Nota de la redacción: Reimpreso de la revista Renovación de Marcas con Éxito:

El Papa Francisco recibe el premio "Persona del Año" de la revista Renovación de Marcas con Éxito

6 de enero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Cuando el Papa Francisco asumió la jefatura de la Iglesia Católica, se enfrentaba a uno de los mayores retos de renovación de marca de la historia reciente. El Papa Francisco se ha convertido en lo que los adherentes del la iglesia llamarían una "bendición caída del cielo" para una marca sumida en una seria crisis.

Ha asumido el reto de representar a una institución que ha estado "obsesionada" (en sus palabras) con condenar las relaciones entre personas del mismo género y con obligar a las mujeres a tener hijos contra su voluntad, pues aparte de oponerse al aborto, se opone a cualquier tipo de control de la natalidad, mientras que protege de manera intransigente la violación y el abuso sexual de niños que es un fenómeno institucional. En un mundo de vil desigualdad, la Iglesia Católica sigue profundamente empotrada en las oligarquías más obscenas, a la vez que denuncia cualquier intento de los oprimidos de levantarse en lucha contra su opresión, ni hablar de una revolución.

Con gestos carentes de sustancia pero cuidadosamente elaborados, como variar su ropaje, vivir en una casa diferente y expresar de vez en cuando su preocupación por las disparidades de ingresos y afirmar que le importan mucho, pero muchísimo, algunas de las personas a quienes su iglesia continúa oprimiendo, el Papa Francisco ha resucitado milagrosamente la marca Católica Romana. ¡Qué resurrección!

El Papa Francisco ha logrado (hasta la fecha) convencer a muchas personas, por lo demás sensatas, incluidas a personas que antes criticaban la iglesia severamente por varias razones y hasta habían roto con ésta en ciertos sentidos, de que olvidaran toda la descarada injusticia, opresión e insultos a la razón y la verdad que les indignaban en primer lugar, y eso solo con unas palabras bien escogidas.

Matthew Schmitz, el vicedirector de la revista conservadora First Things, observó que el nuevo Papa "dice que no hay dudas acerca de lo que la iglesia enseña. Él quiere ofrecer un enfoque más suave. Su manera de hablar disimula qué tan ortodoxo se es y podría llevar a algunas confusiones".

La renovación de la marca de la Iglesia Católica se ha centrado en un pasaje de 17 palabras sacadas de una entrevista al Papa Francisco en el que afirma que la iglesia no debería "obsesionarse" con perseguir y condenar las relaciones entre personas del mismo género o con obligar a las mujeres a tener hijos contra su voluntad. Ese pasaje ha saturado la cobertura mediática, pero el Papa también dejó claro: "No se puede esperar que la iglesia cambie de posición sobre esa cuestión. Quiero ser completamente franco en ese respecto. No se trata de algo que esté sujeto a presuntas reformas o 'modernizaciones'. Tratar de solucionar los problemas eliminando una vida humana no es 'progresista' [o sea, permitir que la mujer decida si tener un hijo o no]".

Lo que impresiona tanto en esta Edad de Renovación de Marcas es que el Papa Francisco ha logrado hacer todo eso y al mismo tiempo mantener en vigor todas las reglas y prácticas de la Edad de las Tinieblas de la Iglesia Católica que contribuyen a tanta opresión indignante y sufrimiento innecesario, inclusive:

  • Impedir que las mujeres se hagan abortos seguros y legales o que consigan anticonceptivos, lo que condena a unas 70.000 mujeres a morir al año por abortos no seguros, abrumadoramente en lugares donde el aborto es ilegal o lleva muchísimas restricciones... y obliga a las mujeres a tener hijos contra su voluntad.
  • Seguir condenando el uso de condones como "inmoral", lo que traería implicaciones genocidas en África donde vencer los obstáculos materiales y prejuicios contra el uso de condones podría salvar la vida de millones de personas, al impedir la propagación del SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual, y también ofrecerles a las mujeres una forma sencilla y segura de impedir los embarazos no deseados.
  • Continuar protegiendo a los curas violadores de niños y encubrir la explotación histórica y actual de niños y mujeres por la iglesia;
  • Continuar condenando el derecho de los gays y lesbianas a casarse y continuar sus campañas para imponer abiertamente principios teocráticos con el fin de impedir que la igualdad del matrimonio sea la ley.
  • La promoción general de la ignorancia y las supersticiones, las falsas esperanzas y la intolerancia basada en una justificación divina, que es la función normal de la religión.

¿Podemos sugerir un nuevo lema publicitario para la Iglesia Católica?

"Cuando nada más es necesario justificar los terribles crímenes
y la medieval moralidad con una pantalla de piedad...

Todo va mejor con el Papa"

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