Por qué las "familias fuertes" no son la solución

27 de enero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La siguiente polémica corta salió por primera vez en el número especial del periódico Revolucion, "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos".

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Se dice: "La razón básica de los problemas del pueblo negro ha sido la desintegración de la familia negra. Por eso estos jóvenes entran en la vida pandillera. Tenemos que resucitar la familia tradicional como primer paso para resolver estos problemas".

Aunque se ha dado una extendida desintegración de las familias negras en las últimas décadas, esa también ha surgido del funcionamiento de este sistema, que ha asignado a muchos hombres negros a los márgenes de la sociedad, con casi un millón de ellos en prisión mientras lees esto. La base económica para las familias "estables, biparentales" ha sido socavada. Si cada padre negro pudiera involucrarse activamente en el cuidado de cada niño negro, el siguiente hecho aún continuaría: este sistema no tiene futuro para millones y millones de estos jóvenes, con o sin la presencia del padre.

Si verdaderamente crees que la familia "estable, biparental" resolverá el problema, échate una mirada a los años del terror del Ku Klux Klan, los linchamientos y la segregación de tipo Jim Crow (con el aval de la ley) en el Sur. En esos tiempos la gran mayoría de las familias negras fueron familias tradicionales biparentales. Pero eso no previno y no pudo prevenir los efectos devastadores de la supremacía blanca y la explotación y opresión capitalistas.

Pero hay un problema aún más profundo con esta explicación vacía: dirige a los oprimidos hacia un punto de vista que fortalecerá las cadenas de la opresión y los apartará más de la liberación. La familia tradicional tiene orígenes en la división original de la sociedad entre opresores y oprimidos. Puedes encontrar un indicio de esto mirando la palabra raíz de "familia", ¡que en latín significa la cantidad de esclavos poseídos por un amo! "Restaurar al hombre como cabeza de la familia" oculta la realidad de lo que eso significa para la mujer — que es exactamente padecer el trato de esclava, o de "favorecida", o las golpizas, el abuso, el engaño, el acoso sexual y la violación dentro de los "sagrados confines" de la familia (que es muy frecuentemente lo que sucede de hecho). Cuando ves la esencia, esta tontería del "derecho legítimo del hombre" es solamente la cháchara y la mentalidad de un aspirante a amo de esclavos. Toda esta cháchara de la calle de "putas y yales"… todo este odio a los homosexuales, con la cháchara de "maricas y putos", la persecución y las palizas y los asesinatos de alguien cuyos sentimientos sexuales son distintos a "lo normal"… toda esta mierda, también, es la misma mentalidad jodida y destructiva.

No necesitamos eso, ¡y nunca conducirá a la liberación ni a un mundo mejor! Si bien la revolución comunista eliminará inmediatamente las formas en que la sociedad ha obstaculizado el desarrollo de las familias negras, NO lo hará basado en las relaciones y las ideas tradicionales que dominan las familias en la sociedad capitalista, sino basado en la igualdad y el amor y el respeto mutuos, y de mirar hacia adelante a la transformación de toda la sociedad, tal como desencadenar la plena participación de las mujeres en cada esfera. Los hombres negros, y otros hombres, no tienen que "aprovechar" su "derecho" de imponer su dominio en la familia sobre las mujeres y los niños; tienen que alzarse junto con las mujeres en pie de igualdad como parte de emancipar a toda la humanidad.

Los niños negros no necesitan "modelos masculinos de conducta"; necesitan un fin de las condiciones agobiantes que les cortan el paso en cada momento. Necesitan la revolución, y necesitan modelos revolucionarios de conducta, tanto de mujeres como de hombres. Tienen que ver a hombres y mujeres quienes se ponen de modelos del respeto y la igualdad mutuos que reflejan el mundo por el que estamos luchando: un mundo liberado completamente nuevo en que las jóvenes se crecen fuertes sin temor a la violación, la degradación ni el abuso, en que no se tacha a ningún niño de "ilegítimo" y en que los hombres, tal como los demás, se realizan su valor contribuyendo a la mejora de toda la humanidad por medio de la transformación revolucionaria de toda la sociedad, en lugar de beneficiarse de un poquitín de la opresión de este mundo de pesadilla.

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