negativas, a los que no saben contestar, deben regresar y discutirlas con nosotros porque es lo que la humanidad necesita de nosotros.

Capítulo cuatro: Resumiendo y sacando las lecciones revolucionarias acertadas

Después de que se fueron, nos reunimos brevemente para resumir. Mucho de lo que resumimos se reflejaba en cómo he relatado esta experiencia arriba — la determinación con que afrontamos directamente a los jóvenes y creamos una situación en que tenían que ponerse de un lado u otro con relación al polo revolucionario que estábamos plantando (a diferencia de simplemente hacer lo nuestro cerca de ellos y esperar que se aproximaran), el efecto de los jóvenes unos sobre otros —y sobre los otros en el área— al participar en esto, la belleza y creatividad que brotó de ellos al participar de sus propias maneras, y cómo se ponían más serios sobre las cuestiones más grandes que planteábamos acerca de la revolución mientras forcejábamos con dirigirles a luchar contra el poder y con seguir luchando para que se elevaran la frente ante estas cuestiones más grandes.

Pero quiero centrarme en un intercambio en particular de este resumen. Casi al final, un miembro del Club habló con gran aprecio de la resolución y espíritu especialmente de las mujeres jóvenes al tomar la delantera toda la tarde, de sus coros, canciones y relatos, de su determinación y seriedad. Lo terminó con "Tengo sólo una palabra para resumir esta experiencia: ¡desencadenar!"

Aunque desde luego mucho se desencadenó y fue claro que la energía y espíritu de esos y esas jóvenes estaba irrefrenable y contagioso, en verdad no es correcto condensar la experiencia en la palabra "desencadenar". En realidad lo correcto es describir la tarde como un proceso que implica dos palabras: dirigir y desencadenar. Y existe una relación dialéctica entre esos dos elementos. Hablé de la sección de ¡Empeñarse en la revolución promover la producción! — Cuestiones de concepción y método, Algunos puntos sobre la nueva situación de Bob Avakian donde trata directamente la relación dialéctica entre dirigir y desencadenar y les recomiendo a todos que lean la misma. Concretamente, no se puede hacer el uno sin el otro — al igual que la relación dialéctica entre dirigir y aprender. Los avances que forjamos esa tarde suponían ambas dialécticas — y ambas serán esenciales para avanzar y lograr algo (organizar en lo concreto a las personas en la revolución y continuar plantando el polo más ampliamente, en vez de permitir que esto sea "una buena cosa que hicimos una vez" y que las personas y el ímpetu se esfumen).

Parecía que se comprendió esto rápidamente. Una persona que se había callado hasta ese punto hizo un comentario incisivo: "Sí, esas mujeres que dirigieron todo esto, las vi justo antes decirle [a uno de nuestros camaradas]: 'No, no voy a hacer esto'". Esas mujeres jóvenes que se desencadenaron tanto eran las mismas que sólo unos minutos antes pensaban que no podían y no deberían y no querían tener nada que ver con esta revolución. ¡Se requería la dirección para transformar y desencadenar lo que estaba suprimido dentro de ellas! Esas dialécticas, entre dirigir y desencadenar y entre dirigir y aprender, jugaban un rol durante todo el día y tenemos que reconocerlos y aplicarlos a todo lo que hacemos de modo mucho más consciente. Si creemos que estamos dirigiendo porque decimos "las cosas correctas" mientras nos quedamos al margen y no estamos verdaderamente esforzándonos para desencadenar el potencial revolucionario suprimido de las personas, vamos a dejar a las masas fuera del terreno de juego. De modo similar, si sólo vemos la iniciativa y las cualidades positivas de los y las jóvenes cuando se levantan, y no reconocemos qué tan decisivo es nuestra dirección para desatar eso — y qué tan esencial será no sólo continuar haciendo eso en las calles sino acumular fuerzas para la revolución — permitiremos que este (y otros) avance(s) se disipen y otra vez dejaremos a las masas fuera del terreno de juego y dejaremos el mundo sin ningún cambio fundamental.

Capitulo cinco: Mitin en Union Square para No más Trayvon Martins — ¡Revolución, nada menos!

Después fuimos a Union Square donde se había convocado a un mitin para las 4 pm por la Red Parar la Encarcelación en Masa y donde los padres de Trayvon Martin anunciaron que estarían a las 6 pm. Todo el día en NPR (Radio Pública Nacional) y en la emisora radial 1010 WINS se corrió la voz así como, se decía, en otros lugares y por lo tanto estábamos decididos a hacer sentir nuestra presencia colectiva y plantar un poderoso polo en torno a ¡Revolución — Nada Menos!

Cuando llegamos allá ya había cientos de personas reunidas. Pero estaban dando vueltas y nada organizado estaba sucediendo. Cerca de mi izquierda pude ver a uno de los jóvenes revolucionarios entrando en conversación con alguien y rápidamente atrajo a un pequeño grupo de personas quienes lo estaban escuchando. Cerca de mi derecha pude ver que sucedía lo mismo con otro joven revolucionario. La escena era tensa y las personas estaban ansiosas por una dirección, pero nuestro equipo estaba una vez más actuando como un montón de individuos revolucionarios en el que todos hacían "buenas cosas" pero sin ponerse a la altura de lo que era realmente posible o necesario.

Yo y el líder del Club Revolución convocamos a las personas a reunirse, pero la gente se tomaba su tiempo, terminando sus conversaciones y dejando llevarse por otras. Al determinar que era incorrecto dejar que estas importantes, pero dispersas, interacciones establecieran los límites para lo que estábamos haciendo y al determinar que una vez que empezáramos algo diferente, el resto del Club agarraría la onda, nos pusimos al frente a hacer un micrófono humano. Inmediatamente sentí que el resto del Club se juntó y amplificó este y una muchedumbre empezó a formarse. Al comienzo fueron cerca de veinte, después cuarenta y pronto había al menos unas cientos de personas aglutinadas en torno a nosotros y repitiendo lo que estábamos diciendo.

Estuvimos haciendo agitación sobre lo que significa este caso de Trayvon Martin — todo lo que concentra acerca de este sistema y por qué necesitamos una verdadera revolución, explicamos nuestra estrategia de luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución, nuestra manera de luchar hoy encaja en esto, por qué es justo que las personas estuvieran presentes ese día pero que también es necesario ir más allá, para acudir al cine Magic Johnson el 16 de marzo para Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! para entrar a los grandes interrogantes de nuestro tiempo y las respuestas de BA acerca de cómo podemos luchar así como ganar en serio de modo que en una generación la gente no esté lamentándose del asesinato de jóvenes negros, la violación de las mujeres, el bombardeo de pueblos alrededor del mundo, la destrucción del medio ambiente (si sobrevivimos, dada la manera en que este sistema está quemando el planeta) y por qué necesitamos participar en el Club Revolución y que se nos unan para tomar las calles después de la vigilia con los padres.

Los miembros del Club Revolución se turnaron para hacer agitación y la muchedumbre se hizo cada vez más grande. Pronto, tuvimos que darles algunas indicaciones para dispersarse y reagruparse al borde de las escaleras de modo que los oradores pudieran estar arriba y que la gente pudiera verlos y escucharlos. La muchedumbre se ganó a esto muy rápidamente y pronto reagrupamos toda la escena de manera que pudimos hablar fácilmente y ser vistos por cientos de personas que se habían congregado.

Las personas estaban hambrientas de liderato — de la clase de denuncia contundente que estábamos haciendo del sistema, de alguna forma y expresión concreta versus los de otro modo individuos atomizados que se habían presentado, del reto ideológico que repetidamente les hacíamos a las personas sobre la necesidad de que confrontaran y dieran seguimiento sobre lo que son las implicaciones reales del caso Trayvon Martin. Tuvimos una agitación dispareja, pero lo que se expresó en general fue no solamente que éramos revolucionarios y que seguimos a BA y que esperamos que esto les interesara. Nosotros les presentamos el reto de que aunque la revolución comunista les suena algo extremo, lo extremo del verdadero genocidio que está sucediendo ahora mismo exige que lo examinen con la mente abierta y de corazón. Defendemos lo justo de la manera en que las personas oprimidas y otros han luchado por la liberación durante generaciones, incluida la generación que se puso de pie en torno a Emmett Till, pero esta generación necesita ser la generación que luche hasta terminar con esto, nada menos es aceptable y que BA ha resumido las lecciones de cómo no solo luchar sino ganar, y no solo ganar en el sentido de derrotar y desmantelar la represión armada de este estado (sus cortes, el ejército, las prisiones, las fuerzas armadas, etc.) cuando surja una situación revolucionaria en el futuro, pero también ganar en el sentido de crear un poder estatal revolucionario que arranque de raíz toda esta explotación y opresión y que lleve a cabo una transición a un mundo mejor y auténticamente comunista libre de toda forma de explotación y opresión. Todos los presentes, les decimos, tienen una responsabilidad de participar seriamente en esto. No hay nada más importante y si bien es absolutamente esencial que las personas salgan a luchar en este día, tenemos obrar en serio para luchar hasta el final o estaremos traicionando las mismas cosas que nos llevaron a estar en las calles. Pude ver las caras de las personas en la muchedumbre mientras asentían con la cabeza y tomaban esto en serio. Nosotros dirigimos a las personas a repetir otra vez la fecha y el titulo del estreno de la película, Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! De ahí explicamos por qué era importante que nosotros no fuéramos a casa sino que marcháramos en la noche, después de que los padres de Trayvon Martin sostuvieron su vigilia. Celebramos un mitin así por unos 45 minutos, dándoles la bienvenida a otras personas para que expresaran sus agravios sobre sus propias experiencias de abuso policial.

Durante este lapso, las personas estaban montando el escenario cerca donde los padres iban a presentarse y ese mitin empezó a formarse. Dispersamos el mitin nuestro y todos fuimos a sumarnos al otro. Al hacerlo, las personas de la multitud se acercaron y nos dieron las gracias por lo que habíamos hecho y para apuntarse con el Club Revolución.

Durante la vigilia oficial, algunos de los abogados y otras personas dieron un mensaje muy diferente del que habíamos tenido. Algunos afirmaron que el asesinato de Trayvon no tenía nada que ver con el color de su piel. Otros reconocieron que tenía que ver con la raza pero afirmaron que Estados Unidos es la mejor nación sobre la tierra y que se está sanando por la respuesta al asesinato de Trayvon. Los padres de Trayvon hablaron con pasión sobre su amor por su hijo y el tremendo dolor de su pérdida y también la fortaleza que sentían de que muchos salieron a recordarlo. A las 7:17 p.m., el momento del asesinato de Trayvon Martin, las personas encendieron las velas por él y después su madre las dirigió para apagarlas al mismo momento. Había un orador que le gritaba a un dios no existente y afirmaba que Trayvon estaba en un lugar mejor. Jamie Fox habló desde su corazón sobre ser padre de una joven de 17 años de edad y tener que confrontar el dolor de lo que significaría si su vida fuera tomada y expresó mucho amor y apoyo para los padres de Trayvon.

Todo esto fue organizado y controlado de manera muy rigurosa y cuando se apagaron las velas todos se fueron rápidamente.

Otra vez había una situación donde las cosas pudieron haberse dispersado y terminado paulatinamente en la noche. Estábamos determinados a que esto no pasara.

Inmediatamente empezamos un micrófono humano y decenas de personas se le unieron y el parque entero pudo escucharnos. Nosotros apoyamos el valor y la determinación de los padres para estar aquí en las calles y de todos los demás que también lo hicieron, pero nosotros inmediatamente nos referimos directamente sobre la mentira de que Estados Unidos es el mejor país en el mundo. "¡No, NO lo es!", gritamos y muchos se nos unieron en respuesta. Hablamos sobre la esclavitud y el Jim Crow y el Nuevo Jim Crow, hablamos sobre los aviones no tripulados y las guerras, las violaciones y la violencia contra las mujeres. Hicimos un llamado de la necesidad de ¡Revolución — Nada menos! y logramos que la muchedumbre coreara en un llamado y respuesta. Después convocamos a la gente a que se nos uniera para marchar por la calle.

Nosotros coreábamos y marchábamos y una parte considerable de la muchedumbre vino con nosotros. Dos de las consignas que coreamos que les gustaron eran: "¡Todo el maldito sistema es culpable! ¡Todo el maldito sistema es culpable!" y "Yo llevo mis pantalones huangos. Yo roqueo esta capucha de sudadera mía. Policías de Nueva York fuera las manos de mi".

Otra vez, fue impactante que un número de mujeres jóvenes se acercaron al frente saltando y gritando a todo pulmón. Un montón de policías vigilaron la marcha cuando empezamos a dirigirnos por Greenwich Village en la noche, evidentemente nerviosos por la energía de la muchedumbre y la receptividad de aquellos que pasaban por aquí. Otros se unieron y la marcha se escuchaba mucho más fuerte, carajo.

En un momento yo fui a través de la muchedumbre y le pregunte a la gente: "¿Ya te has conectado con la Revolución?" Yo sostenía una tablilla y nunca había tenido una respuesta tan ansiosa en medio de una marcha de personas que querían estar conectadas con la revolución y quienes estaban muy claras de que lo que estábamos diciendo era sobre la revolución comunista y el liderazgo de BA. La mayoría de todas ellas no sabían quién era BA o no tenían una opinión favorable sobre el comunismo, pero era claro para ellas que esto era lo que nosotros defendemos y que estaban muy atraídas a lo que entendieron sobre esto y nuestro reto ideológico de que ellas se le adentraran también así como la expresión que tuviera su furia al contar con una dirección en esta desafiante marcha.

Capítulo seis: Profundizando más en la revolución en el acto

Yo no lo tengo en mí para escribir con mayor detalle sobre toda la dinámica de la marcha como lo hice sobre la de la tarde (y es probable que no lo tengas en ti para leer al respecto en tanto detalle), pero a medida que nos fuimos algunas personas nuevas se unieron y otras se retiraron. Pero un núcleo quedó sobre todo el camino y estaban enojados y alegres y muy atraídos por lo que el Club había estado proponiendo. Cuando decidimos terminar, nos reunimos por el último micro humano y mitin de agravios en una esquina. Les dijimos de nuevo sobre la revolución, sobre el estreno y logramos que todos cantaran la fecha y el título de la película y luego les invitamos a unirse a nosotros en un restaurante de comida rápida cercano.

Un núcleo de jóvenes que habían estado con nosotros toda la noche vino con nosotros. Pasamos la siguiente hora y media en una discusión acelerada, aprendiendo lo que les había atraído a la protesta y lo que más les atrajo a la revolución, debatiendo cuestiones de si Cuba era un modelo revolucionario (no lo es), lo que es el verdadero socialismo y por qué importa bregar con eso ahora, las cuestiones de la naturaleza humana, las cuestiones de la estrategia para la revolución, sobre si necesitamos la "horizontalidad" o una vanguardia comunista para hacer la revolución y varias otras controversias que vienen de Ocupar, ¿por qué las revoluciones anteriores fueron derrotadas (y por qué no fracasaron), pero también por qué la humanidad necesita de la nueva síntesis de BA, la importancia de que las personas asistan y ayuden a desarrollar el ambiente para el estreno y mucho más. Mientras todo esto sucedía, otros del restaurante de comida rápida se acercaron.

Esto dio inicio a una nueva ronda cuando dos jóvenes, uno negro y otro latino, argumentaron a favor del parar y registrar como la única razón que las personas como ellos y otros con quienes crecieron ya no portan armas más a menudo y matan a más personas. Entramos en un debate muy profundo donde leemos una cita de BA, "Más sobre 'Lo que uno elige'... y cambios radicales", y en lo que de veras se necesita para que los jóvenes dejen de matarse unos a otros y que la única respuesta es hacer la revolución y atraer e incorporarlos para hacer esta revolución. Echarles la culpa por sus malas decisiones sólo refuerza la opresión. Estos chicos estaban indignados por la idea de que estos jóvenes no son responsables de las malas decisiones que toman, pero a medida que nos adentrábamos en el asunto, sobre todo al hacer uso de la cita de BA y al desmenuzarla y hacerles responderle, no logramos convencerlos pero una y otra vez tenían que admitir que la mayor crítica que estábamos haciendo al sistema y el contexto para las decisiones de estos jóvenes era cierta.

Después de mucha lucha acelerada sobre este tema, tocamos la sección de la charla Revolución donde BA explica el ejemplo de las prisiones de California y la Unidad de Vivienda de Seguridad (SHU) de Corcoran. Nuevas personas de otras mesas se acercaron para ver y todos se rieron y se animaron por la agitación de BA acerca de que los jóvenes no están "regulando para nada" en las esquinas, mientras que entendemos por qué se meten en eso y también luchamos con ellos para ver el panorama más amplio y que uno debería entrar a luchar por la emancipación de toda la humanidad.

Una mujer joven que viene de una familia donde los jóvenes están en ese tipo de vida y que forma parte de la iniciativa Fin a la Pornografía y el Patriarcado, ha estado interesada en ver este DVD conmigo pero seguimos posponiéndolo debido a conflictos de tiempos. Esta era su primera vez de ver un segmento, y su primera reunión del Club Revolución. Comentó que BA era divertidísimo y estaba ahora más interesada en ver más. Otros en el restaurante nos dieron su información de contacto. Los dos amigos que seguían defendiendo el parar y registrar dijeron que encontraron a BA muy serio y sin duda va a estar en el estreno en Harlem. Y un montón de la gente de la marcha hicieron planes para unirse a nosotros en Libros Revolución el jueves, cuando estaremos entrando en la sección de la entrevista de Michael Slate a BA sobre: "¿Es una locura pensar que se podría hacer una revolución?"

No podemos dar por sentado que algo de esto sucederá si no seguimos liderando este proceso, pero todo esto abrió y reveló y comenzó a transformar el enorme potencial que existe para que las personas se relacionen y participen en esto mientras vienen aprendiendo más sobre esta línea revolucionaria si lo presentamos tal como lo que es de hecho.

Capítulo siete: Lo que no está escrito y el reto a todos nosotros

No pude quedarme para participar en el resumen del día que sacó el Club Revolución ni en sus planes para los siguientes pasos. Tampoco puedo sentarme con todos ustedes las y los lectores los que están luchando para ser parte de la aplicación de la estrategia del PCR para hacer una revolución, que incluye en este momento promover activa y agresivamente los estrenos venideros de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!

Pero es absolutamente crítico que no subestimemos el tremendo potencial y la sed por la revolución verdadera que existe cuando la planteamos por lo que es y cuando aplicamos activamente nuestra estrategia para la revolución, que incluye luchar contra el poder y transformar al pueblo para la revolución, elevar la vista de las personas hacia lo que está en juego y lo que es concretamente posible, retar a las personas ideológicamente que se responsabilicen para actuar sobre todo eso y analizar y discutirlo más profundamente, y cuando encontramos formas con sentido en que las personas puedan empezar a hacerlo en el acto.

Nada de lo que he descrito sobre un solo día emocionante es "la fórmula" de cómo hacer nuestro trabajo. Las formas en que las oportunidades se presentaron ayer son diferentes a las que encontraremos la próxima vez que salgamos. Pero el potencial de ayer nunca se hubiera revelado si no hubiéramos actuado de una manera viva — basada en captar firmemente la necesidad de la Revolución y Nada Menos, además de luchar a cada punto para identificar los obstáculos que se necesita superar, así como las brechas potenciales que se estaban revelando. Tampoco creo que lo que logramos ayer sea el límite de lo que potencialmente se podía haber logrado — ni lo máximo a lo que debemos aspirar al salir adelante.

Además, hay grandes obstáculos en nuestro camino hacia esta revolución, con los cuales tenemos que forcejear colectivamente como científicos, basándonos en nuestra estrategia, aplicándola y sobre ese fundamento pensando crítica y creativamente sobre cómo resolver los problemas. Tenemos que hacer grandes avances en las universidades, y si bien se ha revelado mucho potencial, todavía no hemos forjado una dialéctica en la que ese potencial se aproveche y se transforme en un polo y una fuerza creciente. Tenemos que hacer grandes avances en atraer y organizar concretamente a las personas nuevas en el movimiento para la revolución — en el Club Revolución y en otras formas de organización donde las personas son parte de cambiar al mismo tiempo el mundo y a sí mismas, incluyendo ahorita especialmente al entrarle a BA y promover los estrenos y captar qué tanto éstos pueden importar en la sociedad y en su propio compromiso de actuar en consecuencia con lo que ellas anhelan para la humanidad.

Una de las lecciones más importantes del día, y una por la cual se tenía que luchar repetidamente y por la cual sigue siendo muy importante luchar, es la necesidad de colectivizarnos concretamente como comunistas y como científicos para identificar los problemas de hacer esta revolución, forcejear con éstos y solucionarlos. Hacerlo requiere bregar no solamente de manera formalista con "qué deberíamos hacer" o "qué deberíamos decir", sino con lo que estamos aprendiendo al aplicar nuestra línea y al sondear la realidad con nuestra línea, lo que estamos transformando, lo que se está revelando y cómo entenderlo, y cómo llevar todo eso más adelante — logrando que participe LA GENTE a cada paso— para forjar este movimiento para la revolución.

En resumen, en realidad el "capítulo siete" no es un capítulo. Es un reto. Reta a todos nosotros y requiere de todos nosotros. El éxito de estos estrenos podía cambiar muchísimo —en la situación y la fuerza e influencia organizada de esta revolución— en un momento en que urgen tanto la revolución y la nueva síntesis del comunismo en el mundo. Seas completamente nuevo a este movimiento o seas un militante de largo tiempo, unámonos todos con toda nuestra ciencia, nuestra pasión, nuestra colectividad y nuestra determinación de hacer valer cada uno de los próximos 16 días.

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