Primero de Mayo: La revolución y el comunismo
1° de mayo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
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Durante miles de años, las clases dominantes opresivas han dominado la sociedad humana. Las formas de explotación se han cambiado, pero los de arriba y sus ideólogos siempre predicaron que esa división entre los esclavistas —de una forma u otra— y los esclavos, era el orden natural de las cosas.
En 1848 Carlos Marx y Federico Engels desenmascararon el funcionamiento concreto de la sociedad —de que la sociedad de clases no era eterna— que la clase de trabajadores oprimidos, el proletariado, tenía como misión histórica derrocar toda la explotación y la opresión en todas sus formas. Nació el movimiento comunista, forjado sobre un conocimiento científico.
De la lucha de esa clase —en particular la batalla por una jornada de ocho horas en vez de la de "sol a sol"— surgió en 1886 el Primero de Mayo como un día festivo de lucha revolucionaria. Desde ese entonces, el Primero de Mayo se ha caracterizado por luchas revolucionarias.
Al librar la revolución y conquistar el poder el proletariado en la Unión Soviética en 1917, y después en la República Popular China, la primera etapa de la revolución comunista mundial planteó una alternativa poderosa e inspiradora al capitalismo. En el Primero de Mayo, millones de personas en esas sociedades socialistas, y los trabajadores y oprimidos en todos los países, alzaban la bandera roja de la revolución y se lanzaban a la calle.
A parir de la fuerza restante del capitalismo en las nuevas sociedades socialistas y del capitalismo-imperialismo mundial, tomaron el poder los capitalistas dentro de los partidos dirigentes, en la Unión Soviética a mediados de los años 50 y en China tras la muerte de Mao en 1976, y se terminó la primera etapa de la revolución comunista.
Hoy día, lucha por nacer una nueva etapa de la revolución comunista, basada en la nueva síntesis del comunismo desarrollada por Bob Avakian. El Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, reestableció el Primero de Mayo revolucionario en Estados Unidos en 1980, con marchas y reuniones por el país. Como parte de movilizarse para esas marchas, el camarada Damián García alzó la bandera roja sobre el fuerte Álamo en Texas — un símbolo de la dominación yanqui de México y del robo de una buena parte del territorio mexicano. Un poco después, lo asesinaron unos agentes policíacos en Los Ángeles mientras movilizaba para el Primero de Mayo. El Primero de Mayo revolucionario de 1980 y la campaña nacional de movilización planteó la revolución comunista como una cuestión generalizada en la sociedad de una manera que no se había visto en Estados Unidos durante décadas, o nunca.
El internacionalismo ha sido un estandarte de la revolución comunista, y entender eso más firmemente, y ponerle énfasis, es una importante parte de la nueva síntesis del comunismo: ¡el mundo entero ante todo!
Esas condiciones [las condiciones necesarias para el comunismo] solo se pueden alcanzar a escala mundial, después de un largo y tortuoso proceso de transformación revolucionaria en que habrá un desarrollo desigual, la toma del poder en diferentes países en diferentes momentos, y una compleja dialéctica entre las luchas revolucionarias y la revolucionarización de la sociedad en esos países… [una relación dialéctica] en que lo fundamental y decisivo en última instancia es el escenario internacional, y en que las luchas de los proletarios de diferentes países que se compenetran mutuamente y se apoyan mutuamente constituyen el eslabón clave para transformar fundamentalmente el mundo en su conjunto.
Lo BAsico 2:12
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