Turquía: Un vibrante carnaval a la sombra de un estado vengativo

16 de junio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción: Lo siguiente es de nueva cobertura, la que incluye el articulo "Turquía: Un vibrante carnaval a la sombra de un estado vengativo" distribuido por el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar.

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar, una publicación política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.

 


Miles de jóvenes chocan con las fuerzas de seguridad, Ankara, Turquía, 1º de junio. Foto: AP

1) "Al comienzo, se trataba de un parque, pero ahora se trata de todo", tuitereó alguien durante la noche mientras los manifestantes peleaban con la policía en la Plaza Taksim de Estambul. Al cierre de esta edición, las protestas masivas arden por todo el país de Turquía. Los sucesos empezaron el lunes 28 de mayo, cuando algunos 50 manifestantes se pararon en frente de los buldózeres que estaban a punto de derribar los árboles en el parque Gezi, al costado de la Plaza Taksim.

La Plaza Taksim es un importante lugar de reunión y de cotorreo muy frecuentado y un lugar para actividades culturales y políticas. El primer ministro de Turquía Recep Tayyip Erdogan había anunciado que iban a arrasar una buena parte de la plaza y a reemplazarla con una extraña replica de unas barracas militares que servían al opresivo Imperio Otomano que una vez estuvo en ese sitio, junto con un centro comercial, unos condominios y una nueva mezquita. El rol de Erdogan ha sido el de apuntalar la estructura de poder de las clases dominantes de Turquía, en gran parte por medio de la islamización de la sociedad, lo que incluye imponer la religión y apretar la opresión de la mujer. En los días tras la protesta inicial, al parque lo ocupaban todo el tiempo los jóvenes afines al movimiento global Ocupar y otros individuos decididos a salvar uno de los últimos espacios verdes de la ciudad.

 


Unos jóvenes corean: "¡Que renuncie Tayyip!", Ankara, Turquía, 1º de junio. Foto: AP

2) A las 5 a.m. del viernes 31 de mayo, la policía atacó. Dispararon gases lacrimógenos contra las personas que dormían en las carpas, entre ellas unos niños, enviaron buldózeres para arrollar todo y prendieron fuego al campamento. Cientos de manifestantes, periodistas y transeúntes salieron heridos. Se dispersó una iniciativa de hacer una ocupación de brazos cruzados. En vez de poner fin a las protestas, este ataque hizo que muchos miles de personas de todos los sectores sociales sintieran que tuvieran que acudir al rescate. Algunas personas coreaban: "Gracias Tayyip, por el llamado a despertar".

La cobertura noticiosa describía a los jóvenes que lanzaban piedras y otros objetos en batallas campales con la policía que duraron todo el día y toda la noche. Al día siguiente, la policía se retiró de la plaza y los manifestantes cerraron las entradas con altas barricadas construidas de adoquines y las barreras de control de multitudes de uso de la policía, letreros de la calle y otros objetos.

Los manifestantes son estudiantes, maestros y profesores de secundarias y universidades (las universidades suspendieron los exámenes finales); artistas, arquitectos, urbanistas y otros intelectuales (algunos de los primeros manifestantes); doctores y abogados (sus asociaciones defendían a los manifestantes y muchos llegaron a ayudarlos); jóvenes de los barrios pobres y sus padres, muchos de éstos de origen kurdo (el pueblo kurdo es una nacionalidad oprimida en Turquía y otros países de la región); oficinistas y gente de negocios; tenderos (a menudo llevaban limones y leche para aliviar los ojos irritados por los gases); vendedores ambulantes y amas de casa de todos los sectores sociales, como de las tradicionales familias campesinas, algunas con pañuelo en la cabeza pero en su mayoría no. Unos días más tarde las confederaciones de sindicatos de servicios públicos convocaron a dos días de huelga y sus miembros se unieron a los jóvenes.

 

3) En respuesta a las protestas, un vocero del gobierno dijo: "No importa lo que ustedes hagan. Hemos tomado una decisión y la cumpliremos". Anunció que llamarán a un puente que es parte del proyecto "Yavez (el Gran) Sultán Selim" nombrado por el gobernante hereditario del siglo 16 quien hizo del Imperio Otomán un califato (un estado islámico) y que tuvo mala fama por haber masacrado a los miembros de la minoría religiosa alevi. El régimen ha continuado usando la violencia para tratar de reprimir el levantamiento.

 


La policía, que les rociaba la cara a los manifestantes con gas pimienta y les disparaba de cerca proyectiles rompe-huesos que penetraba el tejido, exhibió un odio particularmente violento contra las mujeres. Las fotos en la red muestran a una que otra mujer desafiante atrapada en el tiroteo de cañones de agua impulsada por gas lo suficientemente fuerte como para causar lesiones graves. Arriba, una mujer desafía los carros lanzaaguas de la policía, Estambul, Turquía, 1º de junio.
Foto: AP

4) En los choques con la policía, en los ataques y contraataques, incontables mujeres estaban en las primeras filas de la lucha, regocijándose por la oportunidad de pelear por lo que consideran una batalla sobre la clase de mundo en la que vivirán. Unas mujeres vestidas de soleras se burlaban de la policía con los brazos extendidos en gestos de "ándele"; unas mujeres vestidas de ombligueras sin mangas con las manos envueltas en trapos para poder levantar y devolver los botes de gas lacrimógeno; muchas estudiantes jóvenes vestidas de mezclilla, algunas de éstas con pañuelos en la cabeza y otras con las máscaras de Ocupar; y otras mujeres de toda edad y clase.

La policía, que les rociaba la cara a los manifestantes con gas pimienta y les disparaba de cerca proyectiles rompe-huesos que penetraba el tejido, exhibió un odio particularmente violento contra las mujeres.

Pocas mujeres entraron en esa refriega sin conocer los peligros especiales, pero quizá su entusiasmo por la confrontación simbólica y física proviene de un sentimiento de que son un blanco central del programa islámico reaccionario de Erdogan. Él trató de prohibir las operaciones cesáreas e impuso restricciones contra el aborto, no tanto en nombre de la religión sino porque, como una vez opinó en la televisión, "las mujeres turcas" (es decir las turcas étnicas y no las minorías del país) deberían parir más bebés. En el ambiente descaradamente patriarcal que Erdogan ha contribuido a fomentar, los asesinatos de honor, una plaga de vieja data en Turquía, han aumentado mucho pero con muy pocos procesos en contra de los homicidas. Esta participación de las mujeres no solamente es interesante y positiva. Es una de las mejores características de este movimiento.

 

EL COMUNISMO: EL COMIENZO DE UNA NUEVA ETAPA
Un manifiesto del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

En turco

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5) Menos de tres semanas antes de las protestas, Barack Obama invitó a Erdogan a visitar a la Casa Blanca y elogió "la colaboración" de Estados Unidos con su régimen. Cuando irrumpieron las protestas, un vocero de la Casa Blanca hizo una declaración hipócrita que aseveraba su apoyo a "la plena libertad de expresión y asamblea" en Turquía. No obstante, durante muchas décadas Estados Unidos ha sido el amo imperialista principal sobre Turquía y ha apuntalado una serie de regímenes reaccionarios y brutales que han masacrado a sus oponentes, las nacionalidades oprimidas y los revolucionarios. Las clases dominantes de Turquía juegan un rol importante como policía regional en nombre del imperialismo estadounidense, lo que incluye ahora mismo, al servir de cauce clave para la intervención estadounidense en Siria. Las protestas inspiradoras están sacudiendo a un país que, sobre todo en los últimos años, el imperialismo estadounidense ha considerado como un aliado y defensor armado relativamente confiable y estable de sus intereses en Asia central y el Medio Oriente.

En Estados Unidos, la gente tiene una responsabilidad particular de apoyar al levantamiento en Turquía y de oponerse a la represión contra los manifestantes así como a las acciones de los gobernantes estadounidenses para apretar su dominación de Turquía y promover sus intereses en medio del levantamiento en Turquía.

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