Kanye West necesita aprender la diferencia entre el grito de rebelión del esclavo (sea del tipo nuevo o del viejo) y la rabia de frustración del aspirante a nuevo amo de esclavos

O, POR QUÉ NO SE PUEDE ROMPER TODAS LAS CADENAS MENOS UNA

Sunsara Taylor y Carl Dix | 4 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

En su nueva canción, "New Slaves" (Nuevos esclavos), Kanye West evoca la brutalidad sísmica y la opresión demoledora impuestas sobre el pueblo negro desde la primera vez que los esclavos encadenados fueron llevados a rastras a las tierras americanas. Kanye denuncia el cauce cuna-a-prisión que les roba la vida a los jóvenes negros y arremete contra la dura realidad despiadada de que no importa lo que uno logre, al ser negro seguirá confrontando un racismo que le niega la humanidad y hasta le amenaza la vida. En esta canción, se declara en rebelión abierta contra una industria racista que pretende destripar su talento artístico mientras le saca ganancias y contra una sociedad más amplia que, como una expresión de ese mismo racismo, ha descartado o menospreciado sus despotricas y su ira en repetidas ocasiones como simplemente el producto de "su ego desmesurado".

Pero, ¿a dónde va Kanye con todo eso? Desafortunadamente, en lugar de lanzar el grito de rebelión del esclavo (sea del tipo nuevo o viejo) que además de querer salir de esta locura él mismo, quiere luchar para un mundo en que a nadie lo opriman, exploten ni denigren así, la cólera de Kanye se dirige contra las maneras en que la continua opresión imposibilita su plena integración en el sistema de esclavitud de hoy e imposibilita que asuma su posición en la cima del sistema de esclavitud de hoy día.

Esto se expresa no solamente en el constante alarde que Kanye hace de su riqueza escandalosa y su consumo ostentoso en un mundo en que tantas personas sufren incesantemente (incluida la gente cuya labor como esclavos de hoy día ha producido toda esa riqueza material). Aún más, eso se revela en la incapacidad y/o la falta de voluntad de parte de Kanye de imaginar un mundo que no se divida en opresores y oprimidos, en explotadores y explotados, en los de arriba y los de abajo. Al limitarse a esos términos, Kanye termina por convertir en un principio, hasta un himno, la lucha por estar en la cima. Como dice tan groseramente en el coro de "Nuevo Esclavos": "Prefiero ser verga que mamador".

Piense en lo que este coro está diciendo: que en esencia el mundo se divide en dos tipos de personas. Por encima están las "vergas", es decir, los "verdaderos machos" cuyo placer se basa en joder a los demás. Al fondo están las "mamadoras", es decir, las mujeres y los hombres catalogados como mujeres (el mayor insulto que se puede lanzar contra un hombre hoy), quienes son vistas como nada más que recipientes para el semen de alguna "verga". Kanye no objeta esa división deshumanizante. Al contrario, se jacta abiertamente de ocupar el lugar que en su opinión le corresponde como una "verga".

Fíjese en la realidad de lo que pasa en este mundo, donde la mitad de la humanidad nacida mujer recibe un trato como "mamadoras".

Fíjese en que desde una muy temprana edad bombardean a las mujeres y a las niñas con la noción de que su mayor propósito en la vida es estar al servicio sexual del hombre, inclusive en canciones como ésta. Fíjese en la manera en que los hombres, inculcados con este mismo punto de vista desde una muy temprana edad, habitualmente golpean a las mujeres, las violan, las prostituyen, las compran y de otras formas las insultan y las denigran en la calle, en el hogar, en la escuela, en sus relaciones y en sus lugares de trabajo. Fíjese en la manera en que consideran que la mujer, si tiene relaciones sexuales o incluso si es víctima del abuso sexual o de la violación, es una "putilla" o "zorra" y la tratan como una basura manchada y carente de valor. Fíjese en los millones de mujeres y muchachas por todo el mundo explotadas y prostituidas, drogadas y sometidas con golpes, y vendidas como meros cuerpos para violar y degradar en las calles o por el Internet. Fíjese en todo el movimiento de fascistas cristianos en Estados Unidos, que ha asesinado a médicos que practican el aborto y ha aprobado viles restricciones, todo ello debido a su deseo de reducir a la mujer una vez más a una reproductora de niños y a una posesión del hombre. Fíjese en los albergues y en las calles donde las mujeres pobres y en particular las mujeres negras terminan por vivir tras el desalojo de miles de éstas y de sus hijos de la vivienda pública. Fíjese en las mujeres desesperadas que constituyen la mayor parte del sistema de esclavitud de hoy día que es la explotación maquiladora por todo el mundo.

Llamar a las mujeres "mamadoras" es aceptar esa esclavización y opresión. Hacer alarde de ser una "verga" es celebrar la aspiración a ser amo de esclavos. Además de ser totalmente inaceptable en su forma de ver a la mujer, este tipo de enfoque a últimas instancias aleja a Kanye de desafiar de manera consecuente incluso la horrible opresión de los negros, la cual él denuncia legítima y poderosamente.

Eso lo vemos claramente en el coro final de la canción de Kanye. Kanye recrimina la manera en que las corporaciones han tratado de controlarlo y hace una comparación con los contratistas penitenciarios privados que sacan enormes ganancias al robarles la vida a los jóvenes negros. Denuncia a aquellos que se relajan en los Hamptons (uno de los lugares vacacionales más elitista y rica) que se jactan de su riqueza basada en la explotación del pueblo negro. Pero después, rima: "Vete a la mierda con su casa en los Hamptons, voy a joder a tu esposa hamptonera, acabé en su blusa hamptonera y en su boca hamptonera". Aquí Kanye reduce su "rebelión" contra la opresión y la explotación del pueblo negro a la idea de vengarse de esa elite racista que le haya negado una plena entrada, al profanar y degradar la propiedad de esa elite, pues según ese punto de vista la mujer no es más que una propiedad.

Es simplemente un hecho que no hay ninguna diferencia fundamental entre esa manera de ver a la mujer, y la brutalidad y la denigración y el terror, la encarcelación y el futuro segado de quienes nacen negro, latino o de otra nacionalidad oprimida en Estados Unidos. De hecho, las raíces de estas dos formas de opresión están profundamente empotradas en las estructuras y la cultura de este sistema capitalista imperialista, y la lucha para poner fin a estas dos, y a toda, forma de opresión también se entrelaza con la lucha para hacer una verdadera revolución para deshacernos de este sistema. Por qué esto es cierto es un tema que las personas necesitan investigar a fondo y recomendamos, como buen comienzo, los números especiales del periódico Revolución que tratan en detalle "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos" y "Una declaración: Por la liberación de la mujer y por la emancipación de toda la humanidad".

Los esclavos de hoy día NO necesitan el grito de venganza y degradación proveniente de las aspiraciones frustradas del nuevo aspirante a amo de esclavos. La humanidad necesita desesperada y urgentemente el grito más profundo y el acto de rebelión de los esclavos decididos a liberar no solamente a sí mismos pero a toda la humanidad. Esta es la lucha por la verdadera revolución comunista que no pare a medias, de acuerdo a la nueva concepción que Bob Avakian (BA) ha desarrollado. Y necesitamos un arte y una cultura que celebren esa rebelión auténtica y las aspiraciones a zafarse de toda esta esclavización, denigración y degradación propia.

Todo eso recalca la gran verdad e importancia de Lo BAsico 3:22, una declaración que BA hizo hace muchos años y de la cual Kanye West, los oprimidos en todas partes y toda persona que ansía ser libre debería aprender hoy:

"No se pueden romper todas las cadenas menos una. No se puede decir que uno quiere eliminar la explotación y la opresión, pero quiere que persista la opresión de la mujer por el hombre. No se puede decir que uno quiere liberar a la humanidad, pero mantener a una mitad esclavizada por la otra. La opresión de la mujer está íntimamente ligada a la división de la sociedad en amos y esclavos, explotadores y explotados, y acabar con todo esto es imposible sin liberar completamente a la mujer. Por eso la mujer desempeñará un enorme papel en el proceso de hacer la revolución y garantizar que esta no pare a medias. Es posible e imprescindible desencadenar plenamente la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución proletaria".

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