A 50 años del discurso "Yo tengo un sueño" de Martin Luther King, ¡Amérikkka AÚN es una maldita pesadilla!
¡Tres puntos y un reto en respuesta al discurso de Obama!

Carl Dix | 29 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

(1) Barack Obama se acercó al micrófono y habló de la importancia de la no violencia… para los oprimidos. Cuando cualquier representante de la clase dominante estadounidense pregone la no violencia, se refiere a la no violencia para aquellos que podrían obstaculizar el camino de su imperio. Obama se refería a las personas que habían sufrido bajo la segregación del Jim Crow y el terror de las turbas de linchamiento. Ello del comandante en jefe del imperio amerikkkano global, quien ha presidido más de 280 ataques de proyectiles lanzados por aviones no tripulados, mantiene una prisión-cámara de tortura en Guantánamo y preside un sistema de injusticia criminal que comete un lento genocidio contra los negros y latinos. Más valga que la sangre chorreara de su boca mientras hablaba.

(2) Obama dijo: "Si tuviéramos sinceridad con nosotros mismos, admitiremos que en el transcurso de 50 años, hubo momentos en los cuales algunos de nosotros, con afirmaciones de promover el cambio, perdimos el camino. Hubo ocasiones en las que la angustia por los asesinatos disparó disturbios sin sentido". ¡Puras tonterías! Las personas no perdieron el camino en los años 1960. De hecho, empezaban a encontrar su camino, llegando a ver que los horrores que enfrentaban eran una parte integral del mismo tejido de la situación y que no era posible eliminarlos mediante reformas. Pero se toparon con una sanguinaria represión: el asesinato de los líderes, las acusaciones falsas contra los activistas en los tribunales y el encarcelamiento bajo dichas acusaciones, etc. Ante todo eso, el movimiento de esos años no pudo desarrollar el análisis que era necesario para hacer lo que se necesitaba: hacer una revolución y poner fin a los horrores que Amérikkka reforzaba sobre la humanidad y los que sigue reforzando hoy.

(3) Muchísimas personas planteaban grandes interrogantes sobre la naturaleza injusta de este sistema y por eso Obama ha tenido que mencionar algunos de los problemas que los negros enfrentan hoy. Pero él no trata la profundidad de estos problemas ni qué hacer al respecto, salvo decir que se confíe en él para solucionarlos. Por ejemplo, no dijo ni una maldita palabra sobre los más de dos millones de personas almacenadas en las prisiones. Sí dijo que la tasa de desempleo de los afroamericanos ha estado constantemente al doble del de los blancos y que la brecha de riqueza entre los negros y los blancos ha CRECIDO durante las últimas décadas. Pero lo mencionó como si no tuviera nada que ver con el sistema que él preside.

EL RETO: existe una manera de arrancar de raíz todos estos horrores. Se necesitará una ¡Revolución — y nada menos! Comento a fondo este tema en un reciente discurso: "No necesitamos un nuevo movimiento de derechos civiles. ¡Nos hace falta una revolución!". Véalo en revcom.us en inglés. Y éntrele a Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Bob Avakian en vivo en inglés.

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.