Un lector escribe sobre hacer que brille la luz de la revolución en las prisiones
6 de enero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
Querido Revolución:
24 de diciembre de 2013. He estado reflexionando, en esta temporada del año, sobre qué tan importante es apoyar al trabajo del Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos (Fondo). El Fondo hace que entren en las prisiones Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, lo que yo considero el manual para la revolución, y el periódico Revolución, y que la gente encerrada en las prisiones infernales de Estados Unidos se conecte con un conocimiento de la manera de crear un mundo completamente diferente, libre de toda explotación y opresión.
Como dice el poema de un preso publicado en Revolución: "Ahora recurrimos a ustedes — para que les den una luz. Haga una donación al Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos".
Para millones de personas en los barrios pobres de las ciudades de Estados Unidos, gran parte de esta temporada implica subirse a autobuses o trenes apiñados, o conducir, a veces por cientos de kilómetros a lugares remotos, para visitar a sus seres queridos encarcelados. Más de dos millones de personas están encerradas en las prisiones de Estados Unidos, y casi la mitad de éstas son negras y latinas, en condiciones que evocan a las bodegas de los barcos negreros que originalmente transportaron los africanos secuestrados como esclavos a las costas de lo que es hoy Estados Unidos. Las condiciones en las unidades de aislamiento solitario de hoy corresponden a toda definición objetiva de la tortura. Miles de presos y presas cumplen "una cadena perpetua sin posibilidad de salir bajo libertad condicional", una pena de muerte lenta, por cometer delitos no violentos, o por no cometer ningún delito en absoluto.
Junto con muchas otras personas, he experimentado la degradación y deshumanización por las que hacen que uno pase simplemente a fin de visitar a un familiar encarcelado. Organizan las cosas así a fin de declarar que "las personas encarceladas aquí son peores que nada, al igual que uno mismo". Piense de lo que implica el que en esta nación de prisiones, el lazo de un niño con su padre o madre conste en poner la mano sobre una gruesa ventana.
El arrasador impacto de este genocidio lento se extiende mucho más allá de los muros de las prisiones. En las grandes zonas de los barrios pobres de las ciudades, abandonados y encerrados, de Oakland al Bronx, Detroit y Nueva Orleáns, ir a dar a la prisión es la expectativa y rito de paso para los jóvenes. Y la cultura desesperanzadora que se produce y se hace cumplir en las prisiones arroja una sombra mortífera sobre la vida de millones y millones de personas.
Pero, como dice BA en Lo BAsico 3:16, "aquellos que este sistema ha dicho que no valen nada, pueden importar muchísimo". Pueden llegar a ser parte de la columna vertebral de los verdaderos emancipadores de la humanidad. ¡Pero eso requiere de un sustento revolucionario concreto!
Mediante el envío de la literatura revolucionaria a las y los presos en 41 estados, el Fondo conecta a las y los presos con ese sustento revolucionario. Esa literatura les da los medios para conectarse con el método y enfoque, y con la visión y plan para cambiar el mundo concretamente, todo lo que constituye la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian.
En el último año, presenciamos una huelga de hambre verdaderamente heroica en las prisiones de California en protesta por el aislamiento solitario y un inspirador movimiento por la paz entre las distintas razas en el sistema penitenciario. Las y los lectores de Revolución, sobre todo de revcom.us, pueden conectarse con las cartas de las y los presos quienes reciben los materiales del Fondo y que participan en una amplia y profunda conversación y transformación acerca de una amplia gama de cuestiones sobre el mundo, sobre todo aquellas cuestiones relacionadas con la construcción de un movimiento para la revolución y un mundo nuevo. Uno palpa el nacimiento en todo eso en la consigna "luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución". Vea unos enlaces de varias cartas que adjunto a esta carta.
¡Pero ahora mismo, el Fondo ni siquiera puede llenar los pedidos de literatura que recibe de las y los presos! Durante esta temporada, tenemos que cambiar eso.
El Fondo es un fondo de literatura educativa que llena los pedidos de literatura revolucionaria que recibe de las y los presos en Estados Unidos. Es una organización 501c3 sin fines de lucro. Esta temporada, en la que la gente reflexiona sobre el mundo y su responsabilidad de cambiarlo (y cuando algunas personas deciden para qué harán sus donaciones desgravables), es el momento para hacer una donación que contribuirá a algo CONCRETO. No se trata de poner curitas sobre el cáncer de la explotación y opresión, pero de capacitar a un sector del pueblo desechado por la sociedad para que se transforme a sí mismo y al mundo, a fin de asumir el reto planteado en Lo BAsico 3:16 a que "Sean parte de los salvadores humanos de la humanidad: los sepultureros de este sistema y los portadores de la futura sociedad comunista".
Según la página web del Fondo, los principales pedidos que recibe de aquellos que están tras las rejas son para las suscripciones subvencionadas en español e inglés al periódico semanal Revolución y para Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, un libro de citas y ensayos cortos que trata poderosamente las cuestiones de la revolución y la emancipación humana. El Fondo ha enviado dos mil ejemplares de Lo BAsico a las y los lectores en las prisiones.
Pero hay mucho más que el Fondo tiene que hacer en su trabajo para hacer que brille la luz de la revolución detrás de los muros de las prisiones. Nosotros mismos tenemos que ponerse en pie y lanzar un reto a todos para que contribuyan a cumplir con esta gran necesidad. Piense de lo que usted puede hacer o lo que pueden hacer sus conocidos. Una donación de $10 que recauda un par de personas sin techo mediante el reciclaje de latas y botellas puede cubrir un ejemplar de Lo BAsico, el que probablemente se estudie hasta bien entrada la noche, se discuta en el patio de la prisión y quizás se difunda fuera de los muros, algo positivo que se sale de las prisiones. Las y los estudiantes universitarios que recaudan $350 de la venta de postres en las funciones de cine de la medianoche pueden cubrir diez nuevos pedidos de suscripciones pendientes recibidos de las y los presos en Carolina del Norte. Imagínese el impacto de cada uno de esos periódicos cuando se pase de celda en celda. Una contribución de $500 de un profesor puede cubrir 50 ejemplares de Lo BAsico para las y los presos en California. Una donación de $1.015 renovará las suscripciones de 29 presos en Florida y una de $1.400 cubrirá 40 suscripciones pendientes a Revolución que las y los presos en California pidieron hace poco.
¡Hace falta que BA esté en todas partes, lo que incluye en las manos de las personas encerradas en las prisiones de Estados Unidos!
Usted puede conocer más en prlf.org, donde es posible hacer donaciones normales y desgravables. O envíe su cheque, money order o giro postal pagadero al "PRLF" [Prisoners Revolutionary Literatura Fund] o, en el caso de los cheques, money order o giros postales de donaciones desgravables, hágalos pagaderos al "Global Exchange/PRLF". Envíe los cheques, money order y giros postales y cartas a: PRLF, 1321 N. Milwaukee Ave, #407, Chicago, IL 60622.
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.