Sobre la muerte de Nelson Mandela
7 de diciembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
El 5 de diciembre de 2013, Nelson Mandela murió a la edad de 95. En las semanas por venir, revcom.us/Revolución publicará más reportajes y análisis de la importancia de la lucha contra el brutal régimen racista del apartheid de Sudáfrica, con la que Mandela estuvo tan fuertemente asociado, el papel de Mandela en ésa y la naturaleza de Sudáfrica hoy. Pero en este momento, presentamos cinco puntos de orientación:
1. El vil sistema del apartheid —la flagrante, racista y brutal opresión y discriminación en contra de los negros (y otras personas no blancas) en Sudáfrica, opresión y discriminación en contra de las que Nelson Mandela luchó— fue parte de un legado de siglos del saqueo más horrible de África como un todo por parte del mundo capitalista. En Sudáfrica, tras la Segunda Guerra Mundial, el apartheid institucionalizó e intensificó más esa vil opresión. El apartheid encerró a los sudafricanos negros (y otros no blancos) en los "bantustanes", en territorios parecidos a una prisión sin las necesidades más básicas de la vida (como agua potable o vivienda digna). Los trató como no humanos, los sometieron a las fascistas "leyes de pases" que regían cada uno de sus movimientos. Sobre la base de la mano de obra de los sudafricanos negros y otros no blancos, los colonos blancos vivían al estilo de la vida del norte de Europa, y el capitalismo-imperialismo mundial acumulaba enormes ganancias.
2. Nelson Mandela surgió como un oponente al sistema del apartheid en la década del 1950. Se unió a la creciente ola de la valiente y amplia lucha entre muchos sectores sociales de Sudáfrica que se plantaban contra los látigos, los garrotes, los fusiles y las cámaras de tortura del régimen. Por ello fue condenado a una vida de trabajos forzados en la cárcel, y él nunca se rajó en su oposición al apartheid. La lucha contra el apartheid se convirtió en una causa que inspiró a la gente de todo el mundo. Muchas personas ofrendaron la vida en esa lucha. Y Nelson Mandela se convirtió en el símbolo más conocido de esa lucha.
3. Pero los de arriba no están elogiando a Mandela por su papel como oponente al apartheid, pero sí porque él se acomodó con las fuerzas del viejo orden y desempeñó un papel esencial en el desmantelamiento del apartheid de modo que no desbrozara pero que en lo principal reforzara la opresión histórica y horrible de la gente negra y no blanca de Sudáfrica. Cualquiera que fuera la intención de Mandela, su perspectiva de "abrazar al enemigo", que han ensalzado tanto los de arriba en sus elogios, fue directamente en contra de la necesidad de arrancar de raíz todas las relaciones políticas, estructurales, económicas, sociales y culturales que formaban la base de dicho sistema.
4. Tenemos que tener la honestidad de reconocer la realidad del camino trazado por Nelson Mandela. No condujo a la libertad para los oprimidos de Sudáfrica. La abrumadora mayoría de las personas en Sudáfrica siguen sufriendo en las garras del capitalismo-imperialismo mundial. Hoy, a dos décadas de que Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica, la situación de las masas negras ahí sigue siendo terrible. Sudáfrica es una de las sociedades más desiguales del mundo. Más de la mitad de la población de Sudáfrica vive en la pobreza extrema. La única fuente de agua para 1.4 millones de niños son los arroyos sucios en los que pululan enfermedades. Los trabajadores migrantes de los países más pobres de África están sometidos a ataques violentos. Las condiciones para las mujeres, que desempeñaron un papel tan heroico en la lucha contra el apartheid, son abismales — Sudáfrica tiene la mayor tasa de violación en el mundo. Y, tal vez la consecuencia más dolorosa de todas sea que la gente ha resultado desmoralizada — al creer que todo eso comprueba una vez más que no es posible cambiar en lo fundamental la sociedad. Ese no es cierto.
5. Pero sí es cierto que nada menos que arrancar de raíz la explotación y la opresión podrá liberar a la gente de Sudáfrica o a la gente de cualquier otro lugar. Los "condenados de la tierra" sí han hecho la revolución y han emprendido el camino hacia el comunismo —una sociedad libre de toda opresión— por primera vez en Rusia y luego en China. Llevaron a cabo grandes hazañas antes de que estas revoluciones fueran revocadas. Aparte de que lo han hecho anteriormente, podrían volver a hacerlo e incluso podrían hacerlo mejor. Instamos a todas las y los que lean estos puntos a conseguir el número especial de revcom/Revolución "No sabes lo que crees que "sabes" sobre… La revolución comunista y el VERDADERO camino a la emancipación: Su historia y nuestro futuro" y a adentrarse en la obra de Bob Avakian en revcom.us.
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