La batalla para salvar la vida de Beatriz:

Corte Suprema de Justicia de El Salvador bloquea el aborto

14 de julio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

27 de junio de 2013. El horror para las mujeres en los países donde se ha criminalizada el aborto bajo todas las circunstancias forzosamente se ha venido a la luz del día por la lucha por la vida de una mujer en El Salvador, conocida solo como "Beatriz". El 29 de mayo, se denegó su apelación ante la Corte Suprema de Justicia de El Salvador para practicarle un aborto para salvar su vida. Beatriz sufre de lupus, una enfermedad crónica inmune muy grave, así como una enfermedad renal. Su enfermedad se vio agravada por un feto deformado de cinco meses que se desarrolla con sólo un tallo del cerebro y sin cerebro y prácticamente ninguna posibilidad de sobrevivir más allá de unos pocos días después del nacimiento.

Como si se burlara de la humanidad de esta mujer, el fallo de la corte declaró que "los derechos de la madre no pueden tener mayores privilegios sobre aquellos" del feto.

En El Salvador una mujer que aborta enfrenta ocho años de cárcel; y algunos tribunales han añadido otros 30 años por homicidio en primer grado. Los médicos que practican también enfrentan la encarcelación. En un país de seis millones de personas, menos de la población del Condado de Los Ángeles, han metido a la cárcel a 628 salvadoreñas por abortar desde 1998, cuando la prohibición total del aborto se ratificó como ley. Casi 60 mujeres embarazadas han muerto en El Salvador desde 2012, muchas de las cuales se podrían haber salvado por abortos terapéuticos, según unos grupos de derechos salvadoreños.

"Una forma de tortura"

Una batalla ardía por meses en apoyo a Beatriz de parte de las organizaciones de mujeres y otros grupos en El Salvador así como en el mundo. Después del fallo, los manifestantes marcharon sobre la Corte Suprema para exigir un cambio del fallo y de la ley. Una mujer, en nombre de un grupo de salvadoreñas en lucha por cambios de las leyes de aborto, dijo: "Esta es una forma de tortura que ella está soportando". El abogado de Beatriz describió la decisión como "misógina". Dijo: "La justicia aquí no respeta a los derechos de las mujeres".

Hubo una protesta internacional, por las organizaciones de mujeres en lucha contra la penalización del aborto; Amnistía Internacional ha llamado el fallo "cruel e insensible". En abril, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pidió que el gobierno salvadoreño protegiera la "integridad y salud" de Beatriz.

Aparentemente al no ver ninguna salida, el equipo médico de Beatriz le practicó una cesárea prematura del feto de 27 semanas de edad el 3 de junio. El bebé tenía el cráneo y el cerebro incompletos, y murió en cosa de horas. Después de la operación, Beatriz estaba en condición estable, en cuidados intensivos.

Desde 1998, El Salvador ha prohibido el aborto bajo toda circunstancia, incluso para salvarle la vida a la mujer. La iglesia católica, desde el Vaticano hacia abajo, ha desempeñado un papel agresivo y ejerce una poderosa influencia sobre la política nacional en la aplicación de la misma y de leyes similares en toda América Latina. En El Salvador en particular, el arzobispo comparó el aborto al genocidio nazi y apoyó con entusiasmo la prohibición total. La iglesia trabajó duramente contra la apelación presentada por Beatriz y su equipo médico por su derecho a un aborto.

En El Salvador y en la mayoría de los países de la América Central —y en muchos otros países de América Latina—, ahora está en vigor la prohibición del aborto, en toda circunstancia de toda clase. Se despenalizó el aborto en la Ciudad de México en 2008, pero desde entonces más de la mitad de los estados han aprobado proyectos de ley para prohibir totalmente el aborto. Se estima que entre 2003 y 2008, el número de abortos al año en América Latina fue de 4.1 millones a 4.4 millones; y de 1995 a 2008, se consideraba el 95 por ciento de los abortos como inseguros.

La Organización Mundial de la Salud estima que en todo el mundo, se practican 42 millones de abortos al año; casi la mitad de éstos son ilegales e inseguros. Cada año, los abortos inseguros son la causa de unas 47.000 muertes, o el 13 por ciento de todas las muertes relacionadas con el embarazo. En África occidental el aborto causa un tercio de las muertes maternas. En el África subsahariana los abortos inseguros representan un 50 por ciento de las muertes maternas.

En el mundo de hoy, las condiciones que las mujeres enfrentan son cada vez más violentas, degradantes y horrendas. Un eje de esa violencia contra la mujer es la forma en que se ha institucionalizado la penalización del aborto por todo el mundo.


Unas mujeres exigen el derecho de pedir que las mujeres reciban tratamiento médico para salvar su vida, El Salvador, abril 2013. Foto: Amnistía Internacional

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