Llevando BA en Todas Partes al slam de poesía nacional

12 de septiembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Participé en un equipo que llevó BA en Todas Partes al concurso nacional de slam de poesía. Fue una semana intensa y estimulante que nos dejó emocionados y exhaustos, y los miembros del equipo pensaban que valiera la pena compartir nuestra experiencia.

Primero, todos coincidimos en que la poesía en sí fue simplemente increíble: intensa y, en sus mejores momentos, perspicaz e inspiradora. Decenas de equipos de todos Estados Unidos —centenares de poetas, mujeres y hombres, de todas las nacionalidades, orientaciones sexuales, capas sociales y edades (aunque jóvenes en su gran mayoría)— se juntaron para competir, pero también para compartir sus ideas y celebrar cierto sentido de comunidad durante el día y hasta muy entrada la noche.

Aunque prevalecía un fuerte espíritu subyacente de "la amistad va primero, la competencia va segundo", también se dio una lucha muy importante acerca de qué es la función del arte: si es principalmente una expresión de realización personal y empoderamiento propio, o si desempeña un papel más amplio en desafiar las normas convencionales o las condiciones de vida inaceptables; si la energía, pasión, angustia, indignación e incluso el humor que se ven en el escenario son parte simplemente de la "estética" de la forma del arte, o si son una expresión de sentimientos más profundos que corresponden a las condiciones de vida... no simplemente de un individuo, sino de millones.

La mayoría de los poemas tenía un contenido profundamente personal, pero en sus mejores momentos los poemas lograron trascender las circunstancias individuales para abrazar temas más universales. En la noche inaugural, recuerdo a una joven mujer negra que hizo conversación con diferentes partes de su cuerpo, agradeciendo cada una sucesivamente por la capacidad de apoyarla durante todos los momentos malos que ella las había obligado a pasar. Al terminar, ella había pintado una imagen evocadora e inquietante de encontrar su propia humanidad en medio de una cultura odiamujer y deshumanizante, en un poema que decía muchísimo acerca de las condiciones de vida de las mujeres en esta sociedad y este mundo.

También me impresionó un hombre negro mayor (tal vez el mayor participante en el evento) cuyo poema asoció cada prenda de vestir en sus mínimas posesiones, de camisetas a cinturones y calcetines, con alguna prisión o cárcel en que había estado: "esas sandalias me llevaron a la prisión de Angola, este cinturón embriagado sostenía mi pantalón en una cárcel del condado de Fresno...". Más tarde, dio la vuelta a la historia, pues ahora conectó cada prenda con algún escenario en que él había aparecido. Para finales del poema, el público había escuchado no solamente la historia de un hombre negro de Nueva Orleáns, sino de generaciones de hombres negros de todo el país.

Un joven hombre gay de Oklahoma habló de declararse como tal y de su compasión para todos los demás jóvenes gays y lesbianas que hacen frente a los "cortes y golpes" de una sociedad que no está dispuesta a reconocerlos, ni hablar de aceptarlos.

Otros se dirigieron al meollo de los crímenes del imperialismo; un miembro de nuestro equipo dijo que escuchó una pieza en solitario sobre Guantánamo, escrita desde la perspectiva del agua que se usa en la tortura del "submarino"y otra pieza polémica que desenmascaró a Obama ("el Kool-Aid viene mezclado con estricnina").

Así que tal era la escena durante cinco días: se interpretaron literalmente miles de poemas, que tocaron cada tema imaginable.

Era impresionante que tantos poemas trataron la opresión de los negros, muchas veces en términos neta y extremadamente viscerales y angustiados: los asesinatos policiales y el abuso deshumanizante y la indignación y la alienación de todos los días. Eso ha llevado a una lucha dentro de la comunidad de slam que llegó a ventilarse en el escenario, pues un poeta le respondió a la queja de otro de que había demasiados "poemas de lucha" y cuestionó con desdén la actitud de que deberíamos simplemente "mirar el cielo...qué tan hermoso es". No cuando la policía se ensaña con usted todos los días, cuando sus sueños se aplastan a una edad temprana.

Durante el concurso final eso llegó a ser tan intenso que una mujer blanca mayor, que está familiarizada con Libros Revolución, abandonó el salón. Ella dijo más tarde que la intensidad de los poetas la ofendía y la abrumaba, pero luego comentó: "Si este es el sentimiento que existe más ampliamente en la comunidad negra, tal vez ustedes no estén locos por hablar de la revolución".

Al mismo tiempo, una buena parte de la poesía tenía tremenda belleza, tanto en su forma como en las personas y las situaciones que describía.

Esta fue la mezcla en la que nos metimos con la visión emancipadora de Bob Avakian, la necesidad y la posibilidad de la revolución y de la nueva concepción del camino a un mundo comunista de seres humanos en libre asociación. La noche inaugural, nuestro equipo puso una mesa fuera de uno de los sitios del evento, a la vuelta de Libros Revolución, para presentar Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! (en inglés) en un reproductor portátil de dvd. En la mesa estaban montones de copias del dvd, junto con copias de Lo BAsico, del cd de la versión compuesta para instrumentos de "All Played Out" (Todo gastado y trillado) y copias de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto). Repartimos tarjetas de mano sobre el dvd y distribuimos ejemplares de periódico Revolución número 312.

Tengo que decir que la respuesta era tan variada y alocada como la escena que trato de describir con al público, inclusive muchos poetas que asistieron al Slam —junto con una diversidad amplia de personas— otra vez de distintas nacionalidades y experiencias.

Las primeras personas con quienes hablé eran un par de negros jóvenes quienes eran parte de un equipo que había conducido su auto desde Birmingham, Alabama. Sus comentarios iniciales eran que se trata de un mundo totalmente distinto en el Norte pero cuando le enseñé el afiche "Tres strikes...", rápidamente añadieron que en efecto era todo lo mismo debajo de la superficie al exigir copias del afiche para llevarse en el viaje de vuelta a Birmingham.

Una joven mujer a quien me acerqué era casi incrédula que todos nosotros estuviéramos en el Slam de todos modos — no podía comprender lo que una revolución y especialmente una revolución comunista tuvieran que ver con un concurso de poesía y ella estaba intrigada por lo que señala BA de que uno no puede ser un líder revolucionario sin un espíritu poético. Ella había aceptado sencillamente la opinión común que en la revolución socialista y el comunismo se sacrifica la individualidad e expresión individual en nombre del "bien común." Ella nunca había considerado la diferencia entre la "individualidad" y el "individualismo" como una concepción del mundo. Otros que conocimos estaban tan absortos en sus propias condiciones que casi se ofendieron que lleváramos la política en el Slam.

Al mismo tiempo, el número del periódico ¡ÉSTE ES UN SISTEMA CRIMINAL! Nos hace falta ¡REVOLUCIÓN NADA MENOS! —y nuestro gran afiche de "Tres strikes"— atrajeron de inmediato a muchas personas. Un tipo se nos acercó y preguntó: "¿Qué tipo de revolución? ¿Qué clase de revolución?" Y cuando alguien respondió "revolución comunista", él sonrió, agarró el periódico y comentó que solo quería cerciorarse porque mucha gente habla de muchos tipos distintos de revolución durante estos días.

Algunos de nuestro equipo discutieron lo que estábamos encontrando a la luz de la carta de un lector que salió en Revolución, "Dos enfoques diferentes, dos epistemologías diferentes — Dos mundos diferentes", y en especial el enfoque de basarnos en la importancia de "elevar la vista de la gente hacia un mundo radicalmente diferente" y de basarnos en eso para desmenuzar ala variada colección de ideas en el modo de pensar de las personas — lo que es correcto y lo que es incorrecto, pero también tratar de descifrar exactamente cómo llegaron a las conclusiones que tienen.

Todos aceptaron que la escena en el Slam era una expresión concentrada de la "variada colección de ideas" y maneras de ver el mundo — donde hasta las expresiones más desarrolladas de los ultrajes o la rebelión contra este sistema tan devastador todavía carecían de una visión concreta de un mundo radicalmente distinto y frecuentemente incluían una corriente subyacente de religiosidad.

Era un reto de verdad no dejarnos abrumar por las historias poderosas, dolorosas y frecuentemente conmovedoras que se desenvolvían en el escenario — o apreciar que tantas personas del público se relacionaban con estas historias. Una poetisa leyó un poema que había escrito sobre Emmett Till, que era muy devastador pero que también incluía a un cantante corista muy conmovedor con la estrofa "Dios ofrendó su alma".

Esta carencia de visión también salió en el escenario de parte de un poeta negro cuyo equipo, de Los Ángeles, llegó a las finales. Terminó otro poema increíblemente poderoso que trataba la opresión de la gente negra con "a veces simplemente decidirme a levantarme y seguir viviendo por la mañana es el mayor acto de resistencia que una persona negra pueda emprender hoy en día".

Esto nos condujo a una lucha entre algunos integrantes de nuestro equipo y otras personas profundamente conmovidas por las imágenes del poema de que ¡NO! Sobrevivir día a día no es el mayor acto de resistencia que una persona de cualquier nacionalidad pueda emprender en la actualidad. Retomar la solución científica concreta para estos horrores y entrarle a BA es el mayor acto de resistencia (en realidad la revolución) y es necesario y posible a la vez. Una mujer regresó después de darle vueltas a esto para decir que consideraba que esto era correcto y si bien todavía se identificaba profundamente con muchos sentimientos del poema, podía ver que esta forma de pensar desarmaba a las personas y nunca conduciría a ningún cambio importante.

Pero al forcejear con estas ideas, también encontramos un deseo entre muchos asistentes y participantes a tomar una posición ahora, a partir de lo que ya entienden, y a la vez entrarle más profundamente a lo que está pasando concretamente en el mundo y lo que se requerirá para alcanzar un mundo radicalmente diferente.

Después de la primera ronda del concurso, un equipo de poetas de Texas invitó a nuestro equipo a volver al hotel sede de los concursantes para entrar más en "la cuestión de la revolución". Un miembro del equipo relató su experiencia con un joven estudiante universitario negro que asistía a las finales, que respondió al comentario de que a muchos miembros del público no les gustaba el mundo tal como es hoy, pero pocos creen que se puede cambiar radicalmente, diciendo que ésta es una cuestión que él está tratando de determinar por su cuenta. Compró una copia del dvd e hizo planes para ir a Libros Revolución cuando regrese a la escuela en el otoño. Otro poeta de Denver pidió un paquete de periódicos para llevar y muchas personas compraron e inmediatamente (y con orgullo) se adornaban con la calcomanía "Aborto a solicitud y sin disculpas" y se llevaban más a casa. Otros abrieron espacios para ir a Libros Revolución y presentarse al personal.

Para el final de la semana, cientos de personas habían conocido de BA, decenas se fueron con copias de periódico Revolución, a veces varias copias, e iban a irse al otro lado del país con otra conciencia de las posibilidades de un mundo mejor.

Hacía falta mucho por aprender y todavía estamos evaluando nuestra experiencia, pero he aquí algunas reflexiones finales:

  • Liderar con la revolución e ir al grano. Eso es cierto en cualquier situación, pero sobre todo con un equipo pequeño. Hablamos sobre el punto de la carta de "Dos enfoques diferentes..." de que una conversación seria sobre la revolución (aunque breve) puede cambiar los términos de nuestro intercambio con el público. Y por lo general nos permitió conocer rápidamente a las personas más interesadas en las condiciones en el mundo y que querían saber más.
  • No etiquetar a las personas y no perder el tiempo con los tontos atrasados. Las personas que asistían al Slam traían una gran cantidad de diversidad y formas de pensar al evento. Aunque que la poesía era el medio, muchas personas querían hablar acerca de lo que estaba pasando en el mundo — varias personas se asombraron y además se llenaron de satisfacción al enterarse del viaje por la libertad pro derecho al aborto y de seriedad por su interés en la huelga de hambre de los presos de California. Al mismo tiempo, había sin duda un elemento de tontos atrasados — con sus actitudes desdeñosas, incluso antes de conocer a nuestro equipo. Un tipo joven asistente a las finales creía que sabía todo lo que había que saber sobre la Revolución Cultural de China y quería demostrarlo ante sus amigos al debatir las personas de nuestro equipo. Alguien le dijo que volviera cuando tuviera algo inteligente que decir y dio vuelta a hablar con otra persona.
  • Divertirse e incorporar a unos amigos. Los miembros del equipo BA en Todas Partes invitaron a unos amigos que apoyan al movimiento para la revolución, pero no están listos para estar al frente en la sociedad en torno a BA en Todas Partes. Fuimos en las sedes del concurso para escuchar poesía (y en un caso formamos parte de un equipo de jueces). Fue una experiencia muy rica, con lucha sobre la poesía pero también lucha sobre la base según la cual podíamos conectar BA en Todas Partes a los diversos sectores del público.
  • Es preciso no subestimar el impacto que un pequeño número de revolucionarios puede ejercer en la transformación de la situación. Nuestro equipo contaba con sólo tres personas y, a veces sólo dos, pero para el final de la semana, muchas personas en la cola para las finales sabían de BA, el periódico Revolución y el movimiento para la revolución, aunque sólo fuera de manera incipiente.

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