Zimmerman sale en libertad

¿Cuánto tiempo este sistema seguirá saliendo impune con el asesinato?

Carl Dix | 13 de julio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

 

¡¿¡NO CULPABLE!?! Este veredicto es un escandalazo, un puñetazo en el estómago, una bofetada en la cara. Los hechos no podían haber resultado más claros. George Zimmerman vio a un joven negro vestido de una sudadera con capucha, decidió que éste “no andaba en nada bueno”, lo acechó, se le enfrentó y le pegó un balazo en el corazón. Después de todo lo que la gente hizo para obligar a las autoridades a mandar a juicio a Zimmerman, la realidad linchadora de este país sigue en vigor. El asesino anda en libertad. Otro joven negro enterrado.

La verdadera pregunta de este juicio no fue el homicidio o la “defensa propia”, pero si los Trayvon Martin del mundo tienen el derecho de sobrevivir, florecer y obtener justicia en caso de ser objeto de ataques, o si los Zimmerman del mundo tienen el presunto derecho de matarlos con impunidad. El sistema ya ha dado su respuesta.

Este escandaloso veredicto de no culpable es una franca declaración de colocar una diana sobre la espalda de una generación entera de jóvenes negros y latinos, bajo el pretexto de “dejar que el sistema funcione”. Este veredicto representa el funcionamiento del sistema, y éste ha quedado al desnudo mediante este juicio y en muchísimos otros sentidos es injusto, ilegítimo y un horror.

Aquí estamos. Aquellos que le decían a la gente que tiene que “aceptar” el veredicto nos dicen que aceptemos un linchamiento de hoy día… que aceptemos que la policía mata a balazos a los jóvenes negros y latinos… que aceptemos el almacenamiento de 2.2 millones de personas en las prisiones. Su mensaje es requeteclaro: el sistema podrá seguir reforzando las relaciones asesinas y opresivas sobre la gente pero ésta puede ponerse en pie.

¡No! El asesinato de Trayvon Martin: inaceptable.

¡No! La forma en que llevaron a cabo este juicio: inaceptable.

¡No! El veredicto de este juicio: inaceptable.

Además, la gente tiene el derecho de ponerse en pie y manifestar de muchas formas su ardiente furia, profundamente sentida, que ha estado justo debajo de la superficie.

Ya es un momento de manifestar nuestra indignación. Ya es un momento de actuar colectivamente contra una escandalosa injusticia. Ya es un momento de que todo el que tenga un sentido de la justicia en el corazón tome partido con la gente, denuncie este veredicto y que le dé a saber de diversas y múltiples maneras. BASTA YA. Cuando las personas se toman las calles caigan bajo ataque, hay que darles apoyo. No se puede permitir que las autoridades que criminalizan y brutalizan a las personas apaleen, acorralen, rocíen con gas pimienta y hagan cosas peores contra éstas por oponerse a esta brutalidad.

¡Basta ya! Continúa el legado de la esclavitud. Continúa el legado del Jim Crow. La realidad del Nuevo Jim Crow está vivita y coleando hoy, y además mata. La policía y los justicieros vigilantes matan a los jóvenes como Trayvon pero casi nunca los castigan por sus crímenes. Meten a la cárcel a decenas de miles de jóvenes al año, lo que es parte de un programa generalizado de brutalidad y represión que constituye un lento genocidio que quebranta los cuerpos y aplasta los espíritus de innumerables millones de oprimidos. Mientras el jurado rendía su veredicto de “no culpable” en Florida, 30 mil prisioneros en California están metidos un una heroica huelga de hambre contra las condiciones crueles e infrahumanas del aislamiento. Así es la realidad de este sistema.

Pero también está la realidad de que Trayvon Martin y los jóvenes como él NO tienen que morir o enfrentar una vida de interminable brutalidad y miseria. No debería permitirse que continúe ninguna sociedad que hiciera lo que Estados Unidos llevando haciéndoles a los oprimidos en su territorio y en todo el mundo durante siglos. Una sociedad y mundo radicalmente diferentes y mucho mejores son posibles, donde los Trayvon Martin y las Rachel Jeantel y un sinnúmero de millones de jóvenes parecidos podrán florecer, tomar iniciativa creativa y contribuir todo lo que tengan de ofrecer a toda la sociedad y hacia la emancipación de la humanidad.

Todo eso es posible mediante una revolución. Una revolución que ponga fin a todos los horrores que este sistema descarga sobre la humanidad: la opresión del pueblo negro, la degradación que viven las mujeres, las guerras por el imperio, la devastación del medio ambiente, etc. Esta revolución se basa en la teoría de Bob Avakian. Si usted ya no quiere más de este mundo y su brutalidad y miseria, adéntrese en la obra de Bob Avakian. Conéctese con el partido que dirige BA, el Partido Comunista Revolucionario. Existe una salida de la locura y opresión.

Hay muchísimo en juego. Se trata de lo correcto y lo incorrecto. Se trata de la clase de mundo en que queremos vivir.

 

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