El desenlace del cierre del gobierno… y la AUTÉNTICA opción que se nos presenta

28 de octubre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Se ha puesto fin al cierre del gobierno... por ahora. Pero los conflictos que lo ocasionaron tienen raíces muy profundas. Este imperio capitalista imperialista está confrontando contradicciones estratégicas muy profundas, con dos bloques poderosos en la cúpula que discrepan agudamente acerca de cómo lidiar con éstas.

El antagonismo entre esos bloques y sus representantes políticos es real. Para ser claro: no están luchando por cómo deshacerse del orden mundial actual de desalmada explotación y opresión y destrucción del medio ambiente. Están en pugna por cuál es la mejor manera de defenderlo y expandirlo frente a agudos desafíos mundiales.

Pero: ¿Qué ES este mundo el que quieren defender?

Es un mundo en que durante dos décadas ocho millones de personas murieron en el Congo debido a una guerra civil asesina patrocinada por los países imperialistas, y cientos de miles de mujeres fueron víctimas de crueles violaciones tumultuosas durante la misma...

Un mundo en que millones de mujeres en países como Bangla Desh, Pakistán o Vietnam trabajan en maquiladoras horribles que en cualquier momento pueden convertirse en tumbas en vida si el edificio se derrumba o se incendia...

Un mundo en que 2.3 millones de personas se pudren en las prisiones en las entrañas mismas de esta nación "excepcional"... en que el cuerpo y la autonomía de la mujer es un campo de batalla, siendo ella una mercancía reprimida en todos los continentes... en que el planeta mismo es objeto de rapiña y la destrucción del medio ambiente ocurre a un ritmo que pone en tela de juicio la continuada existencia de la humanidad. "Un mundo feliz" de espionaje sofocante y ataques desde los cielos por aviones no tripulados, y de acoso, persecución y encarcelación de punta en punta del planeta a quienes lo denuncian. Un mundo en que ¡usted posiblemente ni siquiera se haya enterado de lo mencionado arriba debido a la manera en que la "prensa libre" determina lo que es digno de interés periodístico!

A pesar de la unidad fundamental de esos políticos en defensa de este imperio, por poco provocan un descarrilamiento total. En el futuro no tan distante se aproximan nuevos conflictos en torno a estos mismos problemas sin resolver, y pocos comentaristas y politólogos del sistema se atreven a decir que todo eso no ocurra una vez más dentro de poco.

Las causas tienen raíces profundas y se augura más conflicto

¿Por qué ha sido tan obstinado y tan intenso este conflicto?

Los enormes cambios en el mundo han socavado el "consenso aglutinante" de la vida sociopolítica estadounidense. Esos cambios han sido múltiples y afectan hasta el tejido social. En la base económica de la sociedad, surgió a principios de los años 1990 el avance meteórico en la coordinación global del capitalismo-imperialismo. Debido a que eso ocurrió dentro del marco del capitalismo, la economía mundial más conectada y más productiva de hoy en realidad ha aumentado el empobrecimiento y la disparidad entre las masas. Incluso entre las personas relativamente más acomodadas, y ni hablar de las que apenas se las arreglan para sobrevivir, existe un sentido de "estar perdiendo terreno" y una gran incertidumbre acerca del futuro.

Además hay cambios rápidos en las relaciones sociales, centrados en particular en el papel de la mujer, y lucha en torno a cómo deberían ser y cómo serán esas relaciones, dentro de Estados Unidos y a nivel internacional. También están los cambios rápidos en la composición racial y nacional de Estados Unidos, que tienen como telón de fondo el hecho de que los gobernantes estadounidenses no satisficieron de manera fundamental las demandas por la emancipación que surgieron en los años 1960, pero sí respondieron a estas con un revoltijo de ciertas concesiones y el "genocidio lento" de la encarcelación en masa y la represión policial. Además, las redes de explotación, mucho más intensas e interconectadas, han llevado a una migración masiva a Estados Unidos. En respuesta a eso, se ha presenciado una oleada espontánea del "privilegio del hombre blanco" descontento y una demanda por "recuperar al país para los 'estadounidenses verdaderos'" [con lo que quieren decir los blancos nacidos en Estados Unidos], lo cual ha encontrado apoyo y expresión sistemáticos y organizados por altos niveles de la clase dominante. Ha surgido también una lucha en torno a la moralidad y el papel de la religión frente a todos esos cambios masivos. Y hay más, incluida una crisis ambiental con el potencial de ser una catástrofe y una situación internacional que es extremadamente volátil, impelida por conflictos entre los imperialistas y las potencias que aspiran a ser imperialistas, y con diferentes tipos de luchas que brotan entre las masas.

Distintos sectores de la clase dominante estadounidense están luchando en torno a cómo forjar de nuevo el consenso político necesario para defender el imperio en medio de esa turbulencia. (Lea más acerca de cómo los diferentes bandos quieren lidiar con la situación en "El cierre del gobierno, la confrontación, y la urgente necesidad de una repolarización... para la revolución", Revolución #319, 7 de octubre de 2013.) Esas divergencias son lo que llevó al cierre del gobierno. Se tratan de conflictos tan profundos que ya es muy común que los voceros de distintos sectores, y los periodistas también, comparen la situación hoy a la del período justo antes de la guerra de Secesión en Estados Unidos.

Analizando el desenlace del cierre de gobierno

Tras el cierre, se dice mucho que Obama esta vez se puso duro y demostró que ya no va a soportar tal oposición, y también que los republicanos se verán obligados a cambiar de actitud. ¿De veras?

Primero, pese a toda la cháchara sobre ponerse duro, los demócratas y los "republicanos moderados" permitieron que esos fanáticos llevaran la situación a esos extremos tan enormes, al borde de lo que pudiera haber sido un gran colapso económico y un desastre geoestratégico para Estados Unidos. Un solo mal paso y todo pudiera haberse hundido en una crisis muchísimo mayor.

En cuanto al "escarmiento" dado a los republicanos y al núcleo del Partido del Té, solo hay que escuchar por unas horas al Noticiero FOX (el cual, hay que recordar, sigue siendo la red noticiosa más escuchada en Estados Unidos): la gente esa piensa que ganó una victoria moral y política, y piensa perseguir a sus partidarios que "se rindieron". De hecho, esos chiflados del Partido del Té en gran medida llevaron la voz cantante en el debate y crecieron en influencia y organización durante esta lucha. Lo que importa no es la cuestión de si Obama ahora fuera "duro" o no, pero ¿por qué la situación llegó a tales extremos y por qué ese mismo patrón general se ha repetido una y otra vez durante 20 años? Todo eso indica la profundidad de lo que hemos señalado como las verdaderas causas y las maneras en que éstas afectan los cimientos fundacionales de la sociedad estadounidense.

Debido precisamente a la profundidad de estos conflictos, es probable que surgieran otras crisis de esa naturaleza y no necesariamente tan lejos en el futuro. Pero debido a su acuerdo subyacente en que Estados Unidos tenga que seguir siendo el número uno, los demócratas casi certeramente seguirán tratando de reconciliarse con los republicanos y la resistencia que sí oponen ocurrirá dentro de límites estrictos. Como explicamos en el artículo "El cierre del gobierno, la confrontación, y la urgente necesidad de una repolarización... para la revolución", esto también se debe a una dinámica más profunda:

Para los políticos demócratas, todo eso es un acto de malabarismo. Por un lado, no quieren provocar una mayor rebelión abierta de parte de los fascistas en el núcleo del Partido Republicano. Los demócratas aceptan a esos chiflados como una parte necesaria del espectro. Respetan la legitimidad de estos locos, mientras que temen su fanatiquismo y sus seguidores (incluido el peso que tienen en las fuerzas armadas). Por lo tanto, se esfuerzan por complacerlos y aplacarlos….

Pero por otro lado, esos demócratas continuamente sofocan y acallan a los que buscan en éstos dirección, quienes son, para repetir, principalmente los más oprimidos de la sociedad y los que tienen simpatías y puntos de vista progresistas. En diferentes momentos, quizá finjan una simpatía o dejen que sus testaferros como Al Sharpton salgan a la calle en protestas puramente simbólicas. Pero cuando se trata de cuestiones importantes que son esenciales al funcionamiento del sistema y que al mismo tiempo causan miseria para millones de personas en Estados Unidos y en todo el mundo... no.

Eso se debe a dos razones: primero, lo que los demócratas más temen es la posibilidad de que los oprimidos y los que simpatizan con éstos se salgan "del control", como lo hicieron en los años 1960; temen que se levanten en lucha y posiblemente adopten una orientación revolucionaria. Segundo, los demócratas no tienen ningún desacuerdo fundamental con los republicanos en cuanto a la necesidad de conservar los cimientos fundacionales de la sociedad, que ahora se expresan en programas como la encarcelación en masa y la restricción de los derechos fundamentales de la mujer, además de la agresión sin fin que Estados Unidos lanza en todo el mundo (sea quien sea el presidente) y las medidas severamente represivas emprendidas después del 11 de septiembre de 2001. Eso es porque, para los demócratas, aceptar a los republicanos fascistas y suprimir a sus propios partidarios políticos no se deben a una "pusilanimidad" o a una "falta de tesón", sino a su única prioridad absoluta: la conservación y expansión del imperio... mismo que implica una miseria total y un verdadero horror para literalmente miles de millones de personas en todo el mundo hoy, hoy mismito, mientras usted lea estas palabras.

Y luego está la conclusión de esa parte del artículo, que sigue siendo cierta:

Si las cosas se intensificaran aún más, sería nefasto el que las personas confiaran en un ala "antifascista" de los gobernantes. Lo único que eso lograría será perpetuar el imperio y producir soldados para una u otra forma de dominio capitalista.

En todo caso, para todos los imperialistas el fascismo es una cuestión de gusto, no de principios: y como ha señalado BA, en cuanto a los principios todos los imperialistas se unirán con el fascismo y no con la posibilidad de una revolución proletaria…

La AUTÉNTICA opción

Aún así, muchos quieren que usted crea que a final de cuentas hay que optar —de hecho, que solo es posible optar— o por los chiflados abiertos, racistas y odiamujeres fanáticos y fundamentalistas del mercado libre, por un lado, o por el otro, los defensores fríos, calculadores racionalistas e "ilustrados" del capitalismo-imperialismo.

Bueno, ES CIERTO que hay que optar por algo, y se trata de un verdadero caso de "o este o el otro". Pero no es entre demócratas ni republicanos.

Miremos el hecho más importante sobre el mundo en que vivimos. Hay 7 mil millones de personas en el planeta, y el modo en que se satisface la mayoría de sus necesidades es el trabajo colectivo y socializado. En todas partes del globo, la gente trabaja en común, coordinándose por diversas redes, aprovechando los conocimientos de las previas generaciones para producir la gran mayoría de lo que necesitamos para vivir. Lo que forma la base de todo eso es el proletariado, la clase que, aunque está dispersa por todo el planeta, lleva a cabo la producción en las maquiladoras, las minas, las gigantes plantaciones agroindustriales, etc. PERO, toda esa producción es la propiedad de un grupo relativamente pequeño que la controla. Por esa razón, el factor determinante en qué se produce, cómo se hace la producción y a quién va el producto de ese trabajo NO son las necesidades sociales, pero algo muy, muy diferente: la capacidad de ese grupo pequeño de sacar ganancias y amasar aún más capital.

Es más: para que un sistema tan patentemente injusto siga operando, los que lo controlan y se benefician de él se ven impelidos a usar la violencia en masa para responder a cualquier desafío serio y esforzarse por controlar los parámetros del debate, los medios de comunicación, el sistema educativo y la cultura. El resultado es un planeta de ciudades miseria que colindan con ciudades de lujos parásitos, un planeta de maquiladoras, un planeta de derrames de petróleo y hambre, un planeta del tráfico sexual, de guerra y genocidio... un planeta de engaños, manipulación, distracción, degradación, desmoralización y desorientación en que "los peores rebosan de intensidad apasionada mientras los mejores carecen de toda convicción".

Se trata de un mundo basado en relaciones de producción capitalistas, o burguesas. Ese tipo de sistema tiene tres reglas: 1) la producción es de propiedad privada, controlada por personas y entidades privadas; 2) el propósito de la producción es y tiene que ser el de sacar ganancias; y 3) la producción y el intercambio progresan mediante la competencia entre bloques individuales de capital, y ninguno de éstos es capaz de ver el panorama completo ni tomar en cuenta las necesidades sociales. Todos esos capitalistas individuales, sean grandes o pequeños, tienen que obedecer un mandamiento: acumular siempre más capital para siquiera quedarse en la lidia.

Los sueños de "democratizar la economía" — que reflejan la posición del capitalista en escala más pequeña que quiere hacer que el sistema funcione de manera "más equitativa" (¡por lo menos para él!) no son más que eso: sueños. Aunque podríamos discutir más extensamente por qué eso es cierto, en una palabra podemos decir que la historia hasta la fecha de todo país capitalista, y todo tipo de enfoque científico de las leyes inherentes a las relaciones descritas anteriormente, demuestran que cualquier forma del capitalismo, incluso si fuera posible comenzar de alguna manera con condiciones iguales para todos, TENDRÍA que abrir paso forzosamente al monopolio, la disparidad, la desigualdad y la opresión basada en esa disparidad1.

El sistema político que refuerza estas relaciones sociales y de producción es, y solo puede ser, una dictadura de la clase dominante. El estado, cuando ejerce su monopolio del uso de la fuerza y la coacción, sea en las guerras y actos de guerra o en las prisiones, los tribunales y los organismos de policía, lo hace al servicio de los intereses fundamentales de la clase capitalista imperialista, es decir, al servicio de la defensa y extensión de las relaciones de producción capitalistas. Como dice la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto): "Cualquier democracia practicada en esa situación es una democracia según los términos de la clase dominante y el ejercicio de su dictadura y en lo fundamental sirve a los intereses de dicha clase y dictadura".

Para repetir, ese es el mundo que los republicanos y los demócratas luchan por conservar, peleando a veces entre sí, pero la mayoría del tiempo contra los de abajo de la sociedad en todo el mundo y contra los que aspiran a ser sus rivales, las demás "grandes potencias".

O nos quedamos con ese mundo... o se requiere otro mundo totalmente distinto

Desde esa perspectiva, Bob Avakian ha planteado una pregunta muy profunda:

¿[P]or qué es esa la moral que constantemente propagan y promueven de mil formas en esta sociedad — por qué es esa lo que es, y por qué no es una moral diferente? ¿Por qué no promueven los valores de cooperar y actuar por el bien común —salvo de una manera perversa, por ejemplo en las fuerzas armadas burguesas-imperialistas—, que de hecho se estructuran y administran de una manera muy jerárquica, como un instrumento para imponer la explotación y opresión más brutal? ¿Por qué no se promueve como el valor más excelso la idea de una asociación cooperativa de seres humanos, libres de la competencia y los conflictos que caracterizan esta sociedad? ¿Por qué se dice constantemente que la sociedad no puede operar de ningún otro modo, salvo mediante el mercado y las relaciones de mercado, mediante la producción e intercambio de mercancías? ¿Por qué es así — aparte del hecho de que eso corresponde a la manera concreta en que opera y tiene que operar el sistema bajo el cual vivimos? (Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, "Primera parte: Revolución y el estado".)

Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

Primera parte: REVOLUCIÓN Y EL ESTADO
Segunda parte: CONSTRUYENDO EL MOVIMIENTO PARA LA REVOLUCIÓN

Más adelante en esa obra, demuestra en gran detalle que sí tenemos una opción. O nos quedamos en el mundo dominado por las relaciones capitalistas, y la política y la moralidad que corresponden a esas relaciones y las refuerzan... o se requiere un mundo totalmente distinto, uno en que los medios de satisfacer las necesidades del pueblo no solo se producen de forma colectiva, sino que constituyen una propiedad colectiva, y se determina colectivamente qué producir y cómo utilizar lo producido para el bien de toda la humanidad. Eso requerirá un mundo en que las formas en que los intereses se definen y las decisiones se toman y en que se enseñan a las personas a pensar y a relacionarse entre sí, estén de acuerdo con eso... en lugar de la mentalidad y moralidad de "comer o ser comido" y "yo-contra-el-mundo" que son propias del capitalismo. Tales relaciones corresponden a la posición de clase y los intereses fundamentales del proletariado, que realiza esa producción mundial en forma colectiva.

Un movimiento para la revolución

Podemos crear tal mundo. PERO NO SIN HACER UNA REVOLUCIÓN, o sea, no sin derrotar y desmantelar el poder estatal opresivo —las concentraciones reaccionarias de violencia y coacción— que defiende y refuerza las relaciones e ideas podridas y reaccionarias. Esta revolución desmantelará el estado que domina sobre el pueblo hoy y lo reemplazará con organismos del poder político revolucionario y otras instituciones políticas y estructuras gubernamentales. A diferencia del estado burgués, este poder se establecería para movilizar a las masas para eliminar la explotación y la opresión, y todas las relaciones, instituciones e ideas que las refuerzan. En otras palabras, estamos hablando de una revolución para reemplazar la dictadura de la burguesía con una que represente los intereses fundamentales del proletariado. Tal estado sería cualitativamente diferente al que tenemos hoy por lo que se refiere a la manera en que refuerza esos intereses, haciéndolo de una manera consecuente con los valores del mundo que estaba esforzándose para crear; y tendría formas de democracia con un propósito, carácter y dimensión cualitativamente diferentes.

Se puede hacer esta revolución únicamente cuando surjan las condiciones para hacerla, lo que en un país como Estados Unidos requiere de una crisis profunda en la sociedad y en el gobierno, con la atracción de millones de personas hacia el estandarte de la revolución y dispuestas a luchar y sacrificarse por ella y con una fuerza y un programa capaces de dirigir esa revolución2.

En el pasado, ya se dieron los primeros pasos hacia este mundo, con la primera ola de revoluciones socialistas del siglo 20, y se puede encontrar la pura verdad acerca de estas revoluciones muy calumniadas en revcom.us, y además en un número especial próximo a salir en Revolución sobre el tema. Frente a enormes obstáculos, estas revoluciones heroicas —primero en Rusia en 1917 y luego en China en 1949— ya habían sido derrotadas para 1976. Hoy los países socialistas existen sólo de nombre. Pero el ejemplo de estas revoluciones y sus lecciones, en su gran mayoría positivas, perduran y podemos y debemos aprender de ellas.

La Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) del PCR fue escrita con el futuro en mente. Tiene la intención de plantear un modelo básico, y los principios y las pautas fundamentales, para el carácter y el funcionamiento de una sociedad y un gobierno radicalmente diferentes a los ya existentes: la Nueva República Socialista en América del Norte, un estado socialista que encarnaría, institucionalizaría y fomentaría relaciones y valores radicalmente diferentes entre las personas; un estado socialista cuyo objetivo final y fundamental sería lograr, junto con la lucha revolucionaria por todo el mundo, la emancipación de toda la humanidad y el inicio de una época completamente nueva en la historia humana —el comunismo— mediante la abolición final de todas las relaciones explotadoras y opresivas entre los seres humanos y de los conflictos antagónicos destructivos que surgen de esas relaciones.

Lea la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), del PCR, en revcom.us/pcr.

Al mismo tiempo, debido a Bob Avakian y el trabajo que ha hecho, hoy tenemos una estrategia para hacer una revolución como tal en los hechos en un país como Estados Unidos así como una base para ir más allá y hacerla mejor en esta ocasión. Tenemos una Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) que encarna las metas y los métodos de esta revolución, sobre la base, pero yendo más allá de lo que se logró en el pasado. Ahora mismo, en la estela de esta batalla sobre el cierre del gobierno, es un momento muy importante para estudiar este documento Y ADEMÁS difundirlo muy ampliamente.

Existe una estrategia para hacerlo — sí, en contra del imperio más poderoso del planeta. El PCR, Estados Unidos ha publicado "Sobre la estrategia para la revolución" que demuestra cómo luchar por este mundo completamente diferente, cómo prepararse para el desarrollo de una situación y acelerar el desarrollo de una situación en la cual será posible hacer una revolución, lo que incluye la manera de aprovechar las crisis como aquella que acabamos de ver, como parte de esa estrategia. Además, la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! habla de esta estrategia, lacual incluye muy específicamente la forma de reconocer y analizar el significado de tales conflictos a fin de hacer una revolución.

Hoy, como escribimos en nuestro artículo original sobre el cierre del gobierno, la manera principal en que esta estrategia se expresa está en la propagación concreta de esta alternativa revolucionaria en la sociedad — y ahora mismo, eso se manifiesta principalmente en la forma de la campaña BA en Todas Partes. Esta campaña tiene como meta recaudar fondos para difundir ampliamente en la sociedad lo que BA representa y lo que ha hecho, como parte de dejar que la gente conozca de ESTA revolución y al hacerlo forjar comunidad y fortalecer el movimiento para la revolución y fomentar una nueva efervescencia y vitalidad en la sociedad en general. También es importante seguir y difundir y, sí, contribuir a esta página web, haciéndola el recurso indispensable para encontrar la verdad acerca del mundo así como las noticias y lecciones sobre el movimiento para la revolución. Además urge apoyar y participar en las luchas sumamente importantes para parar la encarcelación en masa, poner fin a la pornografía y el patriarcado y defender al medio ambiente. Es necesario entretejer todo eso en un movimiento poderoso POR la revolución, que sea mayor que la suma de sus partes y que haga que su presencia se sienta incluso hoy por toda la sociedad.

Esto SÍ es la tarea de verdaderamente hacer posible un futuro diferente. Cualquier cosa menos —cualquier otra cosa— constituiría un intento vano e inútil de simplemente elegir el elenco de personajes en nuestras pesadillas, lo cual, como dijimos en nuestro artículo anterior, "perpetúa el imperio y produce soldados para una u otra forma de dominio capitalista".

 

1. Lea más sobre esto en Los pájaros no pueden dar a luz cocodrilos, pero la humanidad puede volar más allá del horizonte, " Primera parte: Revolución y el estado", de Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, Revolución #218, 28 de noviembre de 2010. [regresa]

2. Vea Constitución del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (RCP Publications, 2008), pp. 3-4. [regresa]

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