En noviembre, se aproximan dos ejes de la lucha sobre el derecho al aborto

Todos los que apoyan el derecho al aborto deben ir a protestar en Misisipí y Albuquerque

Sunsara Taylor y Rigel Kane | 14 de octubre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Ahora mismo, hay dos lugares claves en Estados Unidos en que más se concentra la batalla sobre el aborto. Del 2 al 6 de noviembre, “Operación Salvar a América”, una organización fascista cristiana incitadora de la violencia extrema y odiamujer, pondrá bajo sitio la última clínica del aborto en el estado de Misisipí. El 19 de noviembre, se celebrará una votación en Albuquerque, Nuevo México que podría prohibir el aborto después de 20 semanas, lo que obligaría a dejar de practicar a dos de los cuatro doctores en Estados Unidos que ofrecen abiertamente el aborto a las mujeres que lo necesiten durante el tercer trimestre del embarazo.

Mitin en defensa de la Organización de Salud de la Mujer de Jackson durante el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto, agosto de 2013.

Estos no son asuntos “locales”. Lo que ocurre en estos dos lugares —el que las personas se movilicen para oponer resistencia a estos ataques contra la mujer, lo que incluye viajar desde todo el país a estos lugares, o que permanezcan en casa y “no agiten las aguas”— tendrá consecuencias enormes no sólo para el resultado de estas batallas en particular sino para la trayectoria de toda la guerra contra la mujer. Fin al Patriarcado (StopPatriachy.org) estará presente y pide que todos se nos unan ahí o encuentren formas de fortalecer estas acciones, enviando mensajes, haciendo donaciones, tomando acciones donde estén y utilizando sus propias redes y voces para atraer a otras personas en un sentido muy amplio hacia esta movilización. Colectivamente, tenemos que convertir estos ataques en una marea de cambio en la cual con mayor frecuencia miles y pronto millones de personas se pongan de pie, opongan resistencia y derroten toda la guerra contra la mujer.

Comencemos en Jackson, Misisipí. Durante años, la Organización de Salud de la Mujer de Jackson (JWHO), la última clínica del aborto en el estado de Misisipí, ha estado bajo un creciente sitio de parte de las fuerzas antiaborto. La ley obliga a las mujeres, muchas de las cuales viajan largas distancias y la mayoría de las cuales son afroamericanas y pobres, a esperar 24 horas después de su primera consulta con el médico. Muchas de éstas no pueden faltar tanto tiempo al trabajo, pagar dos viajes a la clínica o un lugar para pasar la noche si tratan de tomar los dos viajes. No pueden hacerse un aborto después de la 16 semana del embarazo, lo que quiere decir que aquellas que no pueden juntar el dinero a tiempo terminan por tener que tener hijos que no quieren. La ley de Misisipí dicta que los médicos que practican abortos tengan capacitación como médicos en obstetricia y ginecología, lo cual es totalmente innecesario y dificulta que la clínica encuentre a médicos.

Vídeo en inglés del cotidiano Clarion Ledger de Jackson, Misisipí
Mitin en apoyo a la única clínica del aborto de Misisipí, 17 de agosto de 2013.

Pero eso no es todo. Como experimentamos de primera mano cuando fuimos a Jackson en el verano durante el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto, entrar en la clínica supone navegar por entre fanáticos furibundos que llevan imágenes ensangrentadas de fetos mutilados, chillan a las mujeres por ser “asesinas” y les sisean a las escoltas de pacientes de que deban suicidarse.

Un manifestante lleno de odio reveló qué tanto se basaba el programa antiaborto en los valores arcaicos del Viejo Testamento: “Crecí en un tiempo cuando las muchachas… crecían con el temor de las consecuencias de las relaciones sexuales. Estaban más cercanas a Dios”. Justifican el frío odio contra las mujeres que se apartan de su “rol” como incubadoras ordenado por la biblia, las amenazas constantes contra los proveedores de aborto (que en ocasiones resultan en bombardeos de clínicas, incendios premeditados y asesinatos) y los rostros rojizos y sudorosos que chillan y espetan viles condenas a las mujeres que ya llevan la carga de todo lo que implica un embarazo no planeado, con el sentido orondo, imaginario e increíblemente peligroso de ser unos cruzados en “una misión de Dios”.

Para colmo, Misisipí recientemente adoptó una ley que requiere que los médicos que practican abortos consigan privilegios de admisión en un hospital local. Es muy pero muy poco común que se necesita esto; el aborto es diez veces más seguro que el parto. Además, ya se requiere que los hospitales admitan a pacientes en el caso de una emergencia; por lo tanto esta ley no hace nada para proteger la salud de las pacientes. El verdadero objetivo de la ley es cerrar la clínica, puesto que los hospitales locales les han negado estos privilegios a los médicos de la JWHO. Lo único que mantiene abierta la clínica es un amparo provisional de un juez que estará en vigor hasta un juicio en marzo sobre la constitucionalidad de la ley.

Ahora, la organización antiaborto fascista cristiana “Operación Salvar a América” está aprovechando esta vulnerabilidad, convocando a una convergencia nacional sobre esta clínica del 2 al 6 de noviembre. Llevarán su odio y tácticas amenazantes a la puerta de la clínica y toda la ciudad de Jackson. Más allá del efecto sumamente negativo de todo esto de crear mayor estigma sobre el aborto a gran escala y la intimidación contra los que apoyan a este derecho, están rezando para que “Dios” cierre la clínica ya para el fin de este año. ¿Qué otro sentido tiene esto excepto animar a las fuerzas más extremas y violentas del movimiento antiaborto a actuar de maneras fuera de la ley?

Flip Behnam, el líder de “Operación Salvar a América”, ha dicho: “Seremos como el Dios que veneramos”. Hablemos sin pelos en la lengua: el “Dios” que Flip Benham venera está lleno de odio, aprueba el genocidio, odia a la gente gay, ordena la muerte a pedradas para las mujeres que tengan relaciones sexuales fuera del matrimonio y se deleita en el miedo. Una visita al sitio web de “Operación Salvar a América” muestra un odio descarado para con los inmigrantes, un chovinismo imperialista pro militar estadounidense machista, un deseo de obligar a las personas LGBT a “volver al closet” y una persistente supremacía del hombre blanco. Hablan con descaro de todo eso; están orgullosos del mismo. Eso es su fuerza motriz.

Ahora, visitemos a Opciones para las Mujeres del Suroeste de Albuquerque, Nuevo México. Albuquerque es la única ciudad en todo Nuevo México que tiene proveedores del aborto. (Cabe mencionar que este es un estado extensísimo, con mucha disparidad económica y una gran población de amerindios quienes son objeto de una cada vez mayor privación de sus derechos.) Opciones para las Mujeres del Suroeste tiene dos de los cuatro médicos que quedan en Estados Unidos que proveen abiertamente los abortos en el tercer trimestre tras el asesinato del Dr. George Tiller en Kansas en 2009 (vea el nuevo documental After Tiller). Aunque el aborto tardío es muy poco común, una mujer podría necesitarlo porque muchas complicaciones que ponen en riesgo la vida de la mujer o el feto no emergen hasta muy tarde en el embarazo y por otras circunstancias extremas de muchas mujeres. Estos médicos valientes han estado bajo ataque constante del movimiento antiaborto, tal vez más implacablemente de parte de la Operación Rescate, la organización que creó el ambiente de odio brutal y puso los recursos que hicieron posible el asesinato del Dr. Tiller. Ahora, la Operación Rescate ha seguido a estos dos médicos desde Wichita, Kansas hasta Albuquerque, Nuevo México y ha puesto imágenes de sus rostros por muchas partes del Internet con leyendas como: “Miembro del equipo de asesinos de Tiller”.

Unas mujeres en un mitin en defensa de la Organización de Salud de la Mujer de Jackson durante el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto, agosto de 2013.

Al igual que en Wichita, la Operación Rescate envió a “misioneros” a vivir en Albuquerque y a trabajar de tiempo completo para poner en la mira a estos médicos. Ahora, han logrado poner a votación el 19 de noviembre una iniciativa que prohibiría el aborto después de 20 semanas. En agosto, el grupo juvenil de la Operación Rescate, Sobrevivientes del Holocausto de Abortos, llevó a cabo un asaltó de una semana contra la ciudad para promover esta prohibición. En tropel irrumpieron en un Museo del Holocausto local y lo cerraron, y exigieron que se incluyera una exhibición sobre el aborto. Aterrorizaron a los médicos, parteras y sus familias en frente de sus casas, chillando “¡Asesinos!” y atrapándolos adentro durante horas.

Cuando el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto fue allá en agosto, nos dimos cuenta de que la gente esa fue a la casa de un médico octogenario que practicaba abortos mucho antes del fallo de la Suprema Corte que despenalizó el aborto, Roe v Wade. Desde ese entonces, este médico ha mantenido la política de que en el caso de cualquier mujer que fuera violada, ésta recibiría un aborto gratuito y que él ni siquiera iba a considerar un pago. La Operación Rescate hizo circular volantes por el vecindario del médico, impresos con su rostro, nombre y domicilio y las palabras “Asesinos entre nosotros”. Colgaron de las farolas muñecas de bebes ensangrentados y saturaron los vecindarios con imágenes de mortinatos mutilados. En caso de que alguien descarte este terror como las tácticas de una fuerza “marginada”, aislada e insignificante, el alcalde de Albuquerque, Richard J. Berry, les dio la bienvenida a estos fascistas y posó para fotos estrechándoles la mano.

Misisipí y Nuevo México concentran la situación nacional: solamente en 2013, casi 300 restricciones contra el aborto han inundado las legislaturas y en 2012, 19 estados adoptaron 43 restricciones semejantes. El 97% de los condados rurales de Estados Unidos no tienen ningún proveedor de abortos y cinco estados tienen sólo una clínica del aborto.

Los proveedores de abortos son héroes para las mujeres. Se arriesgan la vida a diario para que las mujeres no tengan que tener niños en contra de su voluntad. Es totalmente inadmisible que los fascistas y fanáticos cristianos puedan andar desbocados sin freno ni oposición. Aquellos que se preocupan por las mujeres tienen que hacer que se oiga la voz, tienen que hacer acto de presencia y tienen que expresar su indignación moral contra este terror y odio por la mujer en toda la sociedad. Tenemos que estar presentes en cada uno de estos lugares, proclamando la verdad sobre el aborto —que es un derecho totalmente moral y absolutamente esencial para que toda mujer tenga acceso sin restricciones, juicios, vergüenza ni estigma— y oponiendo resistencia a estos ataques.

Ya no es hora de quedarse con los brazos cruzados y esperar que de algún modo las cortes o los políticos protejan el derecho al aborto y los proveedores de abortos. Si bien los fascistas republicanos han expresado su gran disposición a promover la extrema legislación antiaborto, azuzar y desatar en la calle a una base social fascista y utilizar sus altos cargos para avergonzar a las mujeres y trivializar la violación (piense en Rush Limbaugh cuando le llamó a una estudiante de derecho una “mujerzuela” porque ésta se atrevió a defender el control de la natalidad o en Todd Akin cuando afirmó que la “violación legítima” no podía resultar en un embarazo), los dirigentes del Partido Demócrata nunca han convocado a la gente a oponer una seria resistencia que esté a la altura de la amenaza que enfrentan las mujeres. Ningún demócrata de alto rango ha salido a hablar en tono no defensivo acerca de la moralidad positiva del derecho al aborto ni ha denunciado la inmoralidad fascista de aquellos que les privarían de este derecho a las mujeres. Al contrario, Bill Clinton insistió en que el aborto fuera “seguro, legal y poco común” (lo que supone que el aborto trae algo de malo), Hillary Clinton dijo que el aborto era “trágico” y Obama insiste reiteradamente en buscar “puntos en común” con estos fanáticos odiamujer. Y por demasiado tiempo, una buena parte del movimiento oficial a favor del derecho al aborto ha encauzado las actividades de la gente al apoyo a esos demócratas, en lugar de salir en la sociedad y librar una batalla política seria para cambiar los términos y la trayectoria en toda la sociedad.

Las últimas décadas y el estado de emergencia total en que nos encontramos hoy han demostrado la bancarrota de ese enfoque, en el cual el ultraje de ayer repetidamente se convierte en “la posición de concesión” de hoy y en el límite de lo que se puede imaginar mañana.

Es esencial que los que no quieren ver que la mujer resulte esclavizada por la reproducción se pongan en pie ahora en cada uno de estos lugares. Nosotros mismos tenemos que insistir en público y en voz alta en el derecho al aborto ¡a solicitud y sin disculpas! Tenemos que ponernos a cambiar el modo de pensar y sentir de la gente acerca del aborto — para que millones de personas empiecen a reconocerlo como algo positivo, esencial y liberador. Tenemos que arrebatarles la legitimidad a aquellos —sean los sicarios en las calles o los fascistas en el poder— que se llaman “pro vida” cuando en los hechos representan la esclavización de la mujer. Y tenemos que convocar y movilizar a miles y pronto millones de personas para ponerse en pie, y tenemos que apoyarnos en nosotros mismos para derrotar este embate total contra los derechos y la vida de la mujer, porque eso es lo que precisa hacer y es la única manera de ganar.

Únase con Fin al Patriarcado en el viaje a Jackson y Alburquerque, en el envío de mensajes de apoyo y donaciones a esta actividad y otras formas de expresión e influencia para convertir estos viles ataques en una contundente derrota política para aquellos que quieren penalizar el aborto. Al ponernos en pie, demos un gran salto en la formación de la clase de resistencia nacional, autosuficiente e impenitente que sea necesaria para derrotar la guerra contra la mujer y ganar la liberación hasta el final.

Del 2 a 6 de noviembre: La "Operación Salvar a América" y sus tropas de choque de todo Estados Unidos sitiarán otra vez a la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, la última clínica en Misisipí. Es preciso oponerle resistencia a este terror por medio de la presencia de personas que viajen a Misisipí. WakeUpMississippi.org está convocando a protestar contra "Operación Salvar a América" y a defender la clínica, a partir del 2 de noviembre. ¡Haga acto de presencia del 29 de octubre al 6 de noviembre!

El 19 de noviembre: La "Operación Salvar a América" regresa con todas sus fuerzas a Albuquerque cuando los ciudadanos se preparan para votar sobre la prohibición contra el aborto después de 20 semanas. De ser ratificada, esta prohibición cerraría LA MITAD de los servicios a la disposición de las mujeres con complicaciones peligrosas en un avanzado estado del embarazo o con otros problemas extremos. ¡Haga acto de presencia del 15 al 17 de noviembre!

Para participar, comuníquese ya a stoppatriarchy@gmail.com.

Envíenos sus comentarios.

Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.